Mi Regalo Sorpresa

esto me sucedio en el día de mi cumpleaños.... fue un buen regal.

MI REGALO SORPRESA

Me llamo Javier y tengo 26 años, éste es uno de mis relatos así que espero que les agrade, es verídico. Vivo en Perú y soy gay, piel trigueña, mido 1,68 y soy de contextura medianamente obeso.

Era mi cumple y me suena el celular.

  • Hola feliz cumple loco lindo.

  • Hola Diego, gracias, ¿Qué estás haciendo?

  • Hace un rato salí de trabajar y quería pasar a saludarte, ¿estás en tu casa?

  • Si, vente – Le dije sin pensar en el regalo que me iba a dar.

  • Mira que llevo una sorpresita, espero que estés solo.

  • Si estoy solo… ¿qué sorpresa? – Pregunto sorprendido.

  • Ya te vas a enterar en un rato llego – Y corta.

Me tocan el timbre y cuando abro la puerta era Diego, entra, me abraza apoyándome todo el cuerpo y me da un rico beso en la boca. Me agarró desprevenido.

  • Epa… como estamos.

  • Si, y hoy quiero estar contigo… en todo sentido.

Siempre hubo onda entre los dos, pero nunca nos animamos a decirnos ni hacer nada por tontos, pero ese día él se animó a besarme y tomar la iniciativa, (menos mal que suerte para mí, jaja).

Nos pusimos cómodos en el sofá y abrimos una botella de vino, tomamos un par de copas y el ambiente ya estaba medio calentito.

  • Toma tu regalo pero te lo tienes que probar adelante mío – Era un bóxer y una camiseta negra con una raya finita blanca a los costados.

  • Bueno ya vuelvo.

Aparezco con ambas cosas puestas y le digo:

  • ¿Y… Cómo me queda?

Se para y apoyando una mano en la pared y la otra en mi cintura dice:

  • De diez, estás hermoso – Besándome el cuello y poniéndome cachondo.

  • Para… me estás excitando y te puedes arrepentir

  • Nunca me arrepiento de lo que hago - Contesta y se va agachando besando todo mi pecho haciéndome cerrar los ojos del placer.

  • Sigue, sigue – Le pido mientras me baja el bóxer para comenzar a darme una mamada espectacular como nunca antes había recibido.

Mientras me come de una forma impresionante la pija comienzo a gemir y a agarrarle suavemente los cabellos haciendo remolinos y dirigiendo despacio su hermosa boca carnosa que me chupaba desde los huevos hasta la cabecita de mi pija en forma muy rica.

  • Si, así dale, me pones loco – No podía abrir los ojos del placer que estaba sintiendo.

  • Te vas a acabar como mereces… bien espeso, rico y adentro mío.

Escuchar eso me calentó muchísimo, a tal punto que lo levanté y abrazándolo desde atrás lo llevé hasta mi habitación. Mientras caminábamos besaba su cuello dulcemente y apoyaba mi pija en su cola, él todavía estaba vestido.

Al sentirme como lo apoyé arqueó la espalda y me apoyó aún más la cola en mi pija.

Me dijo casi en susurro:

  • Hazme tuyo papi.

Al llegar a la habitación yo ya estaba a mil, no daba más, quería tomarlo ya.

Le saco la camisa y empiezo a besarlo desesperado buscando torpemente su cinto para sacarlo y bajarle el jean, lo logro con su ayuda. Le saco el jean, luego el bóxer, lo volteo y queda frente a mi una cola hermosa firme y redondita sedienta de pija. Me puse más cachondo.

Lo estimulo dándole besos y caricias en ese hermoso agujero que tiene y me pone loco. Como un gato ronronea de placer, y solo sin decirle nada se pone en 4 dejando su cola a mi merced.

  • Dale, dale… quiero.

Sigo mi tarea, lo beso y pongo un dedo, se excita, pongo dos calentándolo mucho, sigo un poco y… Listo su cola ya está lista para recibir mi pija, ya está bien dilatado y caliente.

Agarro mi pija y le apoyo la cabeza en la entrada, empujo despacio y entra sin dificultad. Se estremece.

  • Métela, métela – pedía una y otra vez.

Empujo de nuevo y entra la mitad larga un quejido de placer.

  • AAAAAAAAAA

La meto toda hasta los huevos.

  • MMMMM… SIIIIIIIIII.

Dejo que su cola se adapte y comienzo a moverme despacio, eso le encanta a mi chico que arranque despacio y voy tomando velocidad y ritmo, según él suelto la cintura y cabalgo como loco.

Le beso la espalda y lo tomo suave de los pelos con una mano y con la otra le agarro su cintura sin parar de cogerlo, eso nos pone locos.

La saco, nos acostamos yo detrás de él y se la meto de costado, enredamos las piernas, seguimos cogiendo sin parar con la verga re dura a punto de explotar.

Cada vez con más ganas de acabar aumento la intensidad de las envestidas apretándolo contra mí y gimiendo como loco.

  • Dame leche dale, damela.

  • Te doy, te doy.

Lo cogí intensamente hasta que ya no aguanté las ganas, se la saco y lo pongo boca arriba, subo sus piernas a mis hombros masturbándolo y lo penetro de una.

  • AYYYYYY – grita del placer.

  • ¿Te gusta Di? Dile a papi si te gusta.

  • Me encanta no pares por favor… cojéeme con toda, dale.

  • Te daré duro.

  • SIIIIIIII… no acabes, sigue papi

Cuando vi que el también se estaba por acabar aumento las envestidas y la masturbación para acabar juntos. Tras unas cuantas cogidas y varias masturbadas intensas a su pija no pudimos más.

  • Me acabo papi… me acabo

  • Yo también, goza bebé, goza rico.

Ahí nos dejamos caer ante el placer y el calor inconfundible del orgasmo. Tuvimos una acabada intensa y larga.

  • AAAAAAAAAAAAA, ACA… ACABOOOOOO.

  • SIIIIIIIIIIIII LOS DOS… JUNTOSSSSSS.

  • AAAAAAAAAAAAAA.

  • QUE RICOOOOOOOO.

Quedamos tirados en la cama, yo encima de él y sin parar de besarlo y acariciarlo. Él con semen en la cola aún habiendo usado condón y en su vientre por su gran acabada.

Al recuperar un poco el aliento le digo:

  • Vamos a ducharnos estamos todos lechados, jeje.

Entramos a la ducha sin dejar de apoyarle la pija, nos mimamos mucho y enjabonamos mutuamente. Se vuelve a poner cariñoso y me agarra mi pija para empezar a mamarla de nuevo.

Estuvo muy bueno porque me hizo acabar a puro sexo oral, cuando me recuperé de esa buena corrida lo seco, lo llevo a la cama y lo hice correr yo a él con sexo oral también.