Mi salvación 9

Aquí va otro cap, espero que les agrade.

Aquí estoy de nuevo con este cap. Quisiera disculparme por la demora, pero mi PC tuvo problemas con el internet y se me hizo imposible poder subirlo. Gracias por leer!!

Yo solo le sonreí, nos tapé con las sábanas y ella me abrazó. Así dormí plácidamente mientras Elisabeth me daba pequeños besos en el cuello.


Desperté, todavía era temprano no serían más de las 9. Subí mi mirada y me encontré a Elisabeth tapada y durmiendo en una posición bastante sexy, no pude evitar sonreír al recordar lo que sucedió anoche. La besé suavemente con cuidado de que no se despertara, saqué mi cuaderno y el lápiz que siempre guardo en mi mesita de noche y me puse a dibujarla. Como sabía que no tendría tiempo suficiente me dediqué a hacer la figura para después poder seguir sin falta de mirarla. Al poco rato ya tenía la figura echa, guardé el cuaderno y el lápiz y me levanté a ducharme. Abrí el grifo y dejé que las gotas de agua fría acariciaran mi piel, me puse a pensar en los preparativos que tenía que realizar para el viaje como pedir días de vacaciones en clase, la maleta, los billetes, las maletas y decirle a Elisabeth que trajera su ropa de abrigo ya que allí estarían en pleno invierno, el viaje lo haríamos de aquí a tres días más o menos.

Salí de la ducha y Elisabeth estaba sentada de espaldas a mi por lo cual no notó mi presencia. Me acerqué lentamente y vi que estaba observando el dije que le regalé.

Yo: Buenos días princesa- dije yo abrazándola por el cuello y besándola.

Lisa: Hola mi amor- respondió apartando la vista del colgante para posarla sobre mi.

Yo: Te gusta el dije?- pregunté señalándolo.

Lisa: Me encanta es precioso- respondió sonriendo- Pero mi amor, por qué elegiste una lágrima?- preguntó.

Yo: Porque yo a través de ellas suelo expresar todos mis sentimientos, también te quiero expresar mi amor pero constantemente- concluí.

Ella me lo dio para que se lo pusiera se levantó y lo miró en el espejo, le quedaba muy bien en verdad el colgante en si era muy bonito. Me levanté, la abracé y le susurré un “Te amo” seguido de un beso y bajamos a desayunar algo después de que ella se hubiera puesto una camisa mía grande que le cubría hasta medio muslo. Mientras lo preparaba le comenté a Elisabeth lo del viaje y ella me dijo que si que tendría algo de abrigo. Yo le advertí que haría mucho frío y ella me aseguró que tenía la suficiente ropa. “Seguro que se hiela la pobre” pensé para mi, ya que yo también dije lo mismo y una vez pisé Canadá me quedé congelada en el sitio. Desayunamos, dejé que se cambiara y fuimos a casa de Mike. Una vez en su casa toqué el timbre.

Mike: Hola chicas! Como están?- preguntó Mike abrazándonos a las dos.

Yo: Hola Mike, como estás?

Entramos a su casa y nos fuimos al salón.

Mike: Sarah, dio resultado?- preguntó el sonriendo mirándola a ella. Lisa no sabía a que se refería.

Yo: Y tanto Mike, y tanto- respondí riendo.

El se levantó y me abrazó.

Mike: Felicidades Sarah, no sabes lo feliz que me hace que por fin hayas encontrado a alguien- dijo mientras me abrazaba fuertemente y besaba mi mejilla.

Mike-separándose de mi- Elisabeth, también me alegro por ti-dijo abrazándola también- Cuídala mucho por favor, hazme ese favor si?- le dijo mirándola.

Lisa: Por supuesto Mike, yo amo a Sarah y daría mi vida por ella- respondió mirándome. Yo le sonreí.

Mike: En ese caso, enhorabuena a las dos. Cambiando de tema Sarah ya tengo los billetes, viajaremos en dos días- explicó Mike.

Lisa: Un momento, quien ha pagado mi billete?- preguntó Lisa mirándome.

Yo: No pensarás que te lo ibas a pagar tu no?- pregunté yo. De ningún modo dejaría que pagase ella.

Lisa: Por supuesto que si!-dijo- Que crees que no tengo el dinero suficiente?-preguntó un poco enfadada.

