Mi segundo chico Jorge III
Jorge tiene planeada una noche movida, el y su amigo me hacen probar el látigo, la vara, el fuete hasta que finalmente me quiebran con una maquina de toques, sin embargo estoy mojada cada vez que me poseen, recibo mi collar de perra, que aun hoy en día uso, aunque unos mas discretos que otros
Hola a Todos, gracias por sus amables mails, solo vuelvo a aclarar, no busco sexo tengo suficiente, si alguno de ustedes no, es problema suyo no mío, por discretos que sean, buenos en la cama, o supermachos que se sientan, cualquier mail que me llegue en ese sentido, mando la dirección a no deseados de inmediato.
También me disculpo por mis seguidores por el tiempo que estoy tardando en escribir, pero entiendanme primero hay que trabajar, comer y cojer
Algunos me han idealizado diciendome Diosa, eso en la egoteca es muy muy agradable, pero solo soy de carne y hueso, y me acaba de llegar un mail preguntando si tengo algo de lo que me arrepienta y si, asi que depues del siguiente relato que es mi primera relación lésbica, el siguiente va a ser de mis metidas de pata y como no hay una sección de mis estupideces la voy a poner en otros relatos la pondre en otros relatos
Una disculpa a los fanáticos del sadomasoquismo, porque a lo mejor les suena muy “ligth” pero creo que es donde mejor encaja
Como lo comente en mi relato del Jefe, para que tengan el orden en que han ocurrido las cosas en mi vida les voy a poner fechas, esto ocurrió a mediados de diciembre del 2013
Roberto entró a la habitación
- Buenas noches Don Jorge, gracias por la invitación
- Pasa Roberto, al contrario a ti por dedicarnos el tiempo, por cierto de cuanto disponemos
- El que desee Don Jorge, con una hembra como la Señora Caro limitarnos a una hora sería una injusticia
- Unas dos horas te parece bien
- Si Don Jorge, se que lo que le voy a pedir no es normal pero aparte del castigo ¿puedo usarla como mujer?
- solo usa condon, y es tuya hazle lo que quieras
- Ponte de pie Caro, me tomó del collar y me dijo
- Ven Perrita
Me llevo mas o menos a 2 metros del sillón donde estaba sentado Jorge, del techo colgaba un cable, lo tiro lento y bajo , me amarro ambas muñecas contra el cable, abrió una tapa del suelo y los dos tobillos juntos fueron fijados, algo toco Roberto, porque el cable que me sujetaba de la muñecas empezó a subir, me detuvo los brazos encima de la cabeza
- No tienes que ser gentil Roberto, dijo Jorge
- Gracias Don Jorge
- Cual es su palabra de seguridad Sra Caro, me pregunto
Jorge ni me dejo hablar
- Tampoco tienes que decirle Sra Roberto, esa puta es un pedazo de carne para que te diviertas con ella, yo te diré si se merece piedad
- Es muy generoso Don Jorge
Siguió haciendo subir los brazos , hasta que me levanta del suelo y tiró un poco más lento hasta tensarme completa, quede totalmente inmóvil,
Desde una botella comenzó a ponerme chorros de aceite y embarrarnos con las manos muy aromático y agradable, cubrió toda mi piel excepto el cuello y la cara incluso entre mis muslos lo sentí alejarse.
