Mi salvación 19

Siento la espera! Aquí dejo la conti.

Hola a todos! Si, ya se que he tardado un poco, bueno, un poco bastante, pero justamente tiempo es lo que no he tenido últimamente y que España jugase la Eurocopa no ha ayudado mucho, que por cierto, la ganó ayer así que arriba España! Jejeje. Ahora que por fin soy libre de tener que estudiar y hacer trabajos los capítulos los subiré más pronto, lo juro! He leído los comentarios y ha habido uno que me ha hecho reír especialmente que ha sido el de FarruKo. La verdad es que si, le has puesto atención al relato para darte cuenta de que, si la vio en bragas, como no pudo verle las marcas?. Bueno realmente es un fallo mío al no especificarlo así que lo haré ahora para todos. Las marcas las tenía en la espalda solamente y la cuestión es que Lisa no vio de espaldas a Sarah, la llevó a su cuarto del brazo ya que la pobre Sarah no podía ni mantenerse en pie, por esa razón es que no se fijó. Siento el fallo pero bueno, espero haberlo aclarado ya y gracias a todos por los comentarios y observaciones, las tendré en cuenta, así que ya sé que más me vale no enfadar a ciertas personas de aquí si no quiero provocar un tiroteo contra mi por los alrededores de mi casa jajaja. Bueno, ahora os toca a vosotros. A leer!

Era una amenaza? No lo sabía, lo único que entendía era que llegaba tarde, normal que estuviera así. Así que si tenía novia, eso me destrozó enormemente. Entonces sus palabras vinieron a mi mente: Daño me voy a hacer igual... y si le hacían algo? Me quedé pensativa durante unos instantes, me levanté decidida con una idea en mente. La seguiría y iría a ver que demonios pasaba.


A los 10 minutos llegué y vi como Sarah entraba dentro de aquel edificio, no tenía muy buena pinta. Salí del coche y yo también entré. Aquel lugar era muy tétrico, se escuchaba el goteo del agua caer al suelo, se me puso la piel de gallina. Al final del pasillo había una puerta por la que Sarah entró instantes antes, me acerqué y intenté entrar pero estaba cerrada, así que me limité a pegar la oreja y escuchar. Durante unos segundos no se escuchaba absolutamente nada hasta que el ruido de lo que me pareció ser una cachetada invadió el ambiente.

Voz de hombre: Te dije que no llegaras tarde!- se escuchó que le gritaba a Sarah.

Sarah: Lo siento, lo siento mucho de verdad- dijo ella, estaba llorando.

La rabia y el desespero se apoderaron de mi. Qué le estaban haciendo?

Voz: Te lo advertí, te advertí que si llegabas tarde ella sufriría- dijo amenazante.

Sarah: No! No por favor no le hagáis daño, por favor- suplicaba.

Voz: Jajaja me voy a divertir mucho. Tu pequeña Elisabeth va a pagarlo muy caro, la grabaré para que tu también puedas disfrutar del momento- contestó riendo.

Me quede petrificada. Era yo la que estaba en peligro! No podía ser cierto, esa era la razón acaso por la que se había alejado de mi? Entonces era verdad que me seguía amando?. El miedo me invadió, yo misma trayéndola a casa me había puesto en peligro a mi y a ella.

Yo: Lo que le vayas a hacer a ella házmelo a mi, pero por favor no le hagas daño- seguía suplicando.

Voz: No, esta vez no- respondió fríamente.

Se escuchó el ruido de los zapatos acercarse a la puerta, antes de que la abriera Sarah habló.

Sarah: Salgamos afuera y hablemos todo, meditémoslo- sugirió.

Voz: Yo si que voy a salir pero para que Elisabeth no quiera volver a pisar la calle en su vida!- inquirió enfurecido.

Sarah: Está bien! Haz con mi cuerpo lo que te plazca, tócame, pégame, azótame, si quieres incluso escúpeme, eso era lo que querías conseguir estos últimos años no? Volver a tener mi cuerpo a tu disposición. Está bien, hazme lo que quieras pero tu a ella ni le tocarás un pelo, entendido?- dijo decidida.

