Mi secreto (2)
La exitacion que me causaba Alfredo, no podia esperar mas, lo bueno es que se dio la gran oportunidad el dia de la posada.
Mi gran secreto II (la fantasía hecha realidad
Como recordaran, Me estaba enamorando de Alfredo, me la pasaba muy bien con el, hablábamos de sexo, de ropa interior, de posiciones sexuales y de muchas otras cosas que hacían que me masturbara con tan solo llegar a casa, aprovechando las dos horas que pasaba a solas, antes de llegar Gonzalo de su trabajo.
Bueno pues, recibí un mail de Alfredo preguntándome que si iba a ir a la Posada, que este año se iba a llevar acabo en una quinta a las afueras de la ciudad, allá por donde hay varios Moteles de paso.
Le dije que no sabia, ya que estaba muy cansada debido al pre cierre anual.
Me contesto: Anímate, si quieres te ayudo con lo que quieras para que ese día termines temprano y si quieres yo paso por ti a tu casa y te devuelvo, para que no tengas que manejar muy noche cuando se termine la posada.
Eso me parece una buena idea. Quedamos en que pasaría por mi a las 7:00 pm, justo antes de que llegue mi marido para evitar darle una explicación del por que un hombre me recogía en la casa.
Esa tarde Salí de la oficina corriendo a las 2 pm, nos habían dejado salir temprano para que las mujeres alcanzáramos a arreglarnos para ese evento. Tenia que arreglarme y yo soy una mujer que mínimo me tardo 3 horas en salir, y claro eso se nota, ya que en cualquier parte arranco suspiros y miradas.
Antes de llegar a casa, me dirigí a comprarme un conjunto de lencería, compre un conjunto muy sexy y a la vez muy elegante. Esa noche tenia pensado llevarme un vestido entallado color negro, que me queda arribita de la rodilla y me hace lucir las piernas y hace que se me vean las pompas muy paraditas. Necesitaba realmente verme irresistible para Alfredo.
Al estarme bañando no pude evitar acariciarme por estar pensando en lo que podía pasar esa noche entre Alfredo y yo, deseaba que el tuviera la iniciativa de acosarme, para así no ser yo la que lo acosaría y no quedar cono una mujer fácil.
Hice lo que nunca hacia, me rasure por completo el monte de Venus, siempre lo recortaba, pero ahora no se que me paso, que me anime a meterme rastrillo, que de cómo una bebe, sabia que tendría que darle una explicación a Gonzalo, mi marido cuando me viera, pero ya se me ocurriría algo.
Después termine de arreglarme y justo cuando terminaba de ponerme los aretes, sonó el claxon. Era Alfredo, que ya había llegado por mi. Me di una miradita al espejo, cheque mi maquillaje, mi peinado, me di la media vuelta clásica de nosotras las mujeres para vernos como se nos ven las pompas, agarre mis llaves de la casa y mi bolso y me subí a su auto.
Me dijo, WAUUUU, VAMOS A IR A UNA POSADA O A UN CONCURSO DE BELLEZA, jajajajajajajajajaja, ya vas a empezar Alfredo, si estoy normal, jajajajajajajajaja. Si era precisamente lo que quería escuchar de el.
Todo el camino no dejaba de mirarme y decirme de cosas halagadoras, me miraba las piernas, mi busto, mi cara, me decía que quien fura Gonzalo mi marido, estaba como hipnotizado, hasta casi chocamos por estar distraído del volante.
Mientras tanto yo no dejaba de mirarle la entrepierna, ya se le notaba abultado el paquete, lo estaba excitando también, no pude evitar imaginarme como seria su verga, solo podía imaginar por el bulto que hacia, el tamaño que podría tener.
Realmente tenia ganas de desabrocharle el pantalón y besarlo mientras el seguía manejando.
Llegamos muy pronto a la Quinta donde se llevaría la Posada. Fuimos casi de los primeros, por lo que nadie vio que llegábamos juntos, empezamos a beber y depuse cada quien estuvo por su lado, en parte no queríamos levantar sospechas, pero de vez en cuando nos buscábamos con la mirada y cuando se cruzaban nuestras miradas, nos sonreíamos. Me sentía como una adolescente enamorada, todo el mundo se me olvido, solo sentía el cosquilleo en el estomago.
Así pasaron varias horas, hasta que llego la hora de cenar, el busco un lugar a mi lado en la mesa y ese detalle me gusto, platicamos como siempre y después de cenar, me dijo que hasta que hora me habían dado permiso y yo le dije que no tenia hora, Gonzalo ya sabia que se iba a terminar tarde, así es que no me va esperar despierto.
Coincidimos que la posada se habia tornado aburrida, por lo que me sugirió seguir tomando en otro lugar, a lo que yo acepte, nos despedimos cada quien por separado acordando vernos en donde estaba estacionado su auto.
Una vez tomado el camino (sin rumbo), siguió insistiendo que me veía preciosa, a lo que yo le correspondía con halagos también, ya que el se había arreglado muy bien y que con ese físico que tiene, podría conquistar a cualquier mujer.
El se sonrojo y me dijo que se había arreglado así, para impresionarme, eso me dejo con la boca seca, solo trate de pasar saliva.