Desde mi espalda casi de forma simultánea escuche un silbido y casi instantáneamente un dolor en los muslos que me hizo gritar por primera vez el látigo visitaba mi piel, unos segundos después, el golpe fue un poco más arriba, apreté los dientes para no gritar, Roberto se acercó por mi espalda, sentí su torso desnudo y musculoso, me tiró del pelo para que echara la cabeza atrás
- Grita todo lo que quieras puta, solo Don Jorge y yo te podemos escuchar
Y vaya que grite, 2 más en los muslos, antes de llegar a mi cadera que recibio 3, 3 mas en la zona de la cintura antes de alcanzar mis pechos, no estoy segura si dolia mas el látigo doblándose, golpeando y enrollándose o el tirón para que regresara, soy de pechos firmes, pero aun asi son flexibles y muy sensibles, los 5 golpes que recibieron me hicieron aullar pero no estaba dispuesta a rendirme
Después varios golpes cruzados recorrieron mi espalda y nalgas, pero lo más impresionante fue cuando me puso de frente para golpes cruzados, el látigo llega rápido pero el movimiento lo veía en cámara lenta, prácticamente era la punta la que se pegaba a mi piel y la recorría 15 o 20 cm hasta que se alejaba, esas marcas fueron las que me duraron casi mes y medio, me volvio a girar quedando de frente a Jorge, se acercaron ambos
- Muy buen trabajo Roberto, te felicito, dijo siguiendo una de las marcas con la punta de su dedo
- Gracias Don Jorge, se ha portado bien la puta
- Como ves empezamos con la vara
- Me gustaría tomarla y darle otros 10
- Adelante sírvete
Tenía la verga parada y me la metio por atras, no es que fuera muy grande pero Jorge me había dejado demasiado sensible
- Que buena puta, me dijo
- Gracias Roberto, conteste, el manoseo costaba trabajo con la cantidad de aceite, así que bajo la mano a mi monte y su dedo a mi clítoris, empecé a gemir
- Gime puta, me dijo Roberto
Los empujones de verga eran bien adentro, y al presionar el clítoris con el aceite giraba sobre la yema de su dedo, saberme amarrada e indefensa me sobreexcitaba, sentir como la vagina y matriz eran golpeadas desde fuera era diferente, pero poco a poco me subió, calambres recorrían mi recto cuando la verga lo llenaba, era diferente pero delicioso
- Correte golfa o te muelo a golpes
Realmente no creo que haya sido por la amenaza, pero las luces de colores nublaron mi vista cuando tuve mi primer orgasmo anal, no se si lo habrán notado por relatos anteriores pero me dejo ir, solo con Jorge son espectacularmente largos, de hecho creo que bajo por cansancio, así que no estoy demasiado segura si lo siguiente paso pero Roberto me saco la verga, me giro para quedar de espaldas a Jorge, camino hacia la entrada y descargó el látigo, de lo que sí estoy segura es que el golpe fue entre los pechos y fue más doloroso que los anteriores
- Cuenta puta, dijo Roberto, y no estaba muy consciente, así que recibe otro en el pecho izquierdo muy cerca del pezón, acompañado de otro grito
- Que cuentes he dicho, tenía bien medido el látigo porque el golpe al pecho derecho le dio de lleno
- ¿Cuantos vas a recibir puta?, el látigo se enroscó en mi cintura, el látigo ya se dirigía a mis caderas cuando dije
- Diez, seguido por un grito
- Cuenta Puta, otra vez alcanzó el pecho izquierdo pero ahora sí contra el pezón, después del grito dije
- 5,
- 10 más por tramposa se empieza en 1 puta
Así que los siguientes 20 no falle en uno solo, y él tampoco, porque a no ser 4 que mandó a mi cintura y cadera los demás fueron contra los pechos, al final se me entrecortaba la voz de las ganas de soltarme a llorar, pero no les di el gusto, ni de suplicar, aunque viendolo friamente hoy, no fue por orgullo, sino por terror a que dijera 10 más, me volteo hacia Jorge que seguía sentado, se levantó y caminó hacia mí
- Espléndido trabajo Roberto, dijo acariciandome la mejilla
- Gracias Don Jorge, la Sra Caro ha sido muy cooperativa
- ¿Ya me vas a decir el nombre de tu amante?, me pregunto
- No
- Pues Roberto, abre a la puta de piernas y usa la vara, a ver si al cabron le gusta como la decoras, me dio un beso en la boca y me susurro
- Gozalo
Roberlo soltó un poco la cadena superior, toque el suelo y me costó mantener el equilibrio, me soltó los tobillos para que pudiera plantarme bien, no me soltó las muñecas soltó más la cadena, aflojo, solo entonces noté que los hombros dolían.
