Mi querida Malagueña
Cuento el primer encuentro sexual con una guapisima Malagueña que conocí en verano de 2.009 en la playa.
Éste es mi cuarto relato. En él voy a contar una de las experiencias que he tenido con una chica que conocí este verano en San Juan de Alicante, y con la que inicié una "relación" (podemos llamarlo así), que duró hasta noviembre, aunque hoy por hoy todavía sigo teniendo contacto con ella
Empiezo como en mis otros tres relatos anteriores, describiéndome un poco.
Soy un chico de Madrid, mido 1.84, moreno, tengo los ojos verdes, ni delgado ni gordo, antes tenia los típicos cuadraditos pero a raíz de la universidad, el coche (con lo cual ya no cojo el metro y ando menos) y las cervecitas con los amigos los he perdido, pero me mantengo en forma ya que salgo a correr todos los días y juego en un equipo de futbol formado por los amigos de toda la vida, así que se puede decir que estoy atlético. Tengo 25 años, y estoy terminando mis estudios de derecho en la Complutense, y a la vez estoy trabajando en el departamento jurídico de una gran empresa. Se puede decir que soy un chico guapo, no soy un tío de estos que liga según entra en las discotecas, pero es cierto que somos un grupo de amigos bastante guapos y ligamos todos, pero a mí más que por mi cara, suelo ligar por la labia que tengo. Esta mal que yo lo diga, pero es la verdad, en 5 minutos con una chica se si quiere algo, sólo hablar por entretenerse en la noche madrileña o si quiere casarse conmigo.
El relato que voy a contar es sobre una chica malagueña, llamada Silvia, tiene mi misma edad, 25 años, y es toda una belleza. Todo comenzó de la siguiente manera.
En el mes de julio de 2.009 empecé a trabajar en el departamento jurídico de una importante empresa española. Me contrataron de becario, pero la verdad que en ese mes hay bastante trabajo, y ante el agobio de los compañeros me dejaron un par de temas, que al principio creía sin importancia y luego me di cuenta que no, que tenían bastante repercusión en la empresa. El caso es que los resolví de manera correcta, y de ahí que aún siga trabajando, me hicieran contrato fijo, y, a día de hoy, no me puedo quejar, porque me tratan muy bien, con responsabilidades y haciendo lo que me gusta, y para lo que estoy estudiando.
El caso es que durante todo el mes de julio estuve trabajando, y me perdí el viaje con mis amigos que hacemos de toda la vida (los diez últimos días de julio, nos solemos ir a Ibiza), pero este año, que remedio, había que sacrificarse por una buena causa. Supongo que como a todo el mundo, lo gratificante del trabajo viene a fin de mes, cuando me pagaron mi sueldo, y días antes, mi jefa me dijo que quería contar conmigo en meses posteriores. Le conté que yo ya tenia programadas mis vacaciones de agosto y que aparte tenía que estudiar para las asignaturas que tenía pendientes para septiembre, por lo que me dio todo el mes de agosto de vacaciones, con la condición que estuviera quince días disfrutando, los otros quince estudiando y así poder trabajar en septiembre. Lógicamente acepté y el día 1 me fui a San Juan de Alicante, como todos los agostos. Este año, tenia más ganas que nunca de ver a mis amigos de allí, y de disfrutar de esos quince (en teoría, porque luego me suelo quedar 20) días, ya que había tenido un problema de salud familiar y quería despejarme y aprovechar ese relax que me proporciona aquello y que añoro durante 11 meses
Así que llegué a mi apartamento, deshice la maleta, lo coloqué todo y como siempre me fui a la playa. Como ya eran más o menos las dos de la tarde, mi familia y yo nos dimos un bañito y fuimos a comer al restaurante de todos los años, ya que mi madre dice que si está de vacaciones, quiere disfrutar, por lo que siempre comemos y cenamos fuera de casa. Después de la comida, me tumbé en la hamaca, me quedé dormido, y luego sobre las 7 o así me fui ya a ver a mis amigos, a jugar un rato al voley, etc
Después de esto, como era sábado, y el golf se llena mucho, quedamos en salir por Alicante. Yo cené con la familia y a las 12 estábamos esperando al tranvía, contándonos las últimas novedades desde que habíamos tenido contacto. (Con los amigos de verano, aunque durante el año nos mandamos mails, hablamos, y esas cosas, siempre hay cosas de las que hablar).
