Mi primo mi hermano y yo

Allí comenzó lo que sería el amor más grande de mi vida, el sentimiento que aún hoy permanece y que me hace sentir y pensar, en mi primo.

Todo lo que narro aquí, sucedió en la realidad y es la continuación de la historia antes contada.

Y hoy después de muchos años, aun después de estar casado, puedo decir que mi vida sexual la disfrute y la disfruto a plenitud con los hombres.

Después de mi primera experiencia con mi hermano, lo seguíamos haciendo cada vez que podíamos, al fin de cuentas en nuestra nueva casa le habíamos dichos a nuestra madre que queríamos compartir el mismo cuarto, a pesar de la insistencia de mi padre de que cada uno debería tener su cuarto.

Pero era obvio que a nosotros no nos convenía ,ni queríamos dormir en cuartos separados, así transcurrieron tres años desde nuestra primera vez, el único hombre que yo conocía era mi hermano y le puedo confesar que muchas veces tuve oportunidad con mis compañeros de colegio, pero sentía que si lo hacia estaría traicionando a mi querido hermano, pues nos habíamos prometido mutuamente no tener sexo con nadie mas.

Pues cada uno de nosotros tenía su novia y puedo recordar como si fuera ayer que cada vez que llegábamos de visitarlas ( Para nuestra fortuna teníamos de novia a dos hermanas ) pues como eran hermanas, ustedes señores lectores se imaginaran que íbamos a todos partes los cuatro y como les venía diciendo cada vez que llegábamos de visitarlas, nuestros cuerpos se fundían en la lujuria de tener sexo, dé hacernos el amor, de ese loco deseo que nos invadía cada vez que estábamos solos desnudos acariciando nuestros cuerpos perfectos, cuerpos que habíamos conseguido con largas horas en el gimnasio y que volvía locas a todas las chicas y chicos del colegio donde cursábamos noveno y undécimo grado respectivamente.

Para ese entonces Harvey mi primo que tenia en esa época 20 años había llegado desde Bogota a pasar vacaciones y venía a ver si se quedaba a estudiar en las mas reconocida universidad de nuestra ciudad.

A los pocos días de estar en nuestra casa, luego de jugar un partido de fútbol y estando tirados en la grama, llegó, en una conversación, el tema que siempre aparece: el sexo. Hablamos de las experiencias con chicas, de la masturbación, de las revistas pornográficas y mi hermano propuso que cuando llegáramos a la casa nos metiéramos en una de las habitaciones e hiciéramos una competencia para ver quién se venía primero después de masturbarnos. Era obvio que mi primo no se imaginaba que mi hermano y yo teníamos sexo desde hace ya tres años, Yo dije que no, no me gustó la idea... todavía tenía cierto pudor con mi primo y me parecía que hacer eso, con mi primo no era apropiado, era como un acto ofensivo. Algo nos distrajo y la conversación concluyó sin que decidiéramos algo al respecto. Al rato nos fuimos de regreso a casa.

Yo me dediqué a ver televisión y de pronto sin darme cuenta me quedé solo en la habitación que en casa teníamos destinada para descansar y ver nuestros programas de Tv.. Siendo ya las cinco de la tarde me dispuse a buscar a mi primo y a mi hermano. Cuando me aproximé a la habitación de mi hermano y mía me di cuenta que la puerta estaba cerrada.

Entonces toqué a la puerta y escuché una voz, la de mi hermano preguntando quién era. Le respondí que era yo. A los dos minutos vi que él entreabrió la puerta y como mirando de manera vigilante dijo: entra, entra rápido. Le dije: pero qué pasa por qué tienes esa actitud.

Cuando tenía medio cuerpo dentro de la habitación me jaló del brazo y cerró la puerta rápidamente. Entonces vi el espectáculo más divino que hasta ese momento hubiese podido presenciar. Estaba mi primo masturbándose y tenía una verga súper hermosa: de un color trigueño, como de unos 21 cm. Con una cabezota impresionantemente provocativa. Y todas esas sensaciones las sentí al sólo mirarlo, allí, sobre la cama de mi hermano boca arriba y ver que a pesar de haber entrado a la habitación no había dejado de masturbarse.

