Mi Razón De Vivir 3
Capitulo 3
Mi Razón De Vivir.
Capitulo: III
-Luke-
Me había quedado dormido durante todo el trayecto a Caracas, donde según la información que tenia, me estarían esperando los instructores de la universidad junto a los demás estudiantes ingresantes del país que fueron elegidos.
Baje del avión con cara de no haber dormido en días, camine durante algunos minutos en círculos, hasta toparme por casualidad con el resto del grupo, que por cierto ya hacia rato que esperaban por mi llegada.
-¿Joven Smith?- Pregunto un alto hombre de obvia lengua navita inglesa.
-Si señor-
-¿Y su maleta?- pregunto viendo a los lados.
-No tengo señor, lo que llevo es lo que tengo.-
Me miro un poco confundido, me hizo una seña con el ojo, luego miro al resto del grupo.
-Muy bien, ya estamos completos, supongo que deben tener hambre, vamos a comer algo antes de tomar el vuelo. Les recuerdo que nos esperan dos vuelos, uno a Miami, luego otro a California.-
Nos llevaron a comer algo, ya que nos esperaban largas horas de vuelo antes de llegar a la universidad. Allí nos hicieron hablar de nuestras expectativas de estudio y lo que sentíamos que podíamos aportar a la universidad Stanford, dando cada quien su opinión, al igual que el día de las entrevistas de ingreso. De esta manera transcurrieron las horas, hasta la salida de nuestro vuelo a Miami, vuelo que no sentí en lo absoluto, ya que estuve dormido durante todo el viaje y al llegar nos llevamos una sorpresa, pues el vuelo a California ya estaba a punto de salir. Si nos fuésemos tardado unos minutos más, perdíamos el vuelo.
Estas últimas horas habían sido tan agobiantes que no había pensado en Marcos, intentaba indagar en el por qué de su actitud ¿Por qué estaba llorando? ¿Sería por mí? Por supuesto que fue por mí, después de todo me había ido sin dar ninguna razón de ser, tenía todo el derecho de estar así. Entonces esto quiere decir que cuando estuve en su casa y las luces estaban encendidas, el debía estar buscando algún indicio de mi.
Cuando se presento en el aeropuerto, de mi cuerpo se apoderaron unas profundas ganas de correr hasta donde se encontraba, abrazarlo, limpiar sus lagrimas, besarl… ¡No! ¿Qué estoy diciendo? Yo no lo besaría, el tiene novia y es mi amiga, pero entonces ¿Por qué dijo que me amaba?
Son demasiadas dudas, debo despejarme, además no tengo como contactarlo, ni un numero, correo, nada. Nunca me preocupe por tener un correo electrónico o siquiera alguna red social, ya que me habían parecido aburridas, y ahora quisiera tener uno, solo para poder disculparme con el por mi actitud. Bueno, pero ya no hay nada que hacer, ahora debo centrarme en lo que es importante, la universidad; debo dejar a Marcos atrás. Siempre había querido tener la oportunidad de un nuevo comienzo en otra parte, donde sea, no importa que fuese otro colegio, pero un cambio de ambiente social y ahora tenía la oportunidad de hacerlo, no solo en un nuevo colegio, sino en otro país y no permitiré que viejos problemas lo arruinen todo. Dicho esto, debo decirle adiós a Marcos y dedicarme a mi futuro.
Al llegar a california, ya era un poco tarde, así que nos apresuramos en llegar a la universidad en un bus propio de esta. En el camino había comenzado a llover un poco, así que me recosté de la ventana para ver el lugar, se veía muy hermoso, las calles alumbradas, perfectamente arregladas y limpias, además de grandes edificaciones; todos con paraguas con chalecos y trajes siguiendo un perfecto patrón de orden. Así que esto es vivir en el primer mundo.
El bus de pronto cruzo una calle, llegando a una inmensa línea de edificaciones con un gran campus en frente con el enorme logotipo de “Stanford” en la grama, que con el caer de la lluvia, le daba un cierto aspecto irreal que solo había visto en películas, solo que ahora lo estaba viviendo. Todos mirábamos impresionados las instalaciones, mientras nos aproximábamos cada vez más a la entrada.
Una vez adentro, todos mirábamos lo detallista de las instalaciones de aquella casa de estudio, que mas bien parecía ser un palacio de estudio.
-Vengan- Dijo el instructor.
Nos aproximamos a la oficina de secretaria, donde se nos dieron los números y llaves de nuestras habitaciones, donde se nos dijo también que compartiríamos habitación con otros dos chicos, aunque a mí me dijeron que solo compartiría habitación con una sola persona, así que tendría más espacio. También nos dijeron que al día siguiente se nos daría el recorrido por las instalaciones con el resto de los nuevos ingresos.
Cada quien fue guiado a su habitación, donde al entrar a la mía note que mi compañero estaba dormido envuelto en sus sabanas, así que fui sigiloso para irme a dormir sin despertarlo.
De pronto la puerta se abre de golpe.
-Hey Luke, ven acá- Era el instructor.
-¿Si? Diga- dije aproximándome.
-Toma esto- Me dio un par de pantalones y camisas.
-Muchas gracias señor- respondí apenado, sin poder mirarlo a la cara.
-No te preocupes y recuerda no dejarte menospreciar por nadie acá- finalizo cerrando la puerta.
Guarde la ropa en una gaveta junto a mi cama, donde me acosté quedándome dormido.
