Mi segundo tropiezo...

Había jurado que no pasaría otra vez, pero llego él...

Es difícil entender lo que siente una mujer después de serle infiel a su esposo, sentimientos de culpa y una extraña sensación de rechazo no deja de rondar por tu mente, imaginas estar en el lugar de la persona que amas y el daño que le ocasionas y te sientes insensible, inhumana y hasta sucia

Después de lo que paso con Jorge, el "amigo" de mi cuñada (referencia al primer relato), me prometí no volver a dejarme llevar por los pensamientos de pasión ni por los tantos deseos reprimidos a causa de que mi esposo llevaba ya varios años en el extranjero y que de vez en cuando me hacían arrepentirme de haberme casado tan pequeña de edad y no haber disfrutado mi plena juventud, pero en fin, tenía a mi niña que es un encanto de personita y por ahora mi más grande razón para vivir y conservar viva mi ilusión en el matrimonio.

Pues bueno, Jorge al contrario de pensar lo mismo, era muy insistente, me enviaba mensajes por el celular diciéndome que me necesitaba, que si no recordaba siquiera un poquito de esa noche de desenfreno y pasión desbordante, yo fui muy clara desde aquella madrugada que lo despedí de la casa de mis suegros, después de haber hecho el amor no sé cuantas veces, que no, que había sido un momento de descontrol y que por nada del mundo se repetiría, tardó, meses, pero después de ignorar todos sus mensajes y dedicarme apenas a saludarlo cuando lo encontraba, entendió que realmente no quería tener una relación prohibida con él, ni siquiera quería que aquella noche se repitiera, durante un tiempo me volví su obsesión, pero por fin, al menos eso creí, que lo entendió.

Estaba completamente segura de mí, a diario hablaba con Alex, mi esposo, por teléfono, las cosas habían vuelto a su cauce, me dedicaba de lleno a mi niña, pero

Ana, me había vuelto su confidente, la chica con un cuerpo fenomenal, que salía con dos tipos a la vez, por un lado Arturo, su novio oficial por varios años, amigo inseparable de mi esposo y obviamente mío, pero que con la llegada de Sergio, iba perdiendo mucho terreno, las cosas se habían quebrantado, el trabajaba en una ciudad a 9 horas de la nuestra y solo viajaba una vez por mes, a visitar a Ana, su relación se había vuelto simple, monótona, fría… Y por el otro lado Sergio, el tipo inteligente, con sentido del humor con una personalidad de líder, típico novio perfecto, o quizá un poco fingido pero en fin, había logrado poco a poco destrozar el cariño y amor que Ana sentía por Arturo.

Ana me contaba todas sus aventuras con Sergio, el tipo catalogado por ella misma como sexualmente un paso delante de maravilloso (y que yo ya había experimentado), incluso en algunas ocasiones tuve que volverle a hacer el favor de ayudarle a escapar de la casa de mis suegros para que ella pudiese ir a pasar la noche con él, o de marcarle de algún numero fingiendo ser de su trabajo para que pudiese pasar un rato con Sergio, puesto que como mencione en mi primer relato vivimos en una ciudad muy pequeña así que tenía que llevar su relación de escondidas para que Arturo no se enterase, pero, tarde que temprano, las cosas iban a salir a la luz, y fue, quizá en menos tiempo que todos esperaban.

Una tarde, mientras preparaba el uniforme de Valerita (mi peque), recibí una llamada por el celular, el nombre me pareció extraño, pues aunque somos de los mejores amigos, no era común recibir llamadas de él

-hola

-hola!!! Valeria, como estas??

-huuy, con bastante trabajo, pero muy bien y tú? Que milagro, estas en la ciudad??

  • no, estoy en Monterrey, ya ves como es el trabajo, oye Valeria, disculpa la molestia, es que necesito hacerte una pregunta

  • dime Arturo, no es ninguna molestia.

  • como esta Ana? La has notado extraña? Te ha comentado algo?

En mi mente pasaron muchas ideas, mi primer reacción fue quebrar la voz para contestar un no, que a Arturo no le convenció mucho..