Acaso antes ya la había manoseado? No no no, no permitiría que ese desgraciado la tocase, no ahora. Ella lo único que había hecho estos días era mantenerme viva mientras yo seguía mi vida tranquilamente. Había tenido que aguantar mis insultos, nuestras peleas, mis desprecios, los celos... Eso era para mi la prueba definitiva de que acabaría con todo y que ella y yo no nos separaríamos nunca más.

Voz: Hablas enserio?- preguntó el hombre sorprendido.

Sarah: Hablo muy enserio- contestó.

Voz: Tanto arriesgarías por esa simple mujer?- habló con desprecio.

Sarah: Puede que para ti sea una simple mujer, pero para mi ella es mi vida- contestó.

El hombre se alejó de la puerta y se escucharon los quejidos de Sarah, ese malnacido le estaba golpeando! Y encima en cada golpe le preguntaba si no quería que yo recibiese los golpes en vez de ella, alguien podría ser tan retorcido? No quiero imaginarme por lo que había tenido que pasar. Busqué por toda la sala algo con lo que pudiese abrir la puerta, tenía que darme prisa no iba a dejar que ella sufriese ni un segundo más, no me lo perdonaría nunca si acabase así por mi. Al cabo de poco encontré una barra de metal, me acerqué a la puerta y la clavé en la ranura por la que está el picaporte y hice de palanca, con un poco de esfuerzo pude abrirla y ver lo que la puerta me tapaba, haciendo que llorara de impotencia.

Sarah estaba en el suelo con algunos cortes en los brazos, su camisa estaba abierta, ese cabrón le había roto hasta los botones. Aquel hombre estaba encima de ella con sus manos en las costillas de ella, justo antes de llegar a su sostén. La cara de ella estaba empapada de lágrimas y su cara tenía una expresión de tristeza que me encogió el corazón. Me fijé mejor en el rostro de aquel hombre y poco a poco lo fui reconociendo. No podía ser, era su padre! Pero el no estaba muerto? La verdad no me importó, lo único que hice fue abalanzarme sobre el mientras Sarah me miró sorprendida y preocupada.

Yo: Maldito! Qué es lo que le has hecho?! Cómo te has atrevido a tocarla! Te voy a matar! Te voy a matar!- gritaba furiosa mientras le golpeaba lo más fuerte que podía en la cara dejándolo inconsciente.

No lo podía soportar, el había convertido mi vida en una pesadilla desde que me dejó Sarah. Cómo podía haberla tocado? Cómo se atrevió a hacerle daño? No podía considerarlo una persona, había obligado a Sarah a sufrir, a ella, la persona que menos lo merecía. Estaba en cólera, nunca en mi vida había sido tan agresiva, no podría expresar la rabia que sentía. No sé como se enteraron pero la policía estaba de camino, se podían oír las sirenas y entonces fue cuando se escuchó el fuerte ruido de un arma. Dejé de golpear a ese tipo y me fui girando lentamente suplicando que no hubiera ocurrido lo que me imaginaba. Fue entonces cuando mi mundo se derribó. Paola tenía una pistola en la mano, acababa de dispararla y enseguida echó a correr. Pude ver como el cuerpo de Sarah caía mientras un charco de sangre invadía el suelo.

Yo: No no no no- dije mientras me levantaba y iba corriendo hacia Sarah, me arrodillé y la cogí entre mis brazos.

Sarah: Eli-sabeth- susurró pálida.

Yo: Shhh no digas nada mi amor, no digas nada- murmuré mientras mis lágrimas caían en su cara.

Observé su cuerpo, la bala había impactado en su costado izquierdo haciéndole perder mucha sangre.

Yo: Por qué no me dijiste nunca nada?- sollocé.

Sarah: Por qué? Porque t-te amo- contestó débilmente, yo cerré los ojos haciendo que cayeran más lágrimas- Elisabeth quiero q-que sepas a-lgo. Dejarte ha si-do lo más du-ro que he hecho en to-da mi vi-da- dijo.

