Mi señora, mi ama v

Regreso a casa después de que mi mujer se enterara que tengo una ama distinta a ella, la vecina se entera y subo a un matrimonio viejito a casa para hacerlos disfrutar

MI SEÑORA, MI AMA V

Dedicado a mi Ciber Ama de Paraguay,

Tras la reunión en casa de mi Ama, nos dirigimos a nuestra casa. Durante un corto trayecto, Ana no abrió la boca, seguramente pensando en todo lo que había descubierto sobre mi y en lo engañada que la tenía.

Ana: desde cuando haces esto

Yo: Ana, lo siento, de verdad que lo siento

Ana: desde cuando lo haces te pregunto

Yo: en real, la semana pasada fue la primera vez

Ana: en real, y por internet

Yo: más o menos un mes

Ana: osea que llevas un mes siendo esclavo de otra mujer, ¿verdad?

Yo: si

Ana: y no pensabas decírmelo

Yo: Ana, pensé que a ti estas cosas no te gustaban, muchas veces te he pedido que me follaras y nunca has querido

Ana: insinuás que es por mi culpa, que yo te he metido en esto?

Yo: noooo, no has sido tu, soy el único responsable

Ana: siempre has sido bastante maricón, te han gustado más las pollas que los coños. Cuando veíamos alguna película porno, siempre te fijabas en las pollas de los actores

Yo: tienes razón, pero lo hacía para ver si te animaba a que follaras con otro

Ana: no me mientas, lo hacías porque te gustan las pollas, ¿verdad?

Yo: si, me gustan las pollas, no lo puedo remediar, me excito viéndolas y deseaba que una me follase

Ana: ¿te gustan más que los coños?

Yo: no, los coños también me gustan

Ana: pero solo para lamerlos

Yo: si

Ana: y si están llenos de leche, mejor, ¿verdad?

Yo: si

Ana: y si la leche es de otro

Yo: más aún

Ana: te gusta la leche de polla

Yo: me encanta

Ana: que has sentido hoy al saber que era yo quien te follaba

Yo: al principio sorpresa, luego un inmenso placer. Siempre he soñado con que lo hicieras y hoy se ha cumplido ese sueño

Ana: y cuando te he metido el strapon, era muy grande

Yo: bufff ha sido genial, al principio me dolía mucho, pero luego mmmmm

Ana: he visto que te gusta que te traten mal, que abusen de ti y te usen

Yo: si, me gusta estar al servicio de los demás, que utilicen mi cuerpo para su placer

Ana: ¿eres capaz de hacer todo lo que te manden?

Yo: creo que si

Ana: bien, de ahora en adelante me llamas de usted o ama

Yo: si ama

Ana: ves ese abuelo que hay allí?, para al lado

Justo un poco más adelante, había un abuelo paseando con un perrito, un tío de unos 70 años, moreno y alto, pero algo rellenito. Paré el coche justo a su lado, el tío se giró al vernos

Abuelo: querían algo

Ana: mira, este es el cerdo de mi marido, ¿quieres que te haga una mamada ahora mismo?

Me quedé de piedra, en plena calle, a las 8 de la tarde, cualquiera podría vernos, por suerte para mi, hacía muchísimo calor y no se veía a nadie por los alrededores.

Abuelo: perdone señora, ¿como dice?

Ana: a mi cerdito, le gustan las pollas, es mi esclavo y me obedece en todo. Me ha apetecido mandarle que le haga una mamada a alguien y le he visto a usted, ¿quiere?

Abuelo: pero aquí, alguien podría vernos

Ana: suba al coche, con los cristales tintados nadie lo verá

El abuelo vaciló unos instantes, luego abrió la puerta trasera del coche y entró.

Abuelo: esto no será una broma o cámara oculta

Ana: tranquilo, este cerdito se la va a mamar. Venga cerdito, hazle una mamada al señor

Pasé al asiento trasero, me coloqué al lado del abuelo y comencé a tocarle la polla por encima del pantalón.