-porque lo preguntas Arturo?

  • no no no, por nada, es solo que no se Valeria, me preocupa, ya sabes como es la gente y un amigo recientemente me comento de que la ha visto muy cariñosa con el tipo ese que trabaja con ella, no sé, Sergio me parece lo conoces??

-mmm, no, bueno, sí, lo he visto en dos ocasiones, pero no, no creo Arturo, deben ser especulaciones, pero igual, deja le comento vale??

  • no, no, no te preocupes, solo preguntaba… gracias, salúdame a Alex, a ver si viene para navidad

-gracias, esperemos que sí. Cuídate, besos bye..

No pasó más de dos horas cuando Ana entro por la puerta principal de la casa, sin saludar a sus papas y se dirigió muy aprisa hacia mí, me tomo del brazo y en voz muy agitada y llorosa me dijo que tenía que contarme algo muy preocupante

-me cortó cuñada, me dejó, puedes creerlo?

-¿?????

-Arturo, cuñada, me llamo diciéndome que sabía de mi relación con Sergio y que él no era un imbécil para aguantar eso..

-upps, lo siento, pero tu sabias que

-si si no me lo digas… yo sabía, pero, no sé qué hacer el viene para la ciudad únicamente a dejar en claro esto, a romper el compromiso (porque ya tenían planes de boda), y está claro que no tengo la mínima idea de que voy a hacer

Y todo paso como estaba predestinado, Arturo llego a la ciudad, como buen caballero se presento en la casa de mis suegros, papás de Ana a disculparse por no poder continuar la relación, sin mencionar motivo alguno (me agrado ese gesto), y Ana, sin saber qué hacer, indecisa, llorando, con la relación terminada con Arturo y con Sergio, quebrantada por la apatía de él que cuando se entero de todo, también se alejo, sin llegar a romper la relación con Ana, pero alejado, frío y cambiando el gesto de amabilidad por uno de apatía e insensibilidad.

Con el paso de los días, las cosas parecían tranquilizarse, Ana, salía poco a poco de la depresión, según me contaba estaba decidida a dejar pasar un tiempo, para luego tratar de enmendar las cosas con Arturo, pues se había dado cuenta que él era a quien en realidad amaba… las cosas no iban a ser tan fáciles.

Uno de esos días, recibí una de las llamadas cotidianas que Alex me hacía por las tardes

-flaca, que crees? Arturo está muy mal, ayer platique con él y me conto todo lo que paso, me siento apenado, pensar que mi hermana no le jugo derecho, me hace sentir mal

  • si Alex, también lo creo, pero es su relación y todos cometemos errores

-si pero no estoy tranquilo aquí tan lejos sabiendo que mi compadre (en México, una forma de referirse a un gran amigo), hazme un favor flaca él llega mañana temprano, necesito que le digas todo lo que paso, el me lo pidió de favor, solo quiere saber qué pasó con Ana, y yo le prometí que hablaría contigo para pedirte que le digas, te parece??

  • no Alex, no le puedo hacer esto a Ana, ella confío en mí..

-ok ok ok, lo entiendo, solo hazme un favor, pues yo le prometí, inventa una historia que no haga ver tan mal a Ana, solo para que él se sienta mejor, ya sabes es solo cuestión de levantarle la autoestima quieres??

  • está bien, pero solo lo hago por ti Alex… mañana le llamo por teléfono para vernos, pero… me debes una precioso..

  • si flaca, gracias.

  • un beso, vienes para navidad??

