Mi sobrina Clarita (2)
Mi sobrina consigue que olvide los celos que sentía por ella convirtiéndose en mi puta y compañera de juegos, ahora quiere que Ingrid sea la primera presa. Continuación de "Mi sobrina Clarita (1)"
Clarita quería que Ingrid follara con nosotros. En sus ojos se veía claro que no admitiría un no por respuesta.
-Pero Clarita, no sé si ella estará interesada en un trío… además, quien le has dicho que eres?
-Pues la verdad, le he dicho la verdad, que soy tu sobrina, que he venido del pueblo a vivir contigo para poder estudiar aquí, ahora le digo que tengo sueño, que me voy a la cama y asunto arreglado…
-Pero si no tienes la habitación preparada…
-Pero ella no lo sabe!-dijo alterándose un poco- deja de buscar excusas, y sal de la ducha y pórtate como un hombre! Jajaja
-Y se ríe de mi…-dije mientras le daba un beso en la boca, para encontrarme con su caliente lengua...- dile que salgo en un minuto
Salió, obediente, y escuche como hablaban, me arregle un poco, me puse un vaquero y una camiseta y salí al salón.
-Ingrid, cariño, ya conoces a mi sobrina, no?
-Sí, me estaba contando cosas sobre su nuevo instituto… yo si queréis vengo en otro momento- se notaba que no estaba cómoda con la situación.
-Ingrid, no te preocupes, para mí ha sido un día muy largo, el viaje, la mudanza, estoy rendida, me voy a mi cuarto a dormir.
-Ingrid, por eso no te he llamado para cancelar nuestra cita, Clarita se va a dormir, así que tu y yo podemos hablar de aquello que teníamos a medias…
Al decirle eso, sonrió pícaramente, sabía que no nos íbamos a andar por las ramas, y aquello que teníamos a medias era una apuesta que había perdido. Un día íbamos por la calle y la reté a quitarse el tanga delante de unos albañiles que estaban trabajando y hacerles una subasta para vendérselo… lo hizo… Ingrid era súper caliente, así que lo hizo con su estilo, se acerco hacia ellos, se levanto la falda, mostrándoles a los albañiles su tanga y comenzó a masturbarse por encima del tanga, incluso se metía los dedos para que se impregnara bien de sus fluidos. Una vez que se corrió, empezó la subasta, y uno, que parecía el jefe saco un billete de 200 euros y se las quedó. Yo había perdido la apuesta, así que lo que teníamos pendiente era ver Crepúsculo comiéndole el coño durante toda la película, lo que para nosotros es ver porno mientras te comen la polla…
-Bueno, pues –dijo sonriendo- si acaso vemos alguna película… tienes alguna que me guste a mi?
Clarita me dio un beso en la mejilla y se despido de Ingrid entrando en “su habitación”, que no era otra cosa que mi trastero, por lo menos había un sofá cama donde podía esperar.
-Nos vamos a mi cuarto y la vemos en mi cama?
-Sí, creo que la voy a ver mejor… más tranquila…-se acerco a mi oreja y me susurró- porque tu no esperaras ver mucho… verdad?
Le sonreí, le ayudé a quitarse el abrigo y vi como había venido, traía un vestido blanco cortito con un elegante escote, con unas medias y liguero también blancos, y unos zapatos de tacón. Su piel oscura hacía un contraste exquisito, como sabia que a mí me gustaba, era un monumento de mujer, hacía menos de una hora que había estado follando con mi sobrinita e Ingrid había conseguido que me volviera a empalmar.
-De verdad crees que me apetece ver esa película, con el espectáculo que tengo aquí delante?
Entramos en mi habitación y la tumbé en mi cama, dejando la puerta entre abierta, para que Clara pudiera verlo todo, puse el dvd y comenzó la película, ella me miró con picardía, sin decir nada y comenzó a abrir las piernas, despacito, mordiéndose los labios, y ahí estaba ese delicioso coñito de ébano…
-Y las braguitas?- le pregunté un poco extrañado.