- Abre las piernas puta
Me puso una barra de más de un metro separando mis tobillos, en el gimnasio hago mucho ejercicio de flexibilidad, así que puedo abrir bastante las piernas, comenzó a girar una tuerca que me hizo abrir más las piernas, lo mas que se expandía era un metro y no me costó trabajo abrirlas, no podía abrirlas por completo hasta llegar al suelo, pero si lo suficiente para que al inclinarme hacia adelante tocaba el suelo con los pezones, me cambio el tubo en los tobillos, lo abrio mas y mas me el tope fue un metro con sesenta centímetros, el coño lo tenía a unos 10 cm del suelo, y las manos un poco arriba de la cabeza pero aun cómoda, me sentía ganadora, era más elástica que el tubo, pero no tardé en descubrir mi error
- Súbela, dijo Jorge, y empieza
Empezó a subirme, hasta quedar a su altura, escuche algo silbar en mi espalda, que no tardé en sentir que era, cuando la vara me golpeó en el costado derecho, me hizo aullar, muy diferente al látigo mas rigida y al no estar amarrada debajo el golpe me hizo balancearse, cuando la vara me encontró desde la izquierda cambiando el sentido del balanceo fue aún más doloroso, 5 golpes recibí en cada costado, además las piernas solo la tenia tan abiertas solo unos segundos, y ya empezaban a molestarme Roberto se acercó por mi espalda y me tomo por la cintura, me susurro al oído
- Es mejor que le diga a Don Jorge lo que quiere saber.
- No te preocupes Roberto, hazlo, le respondí
- Demasiada platica intervino Jorge
- Usa la vara Roberto, marca mi carne para mi amante. dije
- Eres la mejor, me susurro Roberto antes de soltarme
- Amordazala Roberto por insolente, sin palabra de seguridad
Roberto tomo algo (después supe que se llama gagball)
- Abre la boca puta, me dijo
Cuando lo hice metió la bola y la cerró en mi nuca
- 10 en las chichis para empezar dijo Jorge
Roberto a mi costado derecho, la vara silbo y golpeo ambos pezones, aunque aulle el sonido no salió por la mordaza, que tambien me sirvio porque la mordi como desesperada, el segundo golpe fue de abajo hacia arriba, dándome en la parte baja del busto, el tercero fue descendente, veía la lujuria en los ojos de Jorge y eso me excitaba, recibi todos los golpes y en cuanto podía regresaba mis ojos a los de Jorge
- Girala Roberto, tomándome de una pierna me puso de espalda a Jorge, me dolían los hombros y las piernas
- Tiene buenas nalgas Don Jorge, dijo Roberto mientras me las manoseaba
- Tu ya la probaste Roberto, ¿Cómo la calificas?
- No virgen, pero con poco uso
- ¿Como ves 10 a las nalgas?
- yo sugeriría 15, para que quede mejor
- Adelante
Los golpes en las nalgas no fueron a dolorosos, entre que la tengo duras por el ejercicio y la posición, claro que las sentí, pero nada como los pechos, sentí la mano de Jorge en mis nalgas.
- Gran trabajo Roberto
- Gracias Don Jorge, Jorge me tomo de la cintura, me puso la punta en la entrada y empujo, después de la cogida de Roberto estaba más dilatada así que no dolió tanto, y mis hombros agradecieron el descanso, me quito soltó la bola de la boca, fue delicioso respirar fácil otra vez.
- Definitivamente casi no tiene uso Roberto, tienes razón, ¿tu amante te encula mi vida?
- Si, le conteste
- 10 a los pechos por golfa
Los golpes empezaban, seguidos por mis gritos, pero tener a Jorge detras de mi sentir sus pectorales y su piel cálida me relajaba, me abrazaba por la cintura, yo arqueaba la espalda cada vez que la vara alcazaba los senos, sobretodo si tocaba los pezones, me excitaba escuchar la respiración de Jorge ya por no hablar de la deliciosa verga en el culo, cuando terminaron los golpes le dije a Jorge .
- Creo que tienes que ser 10 más, mi amor
- ¿Porque mi vida?, preguntó Jorge mientras me mordía la oreja
- Le voy a suplicar a mi amante que me rompa el culo
- Ya oíste a la Señora Roberto, 10 especiales
Roberto tomó impulso y el golpe cruzo mis pezones
- ¿Cómo lo vas a recibir?, me preguntó Jorge
- Totalmente desnuda, solo con zapatos de tacón
El segundo golpe otra vez alcanzó ambos pezones
- ¿El te estreno el culo?
- No, lo hizo el papá de Ricardo
El tercer golpe, lo dirigió sólo a un pecho, la puta de la vara recorrió todo el pezón
- ¿Cuántas veces te ha enculado?
- Solo tres, pero la proxima va a ser como él lo desea
El cuarto golpe otra vez directo contra el pezón
- ¿Te has vendido?
- Un par de hombres me compraban ropa para que la usará con ellos
El quinto golpe otra vez sobre el pecho derecho
- ¿Como te vestían?