-tal vez… te extraño. Un beso a Valerita

La verdad es que no se mucho, no te podría confirmar nada, así empezaba a relatar poco a poco una falsa historia a Arturo una historia que trataba de convencer a Arturo que él no había sido "poco hombre" (que es lo primero que su orgullo les deja pensar a los chicos cuando se enteran de una infidelidad de su chica), y mientras hablaba y hablaba, sentados en aquel café, Arturo tenía un semblante serio al principio, luego un poco nervioso y en unos minutos justo cuando decía: pero ella te quiere, te extraña y está muy arrepentida de se soltó a llorar, de esas lagrimas que se sienten, y que es muy raro ver en un hombre, sobre todo del tipo de Arturo, un chico atlético, alto, de rostro firme, y una mirada dominante, verlo así, inmuta, deja sin palabras, al verlo llorar no sabía que decir… me acerque y lo abrase, no era la primera vez que lo hacía pues éramos muy buenos amigos, el, mi esposo, Ana y yo desde antes de hacernos novios, es más desde niños, así que no era para nada extraño, lo abrase y también de mis ojos se escaparon unas lagrimas, porque ¿no hay algo que inspire mas ternura que un hombre llorando por un amor?? Ya sé, todos van a decir que no.

En fin, había yo cumplido con mi misión, antes de despedirnos, Arturo me pidió mi dirección de e-mail, pues tenía aún documentos de Ana que necesitaba enviar, pero que por ningún motivo quería tener contacto con ella

-es este ******

-ok, apunto, te agradezco vale, no sabes que tranquilidad se siente al saber la verdad es lo que me hace estar ahora más tranquilo

  • por nada, por eso somos amigos no??

  • si, gracias otra vez, yo te contacto por el mail va??

-oki. –bye..

Pasaron algunas semanas, Ana cada vez más tranquila, preparaba planes para volverse a acercar a Arturo, con la ruptura casi inminente con Sergio, se había terminado aquel cuento de pasión y lujuria al límite, yo como siempre su confidente y feliz, con las llamadas diarias de mi esposo.

Un día, haciendo el aseo de la casa, al ver la lap top que Alex me envío para que platicásemos por MSN (algo que fue imposible ya que por motivos del trabajo y diferencias de horario solo coincidíamos por la mañana, imposible para mí y para él sentarnos en el MSN), recordé de los documentos que Arturo me iba a enviar, encendí la PC y el MSN para comprobar los mensajes.

De pronto un – hola, apareció en la pantalla.

-hola… como te va?

-bien gracias Vale y tú?

-bien, justo vine a ver si ya enviaste los documentos.

  • ya los envié a la oficina de Ana, no te preocupes.

-oki, disculpa que hasta ahorita haya revisado el correo, no he tenido tiempo.

  • no hay problema Vale.

  • y te sientes mejor??

-claro, ya va pasando la depre… y mira, te voy a dar una dirección de alguien que está en el MSN

Y desfilaron una serie de amigos que por alguna extraña razón no había visto en mucho tiempo, todos en sus respectivos trabajos y ocupaciones, y que yo por vivir en mi mundo de ilusiones y labores del matrimonio casi había olvidado..., entre ellas mi mejor amiga de mi juventud, con la que pase chateando por horas, contándonos nuestras vidas y frustraciones, se fueron los minutos volando y me despedí de ella, con el acuerdo de vernos al otro día por el MSN para continuar con nuestra letanía de chismes y actualizaciones

Así pasaron bastantes tardes por el MSN, después de mis labores caseras había encontrado alguna distracción, que por vivir en casa de mis suegros eran muy pocas hasta ahora, platicando con ex amigos y sobre todo con Arturo, quien me había conmovido el día que lo vi llorar y siempre había un mensaje para el de – ya te sientes mejor? sin darme cuenta ese era el inicio de casi todas las conversaciones, pasábamos horas platicando yo en mi recamara, mientras preparaba la tarea de Valeria, o esperaba la llamada de Alex y él en su departamento, investigando o haciendo sus presentaciones

Todo se volvió una amistad muy linda, las conversaciones eran diarias, hablábamos del clima, de la familia, de Ana, incluso platicaba mas con el que con mi esposo, un día de pronto, no apareció mas, pasaron dos semanas y Arturo no aparecía por el MSN, me conectaba a diario, chateaba con dos o tres amigas, pero extrañaba las platicas amenas con Arturo, que se extendían hasta altas horas, pensé en mandarle un mensaje por el celular o una llamada, pero me detenía el pensar lo que me estaba sucediendo, era extraño, no sé porque lo echaba de menos

Hasta que una noche (generalmente prendía la PC después de la cena y ya que vale estaba en cama) Arturo apareció, eso me lleno de emoción y nervios al mismo tiempo, aún así espere, no quería ser yo la primera que iniciara la conversación, quería aparentar desinterés, así que espere unos minutos hasta recibir el – hola pequitas…( se le había hecho costumbre llamarme de esa manera haciendo alusión a las pequitas de mis mejillas),

-hola, como te va?? Que milagro?