Fuimos directamente a un bar que se llama "La Antigua" que está en el barrio, la zona de marcha de Alicante, y ahí fuimos a comenzar la noche. Al llegar saludé al resto de amigos que no había visto todavía, y como no, empezamos a beber. Yo la verdad que iba con bastantes ganas, y como las copas valen 4 euros, que para mí eso es música para mis oídos acostumbrado a los precios de Madrid, y aparte, este año iba bien de pasta, ya que mi sueldo integro me lo pensaba gastar entero en esos veinte días de playa, por lo que podía beber y gastar sin pensar en quedarme a cero. La noche siguió su curso, bebiendo chupitos, copas, brindando por la nueva temporada y el verano que nos esperaba y a eso de las 3, yo ya estaba bastante borracho, ya que somos un grupo que bebemos muchísimo alcohol pero lo sabemos llevar, ninguno se pone imbecil ni nada por el estilo, somos bastante graciosos. Mi gran amigo Manu y yo, nos dispusimos a ir a la barra cuando vimos a una belleza, una chica de 1,70 más o menos, castaña clara, con la coleta a un lado, y muy guapa. Como no, Manu se puso a hablar con ella para ligársela, pero la chica, giró la cabeza, me miró, y cogió su copa y se fue con sus amigas, a las cuales vimos y estaban increíbles (eran 4). Nosotros pedimos nuestras copas y nos fuimos a hablar con ellas, nos presentamos, y estuvimos toda la noche charlando, presentando al resto de amigos yo empecé a hablar con la chica de la coleta, pero como era un culo inquieto e iba de aquí para allá, me puse a hablar con su prima de cosas triviales. La chica parece ser que se puso celosa y se puso a hablar con un tío al lado mío, así que me fui directo hacia ella, y aún estando hablando con el otro chico la dije: "mira, si me estás intentando poner celoso, es peor para ti, yo solo estoy hablando con tu prima porque tu no paras de ir de un lado para otro, pero si te estuvieras quieta, ya estaría contigo". La chica me miró, miró al chico con el que estaba hablando, y la dije "si me das un beso te perdono" y ella ni corta ni perezosa me dio un pico. Yo miré al tío, que me estaba mirando con cara de querer matarme, pero unas veces se gana y otras se pierde, así que cogí a la chica y me fui con ella. Nos estuvimos liando, hablando, y por fin me dijo su nombre (otra vez, ya que la primera vez no me había ni enterado): Silvia.
Me dio su teléfono y la dije que la llamaría el lunes para venirse a dar una vuelta en el yate de Manu (en verdad es una lancha, pero él siempre dice que es un yate, en plan cachondeo).
El caso es que se fueron, y nosotros, al irnos de "La antigua" a eso de las cinco, nos las volvimos a encontrar por ahí, hablamos de nuevo, y Manu y yo las acompañamos al piso que tenían alquilado porque no sabían donde estaba exactamente. Nos invitaron a subir, pero a pesar de parecer que estaba en bandeja para acabar la noche con ella, no quise, me porté como un caballero, y hablamos un rato y nos fuimos a casa. La escribí un sms la mañana del domingo, y mientras que estaba comiendo en el restaurante de la playa, recibí una contestación: "Lo siento, pero creo que te has equivocado". Me sentó tan mal!! No me lo creía, que tía más cabrona, me había dado mal su numero, así que recordé que me dijo que tenia Tuenti (parecido a Facebook pero a menor escala) y desde mi móvil (tengo Blackberry) me metí en Internet y la busqué, restringiendo la búsqueda al máximo que pude con los datos que tenía de ella, y después de un rato, la encontré. La mandé un privado diciendo que me parecía fatal que me hubiera dado mal el móvil con lo bien que me había portado con ella, que en verdad me daba igual, que ella sabría.
El caso es que el verano siguió, como siempre, y a los 5 o 6 días de estar en la playa vi un privado de Silvia, en el que me pedía perdón, que no sabe como me dio el móvil mal, que la verdad que me porté genial con ella, que me quería ver más y tal, pero que ya estaba en Málaga. Sinceramente me dio un poco igual, las chicas soléis hacer eso, dar mal el móvil, me parece bien ya que yo también alguna vez lo he hecho, estas con una tía que para una noche bien, pero no quieres saber nada más de ella y suelo dar otro móvil. El caso es que me pidió perdón mil veces (a día de hoy no me creo que lo hiciera sin querer, aunque ella dice que sí). Yo ya la daba como una chica muy maja, muy guapa pero nada más, típico lío de verano y punto. El caso es que al volverme de la playa, me fui directo a la otra casa que tengo de veraneo en la montaña, donde me encanta estar para desconectar, se vive muy tranquilo, y tengo todo lo necesario para terminar el verano de la mejor manera que existe (piscina, pista de tenis ) así que en esos días de relax, en los que preparaba mis exámenes de septiembre, y entre baño y baño, nos dimos los teléfonos a través de Tuenti y comenzamos a hablar. Parecía como si nos conociésemos de toda la vida, hablando de mil temas, de nuestros ex, de nuestros rollos, de sexo, de nuestras vidas tan diferentes, ella en Málaga, yo el estilo de vida que llevo en Madrid .