Yo: Mi amor yo no he dicho eso en ningún momento-aclaré yo- Pero siendo un viaje que haces para acompañarme no puedo permitir que lo pagues, y ya sabes lo cabezota que soy así que no intentes convencerme- respondí.

Lisa: Mi amooor!-reclamó ella.

Yo me acerqué y la callé de un beso, al cual ella correspondió gustosamente.

Yo:-separándome de ella- Y que no se hablé más, entendido?- concluí sonriendo.

Mike: Jajaja Lisa no te esfuerces, te has ganado una mujer con un alto temperamento- decía divertido. Ante ese comentario reímos todos.

Lisa: Bueno en ese caso tendré que tener cuidado jajaja- rio ella.

Yo: Llamaré a Tony ahora para preguntarle si me da unos días de vacaciones, vuelvo enseguida- dije cogiendo mi móvil y saliendo del salón. Pude escuchar como Mike le hablaba a Lisa.

Mike: Lisa de verdad no te imaginas lo feliz que estoy por vosotras. Hacía años que no la veía tan feliz, tan sonriente, ni siquiera Paola la hacía feliz aunque ella intentaba ocultarlo- decía Mike.

Ante esto me puse a pensar. Era verdad, con Paola aunque la había amado con todas mis fuerzas no era tan feliz que con Lisa, supongo que eso se debe a que Elisabeth si me correspondía. Dejé de prestar atención a la conversación y llamé a Tony.

Tony: Quien es?- se escuchó por el móvil.

Yo: Hola Tony soy Sarah, que tal?- pregunté.

Tony: Hola Sarah que alegría escucharte. Ahora me pillas un poco ocupado, que querías?- preguntó.

Yo: Bueno como ya sabes cada año voy a visitar a mis abuelos y a la tumba de mi madre, me gustaría saber si me podrías dar unos días de vacaciones- dije yo.

Tony: Por supuesto Sarah, sabes que nunca te lo he negado-respondió el- Pero ya tienes la pieza que te encargaron? Mira que son muy exigentes- me avisó el.

Yo: Tranquilo, para cuando vuelva ya la tendré acabada, no serán más de 4 días-respondí.

Tony:

Pues

ya

está

entonces.

Cuídate y dales recuerdos a tus abuelos de mi parte. Chao- se despidió el. Mis abuelos y Tony se llevaban muy bien ya que el me ayudó a cuidarlos cuando me hizo falta.

Yo: Está bien, muchas gracias Tony. Adiós- colgué.

Volví al salón y me senté al lado de Elisabeth. Pasamos así la mañana y quedamos a las 17:00 del día siguiente en un café y Mike nos presentaría a su novia Michelle, entonces sonó el móvil de Lisa.

Lisa: Si quien es?...Hola, que tal?...Si me acuerdo...Mmm, vale dentro de un rato estaré allí...Hasta luego- decía Elisabeth.

Lisa: Mi amor me ha llamado Amara para comer a su casa y así terminar un trabajo que nos han mandado, te molesta?- me preguntó Lisa.

Yo:- con cara de pocos amigos- No, está bien no pasa nada- respondí de mala gana.

Mike: Quien es Amara?- preguntó Mike.

Iba a responder Lisa pero yo me anticipé.

Yo: Es una arpía amiga de Elisabeth que me la quiere robar- contesté mirándola.

Lisa: Pero Sarah que manía tienes con ella! Que no le gusto, solo somos amigas!- decía ella- Siempre es así de celosa?- preguntó a Mike.

Yo: No soy celosa! Solo que no me gusta que se acerque tanto a ti, nada más- reproché.

Mike: Jajajaja, la verdad es que si, es bastante celosa- admitió Mike riendo. Yo le fulminé con mi mirada.

Lisa:- acercándose a mi- Sarah no te preocupes por nada ella y yo solo somos amigas, aparte yo te amo a ti- dijo quedando cara a cara. Yo asentí con la cabeza y nos dimos un beso.

Yo: Te llevo a su casa?- pregunté.

Lisa: No, basta con que me lleves a la mía ella vive cerca- respondió.

Nos despedimos de Mike y yo la llevé a su apartamento.

Yo: Bueno mi amor, pásalo bien- dije mientras se quitaba el casco.

Lisa: Vale, gracias por traerme-respondió- Te amo, adiós- se despidió besándome.

Yo: Chao- dije yo sonriéndole y viéndola entrar a su casa.

