Mi profesora de inglés

Esta es una historia real de lo que sucedió con mi profesora de inglés hace unos años.

Era una mañana de ésas que te dan la impresión de que va a ser un buen día, era el primer día del curso lectivo.

Bajé del autobús y caminé hacia la entrada del colegio, me detuve a saludar al guardia que estaba en la entrada, yo curso noveno grado y él es un buen amigo desde que entré al colegio hace dos años atrás.

  • ¡Hola don Mario! ¿Cómo lo pasó en año nuevo?

  • ¡Hola Lucy! -dijo con una sonrisa- Muy bien con mi esposa e hija, y usted ¿qué tal?

  • Me alegra muchísimo, y pues la pasé tranquila en casa con mi familia, pero me divertí bastante.

  • Me da mucho gusto oír eso, pasa, tus amigos entraron hace rato y creo que te esperan en el pasillo, espero que le vaya muy bien en éste año, y que lo disfrute mucho.

  • Gracias don Mario, y espero que mis amigos y yo no le demos tandos problemas como el año pasado ja ja ja.

  • ¡Yo espero lo mismo! Vé, que creo que ya el timbre está por sonar, que tenga un lindo día.

  • Gracias, e igual para usted.

Caminé por los pasillos del colegio, y en el camino saludaba a todos los conocidos, mi colegio es algo pequeños, 300 personas aproximadamente, es ésa clase de colegio en que todos se conocen, y yo soy bastante conocida porque cocino bien y leo libros bastante gruesos, y eso no es muy común en mi colegio, todo tienen otra clase de pasatiempos mientras que yo me dedico a la lectura, Mountain Bike, y a la cocina por supuesto. En el camino me encontré con varios de mis profesores que me saludaron con una sonrisa, hasta que me encontré con mi profesora favorita, Annie, desde sétimo es mi profesora de literatura y gramática, compartimos libros, recetas entre otras cosas, cuando la vi sonreí y me detuve para saludarla.

  • ¡Hola profe!

  • ¡Hola Lucy! -me abraza y me da un beso en la mejilla- Me da tanto gusto verla, ¿cómo pasó navidad y año nuevo? ¿Qué libros leyó en vacaciones?

En ése momento apareció doña Elizabeth la directora del colegio.

  • ¡Annie, deja a chica en paz y ven a mi oficina! Llevo bastante rato esperándote, necesito darte tu orario y necesito tu firma en unos documentos.

  • Disculpa jefa, es que como vez paré para saludar a Lucy.

  • Bueno, Annie, no hay problema. ¡Hola Lucy, me alegra mucho verte!

Me saludó con un beso en la mejilla y un fuerte abrazo. La directora y yo siempre hemos tenido una excelente relación, ella es una persona bastante amable y maternal, y a veces un tanto extrovertida.

  • Hola direc -ésa es mi forma de llamarla- a mi también me alegra verla, espero que haya disfrutado mucho sus vaciones en Italia.

  • Fue excelente, me encantó ése restaurante en Florencia que me comendaste, cocinan la mejor Lasagna que he probado, por cierto, a la salida te pasas por mi oficina, traje un té delicioso, lo tienes que probar.

  • Gracias direc, a la salida me paso por su oficina

  • Bueno Lucy, un placer hablar tenerla este año en la institución, espero y tus notas sigan subiendo, y las quejas de la profesora de artes plásticas vayan bajando, ja ja, hablando de quejas, sus amigos la están buscando en la cafetería, además debo de irme con Annie.

  • Jaja, gracias direc, ya me voy, que tengan un excelente día.

  • Igual -respondieron Annie y doña Elizabeth-.

Seguí caminando, y saludando conocidos en el camino, hasta que llegué a la cafetería y encontré a mis amigos; David, Emily, Karla, Laura y Mariana, cuando me vieron gritaron.

  • ¡LUCY!

Y corrieron hacia mi y nos dimos nuestro "abrazo grupal" de principio de curso.