El caso es que llegó septiembre, y hablábamos todos los días, que si privados a través de Tuenti, sms lo típico. Comencé el trabajo y los exámenes, y hablé con Silvia en que porqué no nos veíamos. Ella me dijo que vivía sola en Málaga, que me podía bajar y estar un finde con ella. Así que no me lo pensé, y el segundo finde de septiembre, como llevaba bien los exámenes, me decidí a bajar. Pero en lugar de llamarla, decidí llamar a una amiga suya, Sonia, y contarle mi idea. Me dijo que por favor que lo hiciera, que Silvia no paraba de hablar de mí, y que sería una sorpresa increíble. Yo la verdad que me lo pensé bastante, ya que me daba un poco de palo, ya que en verdad, por mucho que hablara, no la conocía, y joder, bajar así a Málaga y si ella tenia otros rollitos?? Qué hacía yo un finde en Málaga solo?? Pero aun así decidí arriesgarme, y cogí el primer ave que había el sábado, a las 9.30 horas de la mañana, y hablé con Sonia para decirla que sobre la 1 llegaría, que si hacia el favor de recogerme para darla la sorpresa. El caso es que así lo hicimos, me recogió y me llevó a una playa en la que habían quedado todo el grupito que estuvo en alicante (las 4) más otra amiga a pasar un día de playa. En el coche con Sonia iba bastante cortado, hablando con ella y eso pero un pelín nervioso. Llegamos a la playa, y nos fuimos al típico chiringuito a tomar algo. A los 15 o 20 minutos apareció Silvia con su prima, y ella, tan despistada como es, vio a Sonia y al chico que estaba a su lado (yo) pensando que seria un primo o algo así, y cuando estaba a 5 metros mío, se puso a chillar, y a decir "no me lo creo!!" todo el chiringuito mirándola, y vino corriendo, me dio un abrazo, un beso en la boca y se quedó mirándome como si fuera un fantasma. No se lo creía. Ya le contamos todo, que había hablado con su amiga para darla una sorpresa, que había cogido el ave, etc la verdad que la pobre estaba flipando, y ya nos fuimos a la playa, y estuvimos bañándonos juntos, en la hamaca tumbados hablando de mil cosas. Me di cuenta que tenia unas tetas bastante grandes y bien puestas, por lo que me imaginé que serian operadas, porque no estaba seguro, ya que nunca me había liado con ninguna tía con las tetas operadas. Ya por la tarde nos fuimos cada uno a su casa (yo a la suya obviamente) y quedamos en cenar por ahí y salir de marcha. A mí me daba un poco de vergüenza, ya que iba a salir con gente que no conocía de nada, pero bueno, ya que había hecho la locura y pensé en que un poco de alcohol no me vendría nada mal.
Así que llegamos a su casa, me la enseñó (muy bonita por cierto) y nos fuimos al sofá a hablar. Como no comenzamos a liarnos, a tumbarnos, y poco a poco nos fuimos calentando. Empecé a acariciarla la cara con una mano mientras nos besábamos, agarrándola el pelo, acariciándola el brazo todo muy mimoso, muy despacio, a cámara lenta. Después la desabroché la parte de arriba del bikini, y vi por primera vez esas dos enormes tetas. Tenia yo razón, eran operadas, con los pezones apuntando arriba y muy, muy duras. Yo como he dicho antes hasta ese momento no había tocado ningunas operadas, pero la verdad que me gustó, y estaba bastante caliente. Ella me quitó mi bañador, y empezó a jugar con mi polla, ya completamente dura y con ganas de fiesta, de manera muy sutil, muy despacito, acariciándola con los dedos. Empecé a comerle las tetas, mordiéndola los pezones, abarcando con mis manos todo lo que podía, y volví a subir a su cara para besarla. En ese momento ella cambió de postura y se puso encima mío, comenzó a besarme el pecho, bajando poco a poco, sin dejar de mirarme con esos ojos marrones de andaluza, hasta que llegó a mi polla. Empezó a pajearme, como he dicho mirándome a la cara, de forma muy suave, arriba y abajo, resbalando la mano, muy despacito. Entonces sacó la lengua, y se dirigió a mi poya, que dio un pequeño lametón en el capullo. Yo estaba a mil, tener a esa preciosidad, con esas tetas que desde mi posición veía, y con la lengua fuera, a escasos centímetros de mi piel, con esos ojos mirándome, era una maravilla. Me volvió a dar otro lametón, la ponía ver mis suspiros, mi cara de placer, de desear que se la metiera entera en la boca, y no tardó en hacerlo. Bajó y se