Ana: hace mucho que no se corre

Abuelo: bufff ya ni me acuerdo, soy viudo y vivo con mi hija, es complicado hacer algo

Ana: cerdito, sacala y empieza a mamar

Saqué los huevos y la polla del abuelo y comencé a mamarla

Abuelo: mmmm, joder, hacía mucho que una boca no tocaba mi polla. ¿de verdad es su marido?

Ana: Hasta hoy si, ahora es mi esclavo, mi cerdito, ¿verdad?

Saqué un momento la polla de mi boca

Yo: si ama

Abuelo: jaja te llama ama

Ana: claro, soy su ama, su señora, está a mi servicio para todo lo que se me antoje y me debe respeto

Abuelo: mama bien, no es la primera que se come

Ana: no, no es la primera, le encantan las pollas y que se corran dentro de su boca

Abuelo: mmmm mi difunta mujer, nunca me dejó hacerlo

Ana: pues ahora lo podrá hacer, podrá correrse en su boca y el cerdito tragara su leche y limpiará su polla

abuelo: bufffffffff mmmmmmmm

Mi boca tragaba su polla, mi mano masajeaba sus huevos

Ana: agarre su cabeza y obliguele a que la trague entera

El abuelo agarró mi cabeza y empujó hacía abajo, su polla se enterró en mi boca, hasta los huevos. Con su mano comenzó un movimiento de subida y bajada con mi cabeza, haciendo que con mi boca le hiciera una paja

Ana: así, fuerce a que se trague su polla entera

Abuelo: siiii ohhhhhhhhhhh

Ana: córrase dentro, le encanta tragar leche y se lo agradecerá después

Abuelo: que buenoooooooooo

Los movimientos del abuelo se aceleraron, mi cabeza bajaba y subía velozmente, su polla se deslizaba por mi boca gracias a las babas que salían llenando sus huevos y mi mano.

Ana: quiero ver como llena su boca de leche. Cerdito, cuando se corra, no lo tragues, quiero verlo dentro de tu boca

No pude contestarla, el abuelo seguía con su mano en mi cabeza y su polla en mi boca, aplicando el ritmo que el quería, por momentos lento y profundo y a ratos, desenfrenado

Abuelo: diossssss que buenooooooooooo

Ana: es un buen mamapollas

Abuelo: siiiiii me voyyyy a correrrrrrrrrrrrr

Ana: siii córrase, hágalo en su boca, sienta lo que es hacerlo así

Abuelo: siiiiii tomaaaaa mi lecheeeeeeee

El abuelo comenzó a eyacular, mi boca no podía recoger tal cantidad de leche, por mis labios salieron grandes goterones, impregnando sus huevos y mi mano. No soltó mi cabeza hasta que descargó la última gota de leche de sus huevos. Cuando lo hizo, saqué la polla de mi boca

Ana: enseñámela cerdito

Abrí la boca y se la mostré a mi ama, estaba completamente llena de semen

Ana: abuelo, mire como le ha dejado la boca

Me giré para que el abuelo pudiese verlo

Abuelo: joder, que cantidad de semen, ¿lo va a tragar, no le da asco?

Ana: lo tragará porque yo se lo he ordenado, le de asco o no

Abuelo: joder que maricón y poco hombre

Ana: si maricón, poco hombre y esclavo. Cerdito traga

Cerrando la boca, tragué la leche que el abuelo había descargado en ella, luego la abrí para mostrarle a mi ama

Ana: muy bien cerdito, ahora limpia la polla y los huevos del señor, no querrás que salga así de sucio del coche

Volví a inclinarme y comencé a limpiar sus huevos y polla de los restos de semen que pudiesen quedar. Cuando finalice, me quedé sentado. El abuelo empezó a vestirse

Ana: cerdito, deberías darle las gracias por darte su leche, no seas maleducado

Yo: gracias señor por darme su leche

Abuelo: jaja, de nada cerdito, cuando tu ama quiera, aquí me tenéis. Suelo pasear por aquí todas las tardes y juntarme con unos amigos de mi edad, mira igual podrías ayudarles a ellos también

Ana: pues no es mala idea, deme su teléfono

El abuelo le dio el teléfono y nos despedimos, poniendo rumbo a casa

Ana: cerdito, vas a obedecerme en todo, ¿cierto?

