Mi profesor

Para aquellos que piensan que los cálculos matemáticos no pueden ser divertidos y entretenidos, no comparto esa misma opinión ... ya verán por que...

MI PROFESOR

Para aquellos que piensan que los cálculos matemáticos no pueden ser divertidos y entretenidos, no comparto esa misma opinión ... ya verán por que...

Desde que cruce la puerta y lo vi quede encantada con él, había llegado alrededor de unos 10min tardes, así que no tarde en buscar un asiento y pedir disculpa por la interrupción, él asintió con la cabeza sonriéndome, lamentablemente las pocas sillas que quedaban estaban ubicadas en la parte de atrás, me senté y desde lejos comencé a observarlo, desde que había comenzado la universidad, nunca me había tocado un profesor así, era joven, no pasaría de unos 25 años, de mirada profunda y expresiva, con una sonrisa que desde el principio me hacia sonreír a mi también, de una estatura promedio, de tez blanca, y para muchas de mis compañeras no eras mas que otro simple profesor, hasta dirían que no tenia nada de especial, pero a mi me dejo hechizada, me senté y escuchaba con detenimiento todo lo que decía, justo en el momento de mi llegada, decía que no le aceptaba la impuntualidad, tales palabras produjeron un sonrojo en mi de pena por haber llegado tarde, cosa que no se volvió a repetir, pues a partir de allí siempre llegaba temprano y me ubicaba en los primeros puestos, desde el principio mostré mi interés por la materia, y a lo mejor sin darme cuenta al mismo tiempo mostraba mi interés por el, sencillamente no podía evitar el que mis ojos se desviaran en un va y ven hacia donde el iba, en muchas de las clases sentía que solo estábamos el y yo, pues pasaba mas de la mitad de esta mirándome mientras explicaba el tema del día.

Sencillamente no podía evitar sentirme atraída por él, cada clase era una tortura llena de placer, tenerlo allí tan cerca de mí, podía sentir su aroma y su respiración cada vez que se acercaba a mí para fijarse en donde había quedado la ultima clase, podía con mis ojos dibujar la figura de su espalda que se dibujaba entre su camisa, sencillamente a medida que trascurría el semestre, el más me atraía y tenia que hacer algo, me quedaban solo dos caminos o buscar la manera de satisfacer ese deseo que tenia hacia el, o simplemente darle tiempo al tiempo y olvidarlo.

Esa tarde decidí ir a consulta con él para que me ayudara con algunos ejercicios, o a lo mejor esa fue mi tonta excusa para ir a verlo, toque la puerta, y al oír su voz pidiéndome pasar, sentí que miles de sensaciones en mi cuerpo se retorcían, sabia que el se encontraría solo, pues no estábamos cerca de un examen y era lo mas probable que nadie fuera a consulta ese día. ¡Efectivamente! Estaba solo, nos saludamos como siempre y nos sentamos a resolver mis dudas, constantemente nuestras miradas se cruzaban y tratábamos de separarlas nuevamente, así pasamos un buen ratos, entre risas, dudas, y problemas, por un momento me sentí relajada, hasta por un momento me olvide que estaba sentada junto a él, hasta que todo sin saberlo se torno diferente, su mirada y su tono de pronto cambio, podía sentir su mirada en mi, en oportunidades en clase lo había hecho, pero esta vez la intensidad de ellas era mayor, comenzamos hablar de cosas triviales y nuestros tonos de voz fueron cambiando, cada vez mas suaves mas bajo, y nuestros cuerpos mas cerca y poder percibir su calor.

Me tomo por sorpresa cuando su mano se poso sobre mi pierna, una corriente recorrió todo mi cuerpo, no quise ni moverme por miedo a que él temiera dar otro paso, pero al fijarme en su mirada supe que no había miedo y que no habría marcha atrás, supe que el sabia que el me gustaba, y que lo deseaba y supe que yo también le gustaba y también me deseaba, rodó la silla hasta tenerme entre sus piernas y se acerco lentamente para besarme, los primeros besos fueron besos cortos, quizás para darme la oportunidad de alejarme, pero yo no me aleje, todo lo contrario, me acerque mas al colocando mis manos sobre sus piernas y respondiendo a cada unos de sus besos, que cada vez fueron mas intensos, nuestras lenguas empezaron a jugar en un ir y venir de pequeñas lamidas y leves bocados de nuestros labios, sus manos buscaban mi cuerpo, como si quisiera estudiarlo lentamente, sentía las yemas de sus dedos rozar por encima de mi ropa mi piel, y dentro de mí, pedía que continuara, levantándose y levantándome de la silla me tomo muy fuerte por la cintura, como temiendo que yo escapara y los besos se hicieron interminables, no había espacio para el aire, solo estaba presente el sabor de sus labios y el de los míos en el ambiente, nuestras miradas se cruzaron nuevamente y se detuvo un momento para decirme – Tu me gustas - , le respondí con un beso y con –Usted también-, el sonrió, sabia que eso le gustaba, pocos en clase le teníamos ese respeto, pues debido a lo joven que era, muchos se atrevían a tutearlo, pero a mi me producía agrado esa distancia que debíamos mantener por el respeto de yo ser su alumna y el mi profesor.

