Mi sobrina

Mi sobrina.

Hola, mi nombre es Javier y les voy a contar de una historia que paso hace unos 3 años atrás, espero que les guste.

Tengo una sobrina que actualmente tiene 17 años pero todo esto se inicio cuando ella tenia 14 y yo 19, pues bien yo estaba haciendo o terminando mis estudios secundarios y vivía en casa de mi hermano mayor que tenia una hermosa hija que era la engreída de la familia, hasta esos años era hija única por tal consentida por todos y yo no era la excepción pero era juguetona traviesa y curiosa como suelen ser las nenas a esa edad y yo era su tío preferido, en mi encontraba el protector de todas sus travesuras.

Mi hermano como mayor que era siempre fue muy serio y seco así que la nena se me pegaba como una sopapa y se metía en mis cosas y en mi PC cada vez que podía, yo siempre tenia archivos con fotos XXX y cosas por el estilo que ella fue descubriendo y así empezó sin darme cuenta su despertar en el sexo.

Sus juegos empezaron a cambiar y no faltaban las ocasiones en que me veía semidesnudo o por vestirme cuando salía de la ducha.

Siempre le gustaba sentarse en mis piernas y sobre mis partes pero yo eso no lo tomaba a mal total era mi nenita, pero la notaba que hacia presión con su culito y eso me ponía medio al palo, tratando de retirar el bulto y ella dale que te empuja todo esto a mi me ponía a mil hasta que un día me dice muy inocente ella –tiíto que tenes ahí abajo que me hace cosquillitas en mi totona – yo no supe que responderle y me puse de colores entonces ella se mueve y se sienta sobre el muslo y voltea su rostro hacia mi y besa en los labios muy suavemente y me murmura al oído – te quiero mucho, mucho tío , vos me quieres? – le respondo que – si – y me abraza fuerte y regresa a su anterior posición, y yo para estos momentos no sabia como actuar ni como reaccionar y continué haciéndole su tarea en la PC, no pude soportar por mucho tiempo mas, la senté en la silla y me metí en la ducha con agua helada para que se me pase la calentura pero lo sucedido me tenia loco, ahí me hice una paja fenomenal que largue leche con una potencia increíble como jamás me había pasado, por mi apuro no coloqué el seguro en la puerta y Roxana se me metió y observo todo en silencio, cuando cierro la ducha y giro me encuentro con sus ojitos pero en ellos no se notaba temor ni nada por el estilo, ella me dice – te gusto lo que hiciste tiíto – y me alcanza la toalla y yo inmóvil completamente perdido, y solo atine a decirle ásperamente que saliera de mi cuarto, ella giro y empezó ha alejarse, me arrepentí de haberle gritado y escuche un pequeño llanto y le pedí que me esperara un momento, es aquí que todo el sentimiento de culpa se me agolpa pero me dije para mis adentros que ella no tenia la culpa sino yo, ya mas relajado salí y la enfrente mas relajado

Perdóname por haberte gritado –

Pero me asustaste –

¿Que hacías allá adentro?

A todo esto ya se había acomodado otra vez en mis piernas la muy puta, yo solo tenía unos shorts sin ropa interior

• me dejas verte otra vez porfis? –

• no bb - le respondo, mira no quiero que te asustes por lo que paso pero esta mal que entres así cuando uno esta desnudo en la ducha vos vistes las laminas del colé con hombres y mujeres desnudos y sabes que es lo que tengo ahí abajo así que por ahora eso queda ahí –OK- no se quedo contenta y reanuda el ataque tiíto vos me quieres verdad? – sabes que si -¿y vos no me harías daño cierto?- cierto- respondo - entonces porque no me enseñas tu pene- y me pega un beso, ante esto de mala gana accedo y le pongo condiciones, primero le hago prometerme que lo que hagamos jamás nadie deberá saberlo ni sus papas ni sus amiguitas, y ella me dice -te lo juro- y otro beso entonces se me lanza contra los shorts y la contengo a duras penas le digo que así no vamos a ningún lado. sacatelos para verte, lo puedo tocar? – OK- y con una suavidad que me dan escolosfrios con su dedito lo recorre de arriba abajo toma en sus pequeñas manitos mis huevos y yo que cierro los ojos y ella que me da un besito en el glande y otro para esto yo quieto solo dejándola actuar, -parece una paleta de chocolate – ji ji ji – y beso y lengüetazos al por mayor y yo por el séptimo cielo, le acaricio el pelo y ejerzo presión sobre su cabeza muy suavemente y le introduzco el pene en el boca que mansamente recibe y juguetea con su lengua en el interior y así como unos cinco minutos que para mi fueron una eternidad y aguantando todo lo posible pero me acabo con fuerza en su boca, ella al principio se sorprende pero no se retira y traga todo lo que puede, aun así se le escapan por las comisuras unos chorros que corren por mi pubis los huevos y las piernas pero ella los rescatan cuando termino de vaciarme y eso que fue descomunal y mayor que el pajazo de la ducha.

Ella me mira sonriendo y me dice que le encanto que quiere mas pero me doy cuenta que no estamos solos en casa y que alguien puede venir en cualquier momento así que la contengo y le miento, que todo eso me había dejado cansado cuando en realidad me hubiera gustado tenerla pegada a mi pija por siempre así que le digo que su mama esta por venir para llevarla a dormir y ella me hace prometerle que le voy a dar mas de su paleta de chocolate con su crema de coco yo por supuesto que le aseguro que así será todo lo que ella quiera siempre y cuando sea un secreto de los dos, si tiíto gracias, y la beso suave, explorando ya el interior de su boca con mi lengua y me visto, en lo que termino tocan a la puerta y entra mi cuñada y a dormir nena ella picara delante de su mama - tiíto mañana no te olvides mi paleta ah ya sabes- yo de espaldas a ellas y de todos los colores le respondo medio atorado y sin aire le digo que si, que esta bien, viene corriendo se me abraza me besa en la boca como siempre y me dice te quiero mucho chao y sale corriendo mi cuñada a mi espalda me dice sino la hubiera parido yo diría que es tu hija, y no tu hermano, te adora la negrita y Carlos súper-celoso yo nervioso, le digo pero si es fácil amar a esa nena tonto el que no lo sabe, se despide con chao Javi y nunca dejes de querer a mi hijita –no es ningún esfuerzo hacerlo, al contrario gracias por dejarme quererla.

Así termino mas o menos nuestro ritual de iniciación en esta fogosa y placentera aventura sexual, al día siguiente a la hora del desayuno todo se realiza con la acostumbrada rutina, por debajo de la mesa ella que no para de jugar con mis bolas con sus pececitos y yo atorándome con el café sudando a mas no poder por el temor de que mi hermano o mi cuñada se den cuenta, por suerte salí vivo y me fui a la escuela pero era obvio que las batallas futuras prometían mucho calor y mas atoros toses e intentos desesperados por calmarla y hacerlo entrar en carril ya que era una yegua desbocada sin freno, ni riendas.