Mi primo Andrés 2

La historia continua, poco a poco..

No tardé en dormirme,  estaba demasiado cansada.

Al día siguiente me levanté temprano,  Andrés seguía durmiendo así que aproveché para coger mi ropa y fui al baño con la intención de darme una buena ducha. Encendí el agua y la dejé correr, esperando a que se calentara.  Miré de reojo la taza del váter, aún en shock. Hacia tan solo unas horas había estado allí, sentada, masturbándome y poco después Andrés.. Seguía sin creérmelo. Qué iba ha hacer a partir de ahora? No paraba de preguntarme si todo seguiría igual entre nosotros. Me gustó mucho que le calentara tanto saber que me estaba tocando como para hacerlo él, pero eso no estaba bien. Era mi primo, estábamos en su casa, con sus padres, los míos.. Éramos familia. Por mucho que me hubiera gustado y hubiera tenido deseos con él des de el principio necesitaba frenarlo. Supongo que estaba segura que nunca iba a pasar nada con él, y por eso daba  rienda suelta a mi imaginación.. Pero después de lo ocurrido necesitaba aclarar las cosas.

El vapor que inundaba el baño me sacó de mis pensamientos avisando de que el agua ya estaba caliente. Me quité su camiseta y mis bragas dejándolas en el taburete y me metí en la ducha. Al rato alguien abrió la puerta, era Andrés buscando algo.

-          Ups lo siento prima, pero vengo a coger la camiseta que te presté ayer, la necesito para un concierto esta noche y la voy a echar a lavar.. La cojo eh?

-          Sí, sí, ahí está.. en el taburete. Cierra la puerta cuando te vayas.- Contesté seca, los pensamientos sobre que tenia que decirle volvieron a mi cabeza. Necesitaba aclarar lo ocurrido.

Al salir de la ducha me di cuenta que mis braguitas no estaban, así que deduje que Andrés al recoger su camiseta debió coger mi ropa interior sin querer.. - Mierda!- pensé-  las bragas aún están sucias de ayer..

Me vestí, me arreglé y fui a la habitación y.. allí estaba. Tumbado en la cama, con la espalda desnuda apoyada en la pared i el portátil encima de sus piernas, riéndose con algún vídeo de internet. Sabía lo que tenia que decir, y aunque verle desnudo me desvió un poco los pensamientos, intentaría ser clara y zanjar el asunto antes de que fuera a más.

-          Esto.. Andrés? Me gustaría que habláramos sobre lo que pasó ayer. Ya sabes..

-          No, no sé..  Dime Oli, qué pasó ayer? - Dijo con sonrisa picarona.

Le miré cortante y su sonrisa desapareció.

-          No te preocupes más prima, estas cosas pasan.. tranquila.

-          Yo lo siento.., se me fue la cabeza y..

-          Nunca te disculpes por algo así, me oyes? Además.. fui yo quién te dijo que fueras al baño y quién luego no pudo contenerse. En cualquier caso, debería ser yo quien se disculpara.. – Dijo sonriente.

  • Bueno pues.. hacemos como si nada hubiera pasado, no? Sabemos que está mal y..

  • Uy prima.. ese tipo de cosas no las puedo olvidar.

Se acercó a mi y, pasando una mano por mi cintura y agarrándome fuerte me susurró al oído:

-          Ni quiero..

Me dio un beso en la mejilla e inclino la cabeza con un gesto que indicaba que fuéramos a desayunar. Corrí detrás de él y cuando le alcancé le arreé una suave colleja mientras bajábamos las escaleras, acto que él se tomó como un desafío y fuimos “peleando” hasta llegar a la cocina.

Yo me sentía bien, más relajada, creía que las cosas habían terminado ahí. Que quizás me recordaba lo ocurrido pero solo para molestarme de vez en cuando.

Durante el desayuno nuestros padres estuvieron hablando sobre el sitio donde habían ido a cenar y comentaron que la cantidad era abundante y muy económica. Mi madre nos preguntó como había ido nuestra noche y me quede pensativa unos segundos, recordando lo que había pasado e inevitablemente sonreí. Andrés contestó por mí:

-          Estupendamente.

Nos miramos con complicidad y reímos.

El día pasó sin más, aburrido. Andrés estuvo fuera la mayor parte del tiempo preparando la noche con sus amigos. Yo me dediqué a estudiar un poco y ha hablar por teléfono con mi amiga Jordina a quién le conté lo sucedido con mi primo Andrés.