-estaba en un lugar de la sierra de San Luis y ya ves ahí no tenia señal.

Y así comenzamos nuevamente la plática, hablamos de su trabajo de Valeria, de Alex, de todo, casi eran las once de la noche cuando pensé en despedirme de él

  • No , no, espera, me acaban de regalar un perrito
  • Wow, genial, sabes que me encantan los perritos.
  • Si, lo sé, quieres conocerlo??
  • Ha j aja si, ok, bueno al menos en foto
  • No, la voy a poner en el Cam, vale??
  • Oki,

Y al aceptar apareció la imagen de un lindo cachorrito, en brazos de Arturo y el con una mano le movía la patita fingiendo decirme holaaaaa… holaaaaa

  • Te gusta?
  • Es lindo, como se llama?
  • No lo sé, apenas lo voy a averiguar-… al ver inquieto al perrito lo soltó mientras me escribía que necesitaba salir al baño al parecer

Luego, Arturo alejo la Cam, en la pantalla apareció con un short de deportivo, ajustado, que marcaba su cuerpo atlético y musculoso, sus piernas increíblemente marcadas y su trasero, muy trabajado por el gimnasio, por arriba una playera sport que dejaba ver su abdomen completamente marcado… me quede atónita con lo que veía..., al acercarse a la computadora se dio cuenta de su atuendo y tomo una toalla que estaba al lado.

-perdón Valeria, no me di cuenta… pausa en el MSN

-ok no te preocupes.

-te molesta? Si quieres apago la Cam? Otra pausa..

-no, no, de hecho no estoy poniendo mucha atención, estoy haciendo una tarea de vale

-ok.. Puedes encender tu Cam??? Digo al menos así no me siento como si escribiera solo

  • ahummm, estoy muy malvestida… y te puede dar un infarto a estas horas con un susto de esos bromee.

  • j aja ja como crees… pero no hay problema.

-ok la voy a encender si prometes no reírte..

-va..

Pausa en la conversación. Me sentía nerviosa, como una adolescente que va a conocer a un chico o esa extraña sensación de cosquillas en el abdomen, me levante rápidamente de la PC, me arregle el cabello, sin saber porque me quite la pijama y me puse una blusa stretch y unos jeans ajustados… ¿quería verme linda??

  • Wow.
  • Te dije que te ibas a asustar..
  • No, no, es un wow de admiración, se me había olvidado que hermosa eres pequitas..

Pausa..

  • Gracias, pero no digas eso, me sonrojas..
  • Es que te ves genial, que suerte tiene mi compadre Alex de verdad
  • Gracias otra vez, pero no sigas con halagos que me apeno y apago la cam
  • No, no, disculpa

Y la plática continuo, yo estaba atónita, contemplando por la pantalla esa figura tan atlética, él repitiendo por momentos lo linda que me veía

Y así pasaron horas, a las 3 de la madrugada después de varios minutos de despedida, apague la PC y me recosté, en mi mente había mil ideas, apague la luz y lentamente me quite los jeans, no tenia sueño, en mi mente pasaba y volvía a pasar la imagen de Arturo, me quite la blusa y acaricie mis pechos, por alguna razón, mis pezones estaban duritos desde hacía un buen rato, cerré los ojos y me deje ir, mi mano derecha bajo por enfrente de mis braguitas, que estaban completamente mojadas, me acaricie por encima de ellas, luego por debajo, luego… un dedo se perdió en mi vagina, mientras con la mano hacía presión sobre mi clítoris, luego fueron dos, y luego… me perdí en un orgasmo maravilloso de esos que se sienten cuando te has calentado demasiado y solo falta el orgasmo para poner la cereza en el pastel… me perdí en el mejor de mis orgasmos desde hacia tiempo, de pronto el teléfono vibró… un mensaje: -de verdad eres linda, no estaba bromeando… Arturo.

