Mi querida Adi
Conocí a Adi mientras chateaba en una sala de parejas liberales, a ella le resultaba muy interesante el hecho de que existieran parejas en donde la sexualidad no estaba limitada por los celos o los convencionalismos.
Mi querida Adi.
Conocí a Adi mientras chateaba en una sala de parejas liberales, a ella le resultaba muy interesante el hecho de que existieran parejas en donde la sexualidad no estaba limitada por los celos o los convencionalismos, a su corta edad ella solo conocía lo que era un noviazgo plagado de celos al estar relacionada con un muchachito al que habían casado con su novia que dejo embarazada a los 18 años y que venia de un divorcio propiciado por su inseguridad y sobre todo por la duda de no haber sido el primer hombre en la vida de su ex esposa y de una paternidad de la cual dudaba también, yo por mi parte casado y en ese entonces tendría 38 años, con una maravillosa esposa de mente abierta y sumamente sensual a pesar de sus 36 años y dos hijos.
Adi trabajaba en una importante empresa constructora de Guadalajara ubicada en plaza Eximoda, las mañanas las dedicaba a la atención de clientes y las tardes a chatear una vez que el trabajo había disminuido, me contaba que el noviecito se presentaba a la hora de su salida y que cuando la ocasión era propicia, se quedaba con ella en las oficinas y pretendía hacerle el amor; la realidad era que simplemente la utilizaba para masturbarse con su bello cuerpo en un afán de reafirmar su poca autoestima y aplacar sus celos.
En esas condiciones fue que la conocí, una linda chica de apenas 18 años de bello cuerpo, enormes senos, un hermoso, pequeño y apretado culito y lo mas interesante y atractivo, unas ganas enormes de vivir plenamente su sexualidad; estaba convencida que una relación plena no estaba limitada a lo poco que le ofrecía su noviecito que dicho sea de paso en 6 meses de noviazgo solo le había regalado el solitario placer de un solo orgasmo que no había vuelto a repetirse.
Un par de veces la recogí a la salida de su trabajo y la lleve a su casa, en el camino platicábamos de miles de situaciones relacionadas con el placer y ella se fue convenciendo de que si bien amaba a su novio, quería conocer también el placer que hasta ese momento se le había negado; la segunda tarde que pase por ella, nos programamos para al día siguiente vernos tempranito, había pedido permiso para presentarse tarde en el trabajo con la excusa de una cita médica inexistente y tendríamos toda la mañana para nosotros solos.
A las 9 de la mañana la esperaba puntual a unas cuadras de su casa y nos fuimos directos a un coqueto motel por Avenida Vallarta, nos asignaron una suite ejecutiva y desde el momento de subir la escalera con ella delante de mí, ya evaluaba toda la gama de infinitas posibilidades que ofrecía su cuerpo; largas y torneadas piernas, un culito apretado y respingón, aunados a unos enormes senos al menos de talla 34 DD, una carita que se adornaba con una picara mirada y una maliciosa sonrisa al momento de ascender al cuarto.
Poco a poco la fui besando y descubriendo su cuerpo, cada centímetro que se liberaba de la tela que lo cubría era besado y acariciado por mi, pronto sus enormes senos se vieron al aire, cada uno de ellos al menos del tamaño de su cabeza, fácilmente cada uno de ellos con un volumen de al menos 2 litros, coronados por enormes aureolas rosaditas y unos pezones deliciosos que parecían pequeños ante el generoso tamaño de sus ubres.
Su abdomen era plano sus caderas comenzaban con unos pequeños rolletitos de carne en su cintura y terminaban en un par de nalgas paraditas y firmes, su lindo conejito apenas si estaba cubierto por una suave pelusita que corroboraba su 18 añitos recientemente cumplidos, todo esto sobre un par de largas piernas, de muslos torneados y también cubiertos por un sensual vello suavecito y rubio.
Mis besos pasaron de sus senos a su abdomen y de forma implacable fueron descendiendo a su monte de Venus, sus labios se mostraban rojos e inflamados de la excitación, y al llegar mis labios a ellos se inflamaron al máximo, saliendo estos de su vulva, coronando el centro de ellos un pequeño y duro botoncito del clítoris invitaba a ser besado y lamido, cosa a la que me dedique de inmediato, no bien pasaron unos minutos de esta deliciosa labor, mis labios fueron obsequiados con un delicioso y prolongado orgasmo que me permitió beber de ellos, su fuente era generosa e inagotable, después de meses de no haber vuelto a sentir un orgasmo, ahora lo tenia de nuevo y lo agradecía con una abundante venida.
