Mi reencuentro con Evelyn

De mi segunda vez con aquella espectacular rubia, esta vez en mi casa.

EL REENCUENTRO CON EVELYN

Hola, aquí estoy con mi segundo relato, no sin antes agradecer los comentarios de apoyo recibidos por el primer relato que publique, a todos gracias.

Después de ese primer extenso y salvaje encuentro con Evelyn, cuando a la mañana siguiente llegue a mi casa a descansar un poco, lo primero que se me vino a la cabeza fue pensar en lo que había hecho, sentí como una mezcla entre la satisfacción por todo ese placer pero a la vez culpabilidad y arrepentimiento de saber que "ella" no era una mujer después de todo y que eso, no era muy bien visto por mucha gente, total después de pensarlo mucho decidí no gastar mas neuronas en eso y acostarme a descansar un buen rato, ya que la faena de la noche anterior con aquella hermosa rubia con sorpresita había sido bastante intensa.

Pasaron varios días antes de volver a hablar con Evelyn, y los pase debatiéndome entre los sentimientos que desde la mañana siguiente de nuestro encuentro me venían atormentando, por mi mente pasaban las imágenes de todo cuanto hicimos, de su espectacular cuerpo, los recuerdos de cuando le chupaba sus redondos senos, de su boca comiéndose mi pene como si fuera la última vez que lo fuera hacer, recorriendo con su lengua la cabeza mientras estaba en su caliente y húmeda boca, la forma como succionaba mis bolas haciéndome ver estrellas, y también, recordaba aquel penecito rosado, delgado y no muy largo, que se fue poniendo duro, erecto, mientras le daba las primeras chupadas y lamidas, era esto lo que mas me atormentaba, pues nunca antes había hecho tal cosa, pero por otra parte, me sentía bien, no se por que me había gustado, y quería hacerlo de nuevo.

Fue entonces cuando me decidí a llamarla, fue para el viernes siguiente, me encontraba algo malhumorado en mi trabajo, entonces, en medio de tanta presión, decidí llamarla, por que además, las ganas de verla y estar con ella otra vez se estaban volviendo insoportables.

Busque su número y le marque, apenas pasaba el medio día.

  • Aló, contestaron.

Buenas tardes, ¿Evelyn se encuentra?

  • Si, con ella habla.

Hola linda, soy David, ¿me recuerdas?

  • ¿David? ¿Nos conocimos el sábado cierto?

Si, así es… ¿como has estado preciosa?

  • Muy bien, gracias por tu llamada, la verdad nunca pensé que lo fueras a hacer pero veo que me equivoque.

La verdad te he pensado mucho toda esta semana, he tenido ganas de verte pero no me atreví a llamarte.

  • ¿Por qué no lo hiciste? Tal vez nos hubiéramos visto de nuevo

Al decir esto, el corazón casi se me sale, las explicaciones para esas palabras sobraban.

No se por que no lo hice, respondí, solo se que ahora estoy hablando contigo y que me encantaría verte de nuevo.

  • Bueno, no se, dime tu cuando puedes.

Podría ser esta noche, si puedes.

  • Encantada, vienes a mi casa o nos encontramos en alguna parte?

Dude la respuesta, por un lado sería viernes en la noche y no caería nada mal salir y tomar algunos tragos, pero por otro lado, ¿Si alguien me veía? ¿Reconocerían que no es una mujer si no un travesti? Pensé eso y muchas cosas mas, al final y casi sin saber por que le respondí

Iré a tu casa, como a las 8.

  • Está bien, te espero… chao.

Colgué y apenas lo podía creer, me vería esa noche con la "mujer" que me había atormentado en pensamientos toda la semana, pero aun pensaba que sucedería esa noche, si de pronto se le antojaba por salir a dar una vuelta, a tomar algo… ¿que haría entonces?

Lenta y tormentosamente para mi paso esa tarde, deseando que fuera rápido de noche para ir a mi casa, bañarme, ponerme ropa limpia y salir al encuentro de mi obsesión.

Salí a las 6 pm del trabajo y me dirigí a mi casa, llegue casi a las 7, lo cual me dejaba con el tiempo justo para arreglarme y salir.

A las 8 en punto estaba tocando la puerta del apartamento de Evelyn.

  • Hola, ¿como estas? Pasa.

Hola, bien gracias… me quede sin habla al ver lo bella que estaba.

Vestía una blusa ceñida color rojo, bastante escotada, un pantalón negro muy ceñido que le resaltaba bastante las piernas y el culo y unas sandalias de unos 6 o 7 cms de tacón que dejaban ver sus preciosos pies, esta vez con las uñas pintadas de un color rosa claro, bastante sexy.

  • ¿No vas a entrar? Pregunto.

Si, si, es solo que te ves espectacular esta noche.

  • Gracias.

Pase y me senté en la sala.

  • ¿Deseas tomar algo?

No gracias, así está bien.

Se sentó a mi lado y comenzamos a hablar.

  • Y cuéntame que tanto has hecho estos días?

Nada en especial, solo trabajar y… pensar bastante en ti.

  • ¿En serio? ¿Y eso que tanto has pensado?