Sarah: Quiero que si-gas con tu vi-da, que seas fe-liz- susurró.

Yo: No, tu vas a sobrevivir y juntas empezaremos de cero, nos casaremos, viviremos juntas y tendremos hijos ya lo verás, solo tienes que aguantar un poco- dije mientras sonreía tristemente.

Sarah: N-no pue-do...- dijo mientras cerraba los ojos.

Yo: No, Sarah por favor, NO NO NO!- empecé a moverla en mis brazos intentando que reaccionase.

Un grupo de médicos y policías entraron en la habitación, los policías se encargaron del hombre y los médicos me apartaron para llevarse a Sarah. Estaba desolada, lo único que se me ocurría hacer era rezarle a Dios para que la dejase vivir.


Estaba impaciente, caminaba de un lado a otro cuando la puerta se abrió y Mike apareció llorando también. Se acercó a mi y nos abrazamos fuertemente.

Mike: Qué ha ocurrido Elisabeth?- quiso saber.

Yo: Sa-rah, Sa-rah...-no podía hablar.

Mike: Tranquilízate- me dijo.

Me calmé un poco y volví a hablar.

Yo: Paola ha disparado a Sarah, está muy grave- conseguí decir.

Mike: Qué Paola que?!- dijo alterado.

Entonces le conté todo lo que ocurrió, desde que Sarah se presentó borracha en mi casa hasta que se desvaneció en mis brazos.

Yo: Todo esto es mi culpa, todo esto es mi culpa...- dije abrazada a Mike.

Mike: No es tu culpa Elisabeth no te culpes, tengo yo más culpa que tu- contestó.

Yo: Cómo?- pregunté.

Mike: Ella me había dicho que la habían obligado a apartarse de ti, nunca pensé que le harían todo esto- se lamentó.

Seguimos abrazados un rato más. Parecía todo tan surrealista, yo pensaba que ella me odiaba y que solo me había usado, que tonta fui! Si hubiera insistido tan solo un poco más todo esto no hubiera ocurrido.

Mike: Se sabe ya quién le hizo todo esto?- quiso saber.

Yo: Su...su padre- contesté.

Mike: Cómo?!- se asombró.

Yo: No estaba muerto, se hizo pasar como si lo estuviese para vigilar a Sarah es todo lo que sé, todavía no le han sacado más información.

Mike: Ese hijo de puta me las va a pagar- dijo con rabia. Llamaron al móvil de Mike.

Mike: Hoy tenemos que ir a comisaría para testificar, nos dejarán hablar con el- contó sentándose, yo asentí.

Al cabo de 3 horas salió al fin del quirófano el cirujano, Mike y yo nos pusimos de pie.

Mike: Cómo ha ido doctor?- preguntó.

Doctor: Ha sido una operación larga y difícil- dijo.

Yo: Se pondrá bien?- quise saber, los nervios me estaban matando.

Doctor: La señorita Thompson ha perdido mucha sangre. Sufre de anemia y de desnutrición hacía días que no ingería nada. Además tenía unos grandes arañazos en la espalda lo cual ha perjudicado levemente su espalda, también sufre de un gran desgaste físico y muscular, solo Dios sabe que le hizo ese hombre. Para empeorar la situación en su estómago quedaban restos de alcohol, lo cual a echo que muchos medicamentos no hayan sido aceptados por su cuerpo- dijo, después puso su cara más seria- Voy a serles sincero, su situación es muy delicada y juntando eso con la pérdida de sangre, es muy probable que no pase de esta noche, lo siento mucho- dijo el doctor.

Mike y yo nos miramos y nos abrazamos mientas nuestras lágrimas salían.

Doctor: Ya pueden ir a recepción a coger las pertenencias de la señorita Thompson, espero que tengan suerte- anunció yéndose.

Mike: Ve tu Elisabeth, yo te espero en el coche, después iremos a comisaría- dijo caminando.

Bajé en el ascensor, me sentía derrotada y angustiada, juraba que lo último que haría en mi vida sería hacerle pagar a Paola y a Damián por lo que han causado y como Sarah no llegase a sobrevivir los mataría, me volvería loca. El ascensor llegó abajo y salí. Caminé hasta recepción y hablé con la recepcionista.