Yo: si ama, en todo

Ana: bien, así me gusta. Desde hoy van a cambiar las cosas en casa

Yo: como usted diga ama

Llegamos a casa, aparqué el coche, bajé y vi que mi Ama no bajaba, rapidamente me dirigí a su puerta, la abrí y esperé a que saliera

Ana: cerdito, debes tratarme como a una señora, desde hoy siempre abrirás la puerta para mi

Yo: si ama

Una vez que entramos en casa, mi Ama se sentó delante del ordenador

Ana: cerdito, ven aquí

Me acerqué a ella

Ana: de rodillas, esa será tu posición delante de mi, siempre, estemos solos o en compañía, sea quien sea, ¿entendido?

Yo: si ama

Ana: bien, la mamada del viejo, me ha puesto caliente, come mi coño

Levanté su falda, aparte el tanga y comencé a lamer su coño, estaba lleno de jugos. Mientras mi ama miraba en el ordenador

Ana: cerdito, estoy buscando un sexhop, hay que comprar material para ti. Mira tenemos uno muy cerquita, date prisa en limpiarlo y vamos

Intenté Acelerar la limpieza de su coño, pero cuanto más lamía, más jugos salían de el

Ana: cerdito, que bien lames, lástima que con tu polla no seas tan bueno, pero ahora sé que podré buscar otras y usarlas delante de ti, mmmmm

Tras varios minutos lamiendo su coño, mi ama se corrió, descargando como siempre, un gran squirt que empapó mi rostro y pecho.

Ana: cerdito, te has puesto perdido de mi corrida, bueno no importa, iremos así al sexshop, total eres un cerdo, mi cerdo

Salimos de casa y, en la escalera, nos cruzamos con nuestra vecina, una preciosa mujer, joven y con una figura de infarto, por suerte soltera. Mi ama y ella se tenían mucha confianza, pasaban largos ratos juntas charlando. Se quedó mirando mi camiseta, empapada

Vecina: hola vecina, que tal

Ana: hola, bien y tu

Vecina: pues con mucho calor, sudando todo el día, como tu marido

Ana: ah, ¿esto?, no, esto no es sudor, es mi corrida

Vecina: ¿tu, tu corrida?, dijo nerviosa

Ana: si, mi corrida, me acaba de comer el coño y me he corrido encima suyo, le encanta que lo haga así

Vecina: ¿y sale así a la calle, no se cambia?

Ana: no, prefiero que vaya así, es mi cerdito y tiene que demostralo

Vecina: ¿tu cerdito?, no entiendo

Ana: vamos al sexshop, a comprar unas cosas para el, cuando volvamos pasas y te cuento

Vecina: ok, me dejas intrigada

Ana: chao, luego nos vemos

Vecina: chao, lo estoy deseando

Estaba completamente ruborizado, mi cabeza baja, mirando al suelo. Ser el esclavo de un desconocido era genial, pero saber que mi vecina se había enterado o al menos lo intuía, me ponía nervioso y me avergonzaba. Llegamos al coche y abrí la puerta a mi ama para que entrase, luego nos dirigimos al sexshop.

Ana: cerdito, cuando lleguemos, quiero que seas tu el que pida las cosas

Yo: si ama

Ana: compraremos una polla con cinturón, quiero follarte yo directamente y lo mismo que tenía tu ama en su casa, esposas, látigos, palas, antifaz y mordaza. ¿se me olvida algo?

Yo: el strapon ama

Ana: cerdito, eres tonto, el strapon nos lo ha regalado tu otra ama

Yo: cierto ama, lo siento. El collar y la correa

Llegamos al sexshop, al entrar me fijé en que había varias personas, sobre todo tios, mirando los artículos que se exponían. Tras el mostrador, había una mujer, de unos treinta años, bastante gruesa.