Recordando todo lo que pasó el fin de semana anterior

  • Si, yo también lo he pensado mucho y creo que no estuvo bien lo que hicimos, apenas nos conocimos y terminamos tirando toda la noche.

No, no para nada, no creo que haya estado mal hecho, es solo que, no he dejado de pensar ni un minuto en ti y lo único que quisiera es volver a estar contigo en la intimidad

  • No se que decir… la verdad yo también he pensado mucho en ti y he querido que vinieras a cogerme como lo hiciste ese día, pero por otro lado se que no esta bien por que aunque nos gustamos se que no soy una mujer como las que tu estas acostumbrado a tener, y por eso, solo he recibido desprecio, me toman solo por un rato, solo por que les gusta mi culo, y después tiran a la calle, me humillan

Ya, tranquila, le dije mientras la abrazaba.

  • No, tú no imaginas lo que me ha sucedido, tratar de ser lo que soy no es fácil, todo el mundo te mira raro, te discrimina, no lo imaginas.

Si, lo se… tranquilízate.

  • No quiero que contigo me pase lo mismo, recibir solo esas cosas malas.

Evelyn, tu y yo sabemos que nunca podremos tener nada, pero, por que no aprovechamos el momento, la atracción que existe entre los dos

No me dejo terminar de hablar pues me cerro la boca con un beso, introduciendo su lengua en mi boca.

  • No hables mas, solo bésame y veremos que pasa

Seguimos besándonos, comencé a acariciar sus redondos pechos sobre esa blusa, sentía como sus pezones comenzaban a excitarse, no llevaba brassier.

  • No sigas haciendo eso, me calientas.

Esa es la idea amor

No, no, no quiero que lo hagamos aún

Comencé a sospechar lo que temí durante la tarde.

Que quieres entonces, pregunte.

  • Quiero que salgamos a tomar algo por ahí.

Quede frío con eso, no sabía si decirle sí o no.

  • ¿Pasa algo?

No, nada es que

  • Es que no quieres salir conmigo por que te da vergüenza que te vean con una como yo, cierto?

No, es solo que

  • No sigas, yo se que es eso, además, a que le temes? No recuerdas que salimos juntos de aquel supermercado? Y bastante gente nos vió hasta que llegamos aquí.

Su respuesta me dejo mas frío aun, pero tenía razón.

Si, tienes razón, respondí, entiendeme, nunca me había pasado algo igual y me siento un poco extraño.

  • Esta bien, si quieres vamos a un barcito que es bueno, y además es bastante tranquilo.

Esta bien, además, ya no me importa si me ven, por que eres una mujer muy hermosa, incluso mas que muchas que he visto toda esta semana.

  • Tan lindo, por eso no he dejado de pensarte en toda la semana, y además, de desearte

Gracias, me halagas. Respondí.

Salimos entonces al bar que ella menciono, queda en un sector bastante comercial, pero tal como lo dijo, es muy tranquilo y discreto.

Entramos y buscamos una mesa en un lugar más bien apartado, aunque no había mucha gente y el lugar no era demasiado grande pedimos dos cervezas y comenzamos a hablar.

Le pregunté entonces a que se dedicaba, a lo cual suspirando, me respondió.

  • Si supieras lo que me ha tocado hacer.

Cuéntame, si no quieres hablar de eso, tranquila.

  • No, esta bien. Mira, yo no soy de aquí, llegué aquí hace unos dos años, pero cuando llegue aquí ya me había transformado totalmente, lo único que me faltaba era mi identidad como mujer, lo cual hasta ahora con ayuda de un amigo, estoy comenzando a tramitar, pero es algo muy lento y con mucho tramite de por medio.

Y como hiciste para ganarte la vida aquí cuando llegaste?

  • ¿Como crees tu? Me toco vender mi cuerpo

Si no te sientes bien hablándome de esto no lo hagas, le dije.

  • Si, creo que lo mejor es que no lo haga, pues no quiero llorar acá.

Y entonces que haces ahora? Pregunte.

  • Uno de mis clientes, que por cierto me visitaba regularmente, me ofreció una ayuda, me dijo que tenía unos almacenes de ropa en un centro comercial pequeño en el centro, me dijo que por mi apariencia pasaría como una chica cualquiera y que así podría llevar una vida normal.

Y aun trabajas ahí?

  • Si, llevo ahí unos 6 meses.

Y entonces por que no trabajaste el sábado?

  • Por que era mi cumpleaños y le dije a el que me diera el día libre, además, tu fuiste mi regalo… el mejor que me han dado en años.

Diciendo esto acaricio mi verga por debajo de la mesa, apenas sentí su mano, se puso dura.

  • Pero que ganas tienes… dijo maliciosa, veo que si me has extrañado mucho.

No te imaginas cuanto, respondí.

Estuvimos allí casi hasta la media noche, tomamos unas cuantas cervezas, nos besamos, y en una ocasión aprovechando la oscuridad del lugar donde estábamos, metió su mano en mi pantalón y cogió mi verga, mientras me decía al oído

  • Quiero tenerlo ya en mi culito

Vamos entonces a tu casa, le dije.