-Veras, es que he venido en un taxi, y se me olvido coger la cartera… entonces, el taxista las ha aceptado como pago… Jajaja
-Dios… como me pones…
Y justo al decir eso situé mi boca a la altura de su coñito, abrí sus labios, para ver lo rosadito que lo tenía y comencé a pasar mi lengua por sus labios, primero por el derecho, hacia arriba, y bajaba por el izquierdo, luego al revés, rozaba su clítoris, que por momentos iba haciéndose más abultado, ensalivaba mis dedos y se los introducía un poquito, viendo que estaba suficientemente caliente, comencé a centrarme más en su clítoris, así que lo redondeaba, chupaba, incluso mordía. Ella, mientras, estaba agarrándose las tetas, con fuerza, que hábilmente las había sacado de aquel minivestido. El primer orgasmo tardó poco tiempo en llegar, de reojo podía ver a Clarita, desnuda, masturbándose en la puerta. Para que se relajara un poco, me dedique a recorrer su cuerpo dándole pequeños besitos, para hacer tiempo para el segundo asalto. Mi lengua lasciva recorría sus pezones, duros como piedras, besaba su cuello, sus labios, mientras mi mano acariciaba toda su zona púbica. Y vuelta a comenzar, volví mi cara a aquel coño, que ya no necesitaba mis dedos para abrirse, él solo se abría para mí… Ingrid no aguantó ver toda la película, llevábamos más de una hora, mis dedos se habían introducido en su coño, en su culo, se había corrido con ellos dentro, con ellos fuera, se incorporó y me dijo:
-Dani, yo no quiero seguir viendo la película, quiero follar… mmmm… fóllame ya!
-mmm… estoy súper cachondo- dije mientras le quitaba aquel minivestido y la ponía a cuatro patas, de espaldas a la puerta, haciéndole una señal a Clarita para que se pusiera a mi espalda- te la voy a meter por el culito, pero mete la cabeza un poco entre las almohadas para que no se escuchen tus gemidos…
Ingrid obediente, metió su cabeza entre los almohadones y puso sus manos en sus cachetes, para abrir bien su culito para mí. Clarita se acerco sigilosa a mi polla y empezó a chupármela, para lubricármela bien, una vez que la vio bien mojadita, acerco su lengua al culito de Ingrid y comenzó a humedecérselo a la vez que bajaba su lengua a aquel coñito de ébano. Se quedó tumbada boca arriba, con su boca a la altura de su coño, pero sin tocarla, y yo me puse de pie en la cama, para pasar mis piernas por fuera de las de Ingrid y que Clara tuviera una visión en primera persona de aquel polvo. Apunté a su ano y la ensarté de un solo empujón, Ingrid era adicta al sexo, como yo, como nosotros, así que estaba acostumbrada a tener sexo duro conmigo.
-Dios Dani… que bueno… que bien me follas…-decía en voz baja- aaaaggg… que bueno…
Imaginaros la escena, mi negrita con la cabeza metida entre los almohadones, abriéndome su culo con sus manos, yo follándome aquel culazo y clarita, viéndolo todo desde abajo, mientras que no paraba de masturbarse… hasta que se decidió a actuar y comenzó a comerle el coño, agarrándola fuerte de las caderas para que no pudiera escaparse, como si de una lapa se tratara. Ingrid reaccionó comenzando a gritar más fuerte, saco su cabeza de entre los almohadones y lejos de retirarse comenzó a acariciar la cabeza de Clara, a su vez Clara pasaba su lengua cada vez que podía por mis huevos, y yo como un salvaje, al ver que Ingrid había aceptado aquel juego sin decir nada, comencé a embestirla brutalmente. Ingrid se corrió en un momento y yo estaba a punto cuando de repente Clarita saco mi polla del culo de Ingrid y se la metió en la boca, comenzando a succionar con tal potencia que me corrí en un momento. No dejo que saliera ni una gota de leche de su boca, y se movió por entre las sabanas hasta llegar a la altura de la cara de Ingrid y la beso en los labios, compartiendo mi leche, el trofeo de las dos, en un beso húmedo con su saliva y mi semen mezclándose. Se sentaron las dos en la cama, abiertas de piernas, me mostraron la leche que aun les quedaba en sus boquitas y se la tragaron.
-Eres un cabrón Dani – dijo Ingrid – Quien es esta chica de verdad?
-Soy su sobrina…- dijo Clarita un poco sorprendida.
-Pero si eso es incesto, estáis enfermos!