metió la punta en la boca, y comenzó a jugar con su lengua. Después bajó por toda la polla con su lengua fuera, lamiéndomela entera, para volver a subir, así 3 veces, enredando su lengua. Cuando la cogió con toda su mano, y mientras me besaba la punta, se la metió en la boca, y empezó a tragársela. Llego hasta la mitad, y subiendo, muy despacito, apretando con sus labios, la sacó entera. Jugó con su lengua a pasarla por mi capullo. Yo solo la miraba, estaba deseoso de que se la metiera de una vez, y parece que me leyó el pensamiento, porque, de nuevo, empezó a bajar, lentamente, hasta un poco más de la mitad, para volver a salir, todo a cámara lenta, despacito, pero ya sin sacarla de la boca, empezó a hacerme una mamada, a comerme la polla de manera muy suave. Me encantó. Poco a poco se iba metiendo más, no llego a tragársela del todo, pero casi casi. Aumentó el ritmo de la mamada, cada vez con mas intensidad, sin separar su mirada de la mía. Ya no aguantaba más, así que la cogí, y la subí de nuevo a mi altura. Lógicamente mi polla rozaba su coñito, así que la quité el bikini, se había acabado momentáneamente los buenos modales, la lentitud, yo tenía ganas de más, así que la toqué el coño por primera vez, y lo tenía todo depilado, entero muy suave. Estaba empapada. Después de jugar un rato por su rajita, por su clítoris, pasando la yema de los dedos, hundí uno de mis dedos en su agujerito, que entró sin problemas, a pesar de ser muy muy estrecho. Silvia a su vez había vuelto a su anterior faena y me pajeaba, de manera, al igual que antes, muy sutil, muy delicada, resbalando sus dedos por mi polla. Al estar ella encima de mí, la saqué el dedo, y ya situándola, la puse para penetrarla, no aguantaba mas, tenia muchas ganas, y ella también, así que nos situamos y se la fui metiendo muy, muy despacio, porque tiene un coño estrechísimo. La verdad que resbalaba, pero costó que entrara, a mi me dolía un poco, y a ella, visto lo visto, también, pero empujando poco a poco conseguí ensartarla del todo. Nos quedamos los dos parados, mirándonos, disfrutando el momento. Yo notaba como me apretaba la polla, la tenía a mil, y Silvia tenía una cara de gustosa increíble. La incliné sobre mí y empecé a entrar y salir muy despacio, con mimo, moviendo el culo. Ella solo jadeaba débilmente, y mientras, nuestras lenguas se iban entrelazando. Poco a poco subí el ritmo, ahora entraba y salía perfectamente, y ya empezó a jadear un poco más. Esa postura era perfecta para comerme sus magnificas tetas, y morderla los pezones, así que eso hacia. Al rato decidimos cambiar de postura y me puse yo encima, la clásica del misionero, y aumenté bastante más las embestidas. Ella abrió más sus piernas, poniendo una en el suelo y la otra en el respaldo del sofá, por lo que ahora entraba toda, y estuve empujando todo lo fuerte y rápido que podía. Silvia empezó a gemir bastante alto, cosa que me puso a mil. Se la saqué, la puse a lo perrito y se la clavé de una vez, fuerte, seco. Dio un respingo y empecé a moverme de manera frenética. Ahora ya si que había encontrado mi comodidad, por lo que la penetré con todas mis ganas, a la máxima velocidad que podía. Nunca había estado con una chica que gritara tanto, porque lo de Silvia no eran jadeos, eran auténticos chillidos, me dijo que la quedaba poco, así que gasté mil ultimas fuerzas en hacer que disfrutase al máximo posible, aumentando aún más si cabe mis embestidas, con un movimiento regular, hasta que estalló. Noté como me empapaba mi polla, y emitió unos gritos y unos jadeos increíbles. Yo como no me había corrido quería seguir, pero ella, con su mano echándola hacia atrás, me separó de ella, y se desplomó literalmente en el sofá. Se quedó respirando hondo un rato, con su respiración entrecortada, hasta que se giró, me besó y me dijo que como era posible que aguantara tanto sin correrme, y ahí es cuando me di cuenta que llevábamos 50 minutos sin parar. Esto no lo digo para hacerme el guay, porque como a todos los hombres, me ha pasado correrme en 5 minutos, pero no se que pasa con esta chica, que no me corro, disfruto un montón pero tardo muchísimo en correrme, e incluso varias veces, como esta primera, a pesar de estar cachondísimo, no poder acabar.
