Mi putona prima Laura
Laura mi prima hermana siempre se mostró muy interesada en mí, pero por la diferencia de edad nunca le preste demasiada atención. Un día varios años después la volví a ver y la verdad que Laurita como le decíamos era una mujer increíble.
Laura mi prima hermana siempre se mostró muy interesada en mí, pero por la diferencia de edad nunca le preste demasiada atención. Un día varios años después la volví a ver y la verdad que Laurita como le decíamos era una mujer increíble.
Su cuerpo había sufrido un cambio radical y ya nada quedaba de la flaquita alta que yo había dejado de ver tiempo atrás.
Llegue a la casa de mi abuela y ella me recibió y me dijo que tenia turno en el medico pero que no me fuera a ir, que la esperara y para que no me aburriera en el cuarto de huéspedes había una sorpresa para mi.
En cuanto llegue al cuarto me quede mudo, la sorpresa que me había hablado mi abuela era Laura, ella estaba sentada en la cama y me sonrió apenas me vio, como había cambiado en este tiempo.
Eso fue lo primero que le dije:
¿Pero que le paso a tu cuerpo? Le pregunte.
Laura sin dejar de sonreír me dijo:
¿Qué has notado algún cambio en mí?
Mientras me decía esto se abría de piernas y se sujetaba con las dos manos sus ricas tetas.
Mi prima no solo se había convertido en una hembra que daba gusto sino que además no dejaba de mirarme muy insinuadora.
Sin pensarlo dos veces le dije mira no sabría decirte que cambios experimentaste porque no tengo mucho a la vista.
Laura se puso de pie y levantándose la falda que llevaba me dejo ver ese culo para el campeonato que ella tiene.
Laura si seguís mostrándome todo de esa manera voy a olvidarme que somos primos y que estamos en la casa de la abuela y te voy a pegar una cogida como nunca en tu vida te cogieron. Le dije tratando de averiguar hasta donde estaba decidida a llegar.
Su respuesta me termino de parar la pija como una piedra, se corrió el hilo dental que usaba como bombacha y me regalo la primera visión de su culo libre de obstáculos.
Me saque la camisa y bajándome el pantalón me acerque hacia ella que se bajo de la cama donde se subió para hacer su espectáculo se tiro en mis brazos que no tardaron nada en retenerla contra mi pecho y buscar su boca, el primer contacto fue suave, pero apenas intente buscar su lengua ella me invadió la boca con la suya mientras nuestras manos exploraban el cuerpo del otro.
No podía creer lo duras que tiene las tetas, apenas se movían cuando se las apretaba con deseo en medio de la calentura que los dos habíamos levantado. Laura me pedía que se la metiera de una vez que hacia mas de seis años que ella soñaba que yo la cogia.
La recosté en la cama y sin mediar palabras, no hacia falta, le metí de una sola vez mi pija en su concha que estaba inundada de la cantidad de jugos que había largado en ese rato.
No había pasado ni cinco minutos cuando Laura se apretó contra mi cuerpo y se descargo con un monumental orgasmo, cuando su orgasmo término se la saque y la acomode boca abajo con una almohada bajo su vientre, quedo con el culo para arriba y creanme que casi acabo con solo mirarla.
Así con el culo para arriba se la volví a meter pero ahora además de la pija le metía los dedos en el culo. La excitación era tal que sin poder evitarlo me descargue en su interior, fueron verdaderos chorros los que disparo mi pija en el interior de su concha.
Pero ni con esa acabado mi pija perdió dureza, parecía que la visión del culo de Laura hacia que se pusiera mas dura todavía. Entonces sin avisarle se la metí por el culo. Laura se quejo, gritándome que se la sacara que por ahí no había entrado nadie, yo no le hice caso y seguí enculandola mientras que con una mano le agarraba las tetas con la otra le pellizcaba el clítoris, entonces Laura dejo de pedirme que se la sacara, para empezar a pedirme que no parara, que siguiera agujereándole el orto que lo sentía divino, que iba a acabar, que si se la sacaba me la cortaba. Sus palabras hacían que mis envestidas fueran cada vez más rápidas hasta que los dos volvimos a acabar casi al mismo tiempo.
Ya habían pasado casi dos horas desde que nos encontramos y habíamos calmado momentáneamente la calentura que nos provocamos así que nos vestimos y bajamos a esperar que volviera mi abuela del medico.
Me quede una semana en la casa de mi abuela y me cogí a Laura cada día, cada noche y cada momento que nuestra abuela nos dejaba un rato solos.
Las fotos fueron bajadas de Internet, pero la historia fue real.