Exclamo dejándonos un poco preocupados por su reacción, pero sus acciones nos tranquilizaron a los dos, comenzó a bajar recorriendo el cuerpo de Clarita, hasta llegar a su coñito rosadito.
-Me voy a hacer asidua a esta casa de pecado… me dejareis entrar?- dijo comenzando a introducir su lengua en el coñito de Clarita- mmmm te gusta ver mi cuerpo negro y el suyo tan blanquito como se unen?... verdad que si Dani? Vamos a ser tus putas…mientras nos recuperamos voy a hacer que Clarita se corra con mi lengua, que yo también sé lo que le gusta a una mujer.
Y ahí estaba yo, viendo como Ingrid estaba arrodillada en el filo de la cama, comiéndole el coño a Clarita. Al ver como se retorcía Clarita, me di cuenta de que Ingrid también era una experta comedora de coños. De pronto vi como Clarita agarraba fuerte la cabeza de Ingrid, para que no se le fuera, y comenzó a correrse como una loca. Me miraron las dos, más que a mí, a mi polla. Ingrid se puso de rodillas en el filo de la cama, apoyando su cuerpo sobre la cama y le dijo algo al oído a clarita, que se puso tumbada sobre ella. Ante mis ojos tenía dos coños y dos culos listos para ser follados a mi gusto.
-Que ricas mis putas- me acerque y decidí empezar por el coñito de Clarita, a la vez que con mi mano sacaba de mi cajón unas bolitas chinas, que tantas veces habíamos usado Ingrid y yo, y se las introducía a Ingrid en su coñito.
-Que rico… Fóllame fuerte… no te pares… mmmm…-Clarita se volvía loca
Pero si que paré, decidí sacar mi polla e introducirla en el culo de Ingrid, que lejos alterarse empezó a gemir de placer, mientras comenzaba a introducirle las bolitas a Clara en su coñito, una vez dentro, saque de nuevo mi polla y se la metí en el culo de mi sobrina, y comencé a galoparla, con fuerza, haciendo que se corriera.
-Aaaaagggh… que bueno… mmmmm…. Que gusto…
La cogí en brazos y la tumbé boca arriba en la cama, le quité las bolas chinas y la puse en la postura del misionero. Comencé a metérsela, pero esta vez más dulcemente, con más suavidad, Ingrid se dio cuenta de que ahora había dejado de follarme a mi sobrina para pasar a hacerle el amor. Y ella no quiso inmiscuirse demasiado, únicamente se tumbo a su lado, se introdujo las bolas, la besaba en la boca y me miraba a mí. Sus ojos brillaban, casi tanto como los de Clarita, que me arañaba la espalda, le daban espasmos, sus gritos se habían vuelto gemidos, buscaba mi boca, buscaba la de Ingrid, nos besábamos los tres, y yo seguía penetrándola.
-Que bueno… mmm… me encanta…
-Ahora … mmmm… ahora me voy a correr… mmm… pero esta vez dentro de ti…para que notes el calor de tu tito Dani… mmmm para que me notes como recorro tus entrañas…
Y juntando mi boca con la de Clarita, me sumergí en un beso que hizo que se parara el tiempo, parecía como si no se moviera nada a nuestro alrededor, metí mi polla todo lo profunda que pude y comenzó a escupir grandes chorros de semen dentro de mi queridísima sobrinita Clarita. Justo en ese momento Clarita se estaba corriendo también y acabo mordiéndome el labio hasta sangrar un poquito.
-Wow Dani… increíble… que sensación… notar tu leche calentita por mi interior…
-Es que no lo habías sentido nunca?- pregunto Ingrid con cara de sorpresa
-Clarita ha descubierto muchas cosas nuevas hoy…
-Si… por fin he aprendido todas las cosas que quería que me enseñara mi tío… Jajaja
-Vaya par de dos… yo me tengo que ir, pero quiero volver a veros, a los dos… Mañana por la mañana vuelvo con una cosa que me regalo una amiga hace tiempo… Descansad…- dijo mientras se acababa de vestir y salía por la puerta.
-Hasta mañana Ingrid! –gritó Clarita después de darle un beso en la boca
-Veo que te ha gustado la experiencia no?
-Vaya día! Creo que no podría mejorar de ninguna manera!
-A lo mejor sí, quieres dormir conmigo?
-Tienes razón, podía mejorar…- dijo mientras sonreía.
