Mi relación con mi Papá. Parte 4
Escuché a mi papá tener sexo con alguien más, lo quería poner celoso y cuando descubre el semen de otro hombre adentro de mi saca sus instintos más salvajes.
Regresé tarde esa noche, venía de trabajar, me tocó hasta tarde, cuando entré escuché horrorizado gemidos viniendo de la habitación de mi Papá. Me había dicho que era bisexual, así que no me sorprendió que los gemidos eran de mujer, pero si me puso celoso, sentí como los colores se me caían de la cara y me fui a mi habitación, intenté no hacer ruido y pude escuchar como tenían un orgasmo. Mis celos eran incontrolables, solamente yo quería tener su pene en mi boca y en mi cuerpo, sólo yo quería hacerlo eyacular y gemir, yo era el que sabía mejor cómo chupársela y conmigo podía experimentar cosas nuevas. Pero ésto no se iba a quedar así. Planeé mi venganza, lo haría sentir celoso, iba a tener otro hombre. Abrí Grindr, hace tiempo no visitaba mi perfil, y busqué quien me iba a coger, el primero iba a funcionar, cualquiera, no importaba, quería tener otro pene adentro de mi y ponerlo celoso. Escuché como se abría la puerta, como salía, me quedé dormido, habrá regresado durante la madrugada, me desperté temprano, no quería verlo, llegué al trabajo desde temprano buscando quedar con alguien en Grindr, pero nada cuajó; empecé a buscar en instagram, alguien iba a querer tener sexo conmigo, les escribí a todos los que me hubieran escrito en algún punto, nada. Era un fin de semana de fiesta entonces todos iban saliendo de la ciudad. Me había dado por rendido y mis celos se iban pasando.
Mi teléfono sonó, era mi amigo Emilio, me pregunto si iba a salir por el fin de semana largo. Le dije que no, no tenía planes, la verdad mi plan original era tener sexo con mi papá todo el fin de semana sin parar pero ahora me lo había echado a perder, solo pensar en su pene entrando en alguien más me hacía enojar de nuevo. Emilio me invitó a salir a comer un rato, todo iba a estar cerrado y lo que no vacío, lo acepté. Emilio era una de esas amistades semi-cercanas, era más amigo de un amigo, su invitación me sorprendió pero asumí que era más que todos sus amigos se habían ido de la ciudad también y no quería aburrirse.
Mi papá me había escrito, pero lo dejé esperando respuesta un buen rato, le dije que iba a salir con un amigo, que iba a regresar tarde, me instruyó que cuando regresara me fuera a su cuarto, lo dejé en visto. Llegué a la casa, me vestí y todo, en ese momento me di cuenta cómo básicamente me había mudado al cuarto de mi papá, casi no tenía ropa en mi cuarto, nuestra ropa sucia estaba en una misma pila, convivíamos como pareja. Quería excitarme, entonces tomé uno de sus calzoncillos sucios y me lo puse, con él fui a mi cena.
Platicamos buen rato, nos tomamos una botella de vino y luego empezamos la segunda, la plática fue buena, demasiado, quería tener sexo con Emilio, lo invité a la casa, era tarde, mi papá estaba seguramente dormido. Emilio me preguntó si no estaba viviendo con mi papá, yo le dije que si pero que había salido por el fin de semana largo, subimos a mi cuarto y empezamos a besarnos. Pensé en poner algo de música, por el ambiente y para ocultar el ruido, pero luego decidí que no, quería que mi padre escuchara todo. Emilio me besaba ebriamente, me besaba mi cuello, me ponía las manos en las nalgas. Mis experiencias más cercanas habían sido con mi papá, entonces sentía raro tener un cuerpo joven entre mis piernas. Le quité la camisa y le besé el pecho, escuché que gimió un poco cuando lo mordí, entonces le di otra mordida en el pezón y gimió más fuerte, ése era el volumen que yo quería. Me desnudé completamente, me puse de rodillas y le besé el pene por sobre el pantalón. "¿Querés chuparla?" me dijo en volumen normal, un volumen que sabía que en el silencio de la noche mi papá iba a escuchar, "quiero que te vengas en mi boca" le respondí. Se sacó su pene, un tamaño normal, nada grande como a lo que me había acostumbrado con mi padre, se la chupé, sentí su sabor, pero me pareció pequeña en mi boca, el gemía cada vez más, encontré que si le lamía las bolas gemía más entonces me concentré ahí. "¿Me querés coger?" le pregunté, "Si" me respondió. Fue en ese momento en que me di cuenta de que no tenía condones, todos estaban en el cuarto de mi papá e igual no los usabamos. "Quiero que te vengás adentro" solucioné, "que rico" me respondió. Lo acosté en la cama y lo cabalgué un rato, yo estaba gimiendo fuerte, "que rico" le decía, "metémela más", en parte porque lo estaba disfrutando pero lo que me gustaba más era saber que mi papá nos estaba escuchando, "así, seguí, quer rico". Cambiamos de posición y quedé acostado, las piernas en sus hombros, "metemela de un solo" le ordené y me hizo caso, grité. Me siguió bombeando, su cuerpo chocanco contra el mío escandolsamente. Le rogaba que siguiera, el gemía cada vez más fuerte, hasta que escuché una exclamación, al tiempo que sentí como me rellenaba de leche. Se quitó de encima de mi y se acostó. No quería que se quedara a dormir, me puse el calzoncillo de mi papá, un short encima y lo acompañé a la puerta.
