Mi salvación 12

Confesiones...

Hola de nuevo! Como están? Espero que bien, aquí os traigo la conti, espero que les agrade!

Yo no podía contestar, me había quedado sin palabras, un nudo enorme se me formó en la garganta y empecé a jadear fuertemente ya que no conseguía llenar de aire mis pulmones y al final caí rendida de rodillas.


Lo que se estaba reproduciendo era una cinta de una de mis violaciones. Que carajos hacía ahí? No lo podía creer, mi cuerpo no me respondía, no podía decir una sola palabra me había quedado en shock. Aun así no podía apartar mi mirada de la televisión por más que quisiese. Lloraba desconsoladamente y lo único que me apetecía era desmayarme, pero para mi mala suerte no lo hice. Mike al final reaccionó se acercó a mi, Elisabeth estaba sentada mirándome fijamente mientras su rostro bañado en lágrimas denotaba dolor.

Mike: Sarah por dios, que es esto?- preguntó mientras me levantaba. Yo no le contesté, no podía. Me sentó en el sofá y el se sentó en el suelo delante mía.

Mike: Responde por favor, responde...- pedía Mike cogiéndome de las manos y escondiendo su cara en mis rodillas, pero aún así no pude decir nada.

Mi pecho se oprimió, sentía dolor, un dolor que hubiera preferido morir antes que sentirlo, parecía como si me hubieran clavado miles y miles de dagas por todo el cuerpo y después hubieran echado sal y limón en cada una de las heridas, para después repetir el mismo proceso. Me sentía impotente y humillada de que supieran mi triste realidad y encima todavía se escuchaba la cinta haciendo crecer mi dolor. En el vídeo llegó el momento en el que ese hombre al que un día llamé padre me penetró y de mi boca solo salieron gritos de dolor mayor a los anteriores y más gritos míos pidiendo clemencia, en ese mismo instante Elisabeth decidida cogió el mando, apagó la tele y con un grito de rabia lanzó el mando contra la pared haciéndolo añicos, y en un sollozo mayor se acercó a mi, apartó suavemente a Mike y cogió mi cara entre sus manos juntando mi frente con la suya.

Lisa: Sarah mírame, por favor dime que esa de la cinta no eres tu- dijo con la voz quebrada, aunque ella sabía perfectamente la respuesta.

Al cabo de un rato como pude, respondí:

Yo: S-si lo s-soy- susurré casi inaudiblemente.

Lisa cerró los ojos fuertemente haciendo que cayeran más lágrimas y se abrazó a mi.

Lisa: Oh Dios, lo siento mucho mi vida, lo siento lo siento- repetía en un susurro, después se separó de mi y me miró- Ya lo entiendo todo, ya lo entiendo todo... es por eso que no puedes mantener relaciones sexuales, verdad?- preguntó sin pudor.

Yo bajé la mirada y asentí.

Lisa: Dios soy una estúpida, y yo que pensaba que no querías por que no te atraía, no me acercaba ni de lejos, lo siento pequeña, lo siento de verdad- se disculpó ella abrazándome.

Yo: Lisa por favor no me dejes, nadie querría estar con una persona con mi pasado pero por favor no te vayas, te necesito conmigo a mi lado- le rogué aferrándome fuertemente a ella. Tenía un miedo enorme de que ya no quisiera seguir a mi lado, si fuese así me desvanecería.

Lisa: Como se te ocurre que te voy a dejar? Te amo más que a mi propia vida, eres la luz de mi vida, eres mi sol y mi luna, tu eres mi mundo Sarah, si te dejase no tendría razones para vivir- respondió ella, en ese momento se separó de mi y me besó tiernamente demostrándome su amor.

Mike: Sarah, por que no me lo contaste? Yo te hubiera podido ayudar- dijo el haciéndose un hueco junto a mi y tomándome de las manos, Lisa acariciaba suavemente mi pierna.

Yo: Me amenazó con que me venderí a otro hombre que me llevaría fuera del país para solo Dios sabe que- respondí.

Mike: Quien fue el degenerado que te hizo eso?- preguntó.

Yo tardé en responder, ya que las palabras no me llegaban.

Yo: Mi padre...- respondí mirando el suelo.