Se metió en la cama, me besó y la abracé con dulzura, dándole besitos en la nuca. Nos dormimos enseguida, estábamos agotados. A la mañana siguiente, al parecer, Clarita había descubierto que los hombres por las mañanas es muy fácil que amanezcamos empalmados y a mí me despertó la mamada que me estaba haciendo. No había sido un sueño, Clarita estaba en la cama comiéndome la polla. Me puse a disfrutar del espectáculo, estaba gozando de una mamada matutina. Al darse cuenta de que estaba despierto, Clarita me beso en la mejilla y dijo:
-Buenos días tito! Espero que no te moleste… pero te vi tan dispuesto que me apeteció…
-No, para nada, cuando gustes!- sonrió y continuó con su mamada.
Pero a los pocos segundos sonó el timbre, me puse un pijama como pude y el albornoz, porque mi erección era prominente. Al abrir la puerta me encontré a Ingrid, con una sonrisa de oreja a oreja, que entró y me beso en los labios. Miró mi pijama, deslizo su mano a la altura de mi polla, sonrió y dijo:
-Vaya, una de dos: o te alegras mucho de verme o habéis empezado sin mi… -Cerró la puerta y tiro mi pijama al suelo- mucho mejor así, que se vea!
Tiró el albornoz sobre el sofá y me cogió de la polla, como si fuera mi mano y dulcemente me llevo hasta el dormitorio, agarrada a mi polla, donde estaba Clarita. Al verla, Clara se tiro a sus brazos y le dio un beso en la boca.
-Por lo que se ve habéis empezado sin mi…
-Tranquila Ingrid, solo se la estaba chupando un poco…-dijo guiñándole un ojo
-Bueno, pues aquí vengo yo con mi regalito-diciendo esto sacaba de una bolsa un arnés de esos que van pillados con cuerdas y llevan una polla, en concreto este llevaba una polla de color negro, con sus venas bien marcadas y de unos 19 centímetros, vamos, un pollón- ahora le vamos a enseñar a Clarita a follar con dos pollas.
Ingrid estaba quitándose la ropa mientras Clara y yo mirábamos su cuerpo, no pudimos evitar la tentación y nos acercamos a aquellas bonitas y grandes tetas negras, aquellos pezones de color marrón oscuro fueron nuestro centro de atención, nuestras lenguas jugaban con ellos, mientras ella intentaba quitarse toda la ropa. Se puso el arnés, ajustamos las correas, y zas, ya estaba, Ingrid versión con polla. Daba muchísimo morbo verla.
-Clarita, comienza a chuparme la polla, que así cogerá más temperatura y entrara mejor- dijo Ingrid haciendo que se pusiera de rodillas delante de ella.
Yo aproveche que estaba en cuclillas para tumbarme debajo de ella y lubricar con mi lengua sus agujeritos, que pronto iban a estar bien dilatados. Ensalivaba bien aquella polla de goma, hasta donde podía meterse. Ingrid se apartó y se tumbo sobre la cama, con aquel pollón apuntando hacia el techo, Clara entendió el mensaje y se subió sobre aquella polla comenzando a cabalgarla, intentando meterla hasta el fondo, una vez conseguido, sacándosela hasta casi tenerla fuera. Aquel arnés incluía una pequeña bala vibradora que quedaba a la altura del clítoris de Ingrid, con lo cual, ella también gozaba de la situación. Me puse al lado de ellas, de pie, con mi polla a la altura de su boca y sin decirle nada comenzó a chupármela, como ella bien sabia.
-Ensalívala bien, que va directa a tu culo…-le dijo Ingrid
Y ella, como niña obediente que era, comenzó a cubrirla bien con su saliva. Clara seguía cabalgando sobre aquel miembro negro acelerando cada vez más, me puse detrás de ellas y comencé a introducir en su culito, primero un dedo, luego otro… tres… para conseguir dilatar aquel agujero. Busque en un cajón un bote de lubricante para estas ocasiones y procedí a echárselo sobre aquel agujerito tan estrecho. Al presionar el bote, el chorro salió disparado sobre su culito y la polla de Ingrid, lo que me hizo pensar en una diablura, me unté bien la polla y frené el culo de Clara que no paraba de saltar sobre aquel trozo de goma, apoyé mi polla junto a la de Ingrid y comencé a introducir también en el coñito de Clarita. Ingrid me miraba con cara de sorprendida, casi desautorizándome, pero el vicio le podía. Clara al notar tal presión dentro de su coño, comenzó a jadear, incluso babear, por supuesto que jamás había tenido nada tan grande dentro de su coño.