- Sostén escotado, bragas sexys, ligueros, me querían puta
El sexto golpe dolió, pero estaba sobreexcitada por la situación
- ¿Te encularon?
- Si ambos, varias veces, arrodillada y boca abajo
El séptimo silvo, dolió, porque fue lo la punta, de hecho eso era lo especial, al terminar tenía varios finos cortes, dolorosos como cuando te cortas con una hoja de papel
- ¿Alguno te amarro?
- Si
El octavo otra vez fue al pezón
- ¿Quien?
- Un ginecólogo
El noveno me sorprendió porque fue sobre ambos pechos
- ¿Te cogio?
- Me violó varias veces
El décimo recorrió el pecho derecho
- ¿Cuantas?
- seis o siete veces
Otro golpe alcanzó el pecho
- Ya eran los 10 Roberto, proteste
- Va a ser hasta que yo quiera golfa, dijo Jorge
Vi como el doceavo golpe se dirigía a mi pecho
- Contéstale a Don Jorge
- ocho y un manoseo conteste, realmente cuando revise mi diario fueron 6 pero no le digan por favor
Qué forma tenía Roberto de manejar la vara, golpe ambos pechos de abajo a arriba
- ¿Trios?, preguntó Jorge
- Ninguno
- Vamos a darle el primero Roberto
Roberto se coloco frente a mi, me tomo de la cintura y me clavo la verga en el coño, estaba más mojada que un lago, y muy estrecha por la verga de Jorge en el culo, cada milímetro que entraba la verga me hacía gemir más fuerte, cuando estuvo totalmente dentro se detuvo
- Está mojada la puta Don Jorge
- ¿Te gusta Caro?, preguntó Jorge
- Mucho mi amor, conteste
Seguramente no era la primera vez que lo hacían, porque cuando uno de ellos se movía el otro se quedaba quieto, yo gemía de placer, cada vez más fuerte, Jorge me manoseaba los pechos y Jorge callo mis gemidos con un delicioso beso en la boca, Se tomaron su tiempo para gozarme. 6 o 7 embestidas de uno, otras tantas del otro, me tenían al borde del orgasmo, y sudando entre el cuerpo de los dos, finalmente Jorge no se detuvo y me subió al orgasmo, hasta que el tambien se descargo en mi culo, todavía latía dentro de mi cuando Roberto acelero, me subio aun mas, me mordisqueaba el cuello, la forma que apretaban las paredes de mi vagina me enloquecía, yo estaba en el éxtasis total, de hecho no tengo conciencia real de que paso a continuación, cuando reaccione estaba recostada en la cama, me dolían los hombros y la cadera, y tanto la vagina como el culo me latian, escuche a Roberto
- Pinche Jorge que suerte tienes, ¿de donde la sacaste?
- Le tenía ganas desde hace rato, pero esta mejor que mis fantasías, contestó Jorge
- Esta buenisima
- Si, y unos hoyos deliciosos
- ¿Que más le vamos a hacer?, Preguntó Roberto
- Fuete a huevo, ¿tu crees que aguante toques?, dijo Jorge
- Hijole yo creo que si
- Pero a las chichis, esta bien jugosa
Yo mantuve los ojos cerrados, así que Roberto y Jorge eran compinches, nada de Don, pero a seguirles el jueguito, solo tenía que corregir el vocabulario de Jorgito
- Traela Roberto, ya me la quiero volver a coger
Roberto se sentó en la cama junto a mi, me puso boca arriba, mi mientras me acariciaba en la cara dijo
- Despierta Caro, es hora de continuar
- ¿Lo hice bien?, pregunté abriendo los ojos lentamente
- Te luciste, pero ya es hora de seguir
- ¿Que me vas a hacer?
- Don Jorge te va a educar personalmente
Me ayudo a levantarme, y me acompañó frente al sillón donde está sentado Jorge, tenía un fuete de caballo en la mano
- Ponte de rodillas Caro, me dijo Roberto
- Rodillas juntas
- Nalgas en los pies
- Espalda derecha
- Manos en los muslos, con las palmas arriba
- Mirada al suelo
- Así es la forma correcta de esperar a que te den instrucciones, termino diciendo Roberto que se hizo dos pasos atrás
Jorge me paso la punta del fuete por los brazos, lo subió y recorrió mis mejillas
- ¿Lo estas disfrutando Caro?, me preguntó Jorge
- Si, conteste, me has dado los orgasmos más intensos de mi vida
- ¿La vara y el látigo?