Recep: Hola buenas tardes, qué quería?- me preguntó cortésmente.

Yo: Me gustaría llevarme las pertenencias de Sarah Thompson, acaba de ser operada- le dije.

La chica se fue un momento y llegó con una bandeja con la ropa y los objetos. La recepcionista me miró con pena, seguramente ya sabía la situación de Sarah.

Recep: Qué es para usted la señorita Thompson?- preguntó.

Yo: Es mi novia- contesté sin vacilar, no lo era por el momento pero lo sería.

Recep: Lo siento mucho. Yo también pasé por lo mismo, mi novia sufrió un accidente de tráfico y casi no sale de aquí, por poco queda paralítica- contó, me sorprendió que también tuviese novia.

Yo: Vaya, debió de pasarlo muy mal- contesté.

Recep: Si. Los médicos no pensaban que lo lograría pero así lo hizo, ahora estamos viviendo juntas y ella está esperando un bebé, nuestro bebé- dijo sonriendo- Nunca perdí la esperanza.

Yo: Los médicos dicen que no pasará de esta noche- dije con lágrimas.

Recep: No pierdas nunca la fe, yo no lo hice- me animó.

Yo: Gracias- sonreí y me fui.

Salí fuera del hospital y me metí en el coche, mientras Mike conducía miré que era lo que había en los objetos cuando encontré una cadenita, me llevé la mano a la boca, mi corazón dio un brinco.

Mike: Qué ocurre?- preguntó preocupado.

Le entregué el dije y el lo leyó.

Mike: Qué es esto?- quiso saber.

Yo: Es el regalo que me dio el día que me pidió que fuese su novia, fue la primera noche que estuvimos juntas- dije, el sonrió entendiendo lo que le quise decir.

Mike: Cuantas veces estuvisteis juntas?- preguntó riendo, yo me puse roja al instante

Yo: Es necesario que responda a eso?- pregunté avergonzada.

Mike: Soy tu cuñadito, es muy necesario que respondas a eso- rió.

Yo: No lo pienso hacer- contesté.

Mike: Oh vamos venga! Acaso no tenemos confianza?.

Yo: Eso no es algo que te importe!- reí.

Mike: Que sepas que Sarah ya me lo ha dicho...-dijo.

Yo: No lo creo- respondí segura.

Mike: Oh si- contestó, después me miró- Vale no me lo dijo, pero imagino que habrán sido unas 4 veces- dijo.

Yo abrí los ojos y el me miró.

Mike: No jodas! He acertado?- se entusiasmó, yo negué con la cabeza- Oh si he acertado!- rió.

Estaba roja como un tomate.

Mike: No te pongas así mujer no pasa nada, solo una duda, eras virgen?- preguntó intentando contenerse la risa.

Yo: Mike!- grité apenada.

Mike: Vamos responde! No es para tanto- inquirió.

Yo: Si, mi primera vez fue con Sarah- contesté.

Mike: Oh que tierno. Cómo te sentiste?- preguntó esta vez serio-

Yo: Pues la verdad es que tenía mucho miedo, no sabía que ocurriría, pero Sarah en todo momento fue muy tierna y dulce conmigo apenas me dolió, fue muy especial. Estaba esperando el momento idóneo para perderla y sé que Sarah ha sido la persona indicada, no estoy arrepentida- contesté.

El no dijo nada, solo sonrió. A los 10 minutos ya estábamos entrando en comisaría, se acercó un señor.

Señor: Ustedes deben ser los familiares de la señorita Thompson verdad?- asentimos- Yo soy el Detective Méndez, un gusto- dijo dándonos la mano.

Yo: Han logrado sacarle más información?- pregunté.

Méndez: El no ha dicho nada pero el psicólogo de los cuerpos ha podido extraer por su comportamiento el porque actuó así- contestó.

Nos llevaron a una sala en la que por un cristal veíamos a su padre pero el no a nosotros.

Méndez: Este es el Doctor Navarro el psicólogo.