Así, las platicas por MSN se convirtieron prácticamente en citas, y a partir de ese día se hizo costumbre encender la cam por cada conversación, debido a la confianza que nos teníamos, el me daba el link de alguna canción y me decía, - escúchala, mientras me baño. Y yo veía por la pantalla como entraba al baño con solo un bóxer pegado a su figura, esperando impaciente ver esa figura seductora de su cabello mojado y una toalla alrededor de su cadera… Yo, había dejado la silla, ahora conversaba con él, recostada en mi cama, con ropa cada vez más sexy, que incluso compraba y me probaba frente a la cam antes de establecer una conexión con Arturo… y así, mis madrugadas, después de apagar la web cam, eran ardientes, no importaban los desvelos, los orgasmos de la madrugada gracias a mis deditos y a la imagen de Arturo en mi mente, compensaban en mucho el desgano del día siguiente.

Y así Pasaron los días el momento que mas me asustaba y ponía nerviosa llego

  • Qué crees pequitas??
  • Voy a ir a *** (ciudad donde vivo).
  • De verdad? Genial
  • Si oye tenemos muchas cosas pendientes recuerdas?? (producto de las muchas conversaciones había quedado en mostrarme fotos de cuando éramos niños, me había prometido, entre bromas, una comida preparada por él… etc., etc., etc.,
  • Oki, entonces me avisas para disponer más de un mes… j aja ja bromee..
  • Ok… chocolatito… (otro nombre que había adoptado en las conversaciones del chat).

Y el día menos pensado (un lunes por la tarde) recibí un mensaje por el celular

-vale, acabo de llegar, podemos platicar mañana, tenemos muchas cosas que actualizar te late?

  • ok.. Respondí, mientras me engañaba a mi misma que esa relación era la misma amistad que siempre había existido.. En la guardería de Valeria??

  • si… es un hecho, traigo el álbum de fotos..

Las manos me temblaban, invente una mentira a mis suegros acerca de una reunión, inexistente que iba a tener en la guardería de Vale… luego me sentí mal por mentirles, pero me tranquilice pensando en que la cita de mañana era una reunión, de lo más inocente de dos buenos amigos que no se veían desde hace un buen tiempo… busque la ropa interior más sensual, (solo porque toda chica quiere verse sexy, solo por eso), me puse un vestido blanco, ajustado en la cadera que remarcaba mi figura, con escote no tan pronunciado, unas zapatillas claras (puesto que iba a una reunión escolar) y unos lentes oscuros, después de prepararle el desayuno a Valeria, me despedí de la familia..

Eran las 8:30 am cuando deje a Valeria en la guardería, luego, me apresure a enviar un mensaje a Arturo, estoy en la puerta trasera de la guardería

Pasaron no más de 5 minutos, mientras caminaba por la calle trasera a la guardería de Valeria, que había escogido porque prácticamente es intransitable, vigilaba que no hubiese alguna persona conocida, entre nervios e impaciencia, vi como un honda civic negro se estacionaba a mi lado

  • Hola chocolatito..
  • No me llames así…. No me agrada.
  • Ja ja ja ok ok no te enojes
  • Te ves estupenda… mientras me saludaba con un beso en la mejilla, yo me apresuraba a abrir la puerta del coche para evitar que alguna mirada perdida de algún conocido por ahí me reconociese
  • A donde vamos?? Pregunte..
  • Ahmmm no sé, no se me ocurren muchos lugares respondió.. pero como te debo una comida hecha por mí, hoy madrugue y te prepare el desayuno, que dices? Vamos y luego podemos salir a platicar para que no estés incomoda en mi departamento te parece?
  • Mm, suena bien..

Entro con el coche hasta el estacionamiento de su departamento, rápidamente se bajo para abrirme la puerta, a esas alturas el corazón me latía a mil por hora, entre el miedo de que alguien me viera con Arturo, y los nervios de estar con él. Ahí, a esa hora, en ese lugar a punto de… de… desayunar.