Ana: venga cerdito, pide lo que necesitamos

Me acerqué a la dependienta, mi ama se quedó atrás, mirando la zona de películas

Yo: buenas tardes

Dependienta: buenas tardes, que quería

Yo: verá, quería una polla con cinturón, esposas, látigos, palas, antifaz, mordaza, collar y correa.

Dependienta: para su señora

Yo: no, para mi

La dependienta me miró de arriba a bajo. Salió del mostrador y se dirigió a mi ama

Dependienta: hola

Ana: hola

Dependienta: ¿es suyo?

Ana: el cerdito, si, es mio

Dependienta: perdone, pero en ese caso, creo que debería elegir usted los productos

Ana: ¿y eso porque?

Dependienta: porque los esclavos, suelen elegir a su gusto y ellos no deben decidir

Ana: vaya, tienes razón, gracias. Cerdito, ven aquí

Me acerqué a ella, ante la mirada de los que allí se encontraban

Ana: y tu que me sugieres

Dependienta: mira, esta polla con cinturón es genial, se adaptará muy bien a tu cuerpo y tiene un gran pene, largo y grueso, ¿es virgen?

Ana: no, no es virgen, tiene un culo muy tragón

Dependienta: entonces, te recomiendo este, es intercambiable y de tres tamaños, normal 13x4, grande 18x6 y súper 23x8

Ana: mmmmm, este es perfecto, nos lo llevamos

La dependienta nos preparó el resto de cosas, cuando finalizó nos preguntó

Dependienta: ¿no quieres cinturón de castidad?

Ana: no, no es necesario, ya no se le levanta

Dependienta: que suerte tienes, hay muchos que tardan en domarse

Ana: a este no le ha hecho falta, no tiene polla para levantar

La dependienta se quedó mirando, intrigada

Ana: quieres verlo?, cerdito, enseñale tu polla a la dependienta

Ante la mirada de todos, me bajé los pantalones y el slip, quedando desnudo

Dependienta: joder, tienes razón, no tiene polla, apenas se le vé. Chicos, mirad

Los que allí estaban , se acercaron a verme. Dios, que vergüenza ser exhibido de esa manera, pero al mismo tiempo, que placer el obedecer a mi ama. Todos rieron e hicieron comentarios jocosos sobre mi.

Ana: bueno, lo siento pero tenemos que irnos. Cerdito, paga y recoge las cosas

Me vestí, pagué y salimos del sexshop, dejando al personal riéndose y hablando

Ana: muy bien cerdito, te has portado muy bien

Yo: gracias ama

Ana: vamos a casa, hemos quedado con la vecina

Llegamos a casa

Ana: cerdito, quiero que te desnudes y permanezcas así todo el tiempo en casa, ¿entendido?

Yo: si ama

Ana: ahora vendrá la vecina, quiero que nos atiendas en todo, pero antes ponte la mordaza y el collar

Yo: si ama

Mientras me preparaba, pensaba en la vecina, mostrarme así delante de ella, sería un corte tremendo, pero era deseo de mi ama, por lo que no podía oponerme. Al poco sonó el timbre de la puerta

Ana: cerdito, abre que es la vecina

Acudí a abrir, la vecina entró y se quedó mirándome

Vecina: ¿y esto?

Ana: ven, pasa y siéntate que te cuento

La vecina se sentó

Ana: quieres tomar algo

Vecina: una cerveza

Ana: cerdito, traé dos cervezas

Fui a por las cervezas, cuando regresé, mi ama le estaba contando todo, nuestra vida sexual, mi comienzo en la sumisión, como me descubrió, la orgía en casa de mi otra ama y la mamada al abuelo, no omitió ningún detalle

Vecina: joder, nunca hubiera imaginado esto, de verdad, incluso ahora, me cuesta creerlo

Ana: ¿quieres comprobar como me obedece el cerdito?

Vecina: la verdad, me gustaría

Ana: cerdito, ve a la cocina, saca la zanahoria más grande que encuentres y traela

Obedecía a mi ama y regresé con una zanahoria de un tamaño considerable

Ana: cerdito, a cuatro patas, que veamos bien tu ano

Me coloqué como me indicó

Ana: cerdito, follate con la zanahoria

Comencé a meter la zanahoria en mi ano, la vecina, con la boca totalmente abierta, no perdía detalle de como entraba y salía

Vecina: joder, que pasada, ¿te obedece en todo?