Fui a comer fuera no me apetecía encerrarme en casa. Paseé por el parque y me tumbé debajo de un árbol y me fui fijando en la gente que pasaba. Unos estaban tristes, otros felices, parejas caminando de la mano, niños corriendo de un lado a otro, gente paseando al perro o leyendo algún libro. Todo era extremadamente tranquilo y podía decir que por una vez en mucho tiempo sentía que mi vida al fin tenía sentido, podía fijarme de lo bella que era la vida ahora. Las flores, el césped, la suave brisa, el cálido atardecer, el ruido de los pájaros... todo era mucho más bello ahora que lo detallaba.

Me puse a pensar que es lo que había ocurrido para por fin quitarme esa venda que llevaba en mis ojos y todo se resumía a una persona. A aquella chica que llegó de improvisto, aquella que me cautivó con su sonrisa y su mirada, aquella que me inspiró ternura por su forma de ser, aquella con la que me sentí protegida en sus brazos, aquella con la que pude ser yo misma, aquella a la que amo con locura, aquella cual nombre suyo está tatuado a fuego en mi alma, aquella chica que robó mi corazón... Elisabeth. Desde que la conocí ha cambiado mi vida totalmente, no he vuelto a beber ni a drogarme aunque a veces he tenido la tentación, soy más amigable, me valoro más y incluso he mejorado mi rendimiento en el auditorio, ella me ha echo sentir viva al fin. Me levanté y me fui a mi casa. Pasé el resto de la tarde en casa, cené, me conecté un rato en mi portatil revisando facebook y demás y me acosté. Antes de quedarme dormida recibí un mensaje en el móvil. Era Elisabeth deseándome buenas noches y recordándome que me amaba. Sonreí, le contesté y está vez morfeo si que se apoderó de mi.

Desperté temprano y con mucha energía, así que aproveché y salí a correr un rato por el parque, hacía tiempo que no salía y me extrañaba ya que siempre me encantó el deporte. Llegué al parque, hice unos estiramientos y ejercicios que me llevaron en total 2 horas. Desayuné en una cafetería y me fui corriendo de nuevo a mi casa. Cuando llegué me duché y me vestí. Pasé la mañana en casa haciendo distintas tareas como limpiar la casa, limpiar mi coche y moto y también hacer la comida que me estaba entrando hambre. Cuando terminé de comer me acordé de que me había olvidado de cuidar mi pequeño jardín que tenía en la entrada de la casa, así que cogí unas cuantas herramientas y salí afuera.

Habían muchos hierbajos y bastantes plantas casi arrancadas, todo un desastre. Me puse manos a la obra y empecé quitando las malas hierbas, después replanté las flores que tenía y las regué y aboné. Me apoyé en un muro y miré haber si había algo que no hubiera cuidado cuando una voz me asustó.

Lisa: Vaya vaya, también eres jardinera?- preguntó Lisa besándome el cuello.

Yo: Joder Elisabeth!- grité yo asustada dando un brinco- Ni se te ocurra volver a asustarme así!- reproché con la respiración agitada.

Lisa: Hola cariño, yo también me alegro de verte, estoy bien gracias por preguntar- dijo ella sárcasticamente.

Yo: Lo siento amor, es que no me gusta que me asusten- respondí abrazándola- Que tal te fue ayer? Que haces aquí tan pronto?- pregunté ya que solo eran las 15:30

Lisa: Me fue bien, la tarde pasó tranquila y terminamos el trabajo, como te echaba de menos se me ocurrió venir a verte antes, te molesta?- preguntó.

Yo: Como me va a molestar? Es solo que estaba concentrada y no te esperaba- me aclaré.

Lisa: Tienes un bonito jardín, también se te da bien?- dijo apoyándose también en el muro.

Yo: La verdad es que si desde siempre me han gustado todo tipo de plantas y flores, son tan hermosas- dije contemplándolas- Pero no más que tu- sonreí mirándola. Ella no contestó, solo se quedó observándome.

Yo: Te pasa algo?- le pregunté extrañada.

Lisa: Lo has vuelto a hacer- dijo desviando la vista.

Yo: El que?-quise saber.

Lisa: Tu mirada... me deshace por dentro- susurró.

Yo: Lo siento, ni siquiera me doy cuenta cuando lo hago- respondí mirando al suelo.

Lisa: Supongo que tendré que acostumbrarme, si es posible claro- dijo. Yo le cogí de la mano.