Mike abrió los ojos enseguida y Elisabeth se separó un poco de mi para mirarme en busca de otra respuesta.

Lisa: Tu propio padre te violó?!- preguntó ella exaltada.

Yo: Si- afirmé avergonzada.

En ese momento Mike se levantó enfurecido, verle así me hizo derramar más lágrimas y me tiré en los brazos de Lisa la cual me abrazó consolándome.

Mike: Que tu padre hizo eso?! Dios, cuantas veces estuve a su lado y el cínicamente me sonreía!- se reprochó a si mismo tirando una silla- Cuantas veces pensé que el era un hombre magnífico, un ejemplo a seguir!- siguió tirando cosas, yo no hacía más que llorar estaba en cólera- Si no estuviera muerto lo mataría ahora mismo! Como se atrevió a tocar a una mujer, a su propia hija, como pudo ser tan poco hombre?!- gritó el destruyendo todo lo que encontraba. Yo al ver que estaba destrozando el salón me levanté e intenté calmarlo.

Yo: Mike por favor para ya, te lo suplico- le rogué cogiéndolo del brazo

pero el me apartó bruscamente dándome un golpe en la cara.

Lisa se levantó del sofá enfadada y encaró a Mike.

Lisa: Pero qué te pasa?! Vale que estés enfadado, que te crees que yo no? Daría lo que fuese para aliviar su dolor, pero no pienso dejar que la vuelvas a tocar aun así haya sido sin querer, entendiste?!- le gritó enfurecida.

Mike y yo nos quedamos sorprendidos de que reaccionsase así. Ella al rato cambió su expresión y se relajó.

Lisa: Lo siento mucho Mike no quise gritarte, pero es que no soporto verla sufrir- se disculpó, el afirmó con la cabeza aceptando las disculpas.

Mike: Sarah siento haberte golpeado, te duele?- se preocupó abrazándome.

Yo: Tranquilo estoy bien, bueno, todo lo bien que se pueda estar- respondí sentándome en el sofá, Lisa y Mike me siguieron.

Yo: Creo que os debo una explicación acerca de todo esto- les dije soltando una lágrima.

Lisa: Mi amor no continues si no quieres, no tienes por que hacerlo- me ofreció Elisabeth.

Mike: Lisa tiene razón, no tienes por que decirlo- objetó el.

Yo: No, quiero hacerlo, necesitó decirlo ya a alguien, no creo que pueda seguir mucho más con esto, me está matando poco a poco- dije.

Yo: Yo vivía con mi madre y mi padre en esta misma casa, ella se llamaba Keila y el Damián. Eramos la familia perfecta, mi madre era una abogada muy buena y mi padre un reconocido médico, después estaba yo que sacaba muy buenas notas en la escuela y me tenían muy mimada, eramos muy unidos. A los 13 años descubrí que era lesbiana, ya que nunca me fijaba en los chicos, solo las chicas me llamaban la atención, y ahí fue entonces donde mi perfecta vida cambió, anuncié a mis padres mi homosexualidad y todo fue de la manera menos esperada- les conté mientras unas lágrimas se deslizaban por mi rostro, Elisabeth me cogió de las manos demostrándome que estaba conmigo- Mi padre me gritó que era anormal que Dios hizo al hombre y la mujer para estar juntos y no al contrario, me gritó que en ese momento yo dejaba de ser su hija y que me olvidase de que tenía padre. Yo estaba destruida y llorando intenté irme a mi cuarto pensando que ya había acabado. El me tiró de la mano haciendo que girara y antes de que pudiera hacer algo me pegó una cachetada. Después le gritó a mi madre que cogiese la cámara y filmase todo, ella intentó oponerse pero el la golpeó y no tuvo más remedio que hacerle caso. Cuando mi madre volvió con la cámara el empezó a golpearme, me daba patadas, puñetazos, cachetadas, arañazos... Acabé con el cuerpo amoroteado y justo cuando pensé que por fin me dejaría empezó a desvestirme...- conté en un mar de lágrimas.

Lisa: Sarah por favor no sigas- me pidió.

Yo: Lisa necesito contarlo a alguien, no puedo seguir llevándolo dentro mía- respondí

Lisa: Está bien, continua- dijo ella apretando más mis manos con las suyas, sentía mucho tener que hacerle pasar por esto pero necesitaba soltarlo.

