Mi profesora y yo 9

Mi corazón sintió un vuelco, pero no quería dejar de sentir lo que me envolvía con ella en ese instante.

A gatas, mi profesora cogió su móvil mientras se volteaba para darme las gracias, ambas estábamos arrodilladas en el suelo y nuestros rostros se encontraron a menos de dos centímetros de distancia, sus pupilas azabache tuvieron la mirada más penetrante que alguna vez pude haber visto, mi corazón parecía que iba a salirse de su lugar, el escalofrío que sentí ascender desde mi cintura hasta mi espalda fue excitante.


Continuaba sintiendo la esencia de Roxanne en mi rostro, sólo nos observábamos tímidamente, los altavoces de la película daban a denotar alguna clase de escena de acción, ninguna de las dos seguía sin retirarse, su respiración era exhalada directamente hacia mis labios, si continuaba con ese contacto indirecto me iba a enloquecer, mi cuerpo y mi boca pedían a gritos ser poseídos por ella, tan solo un roce me haría feliz, la espesa oscuridad que había entre nosotras me permitía observar su labio inferior que estaba iluminado por un pequeño halo de luz que atravesaba la separación de una butaca con la otra.

Se veía apetecible, encajaría perfectamente entre mis labios, el momento era incómodo, no entendía porque mi profesora no se movía, y no entendía porque yo tampoco lo hacia, estábamos en una especie de trance, deseaba que terminara, que terminara con un beso, o terminara por alguna interrupción salvadora, y así fue.

El teléfono de Roxanne comenzó a sonar, y sentí como la magia que nos envolvía en ese momento se iba desvaneciendo, el cálido aire que descendía en mis labios proveniente de su respiración, desapareció.

-¿Si? – Contestó Roxanne con voz aturdida.

Me quedé observándola desde mi posición, ambas continuábamos arrodilladas, ella colgó su celular sin siquiera despedirse, quizás no era importante.

-Nada importante.- Hablo tímidamente mientras sentí el leve roce de su respiración nuevamente en mis labios, se levantó y se sentó en su respectiva butaca, yo imité su acción; la comida que habíamos pedido estaba intacta, excepto por mis palomitas.

Ninguna de las dos miraba la pantalla, yo observaba fijamente como la pareja de la fila de abajo se devoraban pasionalmente a besos y caricias, suspiré y me crucé de brazos, volteé disimuladamente para ver a Roxanne, a quién encontré observándome fijamente, mi corazón sintió un vuelco con esa mirada.

-¿Qué? – Pregunté estúpidamente.

-Nada.- Me contestó por primera vez de forma tímida.

Bajé la mirada y me quedé viendo la pantalla, ya se había acabado la película porque comenzaban los créditos, las luces laterales de las paredes se encendieron, la pareja de abajo parecía no percatarse del asunto todavía, me levanté de la butaca y enarqué una ceja mientras veía como el chico acariciaba la nuca de su novia de forma un poco brusca.

-Así no se hace tonto.- Pensé.- No la estas satisfaciendo.- Una voz volvió a resonar dentro de mí.

Los dedos del chico se metían fuertemente entre los rizos dorados de la muchacha, enarqué una ceja, el sujeto era demasiado brusco o algo inexperto, volteé mi mirada hacia Roxanne quién también los observaba con gesto confundido, una sonrisa involuntaria se curvó en mis labios.

-Vamos.- Señalé las escaleras.

-¿Qué tal te pareció la película? – Me preguntó curiosa.

-Excelente.- Le contesté mientras pensaba que ni siquiera sabía como se llamaba el protagonista.

-¿Y el final te gustó? – Interpreté sus palabras doble sentido.

-Fue lo que más me gustó.- Le contesté de la misma manera con ese significado oculto.

Me sonrió mientras bajaba las escaleras sensualmente.

Salimos por la puerta de acero que tenía un letrero en la parte superior de la misma que indicaba “Salida”, la luz del día encandiló mi vista, había estado demasiado tiempo en la oscuridad como para acostumbrarme a tanta luminosidad.

-Y supongo que por tercera vez te llevaré a tu casa.- Me sonrió con entusiasmo.

-No tengo problema con tomar un tren.

-No vas a tomar un tren, yo te voy a llevar.

Sonreí en mis adentros, tomamos el ascensor que nos llevaba hasta el estacionamiento, la escena me parecía algo conocida.

Los cristales de las paredes eran realmente hermosos, sólo estábamos Roxanne y yo dentro de él, observaba fijamente los botones que indicaban los diferentes pisos, mientras podía darme cuenta de que Roxanne me estaba observando con esa sonrisa que tanto derrite.