  • Ponte cómoda, voy por el desayuno vale?
  • Ok. Gracias, me acerque a la mesa y ocupe una silla, era una sensación sumamente extraña, mire alrededor, trofeos, uniformes deportivos

Luego de unos minutos Arturo regreso con una jarra de jugo, hot cakes con mermelada y una ensalada de frutas con crema

-en serio tu preparaste esto??

  • j aja porque lo dudas pecosita???

  • mmm, porque se ve delicioso, solo por eso

Estaba por sentarse a la mesa cuando repentinamente se levanto y me tomo de la mano..

  • Espera antes de desayunar te voy a mostrar las fotos que te prometí de cuando éramos niños
  • Ja ja, no te creo..

Me condujo hasta su habitación, se agacho a abrir un cajón del closet y saco un álbum de fotografías azul, un poco empolvado, con una sonrisa en los labios me mostro el álbum, tomo un kleenex para limpiarlo y me lo entrego en las manos

-siéntate, te vas a reír mucho cuando veas las fotos,

Lo tome y me senté en el borde de la cama, Arturo se sentó al lado mío, y abrió el álbum

  • Esta eres tu chocolatito recuerdas??
  • Ja ja me veo súper ñoña cuando fue?
  • Cuando te caíste en casa de los Guzmán ya recuerdas??

Aquellas fotos nos traían grandes recuerdos, mientras ojeaba el álbum, y reía, sentía como Arturo se acercaba mas a mí para mostrarme las fotos y explicarme cada una de ellas, de pronto, al jalar una hoja del álbum se pego con la otra, y Arturo se inclino frente a mí para tratar de despegarlas, yo sentada en la cama, Arturo en cuclillas frente a mí, mientras intentaba despegar las hojas del álbum sin romperlo, yo contemplaba ese rostro y esa figura que tantos orgasmos me habían producido en las madrugadas… lo veía y en mi mente explotaba la lujuria y todas las pasiones de adolescente que estuvieron reprimidas por mi matrimonio

No aguante mas, detuve sus manos que aun trataban de despegar el álbum, Arturo levanto el rostro y me lanzo una mirada un tanto sorprendido, un tanto deseoso, no hubo palabras, el adivinó mi respiración agitada, se incorporo lentamente y me beso, no opuse resistencia a ese beso, por el contrario, lo rodee el cuello con los brazos y lo invite a seguir, a explorar lo que quisiera de mi cuerpo, quería ser de él, quería consolarlo del dolor que Ana le había causado, quería que él me consolara de la falta que Alex me hacía, quería, quería sentirme querida, sentirme mujer, sentirme de alguien

Me beso en un momento intenso, mientras con las manos trataba, en vano, de quitar el broche que por la espalda sostenía mi vestido, lleve mis manos en la espalda para ayudarle, y bale lentamente el cierre del vestido hasta que mis pechos quedaron expuestos, el bajo la cabeza sin dejar de besar mi cuerpo, hasta que llego a ellos, mordisqueo por un momento mis pezones hinchados de tanta excitación, mientras yo echaba mis manos para atrás, apoyándolas en la cama, levante la cabeza extasiada por tanto placer, por un momento abrí los ojos y mire el techo, me sentía perdida, ardiente, Arturo me tomo por la cintura y termino por recostarme en la cama, termino de bajar el cierre trasero de mi vestido y yo levante el cuerpo para que el pudiese quitarlo, lentamente lo jaló y lo coloco con cuidado en una silla para que no se arrugase, yo permanecía ahí acostada, con la cabeza del lado, mirando como él se quitaba la camisa y el pantalón quedando solo con un bóxer negro, no lo podía creer, el cuerpo que tantas veces me calentó al mirarlo por la web cam, con el que fantaseé madrugadas enteras, tan cerca de mí, a punto de ser mío… no había razón que me detuviera, ni mi esposo ni mi hija, ni nada