De pronto, se detuvo y me dijo primín, acércate; y yo, todavía confundido, sorprendido y sin poder asimilar lo que estaba sucediendo acudí como un manso corderito a su lado; me dijo siéntate a mi lado. Muy tiernamente tomó mi mano y la posó sobre su verga y me dijo: mastúrbame.

Lo dudé un instante, pero al reaccionar me vi con ese monumento a la virilidad entre mis manos y lo acariciaba con toda la ternura que me inspiraba. En ese instante estaba excitadísimo y a la par que lo masturbaba él me miraba y dejaba escapar gemidos entrecortados de placer. Fue entonces cuando repentinamente, me tomó por el cuello y condujo mi cabeza hacia su verga.

Me dije, para mis adentros, ¡ay! Mi primo desea que se la mame. Me sentí impresionado, nunca había pensado que ello me fuera a suceder. Pero de nuevo, mi voluntad no pudo resistirse a la invitación de saborear aquél platillo exquisito y delicioso: porque eso fue lo que sentí y experimenté cuando mis labios fueron succionando, primero despacio, y después de manera frenética, la verga más divina del mundo: la de mi primo .

Yo subía y bajaba por aquella hermosura, de la cabeza hasta la base y tocaba su bello púbico con mis labios y después le lamía el glande de forma circular hasta provocar el éxtasis de mi primo, quien gemía y me decía que nunca había sentido algo como lo que mi boca húmeda y enloquecida le prodigaba. Él gemía y con su voz varonil que me estremecía diciendo que siguiera: no te detengas, no te detengas... hazme venir...lo mamas muy rico.

En ese momento pude sentir como mi hermano me despojaba de mi pantaloneta que ese momento estaba humedecida con mi liquido, que salía de mi verga ,verga para esa época me media como 18 cms, mi hermano ya también se encontraba desnudo, aquello era todo un espectáculo, tres cuerpos jóvenes ,hermosos, perfectos, acariciándose, viviendo la lujuria, el deseo.

En ese momento pude sentir como la verga de mi hermano empezaba a penetrar mi velludo y prefecto culo y también como mi primo me lo mamaba mientras mi hermano me bombardeaba mi culo con su exquisita verga ,en eso le dije quiero que me des tu también y pude notar su deseo de comerse mi culo.

Mientras yo cabalgaba sobre su maravillosa verga, mi hermano me extendía su verga para que se la mamara fue cuando sentí ese chorro abundante y caliente, en mi boca y ese sabor exquisito que bajaba por mi garganta; estaba atragantado pero no me separaba de su verga, hasta que le había exprimido la última gota de leche de macho, que emanaba de la fuente masculina de su ser. Algunas gotas resbalaban por la comisura de mis labios y él se apresuró a recogerlas con la cabezota divina de su verga y me las metió tiernamente en la boca.

Al mismo tiempo pude sentir como mi primo me inundaba las paredes de mi trasero con su leche, podía sentir todos sus deseos reprimidos explotando en eso momentos, aquello me excitaba tanto que no tuve que masturbarme para venirme, lo hice sobre su pecho ese pecho hermoso que tantas veces había deseado y que hoy era mío.

Allí comenzó lo que sería el amor más grande de mi vida, el sentimiento que aún hoy permanece y que me hace sentir y pensar, en mi primo: mi hombre, mi macho, mi amante y mi deseo hecho hombre. Fue en aquella oportunidad que él con su virilidad me marcó y me hizo pertenecerle.

Mi primo decisidio venirse a estudiar a nuestra ciudad, y a compartir mi cuarto con el, a mi hermano no le gusto mucho la idea.

Pero como dice el refrán " ENTRE PRIMO Y PRIMO MAS ME ARRIMO ".

Espero que les haya gustado y esperen mas acerca de mi primo mi hermano y yo.