Llegamos al estacionamiento, el auto de la pelirroja estaba aparcado en la salida, nos montamos y lo puso en marcha.

El tráfico era bastante fluido, no era la insoportable cola en la que habíamos estado rato atrás, aunque pensándolo bien, en este momento hubiera dado todo por esa cola, el trayecto recorrido fue silencioso, de vez en cuando volteaba a ver a Roxanne, quién como siempre tenía la vista fija en el camino.

-Mañana tienes clases conmigo.- Sonrió.

-Tengo que hacer ese trabajo, cierto…

-Genética, no lo olvides.- Tomó la curva que llegaba hasta el conjunto residencial en donde vivía.

-Odio Mendel.

-Es muy fácil, si quieres te explico.

-¿Mañana lo explicarás en clase?

-Sí, es el tema principal del último curso que al parecer ustedes no vieron muy bien.

-Entonces si no lo entiendo, me explicas después ¿Te parece? – Mis intenciones ocultas de querer pasar más tiempo con ella luego de la clase eran obvias.

-Me parece, hoy me conecto en la noche y te digo los puntos del trabajo.

-Excelente.- Me despedí con un beso en la mejilla mientras aparcaba su auto en la entrada principal del edificio.

-Pasa buenas tardes.- Me sonrió.

Salí de la puerta y entré a la planta baja, me di cuenta de que no compré absolutamente nada de ropa y gasté mi dinero en una película que no vi, y en comida que no me comí – Aunque valió la pena-.

Llegué a mi casa y me eché a la cama, esto era increíble, tomé mi móvil y me fije en la hora, ya estaba atardeciendo. Encendí la computadora y conecté el Chat esperando la invitación de Roxanne, aunque sabía que evidentemente ahora no me iba a llegar.

Mi celular vibró en señal de que había llegado un nuevo mensaje.

Bryan: Esoooooooo, ya echándole el ojo a la nueva?????

¿Me vio? ¿Bryan me vio? Eso sería el colmo, o peor sería que le dijera a Andrea y ahí todo sería peor y comenzaría con sus ridículos discursos de que no podía estar con una mujer y mucho peor con nuestra profesora.

Le contesté el siguiente mensaje: De qué hablas?

Sentí un vuelco en mi corazón cuando me contestó en menos de dos minutos diciendo que me había visto salir con ella del cine.

Decidí no contestarle, todo estaría bien siempre y cuando no le dijera a Andrea.

Suspiré y decidí echarme a dormir


Cambio de protagonista a Roxanne.

Aparqué mi auto en la entrada cuando llegué a casa, mi celular acababa de sonar.

-¿Si? – Contesté curiosa.

-Hay reunión de profesores en 10 minutos en el colegio, aparécete si no quieres que Tomás se ponga de malas.- Diego el psicólogo me informó.

-Gracias, ¿Qué pasó?

-Ahí nos dirán, Tomás está vuelto un ogro, apúrate ya, que no queda tiempo.

Colgué mientras rápidamente salía de mi casa y ponía el Nissan en marcha, tenía suerte de que no hubiera tráfico, corrí a 120, porque me quedaba muy poco tiempo para llegar, vi a lo lejos todos los automóviles estacionados del resto de los profesores.

Aparqué mi auto bajo un árbol, entré al colegio hasta la sala de profesores, me situé al lado de Diego y sólo faltaba que Tomás llegara, el asunto comenzó a asustarme.

-¿Qué pasó? – Asustada le pregunté al psicólogo.

-Al parecer hubo un caso por ahí de que un profesor estaba teniendo contacto de más con un alumno.

En ese momento todas mis terminaciones nerviosas comenzaron a controlarse por si solas y palidecí, el tono rosáceo se fue de mis mejillas, sólo quedaría esperar a que Tomás llegue para la humillación frente a mis compañeros por el simple hecho de que salí con Michelle en una salida de cine, ya estaba preparada psicológicamente para que me despidieran y comenzara a buscar trabajo con desenfreno de nuevo ¿Qué iba a decirle a Michelle? Que nuestra inocente salida me dejó sin trabajo, sí… Quizás eso.

Inocente… Esa palabra resonó en mi mente repetitivas veces.

Mi piel se volvió helada y entrelacé mis manos esperando el ansioso momento en el que el director llegara.

-Buenas tardes.- Tomás entró por la puerta con enfado.- Vamos directo al grano porque no tengo tiempo de estar tratando las incompetencias que ustedes cometen.

