Mi propia historia (I)

Como llegue a enamorarme de mi nuera.

Palabras previas:

El relato que ustedes leerán no es fruto de la imaginación ni de la fantasía. Simplemente es mi historia, real y descarnada. Amo a mi nuera y ella a mí, pero una serie de razones determina que seamos desde hace algún tiempo amantes, sin opción a lanzar todo por la borda y vivir juntos, que solamente heriría profundamente a seres que queremos. Lo que nos ha ocurrido nos es culpa de nadie...simplemente ocurrió. Hoy reparo en unos versos que alguna vez leí, cuando un hombre le decía a su joven amante: "hay mujer del alma mía, que distancia dan los años...¿por qué naciste después?....¿por qué yo tuve que nacer antes?

Quiero empezar mi historia a partir de un día en que desde mi despacho privado en mi residencia, en la ciudad de Lima Perú, observaba una escena familiar. Debo decir antes que todos los involucrados en esta trama figuran en mi relato con sus nombres de pila reales. Los apellidos han sido cambiados, pues si pongo los reales, rápidamente nos identificarían pues mi familia es ampliamente conocida en el país. Sin embargo estoy seguro que si algunos de los personajes que menciono lee esta historia, rápidamente identificará quienes somos.

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Me acerqué a la ventana y disfruté de la hermosa vista del gran jardín de mi casa. Hacia la derecha estaba la piscina donde jugueteaban despreocupadamente mis dos nietos Mario y Dante, hijos de Carlo, el mayor de mis hijos. Los dos hermosamente infantiles e inocentes, se parecían mucho a Carlo, pero habían heredado los finos rasgos de Patricia su madre, mi nuera. Ella, lucía su hermosa y atrayente figura desmadejada en un extensible blanco, disfrutando del sol de Febrero. Desde mi ventana la observaba con los ojos cerrados, gozando de los rayos solares y aún cuando aparentaba dormir, el leve vaivén de una de sus hermosas piernas me convencía que estaba despierta... pensando seguramente en la tarde de ayer.... en la maravillosa tarde de ayer.

Todo había comenzado unos meses atrás, de una manera inocente, tonta tal vez, pero deliciosa...

Carlo debía viajar por necesidad del negocio a Buenos Aires, su ausencia duraría por lo menos una semana y si todo iba bien en la negociación con un importante consorcio argentino probablemente tendría que extender su gira por dos o tres días más. Antes de partir, me pidió que acompañara a su mujer a una entrevista en el Colegio Newton para presentar los documentos necesarios para la matrícula de Mario el mayor de mis nietos que en breve empezaría su etapa escolar. Dado que yo era muy estimado en ese exclusivo colegio limeño, el trámite resultaría fácil. Le dije que no había ningún problema, ya que me permitiría ver a mis amigos del College y quizás hasta podría hacer un pequeño negocio patrocinando una noche de subasta de obras de arte en beneficio de alguna obra social pero, con una buena utilidad para los organizadores.

Lo único que me molestaba un poco, era que iba a estar cerca de Patricia, su mujer. La juventud y belleza de mi nuera, su estilo, sus modos, ella toda me producía una sensación de extraña incomodidad. Desde que la conocí siete años atrás, me había impactado y siempre que la veía o pensaba en ella terminaba sacudiendo la cabeza para alejar los pensamientos que me asaltaban. Patricia era de esas hembras que llenan las fantasías sexuales de cualquier mortal y personalmente pensaba que en la cama debía ser una tigresa Sin embargo el ser la novia de mi hijo mayor y luego su esposa, ponía una barrera moral para mí infranqueable. Por ello desde que la había conocido, su cercanía me ponía a la defensiva y siempre en plan de huida. Luego de su Boda con Carlo, esa sensación no había desaparecido.