Sus manos ya desesperadas habían logrado pasar por debajo de mi falda, mientras que la mías aun luchaban con los botones de su camisa, no decíamos ni una palabra, no había nada que decir, ambos sabíamos que hace tiempo lo deseamos y era hora de hacerlo, sentí como sus dedos llegaron sorpresivamente hasta mi vagina cruzándose rápidamente con mi pequeño bikini, el cual se encontraba ya lleno de humedad y de calor, sus dedos lo notaron, pues se bañaron y jugaron entre mis jugos, mientras mis manos y mi boca recorrían su pecho y su cuello, saboreándolo trozo a trozo, tomándome por la cintura fue acostándome en su escritorio (creo que unas cuantas cosas se clavaron en mi piel pero hice caso omiso a ello), llevo mis piernas hasta apoyarlas sobre el escritorio para luego abrirlas suavemente, para deshacerse de mi ropa interior, sentí las ansias que tenia de probarme en lo acelerada que se encontraba su respiración, con sus dedos fue abriendo mis labios soplando suavemente sobre mi clítoris, mi cuerpo se estremeció totalmente ante tal sensación, hasta que su boca se poso en mis labios los cuales empezó a saborear y recorrer como un niño pequeño, su lengua me recorria completamente, me saboreaba, me probaba, de mis labios se escapaban miles de gemidos, trataba de morderme los labios para no hacer tanto ruido alguien podría pasar y escuchar lo que adentro estaba pasando, cuando esa idea cruzo por mi mente me excite aun más, sus manos no dejaban de recorrer mi cuerpo, mientras la mías acariciaban su cabello, tanto placer, tanta excitación me llevaron al limite, mis caderas comenzaron a tener movimiento propio, se movían sin dominio alguno de arriba hacia abajo, mis gemidos fueron aumentando en intensidad, solo entre suspiros le pedía más y más, le pedía que no parara, ya mi cuerpo no aguantaba mas y el aun mas se acercaba a mi, mas me degustaba entre sus labios, hasta que inunde su boca de mis jugos como resultado de un profundo orgasmo, el tomaba todo, lo saboreaba por completo, por un tiempo no tuve razón de mí, toda una corriente me recorrió desde los pies hasta mi cabeza, mi cuerpo temblaba aun con el inmenso calor que sucumbía por toda mi piel, pero el se negaba completamente a descansar, sabia que no había tiempo para eso y aun faltaba mucho por hacer, con pequeños besos y mordisco fue subiendo por mi cuerpo, del cual yo me había encargado junto a él, de despojar de cualquier prenda, hasta detenerse en mi ombligo el cual recorrió con su lengua con movimiento circulares, creí morir, cuando lo sentí allí por primera vez, continuo subiendo hasta llegar a mis senos los cuales saboreo y mordió muy lentamente, mientras sus manos seguían las huellas que sus labios dejaban, cuando llego hasta mi boca no pude parar de besarlo, con cada beso le di las gracias por lo que me había hecho sentir.