Tragué saliva, 25 años, 25 años y me estaba sucediendo esto, me sentí una alumna que es regañada por su profesor.

-Como bien ha sido aclarado, los profesores no pueden tener ningún tipo de contactos con alumnos fuera del entorno normal.- Carraspeaba los dedos sobre la mesa.- Y como bien saben, igualmente cuando se es advertida una situación y se vuelve a reincidir, quedan fuera.

Mi corazón dio un vuelco.

-Hoy me llegó una noticia de que uno de ustedes cometió la gracia de salir con una alumna del último curso, y ya está claro que eso no está permitido.- La última frase la dijo con severidad.- Así que comenzaré desde ahora por ir al grano, señorita Iglesias ¿Tiene usted algo que decir al respecto? – Se dirigió a mí con ironía.

-Nada que decir.- Tragué saliva.

-¿Y usted señor Diego? ¿Tiene algo que decir?

-En lo absoluto.- El psicólogo habló con total tranquilidad.

-Muy bien, yo si tengo algo que decir.

Mi corazón volvió a sufrir un vuelco.

-Jesús, quedas fuera.- Se dirigió al profesor de educación física.

-Ya lo sabía.- Se encogió de hombros.

-Y Andrea queda fuera también.

¿Andrea? ¿La amiga de Michelle? – Me pregunté a mi misma mientras sentía el gran alivio y tensión de que no era yo la que estaba despedida.

-No necesito de tu dinero Tomás.- Habló tranquilamente.- Pero te juro que… Gente de aquí también sale con alumnos, te acepto que me despidas a mí por estar con una niña, pero no te acepto que también la expulses a ella sabiendo que es su último año, así que te juro que esto no se queda aquí.- Jesús se levantó, mientras me miraba con odio.

-Ya lárgate, no tengo que darte indemnización de nada porque no llevaste ni un mes aquí.

-Eso ya lo tratará el ministerio del trabajo.- Jesús salió con tranquilidad, pero su mirada me asustó.

-Ya esto se acabó ¿Qué están esperando para irse? Lárguense ya. – La ira del director se veía reflejada en sus ojos ¿Para que nos mandó a llamar si sólo despidió a Jesús? Parecía que quería hacer alguna especie de humillación pública.

Me levanté de primera antes que todos, y salí por la puerta del colegio.

-Eh ¡Roxanne! – Me gritó Jesús desde una distancia aproximadamente de dos metros, volteé instintivamente.

-¿Si? – Respondí con miedo.

-Esto no se queda aquí.- Se alejó bruscamente hasta su auto.

Me metí en mi vehículo y conduje rápidamente hasta mi casa por el susto que acababa de pasar, no estaba de ánimos para corregir exámenes, debía hablar con Michelle, o quizás alejarme de ella, pero… Se me iba a complicar.


Cambio de narrador a Michelle.

Eran las 8 de la noche cuando mi madre llegó ruidosamente a casa, me levanté pesadamente y al ver la computadora ya tenía la invitación de Roxanne, sonreí automáticamente y la acepté.

-¡Michelle ven a comer! – Me ordenó mi madre.

Estaba loca, había comido demasiado el día de hoy, no tenía más espacio para volver a comer.

-Comí hace rato, no tengo hambre.- Grité desde mi habitación.

-¡Entonces la guardo en la nevera!

-¡Ajá! – Contesté.

Al voltear mi vista a la pantalla Roxanne estaba en línea.

Michelle: ¡Hola! – Sí, muy formal yo con la ortografía casi perfecta, en estos casos era necesario dejar una buena impresión.

Rox: Tienes que buscar el significado de alelo, fenotipo, genotipo, dominancia incompleta, gen, cromosoma, carácter recesivo, carácter dominante, quién fue Mendel y que hizo.

Analicé su ortografía, comenzó con mayúsculas, utilizaba signos de puntuación, el nombre propio de “Mendel” lo comenzó con mayúscula y terminó lo que escribió con un punto. Era perfecta.

Michelle: Pensé que sería algo más profundo.

Rox: Jejejejeje, eso es todo.

Michelle: Vale, ya me pongo a hacerlo, me aceptas un copy & paste?

Rox: Nooo, tienes que hacer las definiciones con tus propias palabras, si veo que es algo parecido a Wikipedia te aplazo jejeejeje

Muy bien, Roxanne podía encantarme… ¿Pero por qué tenía que utilizar esa risa tan estúpida que tanto detestaba? El “Jejejeje” es la cosa más ridícula y estúpida que…

Michelle: Ah, entonces si me toca trabajo…

Rox: Jejejejeje, te ayudo?