Desde que enviudé, una diez años ya, mis relaciones con mujeres han sido muy selectivas y de cierta duración. En una oportunidad, cuando cortejaba a una guapa e interesante pintora, Carlo y Patricia coincidieron conmigo y mi pareja en el exclusivo Club Nacional. Ellos se acercaron a saludarnos y luego ocuparon una mesa con otros amigos, bastante cerca de la mía. Durante todo el tiempo que estuve allí con mi amiga, sentí la constante mirada de Patricia. Sentía que era una mirada de reprobación, quizá porque mi pareja con quien compartía una inteligente y amena charla, tenía la misma edad que mi nuera. Finalmente un poco azorado, invité a mi acompañante a seguir la velada en otro lugar pues realmente me molestaba la insistente mirada de Patricia, que yo interpretaba de censura.

En las reuniones familiares que siempre se hacían en mi casa, evitaba la cercanía de mi nuera, estaba seguro que la miraría con ojos de hombre y no de suegro. Mi trato por tanto era distante y aparentemente desinteresado. Carlo pensaba que Patricia no me caía bien y por ello no ahondaba en el tema. Por su parte ella me estudiaba constantemente y se portaba también fría y distante. En el fondo yo la deseaba, pero evitaba que mis actitudes o miradas me delataran.

Al día siguiente del viaje de Carlo, cerca de las 10 de la mañana, sonó mi teléfono celular. Era Patricia, quería coordinar la reunión y quedamos que yo pasaría por ella para ir al College a las 11. La conversación fue breve y concisa. La casa de Carlo estaba a medio kilómetro de la mía, de modo que faltando 15 minutos para la hora, le ordene a Rubén, mi chofer, que pusiera el auto en marcha en dirección a la casa de mi nuera.

Me gusta el azul marino y por ello me había vestido con un traje de ese color. Camisa blanca impecable con gemelos y corbata con pañuelo a tono. Cómodamente sentado en el asiento posterior de mi Mercedes, imaginé a Patricia junto a mi, imaginé su juventud, su lozanía, su avasalladora belleza, su perfume, su rostro de niña-mujer que incitaba al deseo... los latidos de mi corazón empezaron a acelerarse y recordé la ansiedad y nervios con que acudí a mi primera cita amorosa.

Llegamos rápidamente y el auto entró al sendero que conducía a la puerta principal, allí estaba Patricia, con un vestido claro sin mangas, ligeramente alto, que dejaba ver la redondez de sus rodillas y sus piernas perfectas, calzada con una sandalias de taco que realzaban sus hermosas columnas. Parada allí, esbelta y orgullosa con el castaño cabello recogido en una coqueta cola que enmarcaban regiamente su rostro perfecto, se veía imponente, la boca sensual y fresca, los grandes ojos color miel, inteligentes y tentadores. Solo de verla me produjo turbación y aún contra mi voluntad una erección como las de mis años juveniles.

Bajé del auto y tratando de aparentar naturalidad, la salude con un beso en la mejilla y sentí su perfume y una ganas locas por besarla y poseerla allí mismo. Pero, era la mujer de mi hijo, la mujer prohibida, imposible de alcanzar. Ella no solo me dio el habitual beso en una mejilla, sino que a la europea me estampó uno en la otra mejilla. Le hice un ademán para que subiera y nos instalamos en el coche:

  • Rubén, al Colegio Newton, ordené al chofer...

  • En seguida señor, fue la respuesta y echo el coche a andar.

En unos veinte minutos estaríamos llegando a destino. A pesar del aire acondicionado del auto, me encontraba un poco sofocado. La cercanía de Patricia me turbaba...

Y, qué tal?, preguntó ella mirándome de soslayo,

Bien, muy bien le respondí, sintiendo sequedad en la garganta...

Ella se acomodó en el asiento y ladeando un poco su cuerpo me dijo señalando el sobre que tenía en sus manos:

Aquí está toda la documentación que pide el Newton, espero que Mr. Mulder no se ponga muy exquisito en eso, ya que tiene fama de ser muy exigente con los requisitos.

No te preocupes, le dije, soy muy buen amigo del gringo y además benefactor del Colegio, de modo que pienso no habrá problema.

