Mi profesor de autoescuela

Otra de mis experiencias con Paco. Esta vez con algo de sentimentalismo para que os metais más en la historia.

Sí, te perdono

Como ya os conté en mi anterior relato "noche de viernes con los profesores", todo acabó de esa forma. Al día siguiente cuando Paco me dejó en casa por la mañana después de haber estado hablandonos de esa forma, yo me sentía realmente mal, ibamos borrachos si, pero aunque me hacia gracia pensar en todas las tonterias que nos habiamos dicho, algo hacia que no pudiese dormir.

Pensé que Paco realmente pensaría que yo era una puta al haber estado tonteando con Pedro de esa manera y que incluso dejaría de verme por mi aptitud, pero no fué así. Ese sábado por la  noche, le mandé un sms a Paco y le pedí disculpas por lo ocurrido, le dije que lo pasara bien en vacaciones y que disfrutase al máximo. Ya no supe nada de él, no me contestó y ni si quiera le vi por ahí.

Al viernes siguiente estaba tomando algo con mis amigas, me llegó un sms de Paco en el que me pedía que fuese a su casa que al día siguiente se iba de viaje. En realidad no sabia que hacer, después de como me había tratado la semana anterior. A la hora volví a casa, no dejaba de pensar que hacer y me decidí, queria verle y poder sentirle pegado a mi cuerpo. Me puse una faldita corta, una camiseta y un sujetador dejandome el tanga en casa como olvidado para sorprenderle.

Le avisé a las dos horas más o menos de haber recibido su sms, subía nerviosa, tenía muchas ganas de verle, tocarle y volver a sentirle haciendome suya. Las luces estaban apagadas, excepto alguna de la salita al lado de la piscina, aparqué y no le vi por allí, me acerqué hacia la sala, la cual tenia la puerta abierta, no le vi  tampoco y cuando salí a mirar por el jardín vi a Paco acercandose lentamente, nada más verme sonrió y me  miro a los ojos, sus manos se enlazaron en mi espalda y me abrazó con fuerza, no esperaba esa reacción y me quedé un tanto sorprendida. Le miré y sonreí, llevaba puesto un bañador de slip que le quedaba realmente bien, le besé buscando su lengua con la mía, primero lentamente hasta que no pudimos aguantar las ganas de comernos como posesos y Paco me iba llevando lentamente hacia dentro.

Me besó con pasión colocancome encima de la mesa y abrió mis piernas mientras acariciaba mi clítoris con sus dedos.

-Quiero comerte el coño- (me dijo)

Esa frase me atontó, me eché hacia atrás suspirando, bajó su cabeza buscando con su lengua mi raja para pasarla suavemente y llenarme de placer y deseo, tocaba mis pechos con sus manos a la vez que su boca me provocaba tremendas idas y venidas de suspiros y olas gigantescas de satisfacción. Me deshice de mi camiseta y sujetador con total rapidez para que pudiese tocarme mejor, su lengua subia a mis pechos y volvía a bajar a mi clítoris dandome lengüetazos admirables, me deshice de placer con su habilidad y se incorporó agarrando su pene completamente erecto colocandolo en la entrada de mi vagina. Me penetró con precisión haciendome soltar un suspiro y prosigió con la penetración ritmicamente, me acerqué levantando mi espalda y le lamí la boca una y otra vez sin dejar de mirarle a los ojos con cara de zorra.

-Quiero chupartela Paco-

Me revolví bajandome de la mesa y me arrodillé en el suelo lamiendo su glande lentamente, succioné y fuí subiendo el ritmo hasta meterla toda en mi boca y chupar con fuerza, metiendola y sacandola sin parar y sin dejar de mirarle a los ojos. Cada vez se lo hacía más rápido y con más ganas, deteniendome en su frenillo con delicadeza y mis dedos rozaban y acariciaban sus testiculos una y otra vez. Bajaba lentamente por todo el tronco con la punta de mi lengua y me detuve en sus testiculos metiendo los dos en mi boca, volví a subir parando en su glande de nuevo y lamiendolo lentamente. Paco agarraba mi cabeza con fuerza y acariciaba mi pelo...

