Mi primo se fue al extremo
La última vez que mi primo me cogió la boca y la garganta se fue al extremo y termine agotadísima
Como ya saben éste es un relato totalmente real.
De todas formas los invitamos a que lean las primeras dos partes para entender como empezamos con esta locura.
Que lo disfruten!
Pasaron 3 años desde la última vez que le hice un pete a mi primo, muchas cosas cambiaron en ese lapso de tiempo, la más importante de ellas, fue mudarme de casa.
Si bien seguíamos viviendo en la misma ciudad, y estábamos en constante comunicación; ya los tiempos no eran los mismos, y nunca coincidíamos para poder vernos y hacer alguna de las nuestras. Cada vez que íbamos a vernos surgía un imprevisto y lo dejábamos para una próxima vez.
Así, pasó el tiempo hasta que por fin coincidimos en fecha, lugar y hora.
Era una noche de invierno cuando el me mando un mensaje por WhatsApp para saber si estaba libre en ese momento; lo mejor de todo, es que si lo estaba.
Me cambie rápido de ropa, agarré mis llaves, el celular y salí a la puerta a esperarlo.
Cuando paro su auto en la puerta de mi casa, subí al instante, lo salude y arrancamos hacia algún lugar donde pudiéramos estar tranquilos.
Ni bien arranco el auto, me ate el pelo en una cola de caballo alta y empecé a tocarle la entrepierna, cuando note que su pija estaba un poco dura, sin decirle nada la saque de dentro de su pantalón y empecé a pasarle la lengua de abajo hacia arriba; sin importarme si los autos que pasaban por el sentido contrario me veían o no, mientras él buscaba un lugar lo mas desolado y oscuro posible para poder detener el auto.
No se donde paramos porque estaba más concentrada en chuparle la pija a mi primo, que en buscar un lugar donde nadie nos viera.
Paro el auto en una calle desolada y yo sólo podía dedicarme a chuparle la pija y acostumbrar mi boca a lo que le esperaba.
Él se acomodo en el asiento del conductor y se terminó de sacar por completo el pantalón junto con el bóxer para poder dejarme más espacio y no ensuciar la ropa.
Lo pajee un poco con la mano para que se terminara de endurecer, al mismo tiempo, la chupaba y le pasaba la lengua en todo el largo para mas lubricación. Poco a poco la iba metiendo en mi boca hasta que hacia tope con mi garganta. En ese momento todavía no quería forzar la garganta a tragármelo entero.
Después de tanto tiempo, mi garganta había perdido su "flexibilidad" y me costaba mucho mas hacer que su verga pasara. Así que de a poco y con ayuda de él fui acostumbrándome otra vez.
Al tocar su pija mi campanilla el reflejo del vomito se hacia mas presente. Pero así y todo, no quería parar.
De a poco mi boca empezó a salivar, y empezaron a caer lagrimas.
El reflejo del vomito era cada vez mas seguido pero sabia que una vez que lograra que traspase la campanilla pararía y ahí ya si podía hacer que su pija llegara a la mitad de mi garganta.
Él lo disfrutaba y presionaba mi cabeza contra la pelvis para que me tragara toda su pija. Aguantaba hasta donde podía, y cuando no podía mas lo golpeaba para que me soltara y así poder respirar de nuevo.
Cuando lograba que me suelte, su pija salía de mi boca completamente empapada de una mezcla entre mi saliva y algunos restos de su leche, estos formaban hilos de baba y con la pija así, toda babeada y pegajosa me pegaba cachetazos.
Para estar mas cómodos nos pasamos a la parte trasera del auto donde me pude arrodillar entre sus piernas y seguir chupando hasta ahogarme.
No se porque, pero el hecho que me hiciera ahogar en contra y con mi voluntad me incitaba a no parar y aguantar todo lo que pudiera y él me exigiera.
Me tragaba toda su pija, no dejaba ni un centímetro fuera, solo paraba cuando no podía mas porque no respiraba o porque quería vomitar.
Un par de veces tuvimos que abrir la puerta para que pudiera vomitar en el cordón de la calle, pero eso no fue impedimento para no seguir. Todavía no entiendo como a él no le daba asco toda mi baba y paraba
En fin, seguí chupando, tragando y ahogándome por un largo rato hasta que necesite un descanso porque mi boca y mi garganta no podían mas. Me dolía la mandíbula y me ardía la garganta.
Había pasado al menos una hora y media desde que había empezado a chuparle la pija, no podía más y él todavía no había acabado.
Decidimos dar una vuelta para que yo pudiera descasar y tomar algo de aire. Si bien era pleno invierno y de madrugada yo tenia calor, mucho calor.
Después de unos 15 minutos de descanso paramos en un lugar mucho mas oscuro y ya con la meta de hacer que él acabara.
Sabía que se venía la peor parte, para mí y la mejor para él.
Estacionó el auto y volvimos a los asientos traseros en la misma posición que antes.
Increíblemente seguía con la pija dura! Solo tuve que volver a ensalivarlo bien para que pudiera pasar por mi garganta de nuevo.
En esta parte de la noche, todo se descontrolo.
Ya no tenía poder decisión a la hora de querer respirar, parar o escupir el exceso de saliva.
Literalmente y con todas las letras me cogió la boca y garganta.
Yo solo sentía como pasaba toda su pija por mi garganta, y cada vez que entraba toda necesitaba correrme porque no aguantaba mas, cada vez que su pija tocaba el fondo de mi garganta tenía la necesidad de vomitar, pero él hacía más fuerza en mi cabeza para que no lograra escaparme, me desesperaba por soltarme y poder respirar pero él, no lo hacia aunque lo rasguñara o golpeara. Tosía con su pija en mi garganta, cuando lograba soltarme no podía respirar bien de lo agitada que estaba y si él dejaba que me escapara era muy poco el tiempo de respiro que me daba.
Mi boca estaba desbordada en saliva y lloraba cada vez más por el esfuerzo de mi garganta.
Así me tuvo al menos una hora más, no me daba respiro. Parecía que me pasaba de todo menos disfrutarlo, pero era todo lo contrario, eso era lo que quería, que me ahogara y me llenara la garganta de leche
De repente subió la intensidad y la velocidad de las embestidas en mi boca y me apretó con las dos manos mucho mas fuerte que antes; en ese momento supe que iba a acabar, pero no iba a ser así nomas.
Tuvimos que salir del auto para que el pudiera terminar con su cogida a mi boca, necesitaba estar parado para acabar en el fondo de mi garganta.
Siguió cogiéndome la garganta hasta que, al fin hundió su pija lo mas profundo que pudo en mi garganta y dejó salir toda su leche caliente. Sentí como su leche pasaba por mi garganta, fue una acabada muy abundante y no tenia mas opción que esforzarme por tragar todo con los ojos llenos de lagrimas sino sabia que me iba a ahogar con su leche. A decir verdad nunca me desagrado su sabor tampoco. Una vez que termino de acabar saco lentamente su pija de mi garganta mirando y disfrutando del cansancio que me había provocado
Después de recuperar el aire, me dejó en mi casa.
Estaba agotada, me dolía la garganta, la boca y me ardían los ojos.
Me acosté y después de dar vueltas en la cama un rato me dormí con el sabor de su pija y su leche en la boca y un mensaje de advertencia
“La próxima va a ser peor”
Esperamos que hayan disfrutado del relato y los invitamos que se contacten con nosotros. Cualquiera de los dos, tanto mi primo como yo va a estar contestando los e – mails (misserotic4@gmail.com)