Mi querida hermana y su amiga Andrea (2)

Después de vernos disfrutar a nosotros, mi hermana me hace una proposición

Me acabo de despertar, son las once de la mañana de un domingo cualquiera. Me levanto un poco resacoso aunque muy satisfecho…he dormido bien y anoche estuvo realmente bien. Me doy unos minutos para desperezarme… uhmmm que bien estoy… estoy completamente desnudo… así es como me gusta acostarme, me miro…y me siento bien al verme.

Un ruido en la cocina me devuelve rápidamente a la realidad, hay alguien allí y está trasteando con mis cosas. Vivo solo en un pequeño apartamento de dos habitaciones, salón comedor y cocina, todo junto y baño. Ahora recuerdo que anoche vinieron a casa a dormir mi hermana menor Gabriela y una amiga suya, Andrea. Me pongo un pantalón corto sin slip, meto los pies en unas chanclas de dedo y voy a ver que están haciendo en mi cocina.

- Buenos días dormilón…te estábamos esperando para desayunar – dice mi hermana señalando la mesa que han preparado entre las dos con buena parte de mis reservas alimenticias.

- Gabriela, creo que te has pasado…mucha fruta, cereales, café…hasta tostadas, yo no suelo desayunar así – le respondo al tiempo que tomo asiento junto a Andrea.

- No te creas… hoy lo vas a necesitar – me advierte cruzando una mirada de complicidad con su amiga Andrea que esboza una medio sonrisa por debajo de la nariz.

Las miro buscando algún indicio que me ayude a explicar lo que quieren decirme, estoy seguro que han tramado algo. Las dos visten una de mis camisetas de deporte muy grandes que hacen de vestido corto. A mi hermana le cubre el cuerpo hasta medio palmo por debajo de la curva del culo. A Andrea apenas le tapa el culo y por delante justo le tapa el sexo. Sus generosos pechos hacen que la prenda quede mas arriba con lo que prácticamente se le ve todo.

Gabriela tiene los pechos casi planos, como los de una niña al inicio de la pubertad, sin embargo sus pezones son puntiagudos con lo que se le marcan mucho sobre la camiseta. Su amiga por el contrario tiene un buen par de melones que tensan la tela de forma espectacular.

- Desayunemos y luego ya veremos – sentencia mi hermana, dando fin a la conversación para ponernos a comer, pues los tres tenemos buen apetito.

Mientras me como una tostada y doy un sorbo al café con leche las miro con disimulo y recuerdo lo que pasó anoche, me complace verlas a las dos, desayunando tranquilas, conversando y compartiendo risitas y el buen rollo que hay entre ambas. Me siento feliz de tener una hermana tan bonita y divertida, transmite alegría allá donde va y no me extraña que su amiga Andrea le siga la corriente.

- Esta me he ha dicho que anoche te pillo fisgoneando en nuestra habitación… ¿es verdad? –

- No lo puedo desmentir…si que es cierto…tengo que decir que la culpa la tuvisteis vosotros dos por hacer tanto ruido – tras tragar saliva un par de veces le contesto tratando de escabullirme lo mejor que puedo.

- Vaya, vaya…con mi hermanito… ¿y que viste? ¿te gustaba espiar detrás de la puerta?... no me esperaba eso de ti – afirma con tono enfado, que adivino bastante fingido.

- ¿te gusta mi amiga Andreita?... mira que rica que está dice poniéndose de pie y ocupando el sitio a la espalda de su amiga.

- ¿has visto que carita de niña buena?... te gusta su pelo largo, sus ojos de color almendra y su boquita pequeñita … es una muñequita preciosa –

- Y el pecho…¿Qué me dices de este pecho? – dice poniendo ambas manos por debajo de las tetas para levantarlas y hacer que apunten hacia mi.

- ¿Has visto que caderas y que culo me gasta?... es un bomboncito…¿te gusta? -

- Es una delicia de chica… está bien buena… pero creía que era para ti querida hermanita… ¿o no?-

- Andrea acaba de salir de una relación que la oprimía, su novio no estaba a la altura. Por fin ella puede volar libre… y va probando. Lo de ayer fue una experiencia más ahora me ha dicho que quiere probar contigo…jejeje… ¿te atreves? –

- ¿Cuándo puedo decir yo algo? – dice Andrea viendo que entre Gabriela y yo estamos decidiendo como vamos a pasar la mañana del domingo sin preguntarle a ella su parecer.

