Mi segunda aventura

Mi segunda aventura de sexo.

Mi segunda aventura

Me encontraba sola en casa y me sentía muy sensual, me miré en el espejo y la imagen que me devolvió, me agradó, me puse mis medias de red negras y unas minifaldas, que enmarcaban mi preciosa cola, no llegue a caminar muchos metros, cuando un veiteañero, me invito a subir a su auto, le di a entender mi condición de travesti y eso pareció excitarlo aun mas, la verdad de que era muy lindo y mi cola estaba hambrienta de pijas, nos besamos profundamente y lo invite a mi apartamento.

Nos sentamos en la cama y coloqué mis manos sobre su pene aun oculto por su pantalón, nos desnudamos en silencio y comencé a pasar mi lengua por su juvenil cuerpo, a cada momento mi lengua se acercaba más a sus genitales, levante su pija para tener mejor contacto con sus huevos, el aroma era caliente, embriagador, después succione su pija, que era la mas linda y gruesa que había visto, le rogué que vaciara su leche de macho en celo en mi golosa boca, bebí hasta la ultima gota de su semen.

Una vez que se hubo recuperado, gracias a mis besos y caricias, su duro miembro se apoyo en mi ano la cabeza era grande y no pudo entrar a la primera embestida y volvió a embestir cada vez con más fuerza y penetró por completo y comenzó con violentos movimientos de adelante hacia atrás, estaba cada vez más cerca del orgasmo, nos fundimos en un vaivén que se fue haciendo cada vez más fuerte hasta que nos desbocamos y era una cabalgata extraordinaria.

-; No puedo más, le oí decir te acabo mi amor

-Y yo gritaba Dame, Dame todo mi amor, hasme tu puta, dame tu leche

Y acabó en mi interior, con gritos de placer, cuando acabé todavía sentía los espasmos de su magnifica pija hundida aun hasta los pelos, su semen caliente resbalaba por mis piernas.

Lo besé en la boca y acaricie su pecho de hombre, mi legua se deslizó hasta su ombligo y llegó hasta su flácido miembro, el que limpie con mi lengua hasta la ultima gota de su ser

Nos besamos por largo rato y me regaló una sonrisa, lo acompañé hasta la puerta de salida y me prometio volver otro día con un amigo.

Ese glorioso día llego y volví a sentir la hermosa sensación de ser penetrada, mientras chupaba la verga de su amigo, respondía a cada embate de su miembro, con gran energía, mientras gritaba

Soy tu puta rómpeme la cola, dale si, si ,si y el respondía te acabo toda, saco su miembro de mi ano y soltó todo su semen sobre mis pechos, su amigo hizo lo mismo y yo quede acostada, llena de leche, cayendo por los costados de mi voluptuoso cuerpo, sintiéndome una hembra en celo.