Al mirar el reloj vimos que era tardísimo, habíamos quedado en apenas 40 minutos con sus amigas, y las mujeres ya se sabe, tardan en arreglarse bastante. Yo tampoco puedo hablar mucho, ya que no soy de los que en 5 minutos esté (hombre depende para qué) pero bueno. Me dijo que como era posible que no terminara, y le dije la verdad, que estaba a mil pero que no lo entendía, que ya acabaría después. Me dijo que la había encantado, me dio un beso y nos duchamos. Como había prisa ella se salió antes y se empezó a arreglar. Yo me quedé un rato en la ducha, con agua más bien fría, ya que tenía un calor increíble (imaginaros en Málaga, en septiembre, en un piso, habiendo follado casi una hora y sin correrme ) así que después de una ducha fresquita, me vestí, vaqueros y polo (no quería camisa a ver si iba a parecer demasiado pijo) y estuve viendo como se ponía Silvia de pibón. Me puse cachondo sólo el verla. Se puso un tanga, un vestido oscuro, con escote, que poco más y se le salían sus tetas operadas, sin sujetador, porque como ella me dijo, ya no tiene que usarlo cuando sale porque no es necesario. Unos zapatos de tacón bastante bonitos la verdad, y el pelo recogido en un "coco", como dice ella (un moño).
Nos fuimos en su coche y fuimos hablando un poco del día, de la sorpresa, de la playa, y del polvo que habíamos echado. No es por tirarme flores (aparte es lo lógico), pero me dijo que había disfrutado muchísimo, que había estado debuti, súper bonito, lento, romántico pero que luego veríamos como seria el siguiente, que si uno había sido así, el otro tenia que ser diferente. A mí no me gusta hablar de cómo serán los siguientes, me gusta que sean espontáneos, pero no me importó.
Fuimos a cenar a un sitio en el centro de Málaga, por donde están los bares y eso, no recuerdo muy bien el nombre, "La vidriera" o algo así puede ser, y nada, me presentó a algún amigo que fue y que yo no conocía y la verdad que debuti, cenando, riéndonos, contando historias yo un poco perdido cuando hablaban de cosas suyas y un poco cortado, pero bueno, entre las cervecitas y eso, uno pierde la vergüenza. Después fuimos a un sitio, creo que "Botavara" o algo así, y nada, empezamos a beber y beber sin parar, la verdad que joder, me pillé un buen pedo, y estaba bastante cachondo de ver a Silvia con un vestido tan corto, esas tetas ella tampoco es que se cortara en beber, ya que no para, a menor ritmo que yo, pero joer como bebe la jodía, así que en un momento de la noche, en la que ella estaba en la barra, me acerqué por detrás, me pegué todo lo que pude a ella y la dije que estaba buenísima, que quería hacerlo allí mismo. Se giró, y me dijo unas palabras que no se me olvidarán nunca "Luego, quiero que me la metas por detrás" yo, que ya sabia que la encantaba por detrás, la dije "no te entiendo, que me quieres decir?" a lo que me contestó "que quiero que me des por el culo!". Eso me puso a mil, solo imaginármelo estaba que reventaba los pantalones. (tengo que aclarar que en verano, en las largas conversaciones que manteníamos, me dijo que ella disfrutaba más por el culo que por delante, que la encantaba, pero esa tarde, en el sofá, no me pareció apropiado darla por culo). Total que por ahí estaba yo, en el bar ese, borracho y súper cachondo. Comenzamos a hablar, entre todos los que estábamos, que a los chicos nos ponía que las chicas fueran sin bragas y tal, pero de forma discreta. El caso es que seguimos bailando y bebiendo, y Silvia me dijo que iba un momento al baño, y al volver, la veo venir decidida hacia mi, cuando de repente, me coge la mano y me pone una bola en ella, yo lo voy a mirar y me dice "no, no lo mires, imagina que es". Sinceramente no me lo podía creer, pero por el color, era su tanga!! Se lo había quitado y la muy guarrilla (con cariño) iba sin nada debajo de ese cortísimo vestido!!! Eso si que me puso a mil, y la tía, para calentarme más aún si cabe, fue a la barra, y para pedir, como que levantó el culo y lo sacó hacia fuera. No se le veía nada, pero claro, yo sabía que no llevaba nada debajo, y un par de centímetros más hacia arriba, se le vería el culo, así que fui a la barra, me puse detrás de ella, y le metí la mano por delante, disimuladamente, y la llevé directamente a su depilado coño, el cual pude comprobar que estaba mojado. Me miró, me mordió el labio en el beso que me dio y me dijo: "no aguanto más". Así que sin pedirse la copa, fuimos al resto de amigos, nos despedimos y nos fuimos (eran las 4 y pico de la mañana, y por lo que supimos al día siguiente, cerraron un poco después de irnos).