Ana: si, en todo

Vecina: ¿y si ahora le dices que se coma la zanahoria, lo haría?

Ana: por supuesto. Cerdito, sacala y te la comes

Me quité la mordaza, saqué la zanahoria y me la comí delante de ellas

Vecina: joder, joder que pasada

Ana: antes íbamos al sexshop, ¿quieres ver lo que hemos comprado?

Vecina: claro, me encantaría

Mi ama sacó lo que habíamos comprado, lo puso encima de la mesita del comedor. La vecina miraba las cosas con cara sonriente, pensando en lo que podría hacerse con esas cosas

Vecina: esto es todo para el

Ana: si, todo

Vecina: menudos pollones tiene este cacharro

Ana: pues no has visto nada, cerdito traé el strapon que nos regaló tu otra ama

Fuí a la habitación y volví con el, se lo dí a mi vecina

Vecina: ostiassss, ¿esto se lo has metido por el culo?

Ana: enterito, todo enterito

Vecina: joder, de verdad que estoy alucinada. Perdona, pero todo esto me está poniendo muy caliente

Ana: si quieres, puedes usarlo con el ahora

Vecina: ¿de verdad?, ¿puedo usar cualquier cosa?

Ana: lo que quieras

Vecina: me encantaría follarle con el del cinturón y el rabo más grande

Ana: adelante, no te cortes

La vecina comenzó a desnudarse, la verdad es que tenía un cuerpo precioso. Se colocó el cinturón y adapto la polla más grande

Ana: cerdito, debes obedecerla en todo momento

Yo: si ama

Vecina: cerdito, a cuatro patas, ven y chupame la polla

Me acerque a ella, a cuatro patas, abrí mi boca y comencé a chupar. Mi ama se recostó en el sofá, abriendo sus piernas frotaba su coño viendo como la vecina ponía a mi alcance esa tremenda polla.

Vecina: siempre he querido hacer esto con un tio

Ana: recuerda que este no es un tio, es un cerdito

Vecina: oh si, perdona. Cerdito, sigue chupando mi polla, llenala de saliva para que te folle

Ana: tranquila, le entraría igual sin ella

Tras varios minutos chupando, la vecina retiró la polla de mi boca

Vecina: cerdito, te voy a follar

Ana: espera, cerdito ponte aquí a mi lado, quiero que comas mi coño mientras

Mi ama se colocó abierta de piernas, mostrando su precioso coño, ya lleno de jugos, arrimé mi boca y saqué mi lengua, Cuando estaba apunto de comenzar a lamer, la vecina agarró mis caderas y, de un solo empujón, ensartó el consolador en mi ano

Vecina: mmmm que bien le ha entrado, hasta el fondo

Ana: ya te dije, tiene un culo muy tragón

Nuestra adorada vecina, comenzó una tremenda follada, se notaba realmente que tenía ganas de hacerlo, se esmeró y puso un gran interés en follarme, mientras lo hacía, su mano no dejaba de darme palmadas en las nalgas, poniéndolas totalmente coloradas

Vecina: no sabes cuanto deseaba hacer esto con un tio

Ana: pues aprovecha, con este podrás hacer lo que quieras

Vecina: estoy hasta el coño de que los tios se aprovechen de mi y me follen como si fuesen animales, ahora seré yo quien lo haga

Ana: dale fuerte, rompele el ano

La vecina incrementó la follada, su cuerpo chocaba contra el mio, la polla entraba hasta el fondo, la vecina sabía como follar mi culo. Yo me aplicaba en lamer el coño de mi ama, del cual no paraban de salir esos preciosos jugos que tanto me gustaban y que tragaba con gran gozo.