-Pequeña… hoy estas aprendiendo lo que es una doble penetración vaginal… disfrútala...mmmm…
-Es inmenso… dios… mmmmm…aaaggghhh… aagghhh… me vais a partir… bombead… me quemáis… mmmm….bombead… voy a correrme… aaaaagghhhh…
Y comenzamos a bombear, con lo que se corrió en segundos, saqué mi polla de su coñito y la dirigí al orificio inicial, que ya estaba totalmente preparado para ser atravesado. Apunté y le metí la polla de un empujón. Dio un pequeño grito, pero empezó a gemir instantáneamente, y yo comencé a cabalgarla.
-No pares… dios… dios… no pares… aaaagghhh… mmmm… me partes… no pares…me vuelvo a correr…-al decir esto comencé a embestirla con más fuerza- me corro… párteme … mmmmm…. Reviéntame… me corro… me corro… aaaaaaaaagghhhh….
La respiración de Ingrid iba a mil por hora, estaba excitadísima, así que decidí sacar mi polla del culo totalmente dilatado de Clara y la ayude a salirse del pollón de Ingrid, la tumbé boca abajo en la cama y le indiqué como tenía que poner las manos para abrir bien sus cachetes y facilitar la entrada de la polla.
-Ingrid, métesela por el culo-ordene a Ingrid
-Pero… es muy grande…
-Hazlo- le dije con total confianza
-Haced conmigo lo que queráis… soy vuestra puta…-decía Clara
Ingrid comenzó a introducir aquel pollón en el culito de Clarita, que estaba mordiendo la almohada para ahogar sus gritos. Y poco a poco consiguió introducirla casi entera. Mi plan estaba a punto de culminarse, acerqué mi polla al culito de Ingrid, que justo en ese momento lo entendió todo, y le introduje lentamente cada centímetro de mi polla en su culo. Una vez la tenía metida entera, comencé a ser yo en que gobernara las dos pollas, comencé a follarme el culo de Ingrid y como si de una onda expansiva se tratar, movía la polla de goma dentro de Clarita, aceleré el ritmo de la bala vibradora de Ingrid y cada vez aceleraba más mi ritmo.
-No paréis… no paréis… vamos… mmmm… mmmm…que pollón… dios… me partes…-gritaba Clara
-Reviéntame el culo… como sabes que me gusta… vamos… parte a tu puta… dios… me voy a correr- Ingrid se estaba corriendo y yo mas bombeaba.
Y no pude aguantar más, saque mi polla de aquel culo negro y comenzó a escupir semen, cayendo sobre la espalda de Ingrid la mayor parte, que exhausta, como pudo, se quito el arnés y se tumbó al lado de Clarita. Se besaron con dulzura, y Clarita comenzó a recoger con su lengua toda mi leche de la espalda de Ingrid, lamiéndola como si fuera un gato que bebe leche en su comedero. Al acabar de limpiarla, vio que mi polla tenía restos de semen, se acercó y me la limpió. La ayudé a quitarse aquel pollón del culo y me tumbé al lado de ellas.
-Tito esto es genial… Ingrid eres genial- no paraba de darnos besitos a los dos
-Tu sí que eres genial cielo…-Ingrid no daba crédito al vicio que tenía la niña.
-Sois geniales chicas – las besé a las dos y me acerque al oído de Clarita, para que no pudiera oírlo Ingrid y le susurré- Te amo sobrinita, te amo como jamás he amado a nadie, quiero despertarme a tu lado el resto de mi vida.
Los ojos de Clarita se iluminaron, y me dio el beso más dulce y apasionado que jamás me habían dado.
Ingrid se arreglo, se despidió de nosotros y se fue. Y allí nos quedamos nosotros, mirándonos, entendiendo que nuestra nueva vida había empezado. Cuantas cosas nos depararía el futuro...
Como siempre os digo, esta serie se alargara en el tiempo en función a vuestros comentarios y valoraciones, cuantos más comentarios, y más me agreguéis a MSN, más durará. Disfrutadlo.