Mi Profesora de Yoga V

Isa: ¿Quieres que siga? - Alba: S… si – No podía siquiera hablar – Isa: Pídelo - Alba: Isa no seas mala, por favor sigue – Intentaba decir entre jadeos – Isa: Tus deseos son ordenes vida

Isa: Seguía besando cada parte de su cuello, mientras le decía – No sabes los celos que sentí al verte con aquella estúpida Alba,

sé que no tengo derecho porque no ha pasado nada entre nosotras, es por eso que hoy si pasará – Luego de eso me callé y subí hasta

su lóbulo, mi respirar en su oreja la volvía loca, sacudió un poco su caderas. Me detuve en seco, mi celular estaba sonando.

Mi profesora de yoga V

Me miró con mucha ira, pero le dije

Isa: Hoy no corazón, solo por ti hoy no – Lancé mi celular por el suelo, choco contra la muralla y dejó de sonar, me lancé

nuevamente a mi amada, pero esta vez fui directo a su boca

Alba se abalanzó sobre mí, envolviéndome con sus piernas a la altura de mi cintura, la tomé por su exquisito culo, lo masajee y luego

lo apreté con muchas ganas, acariaba sus piernas de arriba a abajo, en ningún momento paré de besarla, ella solo me abrazaba y

correspondía con la misma pasión. Al principio nuestros besos no se coordinaban de tan caliente que estábamos luego poco a poco fuimos

teniendo el mismo ritmo, su grueso labio inferior me excitaba bastante y me entretenía chupándolo.

La despegué de la pared, pero seguíamos besándonos intensamente, me dirigí a una mesa y la apoye en ella (no soy Supergirl lesbiana

por lo que no aguantaría toda la sesión con ella en mis brazos). Subí su polera lentamente, si bien nuestros besos eran rápidos y

apasionados, no le haría el amor de esa forma.

Isa: Sé que no había estado con una mujer antes, pero yo también lo soy y se lo que nos gusta, además este momento me

lo había imaginado infinitas veces.

Deslicé mis manos desde sus piernas hasta su cadera, tomé su polera y comencé a levantarla, lentamente, mis dedos rozaban su piel,

dejé de atender su boca y bajé hasta su vientre, vaya que suavidad, lo toqué con mis labios, comencé a darle sonoros piquitos para luego

darle paso a mi lengua, le gustaba, daba suspiros a cada lamida. Seguí subiendo por su piel, agarré su polera con mis dientes y la levanté

sobre su brasier, mis manos acariciaban su espalda y jugaban con el broche, una vez desatado, sus pechos quedaron libres aunque no por

mucho, mi boca y mis manos los aprisionaron nuevamente, besándolos, tironeándolos y apretándolos, lamía su aureola, el pezón y por

debajo de sus senos. Realmente me excitaba esto, darle placer me tenía demasiado húmeda, solo quería que sintiera todo mi amor. Ella

aún me tenía atada de la cintura con sus piernas, me apegaba a ella y se frotaba contra mi cuerpo, sus gemidos no tardaron en aparecer,

en un principio eran casi susurros y se escapaba uno que otro un poco más audible.

Los movimientos de sus caderas expresaban que quería más, pero la hice esperar, me despegué de sus pechos para besarla nuevamente,

esos labios me volvían loca, sus besos eran exquisitos, su lengua impactaba con la mía y nuestros labios devoraban todo a su paso,

realmente llegamos a complementarnos en ese beso, sentí que llegaría al orgasmo solo con eso. Salí de su boca más calmada comencé

a besar su mejilla, su oreja, su cuello, sus hombros, y bruscamente la tomé y la bajé de la mesa, la di vuelta, quedando su espalda

desnuda frente a mí, la tomé por las muñecas con una mano y las alcé sobre su cabeza, con la otra tocaba y pellizcaba sus pechos, besé

su cuello nuevamente y bajé por su espalda, hasta su cintura, una vez ahí devolví a su cuello y respiré en su oído, esto hizo que se

estremeciera, sus piernas flaquearon por un instante y su piel se erizó, le gustaba, por lo que me mantuve ahí, mi mano izquierda abandonó

sus pechos para acariciar su vientre y deslizar mi mano debajo de sus calzas, justo arriba de su monte de venus le pregunté entre jadeante:

Isa: ¿Quieres que siga?