Tras varios minutos follando mi ano, la vecina, cansada y sudorosa por el esfuerzo, se salío. Con sus manos separó mis nalgas

Vecina: mmm que agujero más lindo

Ana: si, es lo más bonito del cerdito, su ano bien abierto

Vecina: se me acaba de ocurrir una cosa, pero quizás sea un poco fuerte

Ana: dime, no te preocupes

Vecina: conoces al vecino del bajo, ese de la silla de ruedas

Ana: ¿el viejo?

Vecina: si, el viejo, antes me has dicho que se la ha mamado a un abuelo, se me está ocurriendo que podría mamársela a el, nunca he visto a un tio mamar la polla a otro, debe ser muy excitante

Ana: que guarra eres. Pero no está mal la propuesta, ¿como podemos hacerlo?

Vecina: no se, quizás que el cerdito baje y le invite a subir para algo

Ana: no, mmmm, mejor que baje y le diga directamente que si le apetece una mamada, si dice que si, que le suba aquí

Vecina: ¿y como sabremos que le dice eso?

Ana: que nos haga una llamada y mientras habla con el viejo, le escuchamos

Vecina: joder, es perfecto

Ana: decido. Cerdito, vístete y baja a buscar al viejo, cuando estés delante de su puerta, nos haces una llamada, queremos escuchar lo que tienes que decirle

yo: si ama

Ana: le dirás que si quiere que le hagas una mamada, si acepta, lo subes a casa, ¿entendido?

Yo: si ama

Me vestí y baje a buscar al viejo. Tenía al menos ochenta años, en silla de ruedas debido a que sus piernas no aguantaban su peso. Llamé a la puerta y me abrió su mujer, una vieja de más o menos su misma edad, esto sí que no lo esperaba, ¿que hacía ahora?. Con el teléfono escondido y conectado, me las ingenie para hablar con el viejo

Yo: buenas tardes, esta su marido

Vieja: si, esta en el salón, pase

Pase a su casa, el viejo estaba viendo la televisión, su mujer quedó tras de mi, esperando para ver lo que quería. Mi ama y la vecina escuchando a través del teléfono. Estaba muy nervioso

Yo: buenas tardes

Viejo: hola

Yo: ehhh vera, yo quería

Viejo: si, parece nervioso

Yo: bueno, es que, no se, me da un poco de corte lo que le voy a pedir

Vieja: venga hijo, no te de vergüenza, ¿que es lo que quieres?

Me arme de valor

Yo: quería saber si le apetece que le haga una mamada

Vieja: ¿como?, ¿que dices hijo?

Yo: que quiero hacerle una mamada a su marido, mamarle su polla

El viejo sonreía

Vieja: ¿pero tu estás loco?

Viejo: cariño, tranquila, ¿y porque quieres hacerlo?

Yo: mi ama me lo ha ordenado

Viejo: ¿tu ama?, será tu mujer

Yo: no, mi ama, es mi ama, soy suyo, su esclavo

Vieja: ¿y porque te ha ordenado hacer esto?

Yo: se le ha ocurrido a la vecina, la del quinto, le apetece verme con su marido, ver como le mamo la polla en mi casa

Viejo: la verdad es que hace siglos que no hacemos nada cariño, además nunca me la has mamado

Vieja: pero tu eres tonto, te estas escuchando lo que dices

Viejo: podrías subir tu también, seguro que el esclavo puede hacerte algo, no vamos a tener otra oportunidad como esta

Yo: si mi ama lo ordena

Vieja: a mi, hacerme algo a mi, mmmm, puede ser

Viejo: venga, vamos, que podemos perder

El viejo y la vieja subieron a mi casa. MI ama y la vecina se encontraban en el sofá, completamente desnudas. Cuando entramos, el viejo se las quedó mirando, extasiado al ver esos dos bellos cuerpos delante suyo

Viejos: buenas tardes

Ana y vecina: buenas tardes

Viejo: ¿es cierto lo que nos ha dicho?

Ana: completamente

Vieja: osea, que quier ver como su marido se la chupa al mio

Ana: mi marido no, el cerdito

Vecina: queremos ver como el cerdito le hace una mamada a su marido

Vieja: la verdad es que yo nunca se lo he hecho

Ana: ¿nunca le ha mamado la polla?