Al girar su cuerpo para hablarme, su falda subió casi a medio muslo y pude apreciar la belleza de sus piernas, además sus rodillas se tocaban con las mías y ese contacto me ponía aún más caliente.

En realidad siempre he soñado que mis hijos estudien en ese College y si no ingresa, me voy a sentir frustrada....

Puedes considerar al pequeño ya aceptado, de eso me voy a encargar yo,

Ella, con un gracioso y coqueto mohín cogió mis manos y me dijo:

Eso sería maravilloso y realmente me voy a sentir feliz si se realiza.

No se si percibió el temblor de mis manos, pero reteniendo las suyas le dije:

Confía en mí- Ya verás que hoy mismo celebraremos el éxito del ingreso.

Al decir eso, presione sus manos y así con nuestras manos unidas ingresamos al College.

El auto se estacionó y Rubén abrió la puerta para que me apeara y ya en la vereda tendí mi mano para que Patricia se apoyara en ella al bajar. Al hacerlo ella hizo un movimiento para darse impulso y uno de sus pies alcanzó el sardinel pero al bajar la otra pierna la falda se subió un poco y pude ver su blanca braguita con la que cubría los secretos de su entrepierna, tomó mi mano para apearse y luego echamos a andar hacia el edificio.

Patricia se encaminó a las oficinas del primer piso en busca de la Oficina de Secretaría, pero la detuve y le dije:

No cariño, vayamos directamente a la Dirección y allí arreglamos todo. Cuando se puede, se va directamente a la cabeza.

Vaya, me dijo, tu directamente vas al centro del poder.

Pues claro, la mejor forma es tratando directamente con el dueño de la hacienda....

Ambos nos reímos y subimos las escaleras al segundo piso. Nos dirigimos directamente a la oficina del Director y al entrar a la antesala, apareció Ann, la Secretaria quien con una excesiva cordialidad me saludó

Dr. De La Guardia, que gusto de verle por acá. Seguramente desea hablar con el Sr. Moulden, pero pase, pase adelante

Me flanqueó la entrada a una salita contigua y recién se dio cuenta que iba acompañado.

Le presento a mi nuera la Sra. Patricia Gubbins de De la Guardia, esposa de mi hijo Carlo, la secretaria extendió la mano y estrecho la de Patricia,

Creo, dijo Ann, que he visto antes a la Señora,

Si en efecto.- dijo Patricia.- vine hace unos días a recoger los formatos, claro, que me demoraron un poco...- reclamó,

Señora, dijo Ann, hubiera dicho que era la nuera del Dr de la Guardia y cualquiera de nosotras la habría atendido de inmediato...., el Dr. De la Guardia es en este College una de las personas más estimadas...., terminó sonriendo.

Gracias por el dato.- respondió Patricia.- realmente lo recordaré para la próxima....

Ann, fue a avisar al Director de nuestra presencia y a los pocos minutos apareció éste precediendo a Ann.

Estimado Arturo.- dijo en inglés, tendiéndome la mano y estrechándomela efusivamente,

Querido John, respondí, me da mucho gusto verte,

Para John, hablar con amigos y conocidos implicaba necesariamente hacerlo en inglés, su lengua de origen, de modo que toda la conversación se desarrolló en ese idioma. Le presenté a Patricia, recordándole que era esposa de Carlo, que se había graduado con honores hacía ya algunos años, a pesar de su habitual tono cortante, John, cogió la mano de Patricia y le dijo:

Vaya Arturo, no sabía que tenías una nuera tan hermosa y encantadora, definitivamente, Carlo es un hombre con mucha suerte,

Gracias Mr, Mulder, dijo coquetamente Patricia,

John nos invitó a sentar y después de las generalidades de rigor, entré directamente en materia,

  • Querido John, venimos para gestionar, el ingreso a este estimado College, de mi nieto Mario, hijo de Carlo y Patricia, espero que podamos cumplir con todos los requisitos y tener la satisfacción de seguir con la tradición de los De La Guardia, de estudiar en este plantel, ya que sería la segunda generación, que pasaría por sus aulas. Patricia ha recolectado toda la documentación y ha llenado los formatos usuales y espera ver cumplida esa gran ilusión...