Alba: S… si – No podía siquiera hablar

Isa: Pídelo

Alba: Isa no seas mala, por favor sigue – Intentaba decir entre jadeos

Isa: Tus deseos son ordenes vida

Mi mano siguió su camino, primero la toque sobre sus bragas, ya estaban muy mojadas, las hice a un lado y fui directamente a su botón de

placer, mojé un poco mis dedos deslizándolos sobre su entrada para luego hacer círculos sobre su botón, sus gemidos fueron muchos más

fuertes y respiraba de manera muy agitada, solté sus muñecas y empuje su espalda para que se apoyara contra la mesa, nunca saqué mi

mano izquierda de su clítoris. Al ya estar con mi otra mano libre, me agache a la altura de lindo trasero, y con mis dos manos le bajé sus

pantalones, su posición hacía respingar su trasero, que hermoso se veía y esas dos líneas curvas debajo que cada nalga, uuuff!! Mi admiración

no duró mucho, realmente me puso muy caliente verla así, separé sus piernas y ahora lo que me esperaba era más hermoso aún, jamás me

había detenido a pensar lo hermoso que podría  ser el clítoris de una mujer, estaba casi totalmente depilada a excepción de una delgada línea

que tenía sobre su monte de venus, realmente me impactó, también estaba muy mojada, brillaba. Me acerqué y pude sentir su aroma, su

real aroma, me embriagué en él, solo quería probarla, di una primera y tímida lamida, para luego arremeter con una más confiada, luego

no paré, sus gritos llenaban mis oídos y solo podía entregarle más y más placer, con mi mano izquierda seguí haciendo círculos sobre su

botón y el dedo índice de la mano derecha lo introduje en su vagina, no me costó nada, estaba tan mojada, comencé un mete y saca

coordinado con el movimiento de mi otra mano en su clítoris, luego introduje otro dedo y aumenté el ritmo, seguí lamiendo sus labios y

entrepierna, ya sus gritos eras realmente altos, pero nada importaba, su sexo comenzó a apretar mi mano y mucho líquido salió de ella,

sus gritos llegaron al punto más alto para luego acallar sobre la mesa recostada casi por obligación, ya que sus piernas flaquearon, si no

fuera por mi hubiese caído al suelo. Retiré mis dedos y seguí lamiéndola toda, quería todo de ella y su sabor era exquisito. Una vez que

secado toda su entrada la admiré por última vez, subí sus bragas, acomodé sus calzas y levanté sus piernas para que quedara recostada

sobre la mesa. Me acerqué a su rostro y se veía tan tierna, ella me amaba, estaba segura, sus ojos me lo decían. Me acaricio el rostro

con su mano, la tomé y le besé la palma para luego acercarme a su rostro, mirarla más de cerca y besarla, la pasión se fue y solo dejo

paso a la cálida y húmeda ternura de nuestros labios. Se levantó y yo hice lo mismo, fui a buscar mi celular e intentar armarlo, mientras

ella recogía sus cosas.

Alba: Realmente aprecio mucho lo que acabas de hacer – Dijo mirándome desde donde estaba –

Isa: Bueno, hice lo que pude, perdona si no lo hice bien, no tengo experiencia – Dije tímida tratando de esquivar su mirada y

concentrarme al colocar la batería de mi celular –

Alba: ¿Es en serio?, jamás te creí eso de que no habías estado con mujer alguna – Se quedó meditando – bueno de todas formas no

hablaba de eso, hablaba del celular, se cuán importante es para ti cada llamado y… - La interrumpí

Isa: Si Alba, lo son, y mucho, ya sabes el porqué, es por eso mismo que esta será la primera y última vez que esto ocurre, necesitaba

hacer esto, pero ahora también necesito olvidarte, tú no te has dado cuenta ni en lo más mínimo de lo mucho que te amo y del daño

que me has hecho con tu indiferencia, yo no .. Yo no puedo descuidar a mi hija, Sofi es lo más importante para mí Dije muy segura,

tan solo ahora me había dado cuenta que estaba sacrificando mi vida de madre por estar con ella, la vida que nunca quise,

pero que por mis errores debo asumir, mi hija de nada tenía la culpa, me acerqué a la puerta –

Alba: Isa – Se acercó rápidamente y tomó mi cara con sus manos – discúlpame soy una estúpida, dejé que… - Se abrió la puerta

Una mujer de unos cuarenta y tantos abrió la puerta, junto a ella estaba la muchacha que hace unos momentos coqueteaba con Alba.

Alba: Abrió su boca de la impresión, pero no pudo decir nada

MujerX: Señoritas, me ha informado la alumna Gonzales aquí presente que escuchó ruidos muy extraños provenientes de esta sala,

ruidos insinuantes, más bien gemidos – Dijo con voz seca y amargada

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Siento mucho la demora, pero el trabajo, el estudio y la maternidad no me dejan mucho tiempo, espero entiendan, gracias a todos por sus correos, intentaré subir los siguientes capítulos más seguidos ;)