Vieja: nunca, me da asco

Ana: pues el cerdito es un experto en mamar pollas

Viejo: pues que lo demuestre, el verlas así, desnudas, me está poniendo a tono

Ana: cerdito, dale gusto a su polla. Vecina, siéntese a nuestro lado

Me acerqué al viejo, que me esperaba con las piernas abiertas, me arrodillé y desabroche sus pantalones, metí la mano y saque su polla, la verdad es que el viejo tenía una polla de tamaño considerable

Ana: joder, menuda polla tiene

Vecina: ya te digo, si así es dormida, como será cuando esté duro

Vieja: hijas, para ser sincera, tiene un pollón muy grande

Ana: cerdito, queremos verla bien dura, aplicate

Comencé a mamar la polla del viejo, no era nada desagradable, estaba limpia y sabía bien. Me esmeré en hacerlo, lamí su tronco y llegué a su capullo, lo introduje en mi boca y jugué con mi lengua

Viejo: mmmm joderrrrrrrrrr

Vieja: se ve que le gusta

Ana: es que una buena mamada siempre gusta a los tios

Vieja: lo se hija, pero yo nunca he podido hacerlo

La polla del viejo comenzaba a crecer, parecía que no tenía fin

Vecina: vaya pollon, madre mía

Ana: la verdad es que es muy grande

Vieja: cuando hacíamos el amor, la metía hasta el fondo, siempre ha sido muy caliente

Vecina: bufff me están dando ganas de probarla, dijo mientras se acariciaba el coño

Ana: y a mi, debe ser una gozada tenerla dentro

Vieja; pues si queréis, no creo que diga que no

Ana: cerdito, aparta

Dejé de mamar la polla y me hice a un lado. Mi ama y la vecina, se arrodillaron y entre las dos, comenzaron a mamarla. El viejo tenía los ojos vueltos, jamas había sentido tanto placer. Mi ama por un lado y la vecina por otro, juntaron sus labios y subían y bajaban por su polla. La vieja se acomodó en el sofá y se tocaba el coño por encima de la falda

Ana: cerdito, dale gusto al coño de la vecina

Me acerqué a la vieja, levanté su falda y bajé sus bragas. Ante mi apareció un coño grande, inmenso, de labios muy abultados y un gran clítoris, con muchísimo pelo, pero muy limpio. Acerqué mi lengua y comencé a lamerlos

Vieja: mmmmmmmmmmm

Ana: ya verá como le gustará, es muy bueno con la lengua

Vecina: quiero esta polla dentro de mi coño, ¿puedo?

Viejo: es toda tuya hija

Mi ama se apartó un poco, la vecina se sentó encima del viejo y hundió su polla en el coño

Vecina: ohhhhhhhhhhhhhh

Comenzó a cabalgar al viejo, mientras mi ama se acariciaba el coño con una mano y con la otra masajeaba sus huevos

Viejo: diosssssssssss que buenoooooooooooo

Vieja: siiiiiiii buenoooooooooooooo

Vecina: que pollaaaa más ricaaaaaaaaaaaa

Ana: espero que no se corra, yo también quiero probarla

Viejo: tran… tranquilaaaaa hijaaaaaa, tendrássss pollaaaaaaa

Mi ama acercó la boca a los huevos del viejo y los fue lamiendo, metía uno en su boca, lo lamía y hacía lo mismo con el otro. La vieja agarraba mi cabeza y la aprisionaba contra su coño, haciendo que mi lengua entrará en lo más profundo, saboreando los jugos que empezaba a manar

Vieja: sigue asiiiiiiiii hijoooo come mi coñoooooooooo

Ana: creo que me toca a mi disfrutar de esa polla

La vecina, con gran pesar y el coño encharcado, descabalgó al viejo, en cuanto lo hizo, se acercó a mi ano y, cogiendo el consolador, lo metió entero. Esto hizo que mi boca se pegara aún más al coño de la vieja, mis lamidas se hicieron más fuertes y profundas