Sin cambiar de posición, seguí lamiendo cada gota de sus jugos, humedecí uno de mis dedos en su rica conchita y mientras seguía lamiendo y besando, introduje lentamente el dedo en su culito, su apretado ano respingo al instante, pero fui implacable, la toma de ese bastión estaba decidida y nada lo impediría; al terminar de invadir ese virgen agujero, recibí en mi boca su segundo orgasmo, sus piernas se tensaron, sus manos tomaron mi cabeza y sus muslos se cerraron en torno a ella para hacer mas profundo el contacto mientras de nuevo era bañado mi rostro con su fuente.
Ella quedo despatarrada después de una serie de intensas convulsiones, su respiración era entrecortada y sus ojos estaban el blanco, así que decidí darle un respiro, me levante y retire mis ropas que aun me cubrían y así desnudo yo me acosté a su lado a la espera de que se regularizara su pulso y su respiración, pasaron minutos que me parecieron eternos, pero sabia que había que dejarla reponerse para continuar con tan placentera actividad.
Mentalmente evalué la situación, con el novio 6 meses de relación y un solo orgasmo, conmigo 6 días de charla, 30 minutos de intimidad y 2 orgasmos, definitivamente llevaba ventaja.
Ella poco a poco se fue relajando, cuando su respiración se normalizo abrió sus ojos y pescó a los míos mirando como sus enormes senos subían y bajaban, en su cara se dibujo un gesto que interprete como de vergüenza ante mi intenso escrutinio a sus enormes senos y giro sobre su costado dándome la espalda, el regalo de la visión de su bello culo compenso la perdida de visión sobre sus hermosos senos, la curva de su cadera era una invitación y no la rechace, comencé a acariciar sus curvas posteriores, me pegue a su trasero y coloque mi verga entre sus bellas nalgas, con mis manos masajeaba su espalda y sus hombros a la vez que besaba suavemente su cuello, con una de sus manos separo sus nalgas y me permitió alojar mas profundamente mi verga entre ellas, me acomode un poco y levante su muslo, con lo que mi verga paso entre sus piernas y se colocó a lo largo de toda su raja, era un verdadero horno, completamente calida y húmeda, poco a. poco comencé a moverla a todo lo largo de su raja, sus jugos de nueva cuenta manaban generosos mojándome todo el palo y haciendo mas placentera la caricia, su respiración de nuevo se agito lentamente, su piernas comenzaron a aprisionar cada vez mas fuerte a mi verga que implacable continuaba con la caricia, me separe del abrazo y la atraje tomándola de sus caderas a la orilla de la cama, la coloque a gatas y me pare detrás de ella, era un culo primoroso el que se veía, con un ano apretadito y bajo de el una raja hermosa, de labios abultados que con sus espasmos adivinaban lo que se pronto acontecería, coloque de nuevo mi verga a lo largo de esa raja para mojarla de esos espesos y abundantes jugos, luego, coloque la punta de mi verga entre sus pliegues vaginales y poco a poco comencé a meterla, mi cabezota se abría paso centímetro a centímetro y ella a cada momento reculaba queriendo sentirla toda adentro; una vez que le tenia metida la mitad de la verga, la retire casi toda, para luego de un solo golpe meterla hasta lo mas profundo de mi querida Adi, ella lanzo un alarido sofocado, a cambio de mis 20 centímetros de carne ella dejo salir todo su aire para hacerle espacio dentro de ella.
Comenzamos un mete saca intenso, ella buscando devorarse mi verga cada vez mas dentro y yo jugando a escatimársela, sacándola casi hasta la punta y controlando sus reculadas para meterla despacito, a mi ritmo y no al de ella, poco a poco nos acoplamos y los movimientos adquirieron un intenso ritmo, de nueva cuenta note como ella perdía el paso ante el inminente orgasmo, sus piernas se fueron aflojando y de nueva cuenta exploto intensamente, gritando incoherencias y bufando como yegua en celo, la deje que terminara con su venida y la incorpore a la orilla de la cama, la senté a la orilla del colchón para tomar su carita con mis manos mientras le ofrecía mi verga para que la mamara, ella abrió enormes sus ojos como queriendo negarse, de sus labios se escucho "es que nunca lo he hecho" y le dije, "esta será la primera de muchas veces que lo harás Adi preciosa", sus labios se entre abrieron aceptando su destino y lentamente le metí la verga hasta la garganta, ella tuvo una leve arcada que sirvió para mojarla con la espesa saliva de sus profundidades, poco a poco tomo ritmo su mamada, que si bien era su primera vez, no le restaba merito por la maestría con que lo hacía, mi querida Adi era una mamadora nata, cuando se acercaba mi venida le advertí, "ahora será tu primera vez que te comes la leche de alguien, mi leche", termine largamente, con prolongados y abundantes chorros, gran parte escapo por sus comisuras escurriendo sobre sus enormes senos y quedando colgando gruesos goterones en sus pezones, el resto como niña buena se los bebió todos.