Navarro: Un gusto conocerles.

Se sentó y sacó unos papeles, los ordenó y comenzó a hablar.

Navarro: Verán este hombre tiene un problema mental llamado Trastorno Obsesivo Compulsivo el cual hace que su cerebro tal y como dice tenga una obsesión con ciertas cosas. En este caso se ha obsesionado con el sexo y algo que sucedió cuando era pequeño ha hecho que haya agredido a su hija- contó.

Mike y yo nos quedamos de piedra, nos esperábamos de todo menos eso.

Navarro: Se ha obsesionado con su hija a una temprana edad, la señorita Thompson, pero por el momento podía controlarse ya que en el fondo se sentía mal por lo que pensaba hacerle. Fue entonces cuando algo sucedió entre su hija y el para que entrara en cólera y la maltratara y violase. Cuando acababa el sentía vergüenza por aquello, pero veía que su ansiedad se calmaba y entonces volvía a repetir esta acción a modo de tranquilizante- dijo.

Nos quedamos en silencio un largo rato, Mike y yo estábamos muy confundidos.

Yo: Y qué ha pasado con la otra chica?- le pregunté a Méndez.

Méndez: Todavía no se la ha encontrado pero no creemos que esté muy lejos- contestó- Haremos todo lo posible para detenerla y meterla en la cárcel hasta el fin de sus días.

Mike: Cómo pudo fingir su muerte?- preguntó.

Méndez: Cuando el coche cayó por el barranco no se dio cuenta de que también habían atropellado a otra pareja, entonces el y su mujer pusieron los cadáveres en el coche y para cuando vinieron los médicos ya no quedaban rastro de ellos- contó.

Yo: Un momento, si el está vivo, eso significa que su madre también?- pregunté emocionada.

Méndez: Exacto pero hay un problema, el no tiene la mínima intención de decirnos donde se encuentra. Teníamos en mente preguntarle a la señorita Thompson pero afirma que el se ocupó de que ella siguiera creyendo que está muerta- respondió.

Mike: Maldito miserable- murmuró con furia.

No lo pensé mucho más y me levanté.

Yo: Quiero hablar con el, a solas- pedí.

Méndez: Me temo que no es posible, es peligroso- me advirtió.

Yo: Solo serán unos minutos, además ustedes estarán al otro lado del cristal viendo todo, si pasa algo pueden entrar- les convencí.

Mike me miró con cara de desaprobación pero le ignoré y entré en la sala. Damián se giró asustado y me miró, estaba llorando. Me parecía tan patético, mi odio hacia el aumentaba a cada segundo que pasaba. Me senté en la silla y crucé mis piernas, le miraba y el estaba desconcertado. Pasaron unos cuantos segundos y hablé.

Yo: Dónde está la madre de Sarah?- pregunté con voz amable.

El no contestó, solamente se limitó a mirarme mientras cogía su cabeza con sus manos.

Yo: Dónde está su madre?- volví a preguntar perdiendo la paciencia.

El levantó la cabeza.

Damián: No lo sé...-susurró.

Cabreada me levanté de la silla y me acerqué a el mientras reía.

Yo: No lo sabes, venga va no me hagas reír- contesté.

Damián: Que no lo sé- respondió.

Yo: De verdad esperas que me lo crea? Después de todo lo que has hecho, del daño que nos has causado a mi y sobre todo a Sarah, a tu propia hija, de verdad piensas que me lo voy a creer?-dije mirándolo fijamente.

Damián: Yo no quería... yo no quería que le sucediese nada- respondió llorando.

Yo: Que no querías que le sucediese nada?! Por tu culpa ella está en el hospital a punto de morirse! Y aún tienes la cara de decir que no querías que le pasara nada?!- le grité con rabia.

Damián: Tu no tienes derecho a reclamarme nada, si no hubiera sido por ti a la que le hubiéramos dado la paliza serías tu- contestó.