Ya sentada sobre el escritorio y aun besándonos, mientras mis piernas jugaban a recorrer las suyas, y mis manos desabrochaban cada uno de los botones de su camisa, para que mis dedos jugaran con sus vellos, haciendo remolinos en su pecho, mis manos recorrieron su espalda, pude detallar cada parte de esta, pude sentir y distinguir cada músculo en ella, eran aun mas perfecta de lo que yo me había imaginado, fui bajando en busca de su pantalón el cual comencé a desabrochar, por un momento quise parar de besarlo, quería observa su miembro al salir, quería darme cuenta como lo tenia, aunque ya sobre la ropa sentía que respondía con mucha emoción a cada una de mis caricias y mis besos, pero ahora quería comprobar con mis ojos si era cierto, metí mis manos dentro de su bóxer y pude encantarme allí, con él mas magnifico ejemplar, esta allí, todo duro y levantado y todo para mí, lo tome entre mis manos presionándolo con suavidad, a lo que él respondió con un suspiro, me decidí al fin a sacarlo, cosa que ya hace rato pedía a gritos, y mis ojos quedaron extasiados ante lo que había frente a ellos, no podía mas que desear tenerlo dentro de mi, sentir su dureza y su calor en mi interior, pero el tenia todo ya pensado y como buena alumna me debía dejar llevar, luego de haber sacado su miembro se coloco detrás de mí, comenzó a besar la parte de atrás de mi cuello, y a recorrer con sus manos mi espalda y mi pecho, ya yo estaba entregada, solo podía seguir su ritmo, a cada una de sus caricias la respondí con mas caricias, hasta sentir unas de sus manos acariciar mi culo y en él fue bajando hasta llegar a mi vagina, recorrió con sus dedos toda mi humedad y comenzó de nuevo a subir lubricando mi pequeño hoyo, para comenzarlo a penetrar lentamente con unos de sus dedos, no pude evitar sentir una extraña sensación pero a los pocos instante esta paso, su dedo trataba de penetrarme aun mas haciendo movimientos circulares que me producían un placer enorme, nuevamente mordí mis labios para evitar gritar, a los minutos comenzó a introducir otro de sus dedos, esto me produjo un dolor mayor al anterior pero aun así quería que continuara, a los pocos segundo el dolor se convirtió de nuevo en placer mi cuerpo se movía al compás de sus movimientos sentía como su duro pene golpeaba mi culo, pidiendo un espacio para él penetrarme también, el se encargo de todo de lubricarme y hacerle espacio a su cuerpo, cada vez me encontraba mas excitada y ya no distinguía entre el dolor y el placer, sin dudarlo mas le pedí que me penetrara, a lo que respondió

– Así lo haré mi niña -, acomodo su miembro, colocando en la entrada de mi hueco su enorme cabeza que hace unos pocos minutos había podido ver roja e hinchada, ya no pude soportarlo mas al comenzar a penetrarme un grito se escapo de mi boca, el trato de detener el paso y quedar en la posición que estaba para que mi interior se adaptara a su forma, espero unos segundo cuando se sintió seguro nuevamente comenzó a avanzar esta vez más suave pero mas decidido, sentía que mi cuerpo se dividía en pequeños trozos, sentía frió sentía calor, todas las sensaciones en mi cuerpo se mezclaron y se hicieron un sola, solo existía el placer, no hay nada mas que sentir, sus manos recorrían mi espalda y me acariciaban su cuerpo luego de estar nuevamente detenido unos segundo, comenzó a balancearse, comenzó a sacar y introducir su pene de nuevo en mi, con movimientos muy lentos que mi caderas fueron acompañando, en no paro ni un momento de gemir y yo tampoco, muchas lagrimas rodaron sobre mis mejillas, pero aun así era enorme el placer que sentía, cada vez mas rápido cada vez con mayor seguridad el entraba y salía de mí, la respiración aumentaba y los gemidos pasaban a gritos, sentía su pene penétrame una y otra vez sentía como sus testículos me golpeaban, mi cuerpo me pedía descansar y a la vez me pedía mas, y yo le pedía a el mas, el me decía lo bien que lo hacia, lo mucho que le gustaba, no paraba, el sudor de nuestra piel se mezclaba, mi vagina se encontraba a millón, ya éramos uno solo ambos nos vinimos juntos, en un orgasmo conjunto que nos dejo desahuciado, sentí su leche recorrer mi interior, y era tal la cantidad de la misma que mucha se desbordo, nuevamente cuando estuvimos un poco mas recuperado nos fundimos en un beso, hasta que sentimos a alguien tocar, la puertas estaba con seguro mantuvimos el silencio para que creyeran que no había nadie, la persona toco unas cuantas veces mas mientras el y yo nos vestíamos y nos dábamos besos jugando, cuando se fue a los pocos minutos nos acercamos nos dimos un ultimo beso y nos dimos las gracias por inolvidable tarde...

Llegue esa tarde a mi casa y me metí a duchar recordando cada instante mientras recorría mi piel enjabonándome.....y mientras pensaba si nuevamente se repetiría....

G.H