-Me encanta como me la chupas, vamos a hacer un 69-

Me llevó hasta el sofá y me colocó encima de él, lamió mi raja lentamente y dos de sus dedos se metieron en mi ano produciendome una sensación inmesa que me hizo dejar de lamerle durante un momento, continué lamiendole cuando terminé de correrme y agarraba sus pies acariciandolos suavemente.

-Dejame darte por el culo-

-Si, dame por el culo-

-¿Si?-

-Me gusta que me den por el culo-

Nos colocamos en el suelo y Paco me penetró por detrás, primero con delicadeza y luego bombeó con rapidez haciendome sentir el cielo en alguna ocasión, mis orgasmos cada vez eran más intesos y con las manos me pegaba fuertes azotes que me producian mil sensaciones, clavaba sus uñas y me cabalgaba como si de un toro mecánico se tratase, me tenía a su entera disposición y me domaba como a una fiera. Le senté en el sofá y me coloqué encima de él, metiendola en el coño otra vez; fuí subiendo y bajando rapidamente, Paco de vez en cuando me frenaba para no correrse y a veces yo me apartaba se la comía un poco para volver a incorporarme y continuar follandole. Los dos completamente sudorosos, nuestros pelos y cuerpo pegados, nuestras caras ardientes de deseo pero chorreando como grifos...

-Paula, vamos a parar un poco que estamos empapados-

-No, noo, quiero seguir follando, no quiero parar- (dije chillando como una loca)

Nos miramos y nos pusimos de pie, incliné un poco mi pelvis para que pudiese entrar dentro de mí con facilidad y me cogió del pecho entrando lentamente, se acercaba a mi oído con sus labios y me hablaba relajadamente, entrando y saliendo con movimientos suaves y continuados, mientras su torso se pegaba a mi esplda abrazandome desde atrás y haciendome sentir una complicidad y confianza excelente entre nosotros.

-Chsss, calla, tranquila Paula, sientela-

-Uff, que gusto-

-¿La sientes cariño?-

-Si, la siento, me gusta sentirte así- (le respondí)

-A mí también, ¿te gusta mucho?- (me dijo Paco)

-Si, me encanta Paco, es genial-

-Me encanta follar contigo, me siento muy bien- (me dijo pegandose a mí con más fuerza)

Totalmente empapada todavía pero con el corazón un poco más lento, me volví a colocar encima de él y me moví rapidamente...

-Quiero seguir follandote yo, quiero que te corras, quiero follar-

-¿Por qué te gusta tanto follar Paula?- (subió su tono de voz jadeando)

-Porque soy ninfómana, soy una zorra, ¿a que sí?-

Paco me miraba pero no decía nada, parecía que le sentara mal que yo dijera eso de mí.

-¿A que sí?- (le repetí medio chillando)

-No eres una zorra, eres MI puta-

Eso me encantó, era solo su puta y para nadie más, le miré intensamente lamiendo mis labios y eso le hizo voltearme y colocarme a cuatro patas en el sofá, donde me penetró desde atrás alternando por el culo y por el coño en inumerables ocasiones, cambiaba de agujero hábilmente haciendo que me fuese varias veces más.

-Follame, follame, luego me tienes toda la puta semana pensando en ti, masturbandome contigo en mis fantasías cabrón- (le dije chillando)

-¿Es en esto en lo que piensas?- (preguntó dandome más caña) -Es esto, ¿a que sí?- (añadió)

-Siiiii, es esto, joder  Paco, ahhh, vas a hacer que me corra otra vez-

-Pues correte venga, correte otra vez-

-Ven conmigo!! Vamos correte conmigo!!!- (le dije a punto de llegar de nuevo)

-Avisame cuando vayas a correrte-

Al momento de bombearme más y más fuerte y haciendome jadear como una perra en celo, agaché mi cabeza y comencé a sentir un cosquilleo enorme que inundaba mi ser y mis contracciones empezaron a ser evidentes...