Nos fuimos al coche, super calientes, allí mismo nos empezamos a meter mano, pero con un poco de cordura me di cuenta que si lo hacíamos en el coche era muy incomodo y que teníamos una casa y una cama enorme para nosotros solos. Así que la dije que nos fuésemos a su casa. Cogimos el coche y directos. Sé que está mal conducir borrachos pero mientras conducía la iba tocando las tetas, la metí mano aunque paré porque me daba un poco de miedo que nos pasara algo.
Llegamos a su casa, fuimos directos al garaje, y ahí, nada más salir, la tumbé contra el capó, y empecé a besarla como un enfermo, a tocarle las tetas, a meterle mano ella no se quedó corta y me empezó a desabrochar los pantalones, y una vez que lo hizo, me sacó la polla, y empezó a restregársela por su coño yo no podía más, la dije que se la iba a meter y me dijo que no. Me miró, me sonrió, y se puso de rodillas, con las piernas abiertas, para que le viera el coño, y como no, mirándome a la cara, se metió mi polla en la boca y se puso a chupármela ahí mismo. Se la metía casi entera, a un ritmo frenético, como si le fuera la vida en ello. Yo quería penetrarla ya mismo, así que la levanté, la besé y nos fuimos directos al ascensor, en el cual no paramos de besarnos, pero nada más ya que vive en un bajo y tardamos 5 segundos en llegar. Así que sacó las llaves, abrió la puerta, y la empujé hacia dentro, pasando y cerrando la puerta, la dirigí así, en fila india, ella delante de mí, hacia su dormitorio, al cual al llegar la tiré sobre la cama, que quedó ella a cuatro patas, y sin mas miramientos, me bajé los pantalones y se la metí por su empapado coño. Se la metí de una vez, sin más, de un empujón, y con lo cerrado que lo tiene fui notando como habría camino. Ella dio un grito, un respingo, me miró y me dijo "venga dame!!" y es lo que hice, con su vestido subido, que estaba en la espalda, y la vista de su culo empecé un movimiento bestial, como si me fuera la vida en ello, lo mas rápido que podía, sacándola y metiéndola casi entera. Así hasta que, tras sus jadeos, comenzó a gritar, bastante alto, hasta que se corrió. Yo como seguía empujando, pasó lo de antes, ella se desplomó y yo detrás, quedando encima de su espalda. Me dijo que era magnifico, que como no me corría, y la dije que ahora lo haría, que había mucha noche. La quité el vestido, los zapatos, que los tiré por ahí, y me quité el polo, los vaqueros y los zapatos. La giré, nos besamos como dos locos, y ella dirigió su mano a mi polla, que empezó a pajear de nuevo, resbalándola por su mano, a la vez que yo la tocaba las tetas. Nos separamos, nos miramos con una cara de complicidad los dos tremenda, y la metí un dedo en su boca, que chupó, y al sacarlo, lo dirigí directamente a su culito, para jugar con él un poco. No entraba, pero poco a poco ejercí presión y me entró un poco. La puse a cuatro patas de nuevo, y, a la vez que jugaba con mi polla por su coño, sin meterla, sino restregándosela por su clítoris bajaba y escupía en su culo, y con los dedos iba jugando por su puerta de atrás.
