Mi regalo de cumpleaños

Quizas sea haya dado cuenta de mi irremediable eyaculacion y ha decidido salirse de mi para alargar un poco mas mi regalo

Con motivo de mi 34 cumpleaños mi mujer se habia dispuesto a darme una sorpresa.

Ella ya tiene los 34, es morena, pelo largo y buenas curvas. Yo soy mas blanquito y de complexión fuerte, pese a nuestra edad todavía se nos puede ver.

Muchas veces entre bromas y no bromas la habia dicho que me gustaria que me invitase a darme un masaje erotico, la verdad es que solo hablando con ella de dicho tema me ponia caliente.

El dia era Sabado y a eso de las doce del mediodia nos preparabamos para salir a comer por ahí, ella vestia una minifalda bastante corta y unas medias brillantes y transparentes que dejaban ver su tostada piel por el sol del verano que ya habia llegado a su fin, me encantaba verla asi, después de muchos años juntos me considero afortunado pues me pone mas que cuando eramos adolescentes, quizas sea como el buen vino que con los años mejora, esta claro que tanto ella como yo no podemos estar igual que cuando teniamos 20 años, pero quizas el buen rollo sexual que llevamos, cada dia mejor, ayude a gustarnos mas mutuamente.

Lo estabamos pasando bien mientras comiamos, como siempre que salimos solos, sin hijos y sin amistades, no somos gente rara, o por lo menos yo no lo considero asi, pero cuando mejor lo pasamos es cuando salimos ella y yo, solos, sin nadie que nos corte una mirada, un beso, una metida de mano de adolescentes medio salidos por las hormonas o terminar follando como perros en donde surja como ya he contado en algun relato.

Mientras terminabamos el postre:

-Y mi regalo, que, para cuando?

-Tu regalo tranquilo que dentro de un rato lo vas a recibir.

La verdad es que no me imaginaba que me tenia preparado, siempre me lo habia entregado nada mas levantarnos de la cama, pensaba que tendria unas entradas para un concierto de algun cantante de esos que tanto me gustan y por una casualidad no me habria enterado que estaba por nuestra ciudad.

Salimos del restaurante y cojidos de la mano andamos, por supuesto ella es la que guia. La idea del concierto la descarto por la hora que es, son las cinco y media de la tarde, a esas horas como que no.

-Me quieres decir donde vamos?

-Tranquilo que ya llegamos.

Nos paramos en un portal y ella busca un boton en el portero automatico, llama y abren sin preguntar, la puerta era grande, de esas de madera labrada, pues el edificio debia de tener 100 años o mas, cojemos el ascensor y marca la cuarta planta.

-Me quieres decir donde me llevas?

-Te llevo a un sitio para que te relajes y te olvides de todo

Me cuesta creerlo pero creo que ya se de que se trata.

Llamamos al timbre y en unos segundos nos abre la puerta una mujer de unos 37 o 38 años, alta de estatura, morena, con el pelo castaño, largo y liso, vestida de lo mas sugerente, minifalda justa, botas altas y una especie de corpiño que dejaba ver un pronunciado escote.

-Hola, sois Sandra y Roberto.

-Si.

Nos pasa a una sala de espera y nos sentamos en un sofa muy comodo, y la pregunto.

-Y esto.

-No tenias ganas de un masajito erotico, pues nada, ya lo tienes, feliz cumpleaños mi amor, ahora a relajarte y dejarte hacer.

Me encontraba ya muy excitado y mi polla pedia guerra, al momento abren la puerta y aparece o eso quiero entender la persona que me va a dar el dicho y tan deseado masaje.

Era una chica de unos 30 años, piel clara, el pelo largo negro y liso, muy guapa, ojos grandes y labios carnosos, un batin negro tapaba su cuerpo, hasta la parte inferior de su respingon trasero,

-Hola pareja, me llamo Eva.

Nos saludamos con dos besos y nos invita a otra habitación, la seguimos por un pasillo y no puedo dejar de mirarla, es una mujer preciosa, cuando miro a Sandra me sorprende ver que ella tambien observa con atención su figura, en esos breves momentos me excita pensar que Sandra se pueda sentir atraida por otra mujer. Muchas veces en mi imaginación la veo follando con otra mujer , creo que no soy el unico que alguna vez le hubiera gustado ver a su mujer tumbada boca arriba recibiendo una polla inerte amarrada al cuerpo de otra mujer mientras sus pechos se rozan y sus bocas se unen en un largo beso.