  • No, quiero que sea en la tuya, dijo.

Esta bien, vamos entonces.

Salimos de allí y tomamos un taxi directo a mi casa, en el recorrido nos besamos apasionadamente mientras que yo le agarrraba las tetas sobre la blusa y ella hacia lo propio con mi verga.

Entramos derecho a mi habitación, me tiro en la cama y dijo

  • Esperame

Entro al baño y en cuestión de 5 segundos salió solo en tanguita y sandalias, su pene se asomaba por un lado de la tanga, flácido, se que lo hizo intencionalmente para excitarme.

  • Ahora si, ven que quiero esa verga dura en mi boca

Me bajó el pantalón, el bóxer y la tomo con la mano, mientras con la otra me acababa de sacar esas prendas, mi verga húmeda por el líquido seminal, se estremecía al sentir las manos de aquella diosa transexual masturbándola.

Mientras yo me sacaba la camisa y quede totalmente desnudo, ella, tenia todo mi pene en su boca, lo mamaba de maravilla, lo sacaba y lo lamía todo, de abajo hacia arriba, lamía mis bolas, las succionaba, succionaba solo el glande, lo lamía, lo besaba con ternura.

Entonces, se levanto y se puso de pie frente a mi, quedando su pene semierecto frente a mi cara.

  • Ahora quiero que lo chupes, por que se que eso es lo que quieres hacer.

Si, no lo niego, quiero tener tu lindo pipicito en mi boca otra vez

  • Eres un pícaro, quiero que me lo hagas, muy rico….

Me acerque a su pene que aún salía por un lado de la diminuta tanga, lo introduje lentamente en mi boca saboreándolo mientras ella dio un hondo suspiro

  • Que delicia, ven, quiero chapártela otra vez

Nos acomodamos entonces en un 69, ella sobre mí, chupando mi pene, mientras yo le saboreaba ese pene rosado y pequeño, delicioso, lo chupaba con delicadeza y lo lamía como si fuera un helado.

Estuvimos así por un buen rato, hasta que se levanto y se puso sobre mí

-Quiero tu verga dentro de mí, hazme tuya de nuevo.

Se sentó entonces, y puso la punta de mi pene en la entrada de su ano apretadito y lo metió lentamente.

  • Aaaahhhh, que delicia, tu verga esta rica, ahora quiero que me lo hagas duro y que me llenes el culo con tu leche.

Comenzó a cabalgarme, lo hacia maravillosamente, no aguante mas de dos minutos cuando mi verga explotaba en su interior.

  • No, gritó ella, tan rápido no

Pero mi corrida la excito tanto que termino por correrse ella también, echando sus chorros de leche en mi abdomen y pecho.

  • Aaaahhhh, que delicia, no quería que te vinieras tan rápido, pero el sentir toda tu rica lechita en mis entrañas me hizo venir a mi también.

Si, tu culo es delicioso, no me pude resistir.

Se recostó sobre mi, con mi pene aún dentro de ella, su lechita se fundió entre nuestros cuerpos en ese prolongado abrazo, así duramos un rato hasta que dijo:

Duchémonos, vamos a dormir un rato.

Nos fuimos al baño, cuando nos duchábamos tuve otra erección mientras le enjabonaba el culito, me hice detrás de ella y lo puse entre sus nalgas, entonces comencé a enjabonar su pene, masturbándolo...

  • Quiero que me masturbes, que me hagas venir con tu mano.

Mientras le hacia esto, ella masturbaba el mío, pero yo seguía detrás de ella, con una mano lo masturbaba y con la otra acariciaba sus bolitas, sus tetas y su culo.

Después de un rato así, me puse frente a ella, me arrodille y se lo chupe

  • Vamos papi, quiero venirme, sacame la lechita con tu boca

Se lo seguí mamando hasta que comenzó a gemir fuerte, intuyendo que estaba cerca de venirse, lo saque de mi boca, su leche cayo en mis labios y pude saborearla, tenía un sabor un poco salado, no me desagrado.

  • Me has hecho ver estrellitas papito, ahora yo te recompensare.

Me llevó a la cama y me recostó, ahora fue ella quien hizo lo propio con mi pene, devorándolo una vez mas con su caliente boca, en menos de tres minutos de una mamada de fantasía, estaba tragándose toda la leche que de mi palo salía, lamió mi pene dejándolo limpio .

  • Tu leche esta deliciosa, de haberlo sabido no hubiera dejado que me la echaras en el culo y me la hubiera tomado.

Pues si quieres de ahora en adelante solo te la doy en la boca.

  • No, esperemos mas bien a que lleguen esos momentos y ya decidiré donde la quiero, por ahora solo quiero que durmamos.

Esa noche dormimos desnudos y abrazados, aunque, en la madrugada, me desperté por algo que sentí, era ella mamando mi verga otra vez, lamiendo la cabeza y chupando el glande despacio, saboreándolo y disfrutándolo, hasta que nuevamente termine en su boca, bebiéndose todo el semen que salía.

Gracias a todos los que han leído este relato y espero les haya gustado. Un abrazo para todos.