Se acerco y beso los dedos de mis pies, los metía a su boca y los mordía, Luego subió lentamente por mis pantorrillas, mis rodillas, hasta mis muslos, entre besos, mordiscos, llego a mis panties, sin quitármelas paso la lengua sobre ellas, que se encontraban cubiertas casi completamente de mis jugos, aquella sensación de su lengua sobre mi ropa interior me quemaba, con una mano hizo a un lado la parte que le estorbaba para llegar a mi vagina y paso la lengua, una y otra vez, primero movimientos lentos y luego con más presión, yo absorta, contraía las caderas con cada estimulo de su parte, mi cuerpo se movía por si solo, bastaron unos minutos para que tuviese mi primer orgasmo, sujete fuertemente las sabanas y cruce las piernas alrededor de la espalda de Arturo, mi corazón latía intensamente, a mi respiración agitada, parecía hacerle falta aire

Arturo recorrió con sus manos mi cuerpo hasta llegar a mi cintura, me levanto con ambas manos suavemente y me acomodó en el centro de la cama, se acerco a mí para besar mi cuello, y morder el pabellón de mi oído derecho, mientras me decía con voz suave – te gusta ? – Sii, ven a mí, por favor, ven a mí, te necesito, le suplicaba, mientras bajaba la mano para despojarme de las braguitas, pero Arturo me detuvo

- así, déjalas ahí… vale..

No respondí, entendí que quería hacerlo así, con mis panties puestas, mientras se acomodaba sobre mí, con una mano tomé su pene erecto, húmedo, grande, y con la otra hacía a un lado mi calzoncito blanco, lo conduje a mi entrada y… el introdujo su miembro y con él una serie de sensaciones indescriptibles, todo mi cuerpo se estremeció, el calor llegaba hasta mis uñas, flexione las piernas hacia arriba y me deje llevar por las embestidas de Arturo, que cada vez eran más intensas, se había terminado la parte tierna, las caricias, ahora parecía como Arturo quesera partirme el cuerpo, empujaba mientras sostenía mis caderas con ambas manos a un ritmo que era increíble que aguantara tanto tiempo así, mi discreción se terminó ahí, empezó a jadear y a emitir pequeños quejidos, luego fueron más fuertes, tuve mi segundo orgasmo, mientras con las manos acariciaba el abdomen musculoso de Arturo, eso, aumentaba cien veces mi excitación

Con un movimiento rápido, Arturo me tomo de la cintura y sin dejar de penetrarme cambio nuestra posición, ahora yo estaba sobre de él, comenzó a mover mis caderas suavemente, luego hacia los lados, Arturo puso sus manos en mis nalgas y dirigía por veces mis movimientos, la presión llego a mi clítoris, volví a mis jadeos, me agache sobre su cuerpo y le di un beso intenso, nada se comparaba con aquel momento, saber que me estaba haciendo suya el mejor amigo de mi esposo, hasta hace unas semanas prometido de mi cuñada provocaba un morbo increíble, no sé cuantos orgasmos tuve en esa posición, luego Arturo me levanto, adivine su intención y me puse en 4 delante de él, luego de quitarme por completo las braguitas y volver a pasar la lengua por unos segundos por mi sexo, me penetro nuevamente, para entonces yo ya era una muñeca, todos mis músculos estaban flácidos, se movían solo al ritmo de la pasión, Arturo estaba por llagar al clímax, y también sus músculos perdieron fuerza, mientras aumentaba sus embestidas, echaba su peso sobre mí, mis piernas sucumbieron ante su peso, y lentamente baje las piernas y luego las manos, perdiendo la posición de perrito, Arturo estaba perdido sobre mí a punto de llegar a la eyaculación, yo ahogada entre tanto placer, por fin exploto, llenándome toda la vagina de semen, mientras jadeaba dando unas embestidas que aunque pocas eran llenas de fuerza, la cama parecía una mecedora, las sabanas completamente mojadas de sudor, de pecado

Nos quedamos en esa posición por un instante, yo recostada boca abajo, él encima de mí de manera cuidadosa, en ese momento regresaban por lapsos los recuerdos, las ideas de conciencia, regresaban los recuerdos de Alex, de Valeria, de Ana, Arturo se dio cuenta de mi mirada pensativa… se levanto, y me dio vuelta para quedar boca arriba frente a él.