Michelle: Me quieres ayudar? (:

Rox: No me molestaría ;)

Michelle: Esto es extraño

Rox: Jejejeje, por qué?

Michelle: Porque un profesor no suele ayudar a un alumno en alguna tarea si no es en el colegio.

Rox: Hablando de eso, te tengo que contar.

Michelle: Qué pasó?

Rox: Te cuento mañana, esto de chat no es fiable para mí jejeeje

Michelle: Es grave?

Rox: Algo…

Michelle: Te llamaron la atención porque te vieron conmigo?

Rox: Ya te contaron?

Michelle: O sea que si te dijeron algo?

Rox: A mí no, a Jesús lo vieron con tu amiga Andrea en planes muy cariñosos, a él lo botaron y a Andrea la expulsaron, cuando salí me reclamó porque él nos vio saliendo del cine, o eso creo.

Michelle. Expulsaron a Andrea?!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

Rox: Sip…

Michelle: Ya vengo.

Me quedé absorta, si expulsaban a Andrea y ella sabía que Roxanne estaba conmigo, buscaría venganza, la conocía. Podía ser mi amiga, pero siempre buscaría a quién hundir con ella, tomé el teléfono y marqué su número.

-¿Andrea? – Hablé con el corazón acelerado.

-Tú hiciste lo mismo, no me voy a quedar con esa.

-Por Dios Andrea, pero no hice nada malo con Roxanne, en cambio tú te acuestas con Jesús.

-Me expulsaron porque tuve contacto fuera del colegio con él, ya me lo tenían advertido y eso no está permitido. Si yo me hundo, tú lo haces conmigo.- Colgó.

Pero… ¿Qué demonios le pasaba? ¿De qué estaba hablando Andrea? No le he hecho nada para que venga a hacerme esas amenazas.

Tomé el teléfono e intenté llamar nuevamente, pero su celular permanecía apagado y el teléfono local descolgado, me sentí nerviosa a partir de ese momento.

Volví a la computadora.

Michelle: Listo.

Rox: Todo bien?

Michelle: Sí, todo bien.

Mentí, pero era necesario, luego pasaba como en mi sueño y Roxanne renunciaba al colegio sólo por la imprudente de Andrea.

Rox: Ya comenzaste a hacer el trabajo? Te voy a ayudar?

Michelle: Realmente tengo muchísimas ganas de hacer un copy & paste.

Rox: Puedes hacerlo, el detalle está cuando mañana te pregunte las definiciones en clase y me las digas con tus propias palabras.

Michelle: Entonces ya sería cuestión de que lo lea y lo interprete a mi modo, pero en lo que en este momento respecta sería un copy & paste.

Rox: Bueno, te doy permiso jejejeje

Michelle: Si eres boba

Rox: :o por qué?

Michelle: Porque sí, pero todo está bien entre Tomás y tú?

Rox: Eso espero :s

Michelle: Qué hora es? No tengo la hora buena en mi pc y no sé donde dejé el celular.

Rox: 8:12 de la noche.

Michelle: Tan rápido?

Rox: Sí, el día ha sido rápido.

Michelle: Creo que debería ir a dormir, no sé… Dormí ahorita, pero tengo un sueño muy abismal

Rox: Jejejeje, ve a dormir no te quiero ver mañana con ojeras, buenas noches.

Michelle. No, quizás pueda aguantar un poco más (:

Rox: Bueno yo si me voy, tengo q ir a corregir

Abrevió la palabra “Qué” y la sustituyó por una “Q” me sentí desencantada, pero era Roxanne y supongo que debería ser pasable por ser la primera vez que hablaba con ella.

Michelle: Descansa, nos vemos.

“Rox ha cerrado sesión”

Muy bien, analizando la situación este había sido uno de los días más extraños y geniales que había vivido en mucho tiempo, no sé porque tenía la necesidad tan inmensa de desear que fuera mañana para ir a verla.


-Levántate.- Escuchaba una voz resonar en mis oídos.- Levántate Michelle vas a llegar tarde, no seas irresponsable.- Mi madre me despertaba con su sonoro acento maternal.- Despiértate ya Michelle o me voy a molestar y haré que te vayas en bus al colegio.

-Ya te escuché mamá.- Respondí perezosamente mientras me fijaba en el reloj y me quedaban sólo 20 minutos para arreglarme.