Yo: Entonces el empezó a quitarme la ropa, yo le gritaba, le suplicaba que parase entonces el se alejó. Cuando creí que había conseguido convencerle volvió y me puso un trapo en la nariz, al poco rato me desmayé. Desperté por unos dolores en mis muñecas, me las miré y pude observar que estaba totalmente desnuda y atada con cuerdas en mi cama, asustada grité y grité, se abrió la puerta y apareció mi padre con una pastilla y un vaso de agua. Me obligó a tragarla, después me amordazó y empezó a sobarme todo el cuerpo, yo me movía para que no me tocase pero poco a poco sentí como la fuerza se me iba hasta tal punto que no pude movir un solo músculo, me drogó! Entonces el deliberadamente empezó a jugar con mis pechos y a morderlos, me hacía un daño tremendo. Al cabo de un rato bajó hasta mi entrepierna y como yo ya sabía sus intenciones grité con todas las fuerzas que tenía pero el hizo caso omiso, se bajó los pantalones y me penetró bruscamente. En ese momento grité tan alto que se tendría que haber oído por todo el barrio, mi propio padre me arrebató lo más importante para una mujer, lo más íntimo, mi virginidad. Entonces todos mis pensamientos de como sería mi primera vez aparecieron en mi mente y no se parecían en lo más mínimo a la realidad. Lloré y grité de dolor, no estaba lubricada por lo tanto me dolió más todavía, sentí como si me partieran en dos me escocía mucho y mi padre ni se preocupó a que la irritación se me pasase y empezó a embestirme bruscamente. Así fueron los siguientes dos años. Cada día me golpeaba y me violaba. Entonces llegó un sábado por la mañana, cuando yo recien cumplí los 15. Mi madre entró corriendo a mi habitación, llorando me pidió que la perdonase y me dejó ir. Yo alucinaba, y sin creerme ni una sola disculpa salí de mi casa, con tal mala suerte que me vió mi padre, a mi madre ni tan solo me preocupé por preguntarle si se encontraba bien. Entonces mi padre metió a mi madre a la fuerza en el coche y se dirigió a embestirme. Yo pensé que ahí acababa mi vida, que sería la última vez que vería a mi padre y en ese momento no había cosa que desease más. En el último instante mi madre movió el volante y los dos cayeron por un barranco. Mi madre, la que siempre pensé que me odiaba salvó mi vida, me la dio matando a aquel que me la arrebató- finalicé dificultosamente, me dolía la garganta de tanto llorar.

Mike: Lo siento mucho Sarah, lo siento mucho- se compadeció abrazándome.

Cuando nos separamos miré a Elisabeth, juro no haber visto en mi vida unos ojos que denotaran tanta tristeza y dolor como los de ella, tenía sus ojos totalmente rojos y hinchados y no paraban de caer lágrimas me partió el alma verla así, yo sin pensarlo me arrojé a sus brazos, ella me abrazó fuertemente.

Lisa: Ya pasó mi vida, ya pasó, no llores más- intentaba calmarme ella- Lo importante ahora es que nunca nadie te va a hacer daño, no lo permitiremos ni Mike ni yo.

Yo me abracé más a ella y sentía también los brazos de Mike acariciar mi espalda.

Lisa: No estás sola, tienes a un hermanito que te ama y que daría todo por ti porque eres una personita muy especial y significas mucho para el, verdad que si Mike?- me animó ella. Mike sonriendo afirmó- Y también tienes a una novia que te ama con locura, que daría todo por ti, que preferiría que la mataran a volver a ver una sola lágrima salir por esos bellos ojos, porque te has metido en lo más profundo de su corazón y permanecerás ahí eternamente- agregó.

Yo la miré y solté una pequeña risa.

Lisa: Ves? Así es como tienes que estar siempre, sonriente y feliz- dijo sonriendo.

Me separé de ella lo suficiente y la besé como si fuese la última vez que lo hiciese, fue el mejor beso que me pudieron dar en la vida. Sentir sus suaves labios sobre los míos hizo no solo que me calmara, si no que me demostró que era querida y me hizo ver cuanto era yo de importante para ella, al rato nos separamos.