Decidí metérsela por el coño un poco, y mientras bombeaba, de manera más lenta que antes, iba metiendo un dedo por su culo, el cual ya me entraba entero. Ella empezó a gemir y yo a aumentar la velocidad, tanto del dedo, que lo iba moviendo en círculos, como de mis embestidas. Decidí meter un segundo dedo, y aunque me costó, poco a poco fui haciendo hueco para los dos. Yo estaba muy cachondo, y cada vez me movía más rápido. Los dos dedos de su culo entraban con total facilidad, y Silvia, que debió darse cuenta, se giró y me dijo "a que esperas!! Métemela ya por detrás!!" yo, para jugar un poco más, la dije "no te entiendo" y me miró con cara de querer asesinarme, y me dijo "que me la metas ya por el culo!!" y eso hice, saqué mis dedos, volví a escupir en el culo, y le metí la polla lo más que pude, pero tampoco del todo porque no es plan. Me dijo que por favor despacio, que la podía hacer daño, y así lo hice, moviéndome muy lentamente, casi la polla ni se movía, no iba ni para dentro ni para fuera, pero poco a poco fue entrando, hasta que me quedaba solo un poco para meterla entera, y la dije "prepárate" y la empujé con todas mis fuerzas y entró entera, me dio un gustazo enorme, notar como mi polla se hizo hueco, notar como la fui abriendo poco a poco. Silvia dio un respingo, gritó, y empezó a moverse como una loca, lo cual yo empecé a moverme cada vez más rápido, y la di un azote, con la mano abierta, que sonó en toda la casa. Me miró y me dijo "azótame, pégame!" y eso hice, con una mano agarrada a su cintura y con la otra, de vez en cuando, azotándola. Me estaba encantando eso de metérsela por el culo, entraba a la perfección, veía como entraba y salía, y me encantaba. Empezó a gemir más alto, diciendo que se corría, así que aceleré el ritmo, yo todavía no notaba nada, me gustaba pero no notaba que me fuera a correr, así que, a pesar del alcohol que llevaba encima, aceleré lo más que pude, hasta que se corrió. No he escuchado gritar tanto a nadie en mi vida, vaya gritos que daba, se corrió de manera bestial, tirándose sobre la cama, y yo detrás de ella. Se quedó un rato sin hablar, sin moverse, y ya, al cabo de un momento, giró su cabeza, me miró, pero no dijo nada. Yo no había salido de su culo, y la tenia completamente dura y al 100%, así que seguí con el movimiento, tumbados, poco a poco. Lógicamente no entra ni sale igual que en la otra postura, pero conseguí que se volviera a encender, y que se volviera a poner a lo perrito. Ahora, con mi espalda sobre la suya, sudando los dos, y agarrando sus enormes tetas, empecé a bombear de nuevo. La verdad hasta yo mismo estaba ya sorprendido, aparte de soportar tanto sin correrme, de aguantar aquel esfuerzo físico con todo lo que había bebido. Poco a poco volví a aumentar el ritmo, y así estuvimos un rato hasta que volví a escuchar que gritaba, poco a poco, cada vez mas fuerte, por lo que, aumenté el ritmo y yo noté que me iba a correr. Como llevaba tanto, sin saber porqué, la agarré de la cintura con ambas manos y me dispuse a dar todo lo que me quedaba dentro, por lo que bombeé como un autentico loco, lo más que pude, y se corrió, dando de nuevo gritos, como nunca había oído, pero esta vez, la dije q no se desplomara, que aguantara en esa postura, que me quedaba poco, y que si quería que me corriera ahí o en otro sitio, a lo que me contestó "lléname el culo!!". Eso, y verla agarrar las sabanas con esa fuerza, que parecía que las iba a romper, fue lo que hizo estallar, me corrí como un loco en su culo, soltando un montón de leche, y dándome unas sacudidas terribles. Al acabar, me caí en su espalda, lo que hizo que ella se derrumbara sobre la cama, y sin sacarla, la miré, la di un beso y la dije que me había encantado. Se la sacó, y dijo que iba al baño. La pude contemplar ir al baño con todo su cuerpo sudando, la cara empapada, y como le resbalaba del culo mi corrida, que le iba cayendo por las piernas, y aquí es cuando me di cuenta que si la veía tan bien, con la luz apagada, era raro, y me di cuenta que ya era de día. Bueno, que estaba amaneciendo y entraba, a través del ventanal, la suficiente luz como para apreciar sus curvas una vez más. Después de salir del baño, se tumbó a mi lado, nos besamos, y me dijo que no había estado con nadie que aguantara tanto, que se había corrido tres veces y que había sido increíble. (Yo sinceramente también estaba sorprendido), y nos quedamos dormidos.