- Déjame a mí la negociación con mi hermano…se lo que le gusta y se cómo convencerlo –

A continuación, mi hermana coge la camiseta por el bajo y se la quita dejando a Andrea completamente desnuda ante mis ojos. Enseguida me sube la calentura y siento como mi polla se hincha haciendo presión sobre la tela del pantaloncito que me puse.

- Mira que tetas se gasta la niña… y la barriguita…¿Qué me dices?... y por aquí … mira que chochito más delicado y rasuradito…como a ti te gusta… ¿a qué si? –

Cualquiera diría que me la quiere vender, no deja de manosearla para resaltar sus atributos y para para calentarla a ella y por supuesto a mí también. Andrea se deja conducir, sabe que mi hermana tiene buenas manos y que lo que hace con su voluptuoso cuerpo es lo que me apetece ver.

- Vamos Andrea, haz algo tu … enseña a mi hermano ese chochito tan bonito que tienes… seguro que está deseando verlo – le dice mientras le mete las manos bajo el pelo y lo peina con sus dedos abiertos haciendo que su carita aparezca completamente despejada.

- Uhmmmm, si… dame ese gusto… ayer le sacasteis su jugo y hoy debe estar bien hermoso – le digo para animarla.

- Como mucho gusto… te lo enseño… si lo quieres probar tendrás que venir aquí – dice la zorrita de la amiga, apoyando un pie sobre la silla apartando la rodilla hacia afuera para que su entrepierna quede justo delante de mis narices.

- Menudas zorritas estas hechas…. Queréis calentarme… y luego ¿Qué? …me diréis que no es para mi… yo paso… bastante calentón cogí ayer….¿y para qué?... para meneármela como un mono –

- Gabriela, vamos a la habitación a ver si se anima a venir a fisgonear otra vez – dice la amiga después de haber entreabierto su rajita para que pueda ver su sonrosado interior.

Acto seguido salen de la cocina hacia la habitación, Andrea delante, va desnuda luciendo un buen culo que mueve de forma descarada. Detrás, mi hermana que le va dando sonoros cachetes en los glúteos como anunciando que esta lista para follar. Las veo alejarse y maldigo que sea mi hermana la que me está provocando de esta manera y la que me ha puesto la polla a tope. No me cabe en la cabeza que pueda llegar a desahogarme con ella o con la amiga que ha traído a casa.

Las oigo cuchichear entre ellas, sus risitas me sacan de quicio, miro a mi entrepierna y no pudo contener un suspiro que me sale del alma… menudo calentón que he cogido…necesito ir a ver que hacen …y si no puedo participar, me haré otra buena paja a su salud.

Voy hasta la habitación donde están ellas, han dejado la puerta abierta de paren par. Al asomarme veo a Andrea echada bocarriba, despatarrada, sobándose sus hermosas tetas, y mi hermana sentada en el borde de la cama, de medio lado hacia su amiga para alcanzar fácilmente con la mano su entrepierna. Le está dando unos buenos toques sobre la vulva que ya aparece dilatada y jugosa.

- Menos mal…pensábamos que no ibas a venir… no seas vergonzoso…que no vas ha cometer ningún pecado…ni ningún incesto… solo queros que te folles a Andrea para que se olvide de su ex de una puta vez –

- ¡A que esperas! ¡follatela ya!...no ves que lo está deseando – me apremia mi hermana sin ningún rastro de pudor por lo que me está diciendo y por lo que pueda suceder ante sus ojos.

Con un poco de pudor por hacerlo delante de ella, me quito el pantaloncito. Como no llevo slip, en cuanto deshago el botón y abro la cremallera, el capullo sale de inmediato al sentirse liberado. Me termino de quitar el pantalón y no puedo sentir pudor al quedarme desnudo ante mi hermana que contempla con curiosidad como mi polla está completamente erecta. Parece un misil a punto de salir disparado hacia el cielo.