Baje mi rostro hacia su boca y la bese, mi lengua entro profundamente en ella y saboree el gusto de mi esperma en una boca virgen hasta hacia unos momentos antes, luego me separe de ella y levante uno de sus enormes senos, lo lleve a su boca y le dije, "limpia este en lo que yo limpio el otro" ella tomo su seno y lo acerco a sus labios en lo que yo me ocupaba del otro, su pezón que en un inicio pareciera pequeño al coronar su enorme globo carnoso me aclaró que era una simple ilusión óptica, era también grande y carnoso, firme, con una dureza que invitaba a pellizcarlo y a morderlo suavemente, lo cual me permití hacer durante largos minutos, ella continuaba en la labor encomendada, tenia su otro seno en su mano levantándolo y su pezón dentro de su boca, tome su mano libre y la lleve a su raja, le marqué el ritmo que debía tomar durante la caricia y gustoso vi como se masturbaba esa rica rajita a la vez que se mamaba su seno que le había asignado, no paso mucho tiempo para que de nuevo sus movimientos perdieran cadencia y ritmo, se avecinaba otro orgasmo mas, lleve una de mis manos debajo de ella, hacia su culo y con los jugos que habían escurrido de su raja lo moje y de nueva cuenta se lo clave en el ano, eso la calentó aún mas, soltó su seno, estrujo las sabanas con su mano libre y de nueva cuenta, en medio de alaridos volvió a correrse intensamente.
De nuevo me puse a sacar cuentas en lo que ella recuperaba la respiración 4 orgasmos en una hora contra 1 orgasmo en 6 meses, definitivamente, la ventaja era mía.
Ordene un par de bebidas en lo que se recuperaba, cuando su respiración se regularizo, le ofrecí un vaso el cual bebió de un solo golpe, nos metimos bajo las sabanas y los abrazamos mientras nos besábamos suavemente, su rostro era un poema, con un gesto y una mirada que solo aparece en la cara de una mujer que esta satisfecha, que se siente contenta después de un obsequio muy anhelado y por fin recibido, era un momento de intensa y profunda intimidad, sus ojos brillaban y su sonrisa era permanente en ella, poco a poco nos relajamos y comenzamos a platicar, le cuestione sobre el porque permanecía metida en una relación en donde solo el chico obtenía placer de forma ten egoísta y me confesó que absurdamente lo amaba, que en su casa lo querían mucho, que ella lo sabia inseguro por ese matrimonio forzado y por esa paternidad dudosa que le habían impuesto; total uno de esos misterios que solo se dan con las mujeres; lo que me alegro fue la determinación que asumió y que me manifesté en esos momentos: seguiría con su novio y cada que se pudiera nos veríamos para seguir aprendiendo cosas que luego intentaría enseñárselas a su galancito; yo por mi parte, simplemente encantado ya que yo sería ese maestro suyo.
Después de unos minutos ella preocupada me pregunto si había resultado buena mamadora, que era verdad que era la primera vez que mamaba una verga ya que su novio (además de celoso e inseguro) concebía el sexo con su noviecita (mi querida Adi) casi en plan de monje de claustro, que ella esperaba aprender muchas mas cosas y aprenderlas bien ya que en breve se casaría con el novio y quería llevar esas enseñanzas a su vida marital, puesto que tenia la confianza de que una vez casados, el se relajaría un poco y podrían disfrutar de mis enseñanzas.
Por lo pronto le dije que "la maestría solo se adquiría con la practica y que era momento de practicar", ella de inmediato entendió a lo que me refería y repto hacia debajo de la cama hasta encontrarse con mi verga que estaba lista para la acción, comenzó a besarla en la punta y a lamerla a todo lo largo, le indique que los huevos eran también fuente de placer para los hombres y se dedicó a lamerlos y tomando un poco la iniciativa introdujo uno de ellos en su boca, luego volvió a la punta y con su lengua jugueteo con mi glande y con las gotas de liquido preseminal que se asomaban en la punta, separo sus labios y comenzó a engullirla lentamente dejando que su garganta se relajara para hacer mas profunda la mamada, la niña aprendía con rapidez.
Su boca ya se podía considerar como una fuente de intenso placer, le pedí que dejara la mamada y le indique que se sentara sobre de mi y me cabalgara, ella no entendió la indicación así que se la aclare, Adi abrió los ojos con sorpresa y me pregunto ¿así también se puede coger?; resultó que a ella el novio solamente se la había metido en posición de misionero y teniéndola a gatas, así que me dije, "a cumplir con la bíblica sentencia de enseñar al que no sabe", precise mis indicaciones y ella lentamente comenzó a sentarse en mi verga, poco a poco fue controlando sus movimientos hasta que poco a poco se la metió toda, iniciando una frenética cabalgada, la niña aprendía lapido, no cabía duda alguna.