-Bueno, entonces que estás esperando para levantarte, apúrate que tengo una reunión.

Sentía el cuerpo pesado, me dirigí al baño y tomé una lenta ducha necesaria, pues a pesar de hacer molestar a mi madre con mi lentitud, la necesitaba.

El agua se deslizaba serpenteante entre mis piernas, el vapor del agua caliente era respirado y absorbido por los poros de mi piel, las burbujas de jabón se juntaban haciendo una pequeña marcha colectiva que descendía hasta mis tobillos, cerré la llave de agua y comencé a secarme, mientras me vestía y buscaba el maquillaje.

Ya faltando 40 minutos para las 7 de la mañana, mi madre y yo salimos en su auto, nuevamente sentí la incomodidad del día anterior, sólo que esta vez más pronunciada, no tenía idea de porque me había acostumbrado tanto al auto de Roxanne, a sus asientos de cuero y al olor de la tapicería nueva.

Me recosté en la ventana mientras cerraba los ojos, me sentía cansada y todavía con sueño, sentía miedo y nerviosismo para cuando viera a mis amigos, si Andrea hubiese abierto la boca podría ponerlos también en mi contra con esa facilidad tan propia de ella.

Sentía a su vez, una pequeña felicidad interna que era causada porque sabía que hoy vería a Roxanne y podría detallarla más de lo que la detallé ayer.

Mi corazón dio un vuelco recordando su intensa mirada en el cine.

Al paso de los minutos, luego de que mi madre aparcara el auto en la entrada del colegio y me obligara a despedirme de ella dándole un beso en la mejilla, entré.

Sonreí pensando que tenía Biología a primera hora.

Al entrar al salón y escuchar la procedente bulla que provenía del mismo, me senté como siempre de primera para prestar atención a la clase, no veía a ninguno de mis amigos en el aula, tampoco veía a Roxanne. Mi corazón sintió un vuelco.

Suspiré al fijarme que eran las 7:07­ de la mañana, quizás mis amigos entrarían a las 7:30 cuando pasaran lista para aquellos que llegaban tarde

Me coloqué en posición de descanso cerrando los ojos para descansar, al darme cuenta de que el salón se había quedado en silencio, levanté la vista para fijarme que había sucedido.

Los leggins negros de Roxanne llegaban un poco más debajo de la rodilla, hacía denotar la perfecta forma de piernas que tenía, llevaba zapatos Keds negros igualmente con cordones blancos, la blusa sin mangas color blanco con estampado color negro combinaba perfectamente con el resto de la pinta.

El cabello suelto que llegaba hasta la cintura la hacía ver muchísimo más hermosa de lo que antes pudo haberse visto, sus ojos tenían delineador negro, estos brillaban.

Lo positivo de este colegio era que Tomás no se ponía estricto con la vestimenta de los profesores, si algo tenía de bueno ese director, eso era.

-Buenos días.- Roxanne sonrió cordialmente al salón.

-Buenos días.- El eco de voces que respondían al mismo tiempo fue elevado.

-Alguien que por favor traiga la carpeta para pasar asistencia. – Su voz era autoritaria.

-Está detrás de usted.- El baboso de Jhon habló desde el fondo del salón.

-Gracias.- Respondió Roxanne con apatía.

Me sentía extraña, no me había mirado desde que entró al salón.

Me detuve a pensar un momento por qué no me había mirado desde que entró al salón, observé fijamente la manilla de la puerta, me fijé que estaba oxidada, no tenía nada que ver con lo que estaba pensando, pero siempre me detenía a observar detalles.

-Michelle.- Mencionó mi nombre con un tono extraño en su voz, diferente a como había pronunciado los otros nombres. Me miró a los ojos y una media sonrisa se trazó en sus labios.

Le sonreí con disimulo, mientras sacaba el trabajo que mandó a investigar.

-Bien chicos, dejé pautado un trabajo y quiero que levante la mano quién no lo haya hecho.

Me quedé observando fijamente mi trabajo mientras veía por el reflejo del pizarrón que aproximadamente tres personas levantaron la mano.

-Bien, veo que la mayoría si trabajó…- Habló inconforme.- Quiero que estas tres personas me digan por qué no lo hicieron.- Se cruzó de brazos.

Las excusas dadas fueron demasiado ridículas, la gente inventaba unas cosas demasiado ilógicas para la situación.

-Muy bien, les preguntaré a cada uno que significa cada definición que mandé, pero quiero que me lo digan con su propio criterio.- Sonrió mientras me echaba una mirada de complicidad.