Yo: Tu mismo le obligaste a hacerlo! De hecho es por Sarah que estoy viva ahora, y es por eso que te juro que como ella no logre sobrevivir yo misma haré que desees no haber nacido- le amenacé- Ella lo es todo para mi, TODO, y lo único que haré es hacerla feliz el resto de mis días porque ella lo merece, y si tengo que ir a la otra punta del mundo para encontrar a su madre lo haré, removeré cielo y tierra si hace falta para encontrarla, porque sé que es lo que más ha deseado en su vida, porque se merece ser feliz, porque la amo- dije mientras mis lágrimas caían.

Los dos nos miramos, parecía que se había dado cuenta de que no era el único que estaba sufriendo y de que yo también lo estaba pasando realmente mal, pero aún así se negó a decirme nada.

Yo: Sé que en el fondo quieres a tu hija, por eso te pido que por favor me digas donde está su madre, permítele tener una vida normal junto a su madre, no nos hagamos más daño de lo que ya nos hemos hecho y acabemos con esto de una vez- intenté convencerlo.

No dijo nada, juntó sus manos y las puso sobre la mesa mientras apoyaba su frente sobre ellas, yo me acerqué más a el.

Yo: Por favor- rogué, le miré rogándole.

Damián me miró durante unos instantes.

Damián: Por qué quieres hacer todo esto?- preguntó, me extrañó la pregunta.

Yo: No es obvio? Amo a tu hija, me daría igual hacer cualquier cosa con tal de verla feliz. Su sonrisa es el mejor regalo que puede darme, soy una privilegiada al poder estar a su lado y tan solo una caricia suya puede hacer que todo el dolor se vaya. Quiero hacer todo esto porque tu hija me importa- respondí segura.

No contestó y yo me cansé. Fui a la puerta y justo antes de abrirla habló:

Damián: Está en un pueblo de Islandia llamado Kelda, habitan poco más de 100 personas no será difícil encontrarla- dijo finalmente.

Me di la vuelta y le miré.

Yo: Gracias- dije agradecida.

Antes de que saliera me volvió a detener.

Damián: Puedes hacerme un favor?- asentí- Haz a mi hija feliz, sé que lo harás. También me gustaría pedirte otra cosa, haz que se olvide del pasado que le ofrecí y dile de mi parte que estoy enormemente avergonzado y arrepentido por lo que le he hecho, lograré cambiar. No merezco su perdón pero ella si mis disculpas- dijo.

Yo: Se lo diré- contesté alegre.

Salí finalmente de aquella sala tras lo que fueron aproximadamente 15 minutos. Mike salió de la otra habitación sonriendo, yo también lo hice y nos abrazamos fuertemente. Estaba satisfecha, las cosas marchaban como lo había planeado.

Méndez: Bien hecho- me felicitó.

Me separé de Mike y le sonreí.

Yo: Qué harán con el?- pregunté.

Méndez: Irá a la cárcel aunque le daremos una medicación y las terapias con el psicólogo harán que vuelva a ser el mismo de antes, todo se podría haber evitado de haber tratado la enfermedad desde un principio- dijo.

Mike y yo salimos de allí, me llevó a casa y quedamos en que en una hora me recogería para ir al hospital, pasaríamos la noche ahí. Me duché, cambié la ropa y comí algo, después preparé mi bolsa con todo lo que necesitaría. Terminé y justo llegó Mike así que me coloqué el dije y me subí al coche.

De camino al hospital me puse a pensar que hubiera pasado si a Damián le hubieran detectado la enfermedad a tiempo, probablemente no la hubiera conocido, y en como hubiera sido mi vida sin ella. Ella me trajo mucho dolor y estuve a punto de morir pero, eso era lo único que me había aportado? De ninguna manera, me amó y me mostró su amor como ninguna persona antes, y me protegió poniéndose ella en peligro. De esta manera fue como poco a poco empecé a recordar todo lo vivido junto a ella y sin poderlo evitar lloré silenciosamente mientras mi mente le rogaba a Dios que ella se recuperase.


Aquí se acaba el cap de hoy. Espero que os haya gustado y que lo hayais disfrutado leyendo tanto como yo escribiéndolo. Gracias por las molestias. Un beso y un abrazo muy grandes!!