Mi Regreso al Puerto

El Besaba mi cuello y jugaba con mis pechos, su lengua recorría mis pezones uno a uno. estaba mojadísima, lo jale a la ducha, ahí continuamos nuestra tarea, fui poco a poco enjabonándole la espalda con mis pechos, mis manos fueron bajando a su entrepierna y frotando su pene, luego me puse frente a el y fui bajando hasta su miembro y...

Mi Regreso al Puerto:

Hola a todos!!! disculpen la tardanza, agradezco en verdad sus comentarios, mensajes y correos, espero que esta continuación sea también de su agrado.

Después de mi regreso del puerto, ese fin de semana tan sorpresivo, había cambiado muchas cosas en mi y talvez porque sentía que podía iniciar una relación aunque fuera a distancia, por muchas cosas que me atraían de el, tal vez la química que se sentía, no lo se, pero quería que nos siguiéramos viendo, al menos por mi parte si, durara lo que durara iba a correr el riesgo, esa misma noche recibí su llamada, me decía que quería que nos viéramos de nuevo, el problema ahora seria la distancia.

Seguimos en comunicación, ya fuera por teléfono, chat ó por cam, seguimos con nuestras platicas calientes y cachondas, y por las noches en ocasiones terminábamos masturbándonos en recuerdo de la noche que habíamos pasado juntos. Empezamos a planear una segunda visita al puerto, pero por esas fechas me que de sin trabajo y pues si era un poco difícil para mi, el poder ir en esos momentos, tenia que enfocarme a los problemas que se me estaban presentando.

Justamente al mes, me llaman de un empleo me dan la plaza de mi estado, tenia que viajar casi todos los días, lo que me daba la oportunidad de ir por lo menos dos veces a la semana al puerto, claro que me agrado la idea, cuando le conté a Jorge pues también, el problema es que yo solo estaría unas horas por allá, pero las aprovecharíamos al máximo, trabajaría por la mañana y por la tarde nos veríamos un rato y regresaría por la tarde-noche a mi ciudad, para que al día siguiente continuara con mi trabajo ya fuera en mi ciudad o en otra ciudad del estado.

Una semana después regreso al puerto nuevamente, la verdad me sentía mas nerviosa que la vez anterior, pero pues tenia que trabajar, me desocupe como a la 1:30 pm, le hable y le dije donde me encontraba, 20 minutos después apareció, con una sonrisa que me agradaba de el, son cosas que se sienten, fuimos a comer por ahí cercas y después tomo rumbo a su casa, teníamos que aprovechar el momento, como les dije antes era poco el tiempo que se tenía para estar juntos de nuevo.

Por un instante permanecimos besándonos, sentía su respiración agitada, ambos deseábamos estar juntos de nuevo. Los besos, las caricias, las sonrisas cómplices y los roces se hicieron presentes nuevamente, subía la temperatura en el ambiente una vez mas, sus manos en mis pechos, frotándolos al igual que mis pezones, sentía como poco a poco se endurecían y se notaban a través de mi ropa.

Su excitación fue subiendo mas, mientras yo le acariciaba la entrepierna y su bulto crecía poco a poco. Besaba mi cuello y jugaba con mis pechos, su lengua recorría mis pezones uno a uno. Para esas alturas yo ya estaba mojadísima, lo jale a la ducha, ahí continuamos nuestra tarea, fui poco a poco enjabonándole la espalda con mis pechos, mis manos fueron bajando a su entrepierna y frotando su pene, luego me puse frente a el y fui bajando hasta su miembro, lo frote un poco y lo lleve a mi boca, escuche el "Ssssssss" (o me van a decir que miento, jajajaja), muy característico en los hombres cuando están disfrutando de un rico sexo oral, mi boca fue aprisionándolo poco a poco, y se fue empapando de saliva, era excitante escucharlo disfrutar y eso me ponía mas mojada y excitada. Me pidió que parara que seguía mi turno de disfrutar y así fue, aun bajo la regadera subió mi pierna y empezó a frotar mi sexo poco a poco, con lo mojado pues todo se le facilitaba mas, primero sentí el primer dedo frotándome, luego el segundo, de lo excitada que estaba le pedí que me penetrara que no aguantaba mas, pasamos a la cama, quedé ante el y de golpe hundió su cabeza en mi vagina, empezó a lamer mis labios mayores, después abrió los labios y empezó a chupar los labios menores. Yo empecé a gemir cada vez más fuerte de lo excitada que estaba.

  • wow que rico se sentía, que bien lo hacia. Me preguntaba que si me gustaba lo que me hacia y yo solo le decía que continuara, que no parara. Tome su cabeza y la hundía en ella.

Metió su lengua en mi clítoris y jugaba con el en su boca, de vez en vez volteaba a mirarme para ver si en verdad yo disfrutaba del momento, mientras hundía de nuevo su lengua en mi vagina sin parar, volviéndome loca de placer. Después se volteó quedando en un 69 y poniendo su cabeza entre mis piernas, lo cual aproveche para meter su pene en mi boca, todo entero y empecé a chupar como su fuera una rica paleta, el gemía de placer, mientras su boca continuaba con su lengua frotando mi clítoris y sus dedos los introducía en mi vagina, mientras yo succionaba su pene muy despacio, después solo la puntita para que sintiera rico, luego mi lengua se hacia presente y lo mojaba con saliva tibia. El chupaba mi clítoris desesperadamente. Soltaba fuertes gemidos mezclándose con los míos, y después de estar un buen rato así no pudimos más y nos corrimos juntos, el seguía chupando mi vagina, mientras el lo hacia en mi boca.

Quedamos exhaustos, me recosté junto a el, mientras me abrazaba y acariciaba mis pechos como jugando con ellos, decía que le encantaban, que siempre le habían gustados las chicas con pechos grandes, como los míos, nos quedamos en silencio y cuando estuvo repuesto de nuevo, comencé a acariciarlo suavemente mientras lo abrazaba y el se dejaba, mis caricias fueron extendiéndose por todo su cuerpo, lo recorría con mis labios, dando suaves besos y su respiración iba cambiando poco a como yo iba bajando desde su boca, el pecho, el abdomen, hasta llegar a su pene y hacerle de nuevo un rico sexo oral, que lo hacia gemir de placer, me decía en voz baja que me quedara esa noche, pero bien sabia que no podía, tenia poco tiempo y tenia que regresar.

Se coloco el preservativo y me pidió que me inclinara un poco a modo que estuviera de espaldas a el y de pie, sentí como poco a poco fue penetrándome de perrito, esa me gustaba mucho, pude relajarme de nuevo y disfrutar de su bombeo, cada vez mas fuerte, yo me sentía en la gloria, no duramos mucho tiempo así, porque el se encargo de continuar con las embestidas cada vez mas fuertes, lo complemento con besos y caricias. Sentía morir de placer, y el ni se diga cada vez mas excitado, terminamos al mismo tiempo, muy agotados si, pero había valido la pena, claro!!

Después nos duchamos juntos, me arregle y me acompaño a la terminal de autobuses, nos despedimos con un beso y la promesa de que le llamaría de nuevo en mi próxima visita al puerto.

Espero que mi relato haya sido de su agrado, déjenme un mensajito y voten, por favor.

Saludos

Mariaz.