Arturo, tratándose de ti y por su puesto de la Señora Patricia y de Carlo, no hay ningún problema. Está aceptado y en este momento arreglaremos el asunto. Permítanme los documentos por favor, que enseguida haremos que Ann efectúe el trámite de rutina, mientras nosotros conversamos.

Llamó a la secretaria y le entregó los papeles y formatos llenados por Patricia, después de servirnos unos cafés y agua mineral helada, Ann se retiró,

Mr. Moulden, dijo Patricia, realmente le agradezco su deferencia. Que mi hijo estudie aquí no solo ha sido una ilusión sino una obsesión....

Sra. Patricia, dijo John interrumpiéndola, Arturo, su suegro, fue uno de los pocos hombre que tuvo fe en mi cuando fundé este College, que quería hacerlo único y exclusivo. No solo me apoyó con sus relaciones sino que financió mucho de este proyecto, de eso han pasado muchos años y Arturo nos ha seguido apoyando...por ello, lo menos que puedo hacer es guardarle las debidas consideraciones.....

Te agradezco mucho tus palabras John, tercié, pero el desarrollo del College se debe a tu empuje y constancia, de modo que cualquier ayuda material solo se reduce a eso,,,, lo principal es que el proyecto gracias a ti resultó.

De acuerdo, de acuerdo, dijo John, Pero al César lo que es del César, tu creíste en mi y eso para mi es oro puro.....

Luego dirigiéndose a Patricia, le explicó a grandes rasgos el desarrollo del College, sus proyecciones y que mucha gente tenía la idea que la exclusividad del mismo era solo referido a la capacidad económica lo cual no era cierto, pues si bien ello era importante, se tenía que ser casi brillante para ingresar.... La charla siguió así y yo aproveche para hablarle a John sobre mi proyecto de hacer un remate de obras de arte, patrocinado por el College, lo que interesó mucho al Director.

En cierto momento, Patricia, alabando los jardines del Colegio que se apreciaban desde la salita, se levantó de su sitio y se dirigió al ventanal. John se explayaba sobre las posibilidades de la subasta y yo que no perdía de vista a Patricia. Así me deleité con su figura a contraluz del ventanal, admiré así su soberbio cuerpo embutido en la pequeñez de un breve bikini y un brassier que cubría su esbelto y firme busto. Mi respiración se aceleró y traté de alejar mi mirada de esa turbadora figura, pero no pude. Lentamente sentí una erección en aumento que de seguro me iba a delatar, cuando en eso entró Ann, con una carpeta con documentos para ser firmados por Patricia y unos para que John pusiera un visto. Esto detuvo mi erección y me distrajo, terminado ello y cuando John retomaba su perorata sobre los futuros beneficios del remate, Patricia decidió sentarse nuevamente y lo hizo justo en una silla frente a mí. Cruzo sus lindas piernas y mientras ojeaba una revista del Colegio, me dispensó nuevamente un maravilloso espectáculo.... no se si se daba cuenta que me tenía hipnotizado, pero cambió de posición y pude ver el triángulo de su entrepierna ... su deliciosa braguita blanca y sus monumentales muslos blancos, níveos y tersos,,,

Regresó Ann con un sobre y una carta de bienvenida para Carlo y Patricia, felicitándolos por haberse incorporado a la exclusiva comunidad educativa del Newton College. Luego de ello, la protocolar despedida previo acompañamiento del Director y Secretaria hasta el primer piso y la urgencia de John de formalizar la noche de subasta para fines de febrero antes del inicio de clases, quedando en vernos la semana siguiente.

