Mi Profesora de Yoga II

Bueno aquí va la continuación, espero les guste

Ella me trató como a una más y eso me encantó, no se impresionó en ningún momento por mi belleza, eso me hizo dudar, será hetero? Y que hacía yo pensando eso, si hace 20 minutos jamás me había gustado una mujer. Sin pensar más retomé mi lectura y me fui a mi rutina diaria de mamá.

Pasaron los días y no podía quitarme a esta chica de la cabeza, me había dicho su nombre pero no lo recordaba, quería hacerlo. Con Javier todo iba igual, me daba pena que se esforzara tanto ahora, ya era tarde, yo ya había entendido que esto no iba a funcionar, pero tampoco quería terminar con él, no quería hacerle daño ni a él ni a mi hija, los dos son muy apegados y no me gustaría separarlos., quería que fuera el quien tomara la decisión y yo sutilmente lo empujaba en esa dirección.

Un día mientras estudiaba me puse a navegar por páginas hasta que se me ocurrió visitar la página de Yoga4U, que era donde esta chica hacía clases, por lo que reservé de inmediato sesiones para la semana, no recordaba su nombre pero si sabía a qué hora y que día daba clases. Y fue así como comencé a practicar de nuevo yoga, hice unas clases días antes de la suya para no quedar como ridícula.

El día en que me tocaba con ella estaba muy nerviosa, fui con unas calzas negra que hacían que resaltara mucho mi gran trasero, una sudadera suelta que dejaba ver por debajo de mis brazos hasta mi cintura, por lo que se veían también mis tatuajes de las costillas (no es por exagerar, pero tengo un gran trasero que está muy bien formado y parado).

Tomé posición junto con las demás personas en la sala, me gané en primera fila, justo en frente de donde estaría ella. Cuando entró nos saludó a todas, tomo posición y cuando me vio noté un poco de sorpresa en su rostro, pero enseguida la escondió y comenzó con el mantra, yo no podía despegar mis ojos de su cuerpo, ver su pecho respirar tan calmadamente y su cara con una serenidad increíble, ay dios!! ¿Qué hace esta mujer conmigo?, ¿qué tiene que hace que mi cuerpo tiemble?

La clase transcurrió normalmente y aproveché todo momento para demostrarle con mi mirada mis deseos, ella se limitaba a mirarme. Una vez terminada la clase guardé mis cosas lo más lento posible, ella seguía ahí ordenando la sala y prendiendo inciensos. Cuando ya todas abandonaron la sala me acerqué a ella

Isa: Hola, que casualidad, ¿cuál era tu nombre? – Pregunte nerviosa

Chica: ¿En serio no te acuerdas de mi nombre Isabel? – Escuchar mi nombre salir desde sus labios hizo que se me erizara la piel, recordaba mi nombre

Isa: Lo siento, pero tengo muy mala memoria

Chica: Lo recuerdo, ese día casi pierdes tu teléfono – En un tono muy seco

Isa: Entonces, ¿No me lo dirás? – Pregunté mucho más nerviosa que antes

Chica: Mira Isabel, conozco a las de tu tipo, creen que por ser lindas pueden conquistar a cualquiera, pero conmigo eso no funciona, viniste aquí solo para flirtear conmigo – Me contestó en el tono más odioso posible

Isa: En serio me gustaba esta chica pero mi dignidad estaba primero – jajajaja No puedo creer lo que me dices, en serio que eres muy egocéntrica, pero te tengo una noticia, el mundo no gira a tu alrededor. Me decepcionas, el otro día en el parque no imaginé por ni un instante que fueras esa clase de persona – Igualando mi tono al de ella

Chica: Mirándome con sorpresa y luego con enojo me dijo – En serio Isabel, no caeré

Isa: Eso dices, pero eres tu quien recuerda aún mi nombre, además creí escucharte decir que te parezco linda, ¿o me equivoco?  - Pregunté en tono de burla

Chica: ….

Isa: Bueno es una lástima, realmente no pensé que serías así, intentaré no tomar clases contigo – Dije muy fría pero me dolía su rechazo, mientras caminaba hacia la puerta

Cuando estaba ya a punto de salir la escuché decir

Chica: Alba.. – Casi en un susurro

Isa: Me detuve en seco, me di vuelta – Disculpa, ¿Me dijiste algo? – Haciéndome la desentendida

Alba: Me mira a los ojos, pero esta vez su mirada era más sincera, me miraba con pena pero luego miro hacia abajo y dijo – Alba … Disculpa no debí hablarte así..