Mike-levantándose- Voy a recoger el plato del suelo- dijo el.

Yo: Ya lo hago yo no te preocupes- respondí levantándome.

Mike: No importa de verdad- siguió el

Mientras Mike recogía los pedacitos de cristal y las tostadas que contenía Lisa también se levantó y fue hacia el reproductor, sacó la cinta y la rompió, fue caminando hasta la cocina pero a los dos pasos se quejó de haberse pinchado con algo. Me acerqué a ella rápidamente y vi que era el mandó que antes rompió ella también.

Lisa: Siento lo del mando, te compraré otro- se disculpó apenada.

Yo: No pasa nada, para lo que vengo a esta casa no importa que me compres otro- respondí sincera.

Ella me brindó una pequeña sonrisa, me dió un besito y se fue a por la escoba para recogerlo. El resto de la mañana pasó normal, Lisa y yo nos acurrucamos en el sofá junto con Mike y vimos la tele, aunque en nuestros rostros todavía se veía un dejo de tristeza reímos mucho por las ocurrencias de Mike y Lisa, durante esos instantes dejé de lado mi tristeza y decidí hacerle frente y cerrar esa etapa que ya tendría que estar en el pasado y pensar en mi presente y futuro junto a Lisa. Como a Mike le entró hambre fuimos a la cocina.

Mike: Lisa tu quieres un plato, no?- preguntó.

Lisa: Si, sírveme un poco- respodió.

Mike vino con los platos, los sirvió y se sentó.

Mike: A comer se ha dicho!- dijo empezando a comer.

Lisa: Sarah tienes que comer algo no has desayunado- se preocupó ella por mi.

Yo: No tengo hambre enserio, se me ha cerrado el estómago- rechacé.

Lisa: Venga come un poquito aunque sea, hazlo por mi- pidió acercándome el tenedor a la boca.

Yo: Está bien- accedí comiéndolo.

Mike: Ya tienes pensado cuando iremos a la tumba de tu madre?- preguntó el.

Yo: Tenía pensado ir hoy pero con todo lo que ha pasado... siento como si me faltaran fuerzas sabes?- dije yo sin ánimo.

Mike: Creo que te vendría bien ir hoy así podrías ya quitarte ese peso de encima y incluso puede que te encuentres mejor- objetó.

Yo: Tienes razón, puede que sea lo mejor- asentí- Todavía es pronto voy a intentar echar un ojo que estoy rendida, después iremos, os importa?.

Lisa: En absoluto, ve y descansa mi vida- respondió Lisa sonriéndome.

Yo: De acuerdo, hasta luego- dije yo yendo hacía mi habitación.

Me tiré en la cama reventada, me acomodé y me dejé llevar por el cansancio. Cuando estaba apunto de quedarme dormida la puerta se abrió lentamente y alguien se tumbó junto a mi, pude reconocer que era Elisabeth por su inconfundible olor y me apartó un mechón de la cara, yo me hice la dormida. Ella después con su dedo delineó mi rostro lentamente, fue por mi mentón después subió por mi mejilla, pasó por mi frente, descendió por mi otra mejilla para acabar en mi mentón de nuevo, bajó por mi cuello y solo acarició hasta donde le dejaba la camisa y el edredón con el que estábamos tapadas, se acercó y puso su cabeza en mi hombro dándome pequeños besitos y de vez en cuando susurrándome algún "te amo" o "no me pienso se parar nunca de ti" y cosas por el estilo que me hicieron hacerme sentir mucho mejor, pero no sabía si lo decía sabiendo que estaba despierta o solo porque le nacía decirlo. Después pasó su brazo por mi costado y metió su mano bajo mi camisa empezando a acariciar mi abdomen, cosa que hizo que me estremeciera. Es increible como Elisabeth con solo unas caricias conseguía hacerme olvidar del mundo entero, de todos los problemas y dilemas, de todo lo malo que puede haber para que junto a ella solo me embarguen sentimientos de felicidad. En ese momento me di cuenta de que si algun día ella cortase conmigo no podría vivir, al igual que un humano no puede vivir sin pulmón por falta de oxígeno, yo no podría vivir sin ella, es mi pulmón, hace que recuerde que tengo que coger oxígeno por que si no desfallecería. Al igual que un humano no podría vivir sin corazón, yo no podría vivir sin ella, es mi corazón, late por cada rincón de mi ser para provenirme de todo lo que necesito. Ella es mi vida entera. Al cabo de un rato la puerta se volvió a abrir y la voz de Mike se escuchó:

Mike: Perdona, te he despertado?- preguntó en un susurro.