Andrea se ha semi incorporado para no perderse la escena y exclama:

- ¡Joooo, chica!….que buena minga tiene tu hermano –

- Ya te lo dije… y además con muy buenas referencias sobre como la usa….jejeje –

Antes de que sigan los comentarios me encaramo sobre la cama y me sitúo entre las piernas de Andrea que se acomoda para recibirme con comodidad. Estoy tan excitado que no doy tiempo a mas preámbulos, me apalanco bien, con un rápido gesto pongo la punta en posición, me apoyo bien con ambas manos y la punta de los pies en la típica postura de misionero. Apunto, aprieto y se la meto de una estocada hasta las mismas bolas.

“Esto… por lo que me habéis hecho padecer” pienso mientras la escucho gemir al sentir mi polla entrando y saliendo con todo mi vigor.

- Así… así…dale bien duro…no como el pazguato de su ex… eso es lo que quiere y eso le tienes que dar – dice la única que puede hablar.

Anoche me corrí dos veces seguidas, así que hoy puedo aguantar mucho más, lo que aprovecho para bombear con ganas como si le quisiera romper el coño y llegar hasta lomas hondo. Tanto empeño pongo que Andrea yo deja de gemir ni un instante por lo que no sé si se corre o no, yo solo quiero darle empujones bien fuertes y oír como mi hermana me jalea para que siga así.

Con tanto vaivén y tanto esfuerzo empiezo a sudar, circunstancia que Gabriela aprovecha para pasar su mano por mis brazos y mi espalda para recoger la humedad, quiere sentir el resultado de mi esfuerzo. Como por descuido su mano baja de la cintura, pasa por mi culo y llega hasta mi entrepierna donde se encuentra mis bolas, que golpean una y otra vez contra el cuerpo de la chica en cada uno de los empujones.

Es maravilloso…mi hermana me acaricia las pelotas mientras follo con Andrea, una chica deliciosa. No puedo dar crédito a lo que sucede… y no me voy a parar a pensar en nada que no sea darle unos buenos orgasmos y yo correrme hasta vaciarme por completo.

Los gritos de Andrea me indican que se acaba de correr como una perra, tengo los muslos chorreando, yo todavía no me corrí, me detengo un momento para dejarla disfrutar y recobrar el aliento. En este momento de distracción, mi hermana pone su mano sobre mi hombro, me empuja y hace que me caiga sobre la cama. Andrea que se ha recuperado mucho más rápido que yo, se coloca sobre mí y empieza a cabalgar fuerte…tan fuerte que me hace que me duela.

Quiere conseguir otro orgasmo y lo pretende conseguir a toda costa, aprovecha que estoy duro y que todavía no me corri. Los brincos que da sobre mí son tan enérgicos que una de las veces mi polla se sale y queda aprisionada entre nuestros cuerpos sin encontrar el modo de volver a su cálida y húmeda vagina. Noto como una mano se cuela por debajo del culo de Andrea para ir al rescate.

Antes de guiarla para que vuelva dentro de la húmeda vagina, disfruto de un cálido sube y baja. Esa mano sabe bien como hacerme disfrutar… aprovecha que mi polla está completamente mojada para darme unos meneos que me hacen estremecer. Andrea se ha inclinado sobre mi y pone sus ricos pezones al alcance de mi boca, uno…otro…uno…otro … uhmmm que rico… se coge los pechos los aplasta y se configuran como dos obuses cuya punta busca mi boca para que los chupe.

Dos manos…dos tetas… ¿de quién es la mano que tan rico me menea la polla?...mejor no pensar….¿que locura! Por fin, Andrea se incorpora, levanta la cadera y mi polla vuelve a encontrar el camino. Esta vez lo brincos van hasta el final, ella se corre mojándome con su jugo que sale mezclado con mi leche. Ufff ha sido apoteósico…me he quedado más que satisfecho.

Andrea se apea del caballo mostrando signos de haber acabado dolorida. A duras penas se desliza sobre la cama, con andar cansino se va hacia el baño…

- Chicos, me voy a dar una ducha…esto chorreando…¡qué bien que me he quedado! – dice con cara de enorme satisfacción.

Yo me quedo bocarriba resoplando, satisfecho, complacido…agotado…feliz. Gabriela, mi hermanita del alma, que ha estado a nuestro lado todo el rato me susurra al oído …

- Ahora que Andrea no nos ve… métemela un poquito, porfa –

Deverano.

Gracias a tod@s los que me seguis