Le sonreí, cómplice de su mirada igualmente.

Volteé a la puerta al escuchar que tocaban con señal de educación, eran mis dos amigos Bryan y Katiuska quiénes entraban a las 7:32.

-Número de lista, señorita.- Se dirigió a Katiuska.

-17.- Respondió con educación.

-¿Y tú? – Se refirió a Bryan.

-El 3.

-Pueden tomar asiento.- Dedicó esa matadora sonrisa.

Me mordí el labio mientras la veía.

-Bien, ¿Quién puede decirme que es un alelo? – Preguntó con buen humor.

Al ver que nadie levantó la mano para responder, tomó la carpeta para escoger de manera arbitraria quién respondería.

-¿Quién es Alejandro? – Preguntó con curiosidad mientras su miraba hurgaba curiosa entre los rostros del aula.

-No vino.- Jhon respondió coqueto.

-Muy bien caballero, dígame un número.

-23.- Jhon sonrió.

-Levante la mano quién es el 23.

Un chico regordete llamado Alexander levantó la mano.

-A ver… - Miraba la carpeta fijándose en el nombre.- Alexander ¿No?

El chico asintió intimidado.

-¿Qué es un alelo?

La cara de confusión del muchacho era muy evidente, ni siquiera sabía que había tarea, eso podría apostarlo.

-No lo sé.- Contestó con vergüenza.

Roxanne entrecerró los ojos.

-Alexander dime un número.- Habló con desgana.

-3.

Miró la carpeta mientras suspiraba.

-Bryan.- Lo buscó con la mirada.

-Aquí.- Habló confundido igualmente.

-¿Qué es un alelo? Con tus propias palabras.

-Eh, no sé… No sabía que eso era para hoy.

La cara de indignación de Roxanne era muy evidente.

-Di un número Bryan.

-34.- Sabía que lo diría.

Miró la lista.

-¿Qué es un alelo, Michelle? – Sonrió.

-Las diferentes formas que adopta un gen.- Contesté serena mientras Roxanne me miraba con una sonrisa torcida.

-Punto para ti.- Me guiñó el ojo.

Le sonreí con complicidad, nuevamente.

La clase transcurrió fluida, por suerte las personas decían números de compañeros que eran aplicados, así que el mal humor de Roxanne se fue desapareciendo.

Eran las 8:30 cuando sonó el timbre que anunciaba el primer receso, la gente salía abarrotada por la puerta mientras yo me acercaba a Roxanne y Bryan me miraba desde atrás.

-¿Cómo te pareció? – Pregunté curiosa.

-Al principio un desastre, estaba realmente molesta.

-Se te notaba en la expresión.

-¿Qué expresión tenía?

-La expresión que tenías ayer en la plaza mientras corregías los trabajos plagiados.

-La gente es el colmo de verdad.- Roxanne tomó una resma de exámenes.- Ayúdame con esto a llevarlo al laboratorio.

Tomé la mitad de los exámenes y caminé detrás de ella, mientras miradas ajenas nos observaban indiscretos. Ya algunas personas debían saber gracias a Andrea.

Subí las escaleras que conducían hasta el laboratorio, Roxanne sacó la desgastada llave de plata y abrió la puerta, cuando subí el último escalón sentí como un golpe impactaba en mi espalda y todos los exámenes que cargaba conmigo aterrizaban en el suelo.

Un chico del primer curso había tropezado en contra de mí, tratando de escapar de una carrera que le había propuesto su amigo.

-Niños de…- Me quejé con ira.

-Yo te ayudo a recoger eso.- Sonrió mientras se agachaba y apilaba los exámenes en un orden determinado.

-Gracias.- Le sonreí curvando los labios.

Vi que había quedado un examen que faltó por recoger justo al lado de la pierna de Roxanne, me acerqué a recogerlo en el preciso momento en el que nuestros rostros se encontraron a una distancia muy corta y Tomás tocaba la puerta para entrar al laboratorio.

Mi corazón sintió un vuelco, pero no quería dejar de sentir la magia que me envolvía alrededor de Roxanne y de mí, y el trance de ver sus penetrantes ojos oscuros que me hacían estremecer.

***­

Bueno, los he complacido y este capítulo lo subí mucho más rápido de lo que suelo subir una continuación -Risas-

Gracias a todos ustedes por leerme y darme un espacio en TR.

Saludos desde Venezuela a todas las personas de diversos países que me leen y me siguen apoyando a diario.

Agradezco comentarios y valoraciones (:

ColdNight…