- Te excitaron, y no dolió demasiado
- ¿Me vas a decir el nombre de tu amante?
- No,dije, sin levantar la cabeza levanté la mirada y esboce una sonrisa
Un buen fuetazo dio en mi pecho izquierdo
- ¿Vas a volver a verlo?
- Si
El fuete volvió a besar mi piel, de reojo veía la deliciosa verga de Jorge, que otras ve estaba totalmente parada, y mis talones que estaban contra mi vagina estaban mojados de los juegos que me salían
- ¿Donde te coje?
- En mi cama, y esa si le salio del alma, me dio una bofetada pero de inmediato se arrepintió y me abrazo de rodillas
- Perdón Caro, no se que me pasó, me dijo
- ¿Te pusiste Celoso?
- Si mucho, nunca me había pasado, y no está bien
- Me gusto mas tu segunda reacción, pero si hablamos de mi vida sexual mejor lo hacemos a cada lado de una mesa por si acaso
Me dio un apasionado beso
- hmmmm Al menos sabes cómo disculparte, le dije
- Roberto puedes retirarte
Roberto se dio la vuelta
- Espera Roberto, dije,faltan los toques, y que me uses como mujer
- ¿Nos escuchaste?, preguntó Jorge
- Si Don Jorge, y por cierto estos, dije agarrandome los pechos, se llaman pechos o senos, no sea corriente Don Jorge
- Cabrona, susurro Roberto
Jorge se levantó y me tendió la mano para que hiciera lo mismo
- ¿Como ves este tesoro de mujer Roberto?, dijo Jorge
- Eres el pendejo más suertudo, no te la mereces guey, respondió Roberto
- No es cierto mi amor, dije yo, me has dado los mejores orgasmos de mi vida y estoy dispuesta a todo contigo.
- Llevatela al baño, yo ahora los alcanzo, dijo Roberto
Solo vestida con los zapatos de tacón alto, y con Jorge tomándome de la cintura, fuimos al baño, unos segundos después llegó Roberto, una caja con una manivela y cables, Jorge abrió el agua fría y me dijo
- Mójate completa, no sonaba demasiado atractivo, pero obedecí, me quite los zapatos y entré en el agua fría, la habitación tiene calefacción pero de cualquier manera está tiritando de frío.
- Ponte los zapatos, me dijo Roberto, me sujeto las muñequeras entre ellas en mi espalda.
Tomó una pinzas grandes, similares a las que se usan para pasar corriente de un coche a otro, colocó uno en el pecho derecho, dolio cuando se clavo en la carne del mismo, el izquierdo recibió el mismo tratamiento.
Sujetando la caja empezó a girar la manivela, aparte la evidente molestia de las pinzas no sentia nada asi que miraba interesada que hacia, hasta que tal vez un minuto después, presiono un boton que me hizo saltar, sentí un calambre en los pechos, como si le hubieran dado un azote, la segunda vez ya no estaba tan interesada en la manivela, evidentemente cuando acerco la mano al botón me senté, y el dolor se hizo más intenso incluso se clavaron las puntas en la carne, Jorge lo hizo 3 veces más, sentía ardiendo donde las pinzas tocaban mi carne, me tiraron de la pinzas para que soltaran los pechos, acompañados de un largo rasguño y un quejido de mi parte.
- Mójate otra vez me dijo Roberto
Me quité los zapatos y di un paso dentro de la regadera
- Déjate los Zapatos, dijo Roberto
- Se van a echar a perder, comente
- Te compro unos nuevos, dijo Jorge
- Estos son nuevos,refunfuñe al volver a ponerlos, y era cierto era solo la segunda vez que me los ponía
Jorge volvió a abrir el agua, di un par de pasos para entrar al agua, bien mojada, me di la vuelta y me puse frente a Roberto, que tenía dos pinzas pequeñas en la mano.
- Te voy a castigar los pezones, dijo Roberto, ¿lo deseas?
- Si, conteste
- ¿Aguantaras que te los perfore?
- Eso espero
- Podría solo apretarlos pero tengo la fantasia de perforarlos, me explico
- ¿Me podrías soltar las manos?