Lisa: No estoy despierta- respondió ella de igual manera.

Se hizo un silencio y Elisabeth volvió a acariciarme el abdomen.

Lisa: Parece un angelito, no crees?- dijo ella, sabía que me estaba mirando podía sentirlo.

Mike: Lo es hazme caso, no solo por apariencia física sino por su forma de ser. Tu la miras y ves a una persona fuerte, firme y decidida, también algo fría y distante, que sabe lo que quiere en la vida, pero en su interior es incluso más indefensa que un caracol sin closca, ella ha creado esa closca de fríaldad y dureza, y sabes que?- preguntó Mike con una voz asombrada.

Lisa no contestó pero pude notar como movía negativamente la cabeza.

Mike: Ella estuvo años creando esa closca que la aislara de lo que le pudiese hacer daño y lo consiguió, era fría incluso conmigo pero no me extraña con todo lo que ha tenido que pasar, y según me contó ella llegó una chica de la nada que con solo su sonrisa consiguió romper la dura closca, ni yo lo conseguí por mucho que lo intenté. Entonces llegaste tu y derribaste sus muros, llorando me contó que tenía miedo a que fuese de nuevo engañada ya que por mucho que lo intentase tu habías alejado toda la frialdad que tenía. Es por eso que te pido que no la lastimes- contó Mike sentándose en mi cama.

Lisa: Entonces en el fondo el hecho de conocerme la a perjudicado?- preguntó confusa.

Mike: No todo lo contrario. Si que es verdad que demuestra más sus sentimientos y es un poco más confiada pero nunca la he visto tan rebosante de alegría, te lo aseguro- respondió el.

Sentí como Lisa al cabo de poco se abrazó más a mi y recostando su cabeza en mi hombro pude notar como lágrimas salían de sus ojos.

Mike: Qué ocurre Lisa?- preguntó Mike.

Lisa: Es que ahora parece tan pequeña e indefensa, todavía me cuesta creer que haya logrado salir adelante con todo lo que le ha sucedido- explicó cayendo en un silencioso llanto.

Mike: Lisa, Sarah es más fuerte de lo que aparenta lo que pasa como ya he dicho antes es que lo que le a echo tan fuerte es quedarse con todo los sentimientos reprimidos dentro, entonces llegan días como hoy en los que explota y suelta todo- la animó- A mi también me cuestra creer que su padre haya sido capaz de tocarla, lo poco que lo conocí me pareció un hombre totalmente honorable y un ejemplo a seguir pero ahí está ella, aguantando y evadiendo los problemas que se le aparecen. Es una gran mujer, me alegro de que te haya encontrado te lo digo de todo corazón- dijo Mike.

Ella rió un poco pero después lloró más y me preocupó ya que no se debía a lo anteriormente hablado.

Mike: Ha pasado algo Elisabeth?- preguntó preocupado.

Lisa: Es que no sé como se tome una cosa que tengo que decirle- dijo ella.

Mike: Qué es?- quiso saber.

Lisa: Hasta ahora lo que sabéis es que yo gracias a Dios salvé a Sarah de esos tipos, pero no os preguntais que hacía yo por ahí a esas horas de la madrugada?- preguntó.

Mike: Ahora que lo dices la verdad es que no- respondió.