En medio de mi estado de ebriedad me asusté cuando vi que al regresar habían luces encendidas, mi papá estaba despierto, me esperaba en la sala con cara de molestía, desencajada, en ropa interior. "¿Dejaste que te cogiera alguien más?" me reclamó, "Sí, no sabía que eramos exclusivos, además tú ayer tenías a alguien acá", "no es lo mismo" gruñó mientras me tomaba el brazo con fuerza, "tú eres solamente mío" gritó. Los vecinos no estaban, ambos lo sabíamos por eso podía gritar con libertad. Me asustó, pensé que me iba a golpear. Me agarró de los brazos con las dos manos y me sacudió, yo estaba descalzo, sin camisa, en short y el solamente en calzoncillos, igualmente no sabía que hacer. "Dime que eres mío" me ordenó, yo estaba asustado, no sabía que decir, me besó con fuerza, con violencia, tengo que admitir que toda la situación me excitó mucho. "Te voy a enseñar de quien eres" me dijo, agarrado de los brazos me llevó al patio de atrás, todo estaba apagado, la única luz que llegaba era de las lámparas de la calle, mis ojos tardaron un poco en acostumbrarse. Me tiró al césped, con fuerza, yo no sabía que hacer, me quedé tirado unos segundos mientras miraba que empezaba a sacarse su pene, no estaba duro, apuntó en mi dirección y empezó a orinar, me estaba marcando. El chorro no se acababa, cuando cubrió todo mi cuerpo con orines apuntó a mi cara, "abri la boca" me ordenó y con excelente puntería me llenó la boca de sus orines, cuando terminó de orinar se acercó y me dijo: "limpiame la pija", empecé con mi lengua a lamerle el pene, se lo quería dejar limpio. "Desnudate" me ordenó, estaba en el cesped, el estaba descalzo, mi cuerpo estaba lleno de lodo y estaba tirado en un charco que él había hecho. Me quité el short, pero por alguna razón me dio pena desnudarme completamente. El se desnudó. "Que te quités todo" me dijo con fuerza, me quité el calzoncillo también, mi pene estaba completamente erecto.
"¿Te gusta esto?" me preguntó, no tuve que responder, mi erección era respuesta suficiente, "ponete en cuatro" me ordenó. No dude en hacerle caso. Se puso detrás de mi y me dijo: "Te dejó estirado ese pendejo", al tiempo que introducía un dedo adentro de mi. Dejó de respirar por un segundo, no movió su dedo un segundo, lo sacó y me dio una nalgada, "¿Se vino adentro de ti?", no respondí, tenía tanto miedo que estaba más excitado, no sabía que me iba a hacer, pero tenía mucho morbo. Me siguió nalgueando, me gustaba, empecé a gemir, "te voy a castigar de otra forma porque esto te gusta" me anunció.
Sentí como regresaba a meterme un dedo, el semen de Emilio lubricaba su dedo mientras me exploraba, yo gemía, "Ya vas a seguir gimiendo" me amenazó. Sentí como metía dos dedos, entraban fácil, luego tres, metía y sacaba sus dedos de mi culo con fuerza, me estaba estirando, luego cuatro, sentí como mi esfinter ponía resistencia, "Afloja" me ordenó, no sabía como, estaba respirando fuerte, en parte por la excitación, en parte porque tenía miedo, acababa de comprender lo que estaba haciendo, estuvimos unos minutos más, mi culo empezó a dilatarse, a ceder más, el empezó a maniobrar su mano, le daba vuelta, la metía, la sacaba, rotaba sus dedos, luego intentó meter toda la mano, había resistencia, empujaba con fuerza, sentía sus dedos entrar en mi cada vez más, los nudillos fueron la gloría, casi estaba gritando del placer, que bien que los vecinos no estaban, siguió empujando cada vez mas, yo estaba completamente acomodado para dejarlo entrar, mi cara contra la tierra humeda, el olor era fuerte pero me excitaba, se acomodó y por un momento empezó a bombearme, "Te voy a limpiar ese semen" me dijo. Su pene estaba completamente adentro de mi, dejó de moverse, me sorprendió, mi esfinter estaba suelto y su pene entro sin problema, luego lo sentí, sentí como mi culo se llenaba de algo caliente, luego sentí las gotas chorrear afuera de mi esfinter flojo, estaba orinando adentro de mi culo, la presión del chorro me estaba estimulando, se sentía caliente y delicioso, paró un segundo, luego me siguió penetrando, se volvió a poner duro.
Sacó su pene e intentó de nuevo con la mano, sus orines estaban ayudando a lubricar, sentí una explosión de placer, gemí, grité, me retorcí y en ese momento entendí que su mano había entrado toda. Se acomodó para que mientras me metía su mano yo le pudiera chupar el pene, la combinación de sabores me volvió loco, semen, orines, olor a tierra, su mano me estaba dando más placer que nunca, yo estaba gimiendo, a duras penas podía chupar, seguí mi amor me dijo, seguí, reconocí sus palabras como que estaba cerca, seguí, mientras gimió y se vino en mi boca, gimió como nunca antes, yo no tuve un orgasmo pero estaba lleno de placer.
Me besó, fue un beso largo, me ayudó a levantarme, a caminar hasta adentro, me llevó a la ducha y puso el agua caliente, mientras lavaba mi cuerpo me dijo que me amaba, que no quería que yo tuviera sexo con nadie más sin su permiso, me besó largamente, me abrazó por lo que parecieron horas, me llevó a la cama, me abrazó y nos dormimos, esa noche supe que nuestra relación era más de lo que yo había creído y me gustaba.