Al día siguiente desperté un poco cansado, vi a un lado y mi compañero no estaba, puede que ya se haya ido, le reste importancia yendo al baño a cepillarme, después tome un baño rápidamente, me vestí con la ropa que el instructor me dio, luego Salí rápidamente al campus para reunirme con mis el resto de los nuevos ingresos, tal como nos había dicho el instructor la noche anterior.
Cuando llegue, note que ya casi estaban todos, pues el recorrido estaba a punto de comenzar.
-Bien, ahora que estamos todos, comenzamos- Dijo el chico que le tocaba dar el recorrido.
A diferencia de la noche anterior, la institución estaba más avivada de estudiantes, ahora habían estudiantes en todas partes, unos leyendo, otros en grupos, en parejas, porristas practicando, los equipos de footbal practicando en el estadio. Como era de esperar habían muchos chicos guapos, parecía que esta universidad tuviese un gimnasio o algo, ya que muchos chicos conservaban buena actitud física y les gustaba mostrarlo.
Los estudiantes de otros semestres más altos nos miraban con caras de “carne fresca” otros solo se hablaban entre ellos y reían al vernos, era un poco incomodo, pero no le dimos mucha importancia.
-Este es nuestro equipo de Football americano- Dijo el guía refiriéndose al grupo de chicos que pasaban con sus uniformes un poco ajustados, dejando ver sus gruesas y fuertes piernas que no me permití mirar por más de un segundo.
Después del recorrido los que aun estaban de visita se retiraron y a nosotros los becados se nos dijeron que podíamos estar libremente por las instalaciones relacionándonos con los demás y familiarizándonos con el lugar, ya que las clases comenzaban en un mes.
Mis compañeros se fueron a dar una vuelta juntos, pero yo preferí ir solo a dar una vuelta por el campus, donde al llegar las porristas continuaban allí practicando, luego pararun un minuto hablaron entre ellas riendo, mientras una de ellas, quien parecía ser la capitana me miraba con una sonrisa picara, después se aproximo a mi mientras las demás reian pícaramente.
-Hola- Dijo con una sonrisa, la hermosa chica.
-Hola-
-Oye, mis amigas y yo necesitamos ayuda de un chico que tenga suficiente fuerza como para sostenerme para una práctica ¿crees que puedas?-
Necesitaba tener amigos acá y esta chica parecía ser muy amable y bonita, creo que no habría problema en ayudarla.
-Claro-
-¡Genial!- exclamo sonriente.
Tiro de mí rápidamente llevándome hasta el centro de sus amigas.
-Párate acá para mostrarte como es- dijo la chica a lo que yo obedecí.
Luego tomo impulso, corrió hacia mí, luego salto, apoyando sus manos de mis hombros y girando en el aire hasta caer perfectamente detrás de mí.
-Bien, si puedes- dijo la chica sonriente – Ahora viene mi amiga-
Mientras su amiga se aproximaba, a ella la había perdido de vista; la amiga había hecho lo mismo que la primera chica corriendo detrás de mí.
De pronto se encienden todos los aspersores de las aéreas verdes, estando yo en medio, dejándome completamente mojado.
-¡Bienvenido, Nuevo!- exclamaron el grupo de chicas riendo, a lo que el resto de los presentes al mirarme hicieron los mismo.
Camine lentamente hacia un banco donde sentarme con el poco orgullo que me quedaba, me senté y me quite la camisa para intentar exprimirle el agua que tenia, a lo que la mayoría de los que reían se quedaron mirando mi formado cuerpo, impresionados y el grupo de porristas quedaron boquiabiertas mirándome.
Literalmente la ropa que tenía se me había pegado al cuerpo dejando mis nalgas, pernas y bulto sin derecho a la imaginación. Era imposible sentir más vergüenza de lo que sentía ahora, así que con lo que me quedaba de dignidad preferí irme a mi habitación.
Camino a mi habitación atraía las miradas curiosas y las risas que quienes por allí concurrían, hasta por fin llegar a mi habitación.
Al abrir la puerta, noto que hay un chico de cabello castaño y ojos verdes, en bóxer, de cuerpo perfectamente esculpido mirando Tv relajado en la cama particular.
-Lo siento, no sabía que…- dije apenado.
-Jaja, tú debes ser mi nuevo Rommate-
-Sí, bueno, llegue anoche-
-Sí, te vi esta mañana, pero no quise despertarte- dijo levantándose.
-Bueno, hablamos después de que me seque-
-Jajaja, cierto, estas mojado ¿Qué te sucedió?-
-Nada, solo me hicieron una broma de nuevos- respondí dirigiéndome al baño, dándome cuenta que no tenía más ropa, más que la que usaría mañana. No tenía otra elección, más que quedarme en bóxer en mi habitación, pero bueno ¿Qué más da? Mi compañero también está en bóxer.
-Ohhh, pero mi compañero no está nada mal- Dijo mi compañero riéndose.
-No tengo más ropa, deberé quedarme así-
-Bueno, te prestaría algo de ropa, pero así estas mucho mejor-
Su sonrisa era muy linda, esos agujeritos en su mejilla lo hacían ver tan angelical.
-No hace falta, de todas maneras no tengo ganas de salir- dije tomando asiento en el asiendo de un lado.
-Está bien. Oye a propósito Mi nombre es Dominic.-
-Luke- dije estrechando su mano.
-Bonito nombre Luke, me gusta-
-Gracias-
-Si quieres toma asiento y veamos esta película juntos- Dijo haciéndome espacio en el sofá.
-Claro-
-Hace mucho que había quedado con la habitación solo para mí solo. Es bueno tener compañero nuevamente-