Lisa: Yo desde hace muchos años mantenía una relación con una chica y últimamente no nos estaba yendo muy bien ya que ella estaba en México y me ignoraba bastante, me dolía mucho así que saqué un billete para ir a verla. Mi familia no sabía que yo mantenía esta relación, en verdad Sarah es la primera novia que presento por que tenía miedo de como reaccionaran, afortunadamente lo aceptaron sin problemas, pero en aquel tiempo no me atreví a contarlo y con la escusa de tener que ir allí a por un cursillo de biología marina. Entonces empecé a ver a Sarah por el parque con un semblante doloroso y triste lo cual me extrañó en una chica tan guapa. Desde entonces Sarah me empezó a llamar mucho la atención y investigué un poco sobre ella, pero conseguí muy poco ya que la gente no la conocía mucho, la verdad que ella me gustó mucho. Un día después de ir a ver a Sarah como hacía desde unas semanas me llamó Marta, mi novia por aquel entonces y cortó conmigo, me dejó totalmente destrozada y salí a beber a un bar. De vuelta a mi casa escuché unos gritos provenientes de un callejón y lo que vi me dejó petrificada...- contó haciendo un silencio.

Mike: Entonces te encontraste con Sarah- afirmó.

Lisa: Exacto. Vi como dos hombres la tenían agarrada y encima que uno le había clavado una navaja. Sentí una rabia incontrolable y unas ganas feroces de protegerla se hicieron presentes en mi, pero el miedo de a lo que me enfrentaba yendo a salvarla me aterrorizaba. Valdría la pena arriesgarme tanto por una chica a la que prácticamente no conocía? Esa era la pregunta que rondaba por mi cabeza, entonces escuché como rogó que la dejaran en paz, un grito suyo cuando le clavaron la otra navaja y ver como empotraban su cabeza contra el suelo, en ese mismo instante supe que cualquier cosa valdría la pena con tal de no verla sufrir y así fue que corriendo fui hacia ella, lo que pasó después ya lo sabes- explicó ella.

Mike: Y que es lo que te preocupa entonces?- preguntó confuso.

Lisa: Ufff, Dios no sé que hacer- suspiró.

Mike: Tranquila, sea lo que sea seguro que lo comprenderá- animó Mike.

Lisa: Después de aquella noche quedamos en vernos, y así pasaron los días, no me había dado cuenta de que no había pensado ni una sola vez en Marta desde que conocí a Sarah hasta que ella me preguntó si tenía novio, me hizo gracia la pregunta ya que soy lesbiana pero le dije que no tenía. A cada hora sabía a ciencia cierta de que estaba enamorada de ella pero no sabía si ella sentía lo mismo, hasta el día que nos quedamos sin gasolina. Después de ese día en que empezampos a salir yo ya había olvidado completamente a Marta. Sucedió que hace pocos días me entró una llamada desconocida al móvil y no sé porque decidí atenderla. La que me llamó fue Marta, yo me quedé helada, desde hacía mucho que no la escuchaba y me impactó. Ella me pidió perdón y me dijo de volver, yo claramente la rechacé ya que tenía pareja, luego ella enfurecida me amenazó con que si no iba a México vendría ella y se haría pasar por mi pareja para apartar a Sarah de mi. Es por eso que de aquí a dos semanas tendré que viajar allí para aclarar todo con ella, quiero ir yo porque no quiero que Sarah piense que la he engañado, si se le ocurriese hacer lo mismo que pasó con Paola...no me lo perdonaría en la vida- confesó ella.

Mike: No te preocupes Lisa, ella lo entenderá confía en mi- concluyó el.

Pasaron unos instantes en el que nadie dijo nada hasta que Mike rompió el silencio.

Mike: La amas mucho, verdad?- preguntó el.

Lisa: La amo con toda la fuerza de mi corazón, eso no lo dudes. Preferiría morirme antes de que le pasase algo a ella- respondió segura.

Mike: Bueno me voy a descansar, te recomiendo que hagas lo mismo y tranquila, Sarah es muy comprensiva- la aconsejó- Hasta luego- se despidió, me besó en la frente y salió por la puerta.

Yo estaba confusa con tanta charla. No puedo negar que en cierto modo me molestó el echo de que tuviera a alguien esperándola en México pero entendía que no me lo contase tenía que darle tiempo. Noté como Elisabeth se recostaba más y susurrándome al oído un "te amo" se propuso dormirse. Con la tranquilidad que me daba ella más su embelesador aroma y sus caricias en mi abdomen no tardé mucho en dormirme.


Aquí acaba el cap de hoy. Espero que les haya agradado. Muchas gracias a todos por leer, valorar y comentar, me dan muchos ánimos a continuar! Un beso y abrazo muy fuerte!!