Sus manos buscaron las mías en la espalda y las liberó,
- ¿Cómo lo vas a hacer? pregunté
Saco unas tira, eran agujas de las jeringas desechables, como si fueran palillos
- Son estériles, se puede poner horizontal, vertical o ambas, la perforación te dura como 1 semana y se cierra, me explico
- Mi amor, dije volteando a ver a Jorge, ¿a ti tambien te gustaria hacerlo?
- Ya me ganó Roberto
- Tengo dos pezones cielo, conteste
- Por mi no hay problema, uno para cada uno Jorge
Roberto corto uno y lo abrió, era como de 4 cm, se veia mas chica en el empaque
- ¿Como la quieres?
- Horizontal
Colocó la punta más o menos a la mitad de la aureola, yo tenía la mano en sus hombros
- Lento para que lo goces más, dije
- Empujo y mi carne cedió, lento empezó a cruzar mi carne, tenía las manos apretadas y cerradas contra los hombros, los ojos cerrados, y la mandíbula apretada
- Tu turno, le dijo a Jorge
Mientras abría la aguja, yo subí los brazos sobre la cabeza y saque el pecho, ofreciendo a mi amante.
- Que hermosa pose, dijo Roberto, solo le sonreí
Jorge chupo mi pezón para que se endureciera más, son muy sensibles asi que no le costó dejarlos durisimos, puso la punta sobre el pezón y presiono, me tense cuando empezó a entrar en mi carne, pero pude mantener los brazos en alto, resistí bastante bien, me beso en la boca, mientras me tiraba de las agujas insertadas en la carne.
Las pinzas se veían impresionantes, dobles dientes,a cada lado, un gran anillo en la punta, y totalmente aberta parecían querer devorarme, por algunos minutos pensé que era una exagerada, solo cerraron levemente contra cada pezón, con los extremos de la aguja en una perforación entre la doble línea de dientes,a apenas tocándome la carne, pero empezó a apretar, vuelta por vuelta, los dientes al cerrarse me enseñaron los que es el dolor, sobretodo, los externos que quedaron sobre la parte externa de la aureola, los golpes y las descargas, eran momentáneos, las pinzas en los pechos, eran molestos, pero estas me mordían en las parte más sensible de mi cuerpo
- Vuelve a mojarte, me dijo Jorge abriendo el agua
Entré al agua fría, los chorros que me golpeaban los pechos incrementaba el dolor en los pezones, Roberto aprovechó para atarme otra vez las manos en la espalda, me tomó del codo para que me pusiera frente a él , coloco n cable contra cada pezonera, tiró varias veces para comprobar que no se desconectaran
- ¿Te duelen?, me preguntó Roberto
- Mucho, contesté
- ¿Quieres pedir piedad?
- Estoy a tu disposición, conteste, hazme lo que quieras
Roberto toco el botón, grite cuando los pechos saltaron, volvió a girar la manivela y me aplico media docena de descargas, koa pezones se me inflamaron incrementando el dolor, finalmente lo dejo abierto y comenzó a girar la manivela, era más un cosquilleo constante, la aguja y la pinza empezaron a calentarse, se me salian las lagrimas, y solté el aire cuando finalmente se detuvo
- Mi turno dijo Jorge
- ¿Te duelen? me dijo Jorge, que tiró de ellos
- si, por favor no mas dije
- El nombre de tu amante, me dijo
- Por favor no me pidas eso, sentí la descarga de inmediato, después de girar la manivela para volver a cargarla volvió a decir
- Su nombre
Negué con la cabeza, otra descarga, y vuelta a cargar
- Nombre
- Por favor mi amor duelen mucho
- Ok chiquita descansa un poco, soltaron los cables y me ayudaron a ir a la cama
Ya recostada Jorge, me quito las pezoneras y las agujas, Roberto se acercó y me dio un beso suave en los labios
- Descansa Caro, me dijo
- Aún falta que me uses como mujer, susurre
- Otro dia Caro, ho te luciste
Creo que sonreí, Jorge se metió a la cama conmigo y sus caricias me pusieron a dormir, la cita con Ricardo y Lupe se canceló porque Ricardo prefirió cambiarme por Rosa, me dejaron en casa, asi que dormi todo el dia estaba exhausta.
Otra vez una disculpa a todos por tardar tanto en escribir, pero se me ha complicado el tiempo, el siguiente relato será como conocí a Miriam, y el orden no es cronológico, sino como me los van sugiriendo