Nos quedamos en silencio pero no era incómodo, era un momento en el que las sonrisas y miradas cómplices sustituían a las palabras, estos momentos son los que más apreciaba. Su compañía era tan cálida me encantaba estar con ella, me sentía llena a su lado.

Lisa: En que piensas?- preguntó sacándome de mis pensamientos.

Yo: En todo lo que me aporta tu preséncia- respondí. Ella sonrió.

Lisa: Y que es lo que te aporta?- preguntó.

Yo: Seguridad, calidez, plenitud, amor, cariño...- dejé incompleto queriendo dar a entender que la lista seguía. Ella se apoyó en mi hombro.

Lisa: Por que estamos aquí fuera?- preguntó al cabo de un rato.

Yo: La verdad es que no lo sé- respondí riendo- Quieres entrar?- ofrecí.

Lisa:- mirando su móvil- No, ya nos tenemos que ir son las 16:45- respondió levantándose.

Me levanté, me acomodé un poco la ropa y el pelo y nos subimos a la moto. Al poco rato llegamos al café, bajamos de la moto y entramos. No muy lejos de la entrada vimos a Mike y a una chica la cual supuse que sería Michelle. Nos acercamos y Mike nos saludó.

Mike: Hola chicas, como estan?- saludó dándonos dos besos a cada una.

Yo y Lisa: Hola Mike, que tal?- dijimos al unisono, reímos ante esto.

Mike: Bueno llevaba esperando esto hace algún tiempo- empezó- Michelle quería presentarte a Sarah, es como una hermana para mi- nos presentó.

Michelle: Hola Sarah, un placer- dijo besándome.

Sarah: Encantada Michelle, un gusto- respondí yo.

Mike: Y está es Elisabeth, la novia de Sarah- las presentó.

Nos sentamos una vez echas las presentaciones, yo delante de Michelle y Lisa delante de Mike.

Michelle: Soys lesbianas?- preguntó ella un poco sorprendida.

Yo: Exactamente- respondí cogiéndole la mano a Lisa, la cual me sonrió- Te importa?- pregunté.

Michelle: En absoluto.

Pedimos unas bebidas y empezamos a hablar, en un principio Lisa y yo hablábamos con Michelle y Mike comentaba unas cuantas cosas pero acabamos hablando yo con Michelle y Mike con Elisabeth. La verdad es que la chica me caía muy bien, era muy maja y divertida, se le veía buena persona. Descubrí que tenía 24 años, estudiaba diseño gráfico, su color favorito era el verde, su comida favorita pescado al horno, sus hobbies, película favorita, la música que escuchaba, cosas triviales. Reímos mucho y nos lo estabamos pasando muy bien, hasta que Mike dejó de hablar y se quedó mirándo a alguien que estaba a mis espaldas.

Mike:-con cara de preocupación- No puede ser- dijo incrédulo.

Yo: Que es lo que ocu...-no terminé la frase cuando me giré y vi lo mismo que Mike.

Sentí unas náuseas terribles, un temblor se apoderó de mi y empecé a sudar. Yo misma sentí palidecer. No podía ser cierto, tenía que ser una broma que me gastaba mi subconsciente. Por que se cruzaba ella ahora en mi camino cuando estaba intentado rehacer mi vida?

Lisa: Que ocurre Sarah?- me preguntó preocupada al ver mi reacción. Yo no pude gesticular palabra.

Lisa: Que es lo que pasa Mike?- le preguntó un poco desesperada.

Mike: Lisa- la llamó y se tomó una pausa- Paola está caminando ahora mismo hacia esta mesa-concluyó.

Ella abrió los ojos asombrada y me miró intentando obtener una respuesta, pero yo no dije nada y clavé mi vista en el suelo hasta que su voz se escuchó.

Paola: Hola Sarah, tiempo sin vernos verdad?- saludó.

Mike:-levantándose- Que haces aquí Paola? No te quedó claro la última vez que no te queríamos cerca nuestra?- preguntó Mike intentando calmarse.

Paola: Ehhh tranquilo fiera, solo quería pasar a saludar-respondió- Tu no dices nada Sarah?-se dirigió a mi-

No sé de donde saqué fuerzas y le hablé.

Yo: Por fa-vor P-Paola, vete- dije yo tartamudeando.

Paola: Todavía te pone nerviosa mi presencia, ehh?- se burló ella.

Lisa: Déjala en paz- dijo Elisabeth al verme arrinconada.