Cuando intensificaba su cabalgada, sus senos se bamboleaban de forma primorosa, eran poesía pura, ella al notar la atención que tenía sobre sus globos de carne, los sujeto para evitar ese lindo "peloteo", pero le dije, "déjalos libres, es hermoso como lucen, como brincan", ella entendió que también se obtiene placer de lo que se mira y los dejo libres, saltaban de un lado a otro, subían y bajaban que era un contento, cuando note que aceleraba sus movimientos, la detuve, la baje de la montura con un reclamo de ella por lo abrupto de la pausa que le marque, pero al indicarle que era para cambiar de posición se cara se ilumino de nuevo; al parecer el noviecito tomaba una posición de principio a fin en todos sus encuentros, así que le dije vamos a probar otras formas querida. La lleve hacia la mesita del pequeño recibidor, aparte las sillas y coloque una almohada sobre la mesa, la coloque boca abajo dejando su culo en pompa, lentamente le metí la verga de nuevo y comencé a bombearla rápidamente a la vez que metía un dedo en su ano, de nuevo su virgen culito respingaba ante la avasallante intrusión pero esta vez su respuesta fue mas participativa, sus alaridos y gemidos llenaban la habitación, y comenzaba a soltarse su lengua, las frases ahora eran fluidas y no solo monosílabos como al principio, ahora sabia lo que quería y lo pedía con su nombre, "así papacito, méteme la verga, lléname toda" , "encúlame rico con ese dedo" , "dame verga" y frases así que suplían a sus iniciales "mas" "si", "así" y a mas de algún "no" que en el inicio soltó.
Me salí de ella y la gire sobre su espalda, levante sus piernas hasta mis hombros y de nueva cuenta le llene de verga, ella gozaba de lo lindo, cuando note que se acercaba al orgasmo de nueva cuenta saque mi verga de sus rico chochito, y en la misma posición en que la tenía, apunte mi cabezota en su ano, este se encontraba bien mojado y lubricado con los jugos que habían escurrido de su raja, así que presione un poco y ella solo apretó los dientes y se relajo, había intuido lo que se necesitaba, tomo una gran bocanada de aire y lo expulsó todo y me hizo un gesto con su cabeza invitándome a seguir, poco a poco mi cabeza venció la resistencia de su esfínter externo, estaba muy apretado y calido ahí adentro, la deje encañonada por unos instantes y retire varias veces mi verga de ese anito tan bello, en cada nueva embestida su ano se relajaba mas y mas, tome un poco de mi saliva y la sume a sus jugos que generosos me bañaban la verga y de nueva cuenta comencé a perforarla lentamente, pero esta vez a fondo, ella soltó un grito de dolor pero no hizo nada por oponerse a la embestida, de forma inexorable llegue al fondo de sus intestinos, espere quieto un par de minutos en lo que se acostumbraba al tamaño de mi cipote y luego comencé un lento meter y sacar, cuando el dolor dejo paso al placer, tome una de sus manos y la lleve a su raja, de nuevo le pedí que se masturbara y con la otra mano la puse a estrujarse uno de sus senos, yo tome el otro y le pellizcaba el pezón y amasaba su seno libre, de nuevo sus gemidos dieron paso a verdaderos alaridos y se corrió en un intenso orgasmo lleno de estertores y convulsiones, yo comencé a regarle sus intestinos con mi leche y juntos alcanzamos el máximo placer, termine de escupirle mi leche dentro de ella y me derrumbe sobre su cuerpo tomando como almohada sus enormes y bellos senos.
Ese fue el inicio de una linda amistad, en la que en una mañana le estrene todos sus orificios vírgenes hasta el momento y que derivaron en una serie de encuentros muy gratos, Adi con el tiempo se caso con su galancito, dejo de trabajar y regreso a la escuela a terminar con su carrera de contabilidad que había dejado trunca por la necesidad de trabajar, pero nuestros encuentros mañaneros continuaron mientras su esposo suponía que ella estaba en la escuela y continuaron durante su embarazo y hasta pocos meses después de que tuvo a un bello niño, la relación de ellos, según me contó Adi había mejorado enormemente gracias a todo lo que aprendía conmigo, los celos de él habían casi desaparecido y era feliz el amigo criando un niño que el aseguraba como suyo cuando la realidad es que era producto de esas mañanas de enseñanza a las que Adi y o nos dedicábamos con tanto afán.
Más adelante les contare como quedo embarazada Adi y como era un placer hacérselo cuando ya tenia 8 meses de embarazo, también le platicare sobre esos meses de lactancia en los que seguimos viéndonos siempre por las mañanas mientras que su esposo trabajaba arduamente para darle un buen futuro a mi hijo.
Espero sus comentarios.