-que tienes??

  • nada, no te preocupes solo pensaba-..

  • no te gusto?

  • si, claro que me gusto, lo disfruté, pero

  • si lo sé, Alex, mira pequitas, lo que paso no lo va a saber nadie vale?, se que estuvo mal, pero si tu quieres no vuelve a pasar, te ofrezco una disculpa de mi parte, pero es que tu siendo tan linda, debo confesarte que desde que empezamos a tener contacto por el MSN, te convertiste en mi fantasía, no había noche que no pensara en ti y solo pensaba el momento en que estuvieses conmigo… me gustas, me encantas, y eso, eso si es tu culpa chocolatito… tranquila no pasa nada, es algo que deseábamos y paso y no por ello va a repercutir en nuestras vidas sale?? Mientras me daba un beso en la frente.

  • sonreí, sus palabras y ese beso tenían poder de tranquilidad y convencimiento que mermaron casi por completo mis nervios y mi angustia

Al ver que me tranquilizaba Arturo me abrazo fuertemente yo cerré los ojos y más tranquila suspire, realmente estaba cansada, me dolían las piernas, la espalda y no se diga de la cadera… pero Arturo parecía como si nada, me mordía los pabellones del oído, besaba mi cuello y poco sentía como su miembro volvía a despertar y se apretaba contra mis nalgas, voltee la cabeza hacia él y lo volví a besar, nuevamente el calor me recorría, las manos de Arturo ya estaban en mis pechos y su pene completamente erecto, buscaba mi vagina humedecida nuevamente

  • Si va a ser la única vez, déjame hacer algo que desde hace tiempo quería… me murmuro al oído
  • Hacer qué? Pregunte.
  • Siempre me volvieron loco… mientras agarraba mis nalgas.. haría lo que me pidieras por poseerlas
  • No, eso si no, pídeme otra cosa
  • No hay otra cosa, con eso me harías sumamente feliz

Y no respondí Voltee mi cuerpo hacia abajo, levante las caderas y puse dos almohadas bajo mi vientre, la mirada sorpresiva y alegre de Arturo no se hizo esperar, se agacho y comenzó a pasar la lengua por mi ano, nunca lo había hecho por ahí, ni con Alex, pero Arturo me dominaba, me convencía, cerré los ojos y me deje llevar, sentí un dedo, luego otro, movimientos suaves, muy bien realizados por Arturo, combinando los dedos con la lengua, luego de un rato se levanto, se coloco detrás de mí y dirigió su miembro enorme a mi entrada virgen hasta ese momento, sentí la cabeza de su pene y deje escapar un suspiro, se movía lentamente procurando no hacerme daño, luego un poco más, era una sensación extraña, salía y entraba solo la puntita, luego empujo un poco más fuerte, sentí una mezcla de dolor y placer, abrí mas las piernas, lo deseaba, Arturo se preparaba para meterme todo cuando

-brrrr brrrr, mi bolsa empezó a vibrar… era mi celular… me levante rápidamente, dejando a Arturo a punto de penetrarme completamente por atrás, me dirigí a mi bolso y

-hola mi amor..

-hola flaca

-que haces?

-aquí en casa con las labores y tú?

-acabo de ir por mi carta de anualidad flaquita, voy en diciembre para allá, muero de ganas de tenerte en mis brazos, te he abandonado mucho tiempo cielo.

  • si que me tienes abandonada Alex… te extraño

Y la plática se extendió por unos minutos más, mientras, me acomodaba mi calzoncito, y trataba de arreglarme el cabello, Arturo desilusionado por la interrupción, se vestía mientras recogía el desayuno que se había quedado servido en la mesa… luego me llevo a la guardería, donde tenía que pasar por Valeria

-lástima, quizá no tenga otra vez la oportunidad

-quizá… lástima

-bye, y me baje del auto vigilando que nadie me viese… las piernas me dolían, solo quería llegar a casa y… dormir