Vieja: diosssssssss que buenoooooooooo

Viejo: quieres polla, pues la vas a tener, pero por el culo

Ana: mmmm por el culo, me parece bien

Diciendo esto, mi ama se sentó encima del viejo, su polla se hundió dentro de su culo

Ana: ahhhhhhhhhh

Viejo: te gusta, te gusta mi polla

Ana: me encantaaaaa, decía comenzando a cabalgar sobre ella

La silla del viejo se movía de lado a lado, mi ama no dejaba de moverse arriba y abajo, metiendo la polla del viejo en lo más profundo de su ano

Ana: diossssss cerdito queeeee pollaaaaaa, tienes que probarlaaaaaaa

La follada de mi ano, a manos de la vecina, continuaba, estaba desatada por el espectáculo de ver como mi ama follaba al viejo y como yo lamía el chochazo de la vieja.

Vieja: ohhhhhh diosssssss me corroooooooooooo

Vecina: cerdito, lame, lame bien ese coño, traga sus jugos

Yo no dejaba de lamerlo, la vieja más que correrse se meaba en mi boca, soltaba una gran cantidad de flujos, como si se hubiese abierto un grifo, se notaba que hacía mucho tiempo que no hacía nada

Viejo: nooooo puedoooooo másssssssssss

Ana: se va a correrrrrrr

Viejo: siiiiiiiiiiiiii

Ana descabalgó al viejo, su polla estaba reluciente y empapada por los jugos de mi ama y la vecina

Ana: cerdito, ven aquí rápido

Acudí rápidamente, la vecina dejó el consolador dentro de mi ano

Ana: cerdito, cometela, haz que se corra en tu boca

Abrí mi boca y comencé a follarme esa polla, subía y bajaba mi cabeza velozmente, quería sentir como el viejo soltaba su leche dentro de ella, quería saborear su semen

Viejo: siiiiii tomaaaaaa mi lecheeeeeeeeeeee

La polla del viejo comenzó a descargar, era impresionante lo que se puede llegar a acumular en los huevos, una gran cantidad de semen invadió y llenó mi boca, me costaba tragarlo, seguir el ritmo de los chorros que soltaba

Viejo: ahhhhhhhhh tragaaaaaaaaaaa

Me agarró la cabeza y apretó fuertemente, haciendo que su polla se hundiera aún más en mi garganta. Cuando dejó de salir semen, continué con la mamada, dejé bien limpia su polla y huevos, ni rastro de leche o jugos quedaron

Viejo: ohhh ha sido maravilloso chicas

Ana: cerdito, que se dice

Yo: gracias por darme su semen y a usted gracias por darme sus jugos

Vieja: jaja, que bien educado está

Viejo: nunca antes había disfrutado de esta manera, nunca me la habían comido y mucho menos un tio, jamas pensé que me dejaría

Ana: bueno, en realidad este no es un tio, a un tio se le pondría la polla dura, este mirad como la tiene, cerdito enseñásela

Les enseñé mi polla, estaba flácida, como si allí no hubiese ocurrido nada

Vieja: pobrecito

Ana: no, pobrecito no, le gusta sentirse así y a mi me hace un favor, ahora puedo buscar pollas de verdad para follar

Viejo: pues la mía la tendrás siempre que quieras

Vieja: sigue con el consolador en el culo

Vecina: es verdad, bueno así esta bien y no lo perderemos

Ana: me encanta que os hayáis enterado de esto, así no tendremos que escondernos de ahora en adelante

Vieja: es muy interesante esto de tener un esclavo en casa, que haga todo lo que le pidas

Vecina: que tienes pensado hacer

Ana: quiero someterlo aún más, quiero que sea el esclavo de todo el edificio

Viejo: joder, mira que somos diez vecinos y hay de todo

Ana: no me importa, quiero que todos y digo todos, sepan lo que es, un cerdito sumiso

Los cuatro se quedaron un rato charlando de mi futuro dentro del edificio, mientras yo permanecía a cuatro patas, con el consolador en mi culo, mi cara empapada de jugos de la vieja y mi boca con el sabor del semen del viejo

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