Mientras hablabámos de nuestras vacaciones, y me preguntaban sobre mi viaje a Japón, y Karla, nos contó que pasó la navidad con su padre, en Holanda, ya que su padre vive allá y ella nació allá, casi siempre para navidad o año nuevo va a visitar a su Familia que vive en Amsterdam, mientras todos hablaban de sus vacaiones nos sentamos en nuestra mesa, la que tomamos desde que nos conocimos hace más de dos años, como siempre David se sentó junto a mi, ya que él es mi mejor amigo y siempre estamos juntos. Mientras todos platicabamos yo que quité la mochila de la espalda para sacar los recuerdos que les traje de mi viaje a Japón, y cuando coloqué todo sobre la mesa, alcancé a ver a una mujer blanca, de unos 23 años, tal vez medía metro sesenta, cabello rubio liso que le llegaba un poco abajo de los hombros; era hermoso, ojos color verde lima -mi color favorito-, usaba lentes de aro de pasta, y su cuerpo, era un punto intermedio, ni gorda ni flaca, cuando la vi pensé "¡que hermosa es!" tenía unos libros de Grammar, y de Reading, por lo que supuse que era una nueva profesora de inglés.

Cuando percaté todos mis amigos me miraban fijamente.

  • Lucía, llamando al planeta Tierra.

  • ¡Ah! -me sonrojo- lo siento, es que me distraje un poco.

  • ¡No, no lo notamos! -dijeron en coro; sarcásticamente.-

Me sonrojé aún más y David dijo:

  • Creo que dará clases a noveno y undécimo, se llama Melissa.

  • Oh, ya veo. -dije trando de parecer desinteresada en el tema, ellos ya sabían de mi preferencia sexual desde hace un año-

  • Y ¿Qué es éso? -Preguntó Mariana refiriendóse a los recuerdos que les traje-.

  • ¡Ah! Casi lo olvido, es una tontería, quería traerles algo de Japón. -dije mientras los entrgaba-.

Ellos se alegraron, todos parecían felices con lo que les di.

Sonó el timbre.

  • Bueno creo que debemos ir al gimnasio.-dijo Emily-

Así que todos nos dirigimos al gimnacio y nos sentamos en la gradería, después de que doña Elizabeth diera el mismo discurso de todos los años, los profesores se presentaron, había muchos nuevos, en su mayoría del departamento de inglés, entre ellos Melissa. Cuando se presentó, lo hizo en inglés, como todos los profesores de esta materia.

  • Hello, my name is Melissa, I am your new english teacher, and I hope we get along very well, and this year is very helpful.

Por el acento creí que era norteamericana, su acento era perfecto.

Nuevamente todos mis amigos me miraban fijamente, y sonreían.

  • Lucy, sólo te falta babear ja ja -me dijo David con un guiño de ojo-.

  • ¡Ay! Claro que no, solo apreciaba su acento

  • ¡Ajá! -Dijeron en coro con una sonrisa-.

Luego empezaron a llar a los alumnos por sección, me distraje durante mucho tiempo mirando a Melissa, hasta que me distrajo la voz de doña Elizabeth cuando me llamó.

  • Lucía Bounarotti.

Caminé hacia mis nuevos compañeros, la sección 9-A. como siempre, habían personas que no me agrabadan pero estaba con David, Karla y Mariana, por lo que deduje que sería un año interesante.

El aula era agradable y mis compañeros también, claro a excepción de Raffaella, Martha e Hikari. Desde que que nos conocimos chocamos y el sentimiento es mutuo, no logro llevarm bien con personas presumidas. Raffaella es la típica chica hermosa que todo el colegio desea, pero que no tiene ni medio cerebro. Martha, era algo similar a Raffaella, sólo que mucho más presumida, porque como su padre es el dueño del colegio, ella se cree el centro del mundo. Y por último, Hikari, es la única inteligente de ése trío, con ella me llevo un poco mejor ya que nos conocemos desde hace mucho tiempo porque su padre, don Tamaki, es dueño de un restaurante de comida japonesa, y las vacaciones pasadas él me tomó como su aprendiz. Ella es muy inteligente, bueno, pocas veces he escuchado de algún japonés que no lo sea. Después de que todos nos presentaramos, y en especial una compañera nueva, llamada Rebecca, una estudiante de intercabio, viene de Alemania.

Sonó el timbre que indicaba el recreo todos salimos.

-Continuará-