-          Olimpia…!!!!!! Pero que haces que no atacas ya?

-          Ya te lo he dicho Jur.. es mi primo.

-           Entre primo y primo más me arrimo..  jaja

-          Jajajjajaja que tonta eres

-          Bah, no te voy a convencer, siendo como eres te doy un par de días a que caigas

-          Que confianza por dios..

-          Sabes que tengo razón. Tengo que colgarte Oli, llámame cuando sucumbas a su sex-appeal! Muaaaaaa

Yo también sabia que era difícil no sucumbir, pero tenia la esperanza de que Andrés tampoco intentara nada más, así yo no tendría que hacer ningún esfuerzo para decir que no.

Llegó la noche y mientras cenábamos Mari le preguntó a su hijo:

-          Hoy sales Andrés?

-          Sí!- contestó sonriente

-          Pues podrías llevarte a tu prima, que ha estado muy aburrida sin ti todo el día, verdad Olimpia?

Asentí tímidamente.

-          Con que sí eh prima? Pues si quieres vente, y te presento a mis amigos.

-          En realidad no tengo cuerpo para fiestas.. mejor vete y pásatelo bien. Ya me presentaras a tus amigos otro día.

-           Bueno.. como quieras.- Dijo frunciendo el ceño.

Después de cenar subimos a la habitación y volvió a insistir. Así que decidí arreglarme e ir un rato al concierto, aunque le dije que en cuanto me notara un poco cansada me volvía. Aceptó la condición con mala cara y nos fuimos.

Una vez llegamos allí me presentó a toda la cuadrilla. Había un par de chicas Ainhoa y Raquel, que no recibieron muy contentas mi llegada. Como siempre. Las chicas somos nuestros peores enemigos.

Me presentó a todos los chicos, de los cuales solo recuerdo un par de nombres, que son con los que más hablé. Aitor, Juan y Martín. Con quién mejor se llevaba Andrés era con Aitor, que también fue el que más hizo ademán de conocerme y de hacerme sentir cómoda e integrada en el grupo.

Bebieron durante un rato y perdimos de vista a parte del grupo durante un tiempo, cuando mi primo y Aitor se reencontraron, yendo ya muy bebidos, fue algo así:

-          Aitoooooooooooooooooooooooooooooooorrrrr!

-          Que pasaaaaaaaaaa Andrés! Cuanto tiempo sin verte amor mio! Jajaj

Se abrazaron como hacen los hombres, placándose y con palmaditas en la espalda.

-          Qué ganas de que empiecen a tocar ya tio!- dijo Aitor.

-          Ya ves! Por cierto, al final la has traído?

-          Si, me he entretenido a liar unos cuantos porros. Te hace uno Olimpia?- Me preguntó Aitor.

-          No gracias- dije- y tu tampoco deberías Andrés, ya vas bastante bebido..

-          Ya primaaa, si te vas a comportar como una madre ya te puedes ir.

Hice ver que no le escuché y me escabullí. En realidad su comentario me había molestado, él había estado insistiendo para que viniera cuando a mi no me apetecía.. Pero sabía que iba bebido y no se lo tuve demasiado en cuenta. El concierto empezó,  Aitor y Andrés iban bastante fumados, bebidos, eufóricos;  y estuvieron durante un buen rato cantando y bailando. Cuando ya debían ser las 2 o así y llevábamos cerca de una hora de concierto Aitor fue a saludar a unos conocidos suyos y gran parte del grupo se disgregó. Quedando Ainhoa, Raquel, el novio de Raquel, Andrés y yo.  El grupo tocó una canción un poco más tranquila, supongo que más romanticona, y Raquel y su novio se empezaron a besar lento y con amor; dejándonos a Ainhoa, Andrés y a mi apartados.

Al rato Ainhoa se lanzó a los labios de mi primo con ansia, besándolo, quién contestó con gusto. Así, a mi alrededor tenia dos parejas, una pausada, con amor, disfrutando de la canción y luego Ainhoa comiéndole la boca a Andrés, quién no deparó un segundo en meterle mano.

Yo hacia cerca de unos veinte minutos que me sentía extremadamente cansada pero como mi primo iba bastante bebido había decidido aguantar hasta el final. En el momento en que Ainhoa besó a Andrés decidí que era suficiente. No quería estar sola en un concierto de un grupo que no me gustaba, y mi primo ya estaba siendo cuidado así que decidí marcharme.