Por la mañana, al despertarnos, nos dimos un beso de buenos días, y estábamos con un cuerpo un poco destrozado, ella por la resaca, y yo un poco por el esfuerzo de la noche anterior, pero nada mas, ya que no suelo tener resaca. Pusimos la tele, mas concretamente "el último superviviente" en Cuatro y nos abrazamos, nos besamos, etc después de ir a mear al baño, empezamos a acariciarnos, miré el móvil, vi que eran las 12 y pico, y hasta las 3 no cogía el tren de vuelta a Madrid, por lo que iba bien de tiempo, y hablamos de la noche anterior, que lo habíamos pasado genial, y del polvo que habíamos echado, q había gritado como una loca, jeje, típicos momentos de cachondeo, y con las risas nos liamos, ella bajó la mano a mi polla, la estuvo tocando y poniéndomela dura. Cuando lo consiguió, me miró, y bajó lentamente hasta mi polla, y empezó a jugar con su lengua como el día anterior, igual, pasando su lengua por la punta, metiéndose solo la punta y jugando con su lengua, lamiéndola entera, y después, se la metió en la boca, y empezó a hacerme una mamada. Yo la puse de lado, y empecé a jugar con mis dedos por su coñito, que estaba mojado, pasándolos por el clítoris, el coño, y llegando hasta el culo. Estuve así un rato, metiendo los dedos por ambos agujeros. La verdad que me encanta ver como desaparecía el dedo por el coño, y el otro por el culo con la misma facilidad. Mientras Silvia seguía con la mamada, me estaba encantando, así que ya no pude más y como notaba que no iba a aguantar mucho, la puse de nuevo a lo perrito, y la penetré de una vez, fuerte, por el coño. Empecé a bombear desde el primer momento rápido, lo que provocó que gimiera bastante, y avisándome que la quedaba poco, y como más o menos a mi también, se la saqué, escupí en su culo y se la volví a meter por el agujero de atrás. Ahora más lento que ayer, me movía, hasta que conseguí que entrara entera y ya de nuevo a bombear rápido, fuerte, echando lo ultimo que quedaba dentro de mí, sabiendo que iba a ser el último polvo que íbamos a tener hasta nuestro siguiente encuentro. De nuevo volví a hacer que se corriera como una loca, y al terminar, se la saqué, la di la vuelta y la dije que quería acabar en esas preciosas tetas. Ella, todavía jadeando, se puso la almohada y un cojín detrás, quedando levantada, y, después de meneármela un poco, acabé en sus hermosas tetas, con una corrida bastante abundante. Algún chorro fue a parar a su cara, pero no la importó. Caí rendido a su lado, no había sido como el polvo de la noche anterior pero no había estado mal. Le restregué todo mi semen por sus tetas, y nos quedamos ahí, viendo la tele, medio atontados, hablando de tonterías. Sobre la 1 nos fuimos a duchar. Me encantó mirarla, verla las tetas, con la corrida ya seca y pegajosa, y ver, con ese andar tan andaluz que tiene, meneando el culo, irse a la ducha. Nos duchamos, como no con nuestros besos, tocamientos, risas y al salir recogí la pequeña maleta que había llevado, nos vestimos y nos dirigimos a la estación de Málaga María Zambrano. Ahí nos despedimos, la prometí que la volvería a ver (como así ha sido) y me monté en mi vagón, que por suerte había reservado en preferente (porque no había en turista) y me dieron de comer. Antes de llegar a Madrid, Silvia me llamó para decirme que al volver a su casa, encontró una nota que la habían pasado por debajo de la puerta en la que ponía "por favor, intente controlar los gritos que hace cuando está haciendo el acto sexual que hay vecinos que quieren dormir. Muchas gracias". Cuando me lo contó no me lo creía!! La verdad que no me extrañaba en absoluto, pero bueno, fue la nota graciosa del viaje, que, en el tren, y haciendo balance, había salido redondo, porque desde el arriesgarme a ir a ver a una chica, que sólo conocía de una noche en Alicante, que por mucho que hubiera hablado con ella, sólo la había visto una vez, hasta el regreso, había salido todo a pedir de boca, no me puedo quejar.
Esta es la primera historia que me pasó con esta malagueña guapa y sobretodo simpática, en la que hemos tenido más encuentros, de nuevo en su casa de Málaga y en Madrid, en el que ya, al irnos conociendo más, nuestros gustos sexuales, hemos disfrutado muchísimo. Espero poder relatarlos próximamente. La cosa quedó, allá por finales de noviembre del 2.009, que no podíamos estar juntos, ya que ella lleva un estilo de vida en Málaga, yo una vida diferente en Madrid, y es difícil las relaciones a distancia. Pero nos seguimos llevando bien, ella pasó la nochevieja aquí en la capital, la vi, charlamos, y para este mes de febrero, estamos a la espera de poder vernos de nuevo. Es una chica que me encanta, lástima que la distancia sea un impedimento por la vida que llevamos, pero como la he dicho a ella, nunca se sabe despacito veremos que pasa, porque Silvia merece mucho la pena.
Notas del autor.
Es mi cuarto relato, es 100% verídico punto por punto, no he dejado nada a la imaginación. Siento si no esta bien redactado, o si faltan detalles o sobran, pero es el cuarto y aunque voy cogiendo un pelín de soltura, es difícil redactarlo, he intentado hacerlo lo mejor posible.
Para cualquier aclaración, darme las gracias, decirme que no vuelva a escribir en la vida, o simplemente si os ha gustado o no, escribirme a a.yborra84@gmail.com