Jajajajajajaja, me reí de nervios y le dije que pues lo había logrado, que estaba muy, pero muy bien esa noche. En eso me miro a los ojos y coloco su mano en mi pierna, acariciándola suavemente. Tu también me encantas. Me dijo. Te vez irresistible, tanto que no he hecho otra cosa mas que pensar en ti toda la fiesta. Note como en su pantalón se empezaba a notar una tremenda erección y lo que sin pensarla mas, paro el auto y nos fundimos en un apasionado beso, yo sin pensarlo y por la posición en la que estábamos en el auto, empecé a acariciar su verga por encima del pantalón a lo que inmediatamente el metió mano por debajo de mi vestido, notando inmediatamente la humedad de mi tanga. Con los dedos muy hábilmente lo hizo a un lado acariciando mi desnudo clítoris.
No se cuanto tiempo paso, pero nos separamos, para iniciar el viaje a un motel, que por casualidad había varios cerca y solo tardaríamos unos cuantos minutos en llegar los cuales no me los pude aguantar e hice realidad mi fantasía de cuando íbamos apenas a la posada, le desabroche el pantalón y me lance a su enorme y dura herramienta. A pesar de la poca luz que había, pude vérsela muy bien. Le pase la lengua de arriba abajo, le chupaba los testículos y el solo gemía y gemía, no me di cuanta que ya habíamos entrado al Motel, pero en parte estaba bien, me daba mucha pena entrar a los Moteles con mi esposo, que no me preocupe que las personas del Motel pensaran que parecía que Alfredo iba solo en el carro jajajajajajaja,
Al entrar a la habitación, nos desnudamos, me tiro en la cama y me empezó a dediar y a hacerme el mas belicoso sexo oral que había tenido
Fue tan rico el sentir otra lengua, con otro ritmo que al que ya conocia, que me provoco un repentino orgasmo. AHHHHHHH, NO PARES AMOR, SIGUE, SIGUE. Mientras tanto no paraba de convulsionarme.
Se paro frente a mi y sujetando su deliciosa verga me dijo, ven preciosa, quiero que te comas esto. A lo que claro, no me pude resistir.
Le empecé a chupar sus testículos y después subía hasta la punta mi lengua lo recorría de sur a norte y de norte a sur.
Eres un sueño, eres maravillosa, disfrútala que esta noche es toda tuya, me decía.
Esta enorme, me encanta, así exactamente me la imaginaba, le contestaba yo,
Después me levanto y me recostó e la cama, quiero metértela quiero que seas mia-
Era tan placentero sentir como se iba habiendo paso dentro de mi, lo hizo tan despacio y tan delicadamente, que sentía como se introducía milímetro a milímetro, era como si quisiera recordar esta imagen por siempre.
Yo no podía hacer otra cosa mas que abrirme mas y mas de piernas, para que el pudiera meterlo lo mas posible, una vez que llego al fondo, me empezó a dar con un ritmo suave que poco a poco fue subiendo de ritmo, hasta lograr un rito rápido y fuerte, era lo que realmente me imaginaba, una maquina, mi propia maquina de sexo, wauuu, como disfrutaba su verga.
Cambiamos de posición, me voltio y me puso de perrito, espero unos segundos para volverme a penetrar, ya que se quedo admirando mi trasero, diciéndome, estas buenisima princesa.
SOY TUYA AMOR, HASME TUYA. Después de decirle esas palabras, volvió a penetrarme suavemente.
En esta ocacion no pude esperar a que el volviera a tomar el ritmo y en cuanto entro la cabecita, me empuje hacia atrás una y otra vez, arrancandole gemidos.
Que bien te mueves amor, veo que te encanto mi verga, AHHHHH, ASIIIIII, QUE RICA ESTAS.
Yo estaba gozando de lo lindo solo quería hacerlo acabar muchas veces, quería satisfácelo como nadie lo había hecho. Empuje hacia atrás, me moví en círculos, cambiaba de ritmo hasta que estubo a punto de venirse, me empujo hacia delante para quedar completamente acostada en la cama, siguiendo el con las ultimas embestidas justo antes de estallar en un enorme orgamo
Lo separe de mi, para seguir exprimiendo su verga con mis manos
No quería desperdiciar ninguna gota de ese liquido, que en ese entonces me sabia a gloria, hasta llegue a pensar que era mas sabroso que el de Gonzalo, mi esposo,
Lo limpie muy bien en parte, por que no quería que volviera a su tamaño normal, quería verlo siempre así de grande y duro y lo logre, no deje que se le bajara, me llevo al jacussi ahí seguí mamando era ricura de verga, no quería despegarme de ella, simplemente no podía dejar de acariciarla
Estuvimos en el jacussi por un buen rato, yo acariciándole la verga y el dedieandome, fue delicioso, fue como un masaje mutuo, según como y que tan rápido lo acariciaba, el hacia lo mismo, nos conectamos también ese dia, que simplemente fue perfecto, no Quero que terminara, pero nos cayo la madrugada, asi es que nos vestimos y me dejo en casa. Solo me desvestí me metí en la cama y me quede profundamente dormida.
Espero les halla gustado este relato. Espero sus comentarios en liliajuarez@hotmail.com