Intenté comentárselo a Andrés pero él estaba muy ocupado sorbiendo con ganas la lengua de Ainhoa así que salí fuera y me encontré con Aitor.

-          Epaaaaaaaaa, donde vas Olimpita?

-          A casa.- dije refunfuñando.

-          Por que? No te lo pasas bien?

-          No es que sea mi grupo favorito y Andrés se está comiendo la boca con Ainhoa, así que ya no tengo que cuidar de él.

-          Pero..

-          Avísale que me he ido, vale?- Le dije dándole un beso en la mejilla- Un placer conocerte Aitor- sonreí.

-          Nos vemos

Fui a paso ligero y en 15 min llegué a casa. Me metí en la ducha, relajándome y al rato salí. Me até la toalla y fui hacia la habitación. Cuando entré me sorprendió ver a Andrés sentado en su cama, esperándome. Como siempre, en calzoncillos.

-          Por que te has ido sin decirme nada?- Dijo con los ojos rojos, de tanto beber y fumar.

-          Lo intenté, pero estabas demasiado ocupado comiéndole la boca a Ainhoa. Igualmente avisé a Aitor al salir.

-          Lo sé, fue el quien me lo dijo. Te molestó?

-          Que?

-          Que si te molestó que me estuviera besando con Ainhoa.- Preguntó serio.

-           Me quedé allí sola, igualmente ya te dije que me volvería antes, que estaba cansada.

-          No te estoy preguntando eso, sabes a lo que me refiero.

Se levantó y se acercó aprisionándome contra la pared y, apoyando su frente en la mía.

-          Y bien, te molestó?

No contesté. Estaba desnuda, la toalla se me iba deslizando poco a poco y tenerlo tan cerca, anulaba cualquier respuesta racional. Andrés había perdido todo signo de vergüenza, fruto del colocón que llevaba y yo solo podía mirar sus labios, carnosos..

-          Quieres que te bese, verdad?- Dijo acercando sus labios lentamente a los míos.

No articulé palabra, solo cerré los ojos, esperando recibir aquel beso que tanto anhelaba des de que había visto como besaba a Ainhoa.

-          Así que no contestas..- Dijo mientras se apartaba.- Bien, cuando quieras reconocerme que te mueres de ganas me avisas.

Se apartó y se tumbó cara abajo en su cama resoplando, síntoma de queja por mi poca colaboración. Me quedé pegada a la pared unos segundos hasta que por fin reaccioné.

Me puse unas bragas y hurgué en su armario en busca de otra camiseta que ponerme. Me encantaba como olía.

Me tumbé en mi cama, cara arriba, dispuesta a contestarle o al menos decir algo.

-          No Andrés, ya lo siento. Quizás este numerito te sirve con tus amigas pero lo cierto es que no quiero que me beses.- Dije, pareciendo lo más convincente que pude.

Andrés se levantó de su cama y se tumbó encima de mí. Cogió mis brazos y los estiró hacia arriba, sujetándolos unidos con una de sus manos. Con la otra mano separó mis piernas y se colocó en medio de ellas,  aprisionando con su pelvis la mía.

-          Ah, no..? Me gustaría saber cuánto tiempo aguantas sin besarme..

No había acabado la frase que con la mano con la que había separado mis piernas, ya me agarraba el cuello y la cabeza por detrás de la oreja, haciéndome inclinarla hacia un lado, liberando la otra parte del cuello que empezó a besar pausadamente, lamiendo cada centímetro de mi piel. Luego subió hasta mi oreja, lamió y mordisqueó el lóbulo, suspirando agitadamente. Sus besos estaban haciendo efecto y yo había empezado a mojarme.  Empezó a restregarse encima de mí, haciéndome notar su erección y haciéndome mojar cada vez más. Su polla dura, tiesa, se restregaba con facilidad entre mis piernas, palpitante en mis bragas.

-           ummm me estás mojando, prima.. - susurró.

Que me susurrara aquello hizo que me mojara aún más. Andrés dejó de besarme la oreja y me llenó de besos la cara, las mejillas, las comisuras.. Detuvo sus labios cuando llegó a los míos. Yo los tenía cerrados, apretados, fruto de la tensión y él acercó un par de dedos de la mano que sujetaba mi cuello y los acarició suavemente, abriéndolos poco a poco.  Introdujo