Llegamos a la habitación, hay una camilla, velas por sus laterales y un sofa donde Eva le dice a Sandra que se puede sentar, nos ofrece una copa de cava y nos abandona un momento para que me desvista y me tumbe sobre la camilla.

-Que? Te gusta tu masajista, he elegido bien.

-Si me gusta mucho, parece muy agradable y esta buenisima, ahora hace falta que sepa dar bien los masajes.

Me mira y sonrie. –Seguro que si.

Me tumbo sobre la camilla, boca abajo y solo con mis boxer pegados a mi cuerpo, la luz es tenue, solo alumbra la habitación la luz de unas velas, Sandra se encuentra sentada enfrente de mi con las piernas cruzadas y su copa de cava en la mano.

Siento unas manos calientes en mis tobillos, esas manos aprientan la base de mis pies, luego los gemelos, suben hasta la parte trasera de mis rodillas, ahora la entrepierna, mmmmmm me encuentro muy excitado y esto acaba de empezar, llena sus manos de aceite esencial, masajea la planta de mis pies, se sube a la camilla y un cosquilleo invade mi cuerpo de arriba abajo cuando su cuerpo roza la parte inferior de mis piernas, con cada mano me acaricia una pierna desde abajo hasta arriba.

Se incorpora y no se con que utensilios me masajea la espalda, de repente para y al momento siento caer en mi espalda aceite, el roce de sus manos y antebrazos me excita, esparce todo el liquido. La verdad es que si en la puerta no nos hubiera recibido la misma mujer y Eva llevara otra ropa puesta, esto seria un masaje relajante de lo mas normal, pero por suerte creo que cambiara.

Me susurra al oido.-Date la vuelta- Al dar la vuelta cruzo una mirada complice con Sandra y como es de imaginar mi polla a cogido tamaño. Siento otra vez caer liquido sobre mi pecho, sus manos lo esparcen por todo mi torso y vientre, siento escalofrios cuando sus manos se acercan sin tocar a mis partes mas intimas que aun siguen escondidas.

Muy suavemente me quita los boxers, con una pequeña toalla me tapa otra vez. Ahora le toca a la parte superior de mis piernas y a cada pasada sus manos rozan mis depilados testículos, que excitante, mi polla ya esta dura, me quita la toalla, llena mi polla de aceite y maltratandome acaricia alrededor de mis intimidades, solo siento unos leves roces. Ahora por fin ya siento como su mano se cierra sobre mi polla, sube y baja, despacio, que rico, estoy en la gloria, su otra mano acaricia mis huevos, la miro, la veo concentrada en su trabajo, cuando se percata de mi me mira fijamente mientras sigue con sus caricias, su mirada era cautivadora, sin dejar de mirarme se reclina y de golpe se mete toda mi polla en su boca. Me siento extrañado puesto que cuando Sandra y yo habiamos hablado del tema de los masajes siempre di por hecho que fuera una cosa erotica con final feliz, esto no me lo esperaba, pero como me dijo ella, relajate y disfruta…

Era una diosa, su lengua pasaba por mi capullo mientras una mano subia y bajaba suavemente, su mirada clavada en la mia, ahora me pajea con las dos manos, otra vez el calor de su boca invade mi rabo, me la estaba chupando muy rico, despacio, la mejor mamada que he recibido o la mas excitante, quizas por la situación, estaba a punto de correrme y ella se percato, entonces me empezo a lamer los huevos porque si no iba a estallar.

Cuando quise buscar la mirada de Sandra me quede nuevamente sorprendido. La ropa de su cuerpo desaparecio, con una mano sostenia la copa de cava y con la otra se acariciaba sus pechos ya humedos de su propia saliva. No cabe duda de que el hecho de verme en manos de otra mujer la excitaba mucho. Yo tambien estaba a tope puesto que al fin y al cabo el protagonista de la situación era yo, y por otra parte tampoco sabia hasta donde llegaria el “regalo”.

No aparto la mirada de Sandra, me resulta casi imposible hasta que siento una pequeña presion y calor humedo, sin darme cuenta Eva se a sentado sobre mi y su coñito sirve de guarida para mi duro pene, ahora ya se donde esta el fin de este “regalo”, voy a ser follado por una preciosa mujer que no conozco mientras la mia propia disfruta de ello, o se une al festin, eso ya no lo se.