Paola: Y esta quien es, otra de tus putitas?- rió.

Mi paciencia se acabó y me levanté enfurecida.

Yo: A ella no la tratas así, entendido?- la encaré.

Paola: Ohh, cuanto le has tenido que pagar para que se acerque a ti?- siguió burlandose.

Esta vez sin que yo pudiera reaccionar Lisa le dió tremenda cachetada que por poco la deja en el suelo.

Lisa: Atrevete a volver a hablarle así y te enterarás- la amenazó Elisabeth.

Yo: Por favor Elisabeth no te metas, esto es entre ella y yo- le pedí, no quería que tuviera que escuchar cosas de las que me avergonzaría- Por favor Paola sálgamos fuera, tenemos mucho de que hablar- dije yo.

Mike y Lisa iban a replicar pero a Mike lo paré de una señal y a Elisabeth con un beso.

Yo: No pasará nada tranquila- intenté tranquiliarla, después me encaminé fuera del local. Estaba lloviendo bastante fuerte pero nos dió igual.

Yo: Paola que es lo que quieres?-pregunté-

Paola: Quiero verte sufrir- respondió fríamente.

Yo: Que es lo que te he echo? Por que no puedes dejarme vivir mi vida?- pregunté yo enfurecida, me estaba sacando de quicio.

Paola: Al lado de esa zorra?-yo ante ese comentario me acerqué para pegarle pero me esquivó-Demasiado fácil. Eres un gran juego, sabías? Oh, claro que lo sabes, yo misma jugué contigo y me lo pasé muy bien, por eso es que ahora quiero seguir jugando- respondió sonriendo.

Se me formó un nudo en la garganta, tenía que ser fuerte ella quería verme débil.

Yo: Por qué no te buscas una vida y me dejas vivir la mía?!- grité desesperada.

Paola: Que vida? Aquella que intentaste arrebatarte dos veces cuando no soportaste verme con otra por que estás pérdidamente enamorada de mí?- dijo en un tono bajo arrinconándome contra la pared.

Yo: Estaba enamorada de ti, y todavía me pregunto como, Lisa y yo somos muy felices juntas, ella me ha dado lo que tu no en menos de 1 mes- la reté al borde del llanto, no podía contenerme esto me superaba. Ella se enfureció pero no dejó su sonrisa en ningún momento.

Paola: Como va a estar feliz si ni un polvo pudiste echar! Te dejará por no satisfacerla, está jugando contigo tal y como lo hice yo.

Yo:-soltándo lágrimas- Eso es mentira!-chillé yo. Desgraciadamente este restaurante no estaba en una zona común y no había nadie que me pudiera quitar de encima a esta loca.

Paola: No lo es y tu lo sabes. La gente está contigo por pena, de verdad crees que alguien podría enamorarse de ti? No! Solo eres un pequeño regalo de caridad, eres débil no sabes protegerte de nada, si no pregúntales a esos tipos que por desgracia no llegaron a violarte- siguió hablando mientras yo solo podía bajar la vista para que no viera como mis lágrimas caían abundantemente- Quiero que sepas que me pienso divertir mucho contigo.

Dicho esto levantó mi cara y me besó bruscamente. Yo intenté alejarla pero no podía, era más fuerte que yo y justo cuando casi pude zafarme me mordió muy fuerte causando que sangre saliera de mi labio.

Yo: Ahhh- me quejé de dolor. En ese momento me zafé y le di una cachetada que por lo menos me dejaba la satisfacción de que le quedaría hinchado durante unos días.

Yo: Vete y déjame vivir en paz! No quiero volver a verte en mi vida zorra!- grité con rabia.

Paola: Recuerda que no vales nada! Voy a hacerte sufrir mucho puta!- gritó marchándose del lugar.

Me dejé caer en el suelo apoyándome contra la pared y me encogí mientras la fuerte lluvia tapaba el sonido de mi llanto. Me llevé la mano al labio y me di cuenta de que estaba muy hinchado y salía mucha sangre pero en verdad no me importó, las palabras de Paola seguían en mi mente. Por qué Dios la colocaba de nuevo en mi camino? No podía creerme la mala suerte que tenía.


Hasta aquí llega el cap de hoy mis queridos lecores. De nuevo quisiera pedir perdón por la espera, el próximo lo publicaré antes. Gracias a todos por leer, comentar y valorar!. Un beso muy grande!