Isa: La interrumpí – No te preocupes ahora que ya se tu nombre puedo asegurarme de que ninguna clase me toque contigo – De verdad me había dolido su rechazo, pero en mi mente resonaba su nombre, era hermoso, como ella

Alba: Se dirigió hacia mí y me toco el hombro – Realmente lo siento, es que tengo muy mala suerte, siempre me tocan chicas como tú y me han lastimado mucho y – Se detuvo, se dio cuenta de que había hablado más de lo que quería

Isa: No te preocupes, entiendo, pero no deberías juzgar a un libro por su portada, eres mucho más superficial de lo que pensaba – Dije aún dolida por tal comparación con otras mujeres que habían tenido la suerte de tenerla en su cama y luego dañarla, pero todo me confirmaba que era lesbiana

Alba: No soy así, en serio, ¿aceptarías un café como disculpa? – Dijo en un tono muy tierno y amable

Isa: No lo sé, quizás este es el truco que siempre utilizas para conquistar – Me miró muy enojada - Es broma tranquila, mejor vamos luego antes de que mates aquí mismo jajaja

Fuimos a un café muy cercano, nos sentamos en las mesas de afuera una al lado de la otra, comenzamos a hablar, en serio era muy entretenida, me inspiraba mucha confianza y tranquilidad, estaba tan llena de vida. Al momento de pagar la cuenta la tomé y ella hizo lo mismo, nuestras manos de cruzaron, nos quedamos así por unos segundos, las dos nos miramos fijamente a los ojos, sentí un gran choque eléctrico recorrer por mi espalda hasta mi nuca, ella se sonrojó inmediatamente y comenzó a tartamudear

Alba: Yo… yo te…yo te invité para pedirte disculpas, recuerdas? Yo pago – Dijo desviando su miradade mi

Isa: Es cierto, pero no puedo aceptar, por lo menos deja pagar lo mío, tú aún estas estudiando y acabas de perder tu trabajo, me sentiría muy mal si no pagara, aunque fuera lo mío – Le dije muy segura intentando encontrar mi mirada con la suya

Alba: Aun así, déjame pagar, ya habrá otra oportunidad donde tú me invites para pagar esta ¿sí? – Dijo por fin mirándome a los ojos

Isa: Fue cuando clavada en su mirada no me aguante y le dije – ¿Y si te pago ahora mismo? – Enseguida me incliné hacia ella y le di un beso, un pequeño piquito en sus labios que me supo a gloria

Sus labios eran muy suaves y blandos, me despegué lentamente de ella y me di cuenta de que ella tenía sus ojos cerrados, me pareció muy tierno, en cuanto los abrió vi sus hermosos ojos miel, proyectaban mucha ternura, pero algo hizo que cerrara mis ojos nuevamente, sentí un dolor muy intenso en mi mejilla izquierda y un fuerte sonido inundó mi oído. Me había golpeado, una cachetada, jamás me habían golpeado en la cara, en la vida, menos en forma de rechazo, intenté levantar mi mirada con mis ojos empapados en lágrimas y vi borrosamente que ella se había levantado, fue entonces cuando mi corazón hizo que dejara de lado cualquier rastro de dignidad, tiré un billete sobre la mesa y me fui detrás de ella, sobándome la cara, la alcancé unos metros más allá, la tome del brazo y:

Isa: Perdóname, pero no pude contenerme, yo no soy así, jamás había hecho esto, perdón – Con mi voz quebrada

Alba: Ella seguía sin mirarme, sin siquiera darse vuelta y vociferaba – Sabía que eras igual a todas las demás, solo querías tener algo conmigo!!! – Se dio vuelta, me iba a golpear de nuevo, su mirada era fuego, la cual de inmediato cambió a sorpresa.

No entendía nada, bajó su mano y luego la volvió a levantar y yo como perro al que acaban de golpear me asuste y puse una mano en mi cara para evitar que me golpeara, ella se acercó más a mí, dirigió lentamente su mano a mi cara, como queriendo recuperar mi confianza, bajo mi mano de mi cara y la dejo entrelazada a la suya, con su otra mano sacó un pañuelo de su bolso y me lo puso en la cara, creí que intentaba limpiar mis lágrimas pero de inmediato sentí la sudadera mojada, cuando miré hacia abajo vi mucha sangre en ella, miré el paño que había colocado en mi cara, entonces muchos pensamientos cruzaron mi mente, causando real confusión en mí, ¿por qué sangraba? ¿De dónde salía eso?, ¿me había abierto la piel?, sin más me fui a negro