Solo tres puntos del cuerpo de Eva estan unidos al mio, sus manos sobre mis pectorales y las calientes paredes de su vagina que se deslizan sobre mi falo. Esta situación es increible, nunca imagine que alguna de mis fantasias se fuera a hacer realidad, aunque bien es cierto que de todas las que tengo puede ser que sea de las pocas que pueden llegar a hacerse realidad, al fin y al cabo tampoco es para tanto, hay una mujer pagada por la mia para follarme mientras ella lo ve todo y se pone de lo mas cachonda, igual no es de lo mas normal pero tampoco le veo nada malo, lo que es, y doy fe de ello, es que es de los mas excitante. Por otra parte yo tambien aceptaria encantado estar en la situación de Sandra, ser yo quien estuviese sentando viendo como ella es follada por un tio bien parecido, ver como su enorme herramienta se adentra en el interior de su culito mientras ella grita y gime como una putita, y entre grito y gemido me pide que me una al jolgorio, para sentir dos pollas dentro de ella o para compartir la polla de su amante y que este nos folle a los dos.

-Follalo fuerte, asiii, me pones muy cachonda Eva.

Eva cabalga sobre mi, no cesa en sus movimientos, con sus ojos medio abiertos me mira con cara de viciosa, su boca tambien a medio abrir se seca por lo agitada que tiene su respiración, por parte de nuestros cuerpos quedan resquicios del aceite usado por ella anteriormente, sus pechos se mueven al compas de su cuerpo, con pequeños y rapidos movimientos hace que la mitad de mi polla entre en ella para que despacio y sin previo aviso desaparezca enterrada en su interior, sus caderas hacen movimientos circulares y un placer muy grande recorre todo mi cuerpo y mi mente, otra vez los pequeños movimientos solo con la mitad de mi rabo dentro de su coño, parece que Eva es una experta en torturas porque en instantes este juego placentero se convierte en eso, una tortura grande, me muero de ganas de sentirme dentro de ella, sentir el calor y la humedad de su cuerpo pero se hace esperar. Esta chica es un placer, una experta en esto de los “masajes”. Los movimientos circulares ahora son solo con la punta de mi pene dentro de ella y el placer y gusto es casi indescriptible y prácticamente imposible de aguantar.

Quizas se haya dado cuenta de mi irremediable eyaculacion y ha decidido salirse de mi para alargar un poco mas mi “regalo”, siento el calor de su boca pero muy breve, se tumba en la camilla de espaldas a mi, levanta su pierna para abrir el paso a su coñito mientras me mira y con sus ojos me dice que la folle.

Muevo mi cadera hacia ella y la penetro, Eva mira a Sandra, y Sandra, mientras se masturba gimiendo ya sin ningun complejo nos mira a los dos, Eva con su brazo en una postura un poco rara me tiene cojido hacia ella, su cabeza tiene movimientos irracionales lo mismo que de su garganta salen alarido estos si al son de mis fuertes embestidas, tambien de los adentros de Sandra salen desgarradores chillidos que nos anuncian su rico orgasmo. Eva parece que acaba de perder la razon, su brazo no para, se acaricia el clítoris, se desliza por mi cuerpo hasta llegar a mis gluteos para apretarme con fuerza hacia ella.

AAAAAAH

MMMMM

Casualidades de la vida, creo que se van a correr estas dos putitas al tiempo.

Yo tampoco voy a poder aguantar mucho mas, ya no solo es el placer fisico, es lo que estoy viendo y viviendo, el cuerpo de mi mujer brilla por su propio sudor, se esta corriendo como una perrilla, mi masajista tampoco aguanta y su grito creo que se puede oir en el exterior del local.

No se si lo tendrian hablado pero Eva me tumbo bocarriba sobre la camilla y, ella, de pies nuevamente me la empezo a chupar otra vez, alternado su boca y su mano, mi mujer al otro lado, siento su aliento en la punta de mi polla, Eva me pajea y otro grito desgarrador sale de mi a la vez que mana de mi cuerpo una gran cantidad de semen que acaba en la boca de Sandra, mi polla todavía latente desaparece en la boca de mi querida mujer.

Me encuentro como ido, como colofón veo a Sandra y a Eva que se acercan, sus pechos se rozan, con sus manos se acarician sus respingones culos y en sus bocas con la ayuda de sus lenguas comparten la leche caliente que acaba de salir de mi interior.

Cierro los ojos por unos instantes y al abrirlos veo a estas dos diosas del olimpo, “para mi”, fundiendose en un dulce y acalorado beso.

-Adios guapisima.- le dice Sandra, y Eva le guiña un ojo de complicidad, veo a Eva contonear sus caderas y perderse en el pasillo del centenario piso.

-Quien no a tenido una fantasia como esta o similar, quizas alguien la haya echo realidad, por favor animar a mi mujer

Gracias.