-Yaaaaa!!!- (dije chillando)

Lo solté todo, tenía por dentro algo que necesitaba soltar y él consiguió que saliese, me quedé atontada en el sofá y me dí la vuelta. Paco no se había corrido así que continué con mi faena y siguió follandome mientras yo le ayudaba con mis movimientos pélvicos, mi cuerpo estaba totalmente agotado, pero necesitaba sentir su leche recorriendome, tocando mi piel. Continuamos los dos moviendonos y Paco me volteó...

-Me voy a correr en tu boca- (me dijo)

-Ohh, sí, por favor-

-Toma!!!-

Su semen empezó a caer lentamente por mi garganta, haciendome tragar unas gotas, lo restante caía por todo mi cuerpo y me entraban cosquilleos de satisfacción por tener toda esa leche para mí sola. Nos quedamos por un momento abrazados y Paco me dió un beso en la frente, cogió mi mano con suma dulzura y me llevó hasta el borde de la piscina.

-Bañate venga, vamos al agua- (me dijo)

Se tiró en el agua invitandome a acompañarle con su mano, bajé junto a él y nadamos un poco. Empezaba a hacer un poco de frío dentro y Paco me abrazó fuertemente colocandome encima de él y acariciandome porque tenía la piel de gallina. Nos besabamos lentamente y acariciabamos nuestro cuerpo con paciencia.

-Paco tengo frío-

-Si, estás helada, yo también tengo frío, vamos fuera-

Salimos del agua y Paco fué a coger una toalla, me enroscó en ella y me secó lentamente frotando con ella y luego me abrazó con la toalla puesta intentando quitarme el frío. Abrí la toalla y le enrosqué conmigo, nos besamos poco a poco y nos tumbamos en el sofá cogidos.

-Paula, la semana pasada iba borracho y la verdad es que no sabia lo que hacía ni lo que decía-

-Ya lo sé Paco, yo también había bebido demasiado y siento todo lo que te dije-

-Yo también lo siento, mañana me voy de viaje y me apetecía verte esta noche- (me dijo acariciando mi mano)

-Tenía ganas de verte Paco-

Estuvimos hablando un rato de cosas que habiamos pasado juntos en anteriores ocasiones, abrazados, besandonos y riendo nos fundimos en un abrazo espectacular que terminó en un gran beso en la boca que parecía no tener fin y eso me encantaba.

-Paco venga acuestate, que mañana tienes que madrugar- (le dije en tono protector)

-Si, ya voy, venga vamos-

Nos pusimos en pie y volviamos a abrazarnos una y otra vez, como si no quisieramos nunca que acabase el momento, le miré a lo ojos fijamente.

-Lleva cuidado en el viaje que hay mucho tráfico ahora-

-Tranquila... entonces, ¿me perdonas por lo de la semana pasada?-

-¿Por ir borracho? jajaja, si, te perdono- (respondí)

Volví a besar sus labios de nuevo con un pequeño pico y le sonreí metiendome en el coche. Paco me esperó en la puerta y le dije adiós bastante triste, porque sabia que estaría una pequeña temporada sin saber de él.

-Pasalo muy bien en vacaciones- (le dije mandandole un guiño)

-Tu también Paula- (me dijo sonriendo y despidiendose con la mano)

Continué mi camino, Paco miraba hacia mi coche viendo como me iba y yo le miraba por el retrovisor hasta que giré la esquina, recordando cada momento. En casa recuerdo ese polvo con algo de sentimentalismo al final y sonrío, me encanta Paco ;-),

Espero que os haya gustado, he metido los detalles románticos porque uno de nuestros autores, ("PRIMERIZO") me lo pidió, así espero que os guste más a tod@s, seguiré escribiendo para vosotr@s, muchas gracias y un gran beso para primerizo.