Al salir para abordar el auto, sentí que una voz femenina llamaba a Patricia. Era una amiga, con la que conversó algo brevemente y se despidió. Me alcanzó casi llegando a la playa de estacionamiento donde se encontraba Rubén con la puerta del auto abierta. Le di paso a Patricia y luego entré yo.

Ya acomodados en el auto, Patricia lanzó un gritito de alegría y cogiendo mis manos me dio un sonoro beso en la mejilla, pero peligrosamente muy cerca de la comisura de mis labios---

Gracias, mil gracias, creo que sin ti no lo hubiera logrado,,, al fin libre de la preocupación... Mario ya es del Newton.

Te dije que no iba a haber problemas, contesté azorado por el imprevisible beso,

Vaya que me has dado una demostración de poder en este Colegio...el Director casi nos ha atendido una hora con total dedicación a nosotros y mientras un montón de gente lo esperaba para entrevistarse con él.... Mira, la amiga con la que me salude a la salida, es una Rizo Patrón, que no ha podido hablar con él y pese a que es una persona tan relacionada, ella, el marido, el suegro, no ha podido conseguir el ingreso de su hijo,,,,

Bueno, digamos que me estiman y me consideran un amigo....a eso se reduce todo.....

No Arturo, te adoran y hacen lo que tu les dices...es fantástico.....A pero no te libras, me ofreciste celebrar si Mario ingresaba y estoy aquí para cobrar, lo dijo sonriendo y con pícara alegría. Me hubiera gustado celebrar también con los chicos, pero ellos se han ido con mi madre a la casa de playa de La Isla y pensaba ir hoy para quedarme hasta el fin de semana con ellos....A propósito, hoy es miércoles, por que no vamos a la Isla y te quedas con nosotros hasta el domingo?..., así celebramos en familia.

Bueno, dije, me gustaría, no tengo citas importantes y quizá podría llamar a Martha mi secretaria y que se haga cargo de todo....

Claro, porfa... hazlo.- al decir esto Patricia había tomado mis manos y me las apretaba suplicantes, causándome un ligero temblor.- Vamos.- prosiguió.- hazlo por los chicos....por mí.- esto último lo dijo con una voz más ronca que lo usual y en tono más bajo. La miré y sus ojos castaños, tan diáfanos, tan de niña inocente me convencieron....Ok, dije, déjame hacer unas llamadas para arreglar todo...

En efecto, llamé a Martha y rápidamente coordine todo, hablé con Francisco mi Asistente, un joven Abogado que estaba casi al tanto de todos mis asuntos. Felizmente no había nada urgente y los días de vacaciones con mis nietos me caerían muy bien. Sentía la mirada atenta de Patricia mientras daba ordenes e indicaciones... mientras hablaba, deslice discretas miradas a las deliciosas piernas de mi nuera, que sentada a mi lado, examinaba ahora los folletos y documentación del College, su falda se había subido a medio muslo...la tenia tan cerca que me provocaba acariciarlas y sentirlas tan suaves y lisas... pero me contuve.

Al terminar de hablar le dije que para ir a la playa La Isla, si ella no tenía inconveniente, podíamos ir en mi camioneta 4x4 y que me diera una hora, para pasar a recogerla a su casa.... Ella me dijo que era perfecto y el tiempo justo para prepararse....

Ordené a Rubén que enfilara a la casa de mi nuera y al llegar, nuevamente la visión impactante de sus piernas y su braguita blanca al bajar del auto. Se apeó y con un nuevo beso en la mejilla nos despedimos hasta vernos una hora después.

Yo subí nuevamente al auto no sin antes apreciar y codiciar el precioso cuerpo de mi nuera que a paso rápido se dirigía a la puerta de su casa. Ordené al chofer que se dirigiera a mi casa y en el camino le dije que preparara la camioneta, que iría a la playa con mis nietos y que se tomara libre hasta el lunes en la mañana.

(CONTINUARÁ)

Agradecería que quienes lean mi historia, me den su opinión de esta relación con mi nuera....quizá alguien que lea esto, está en una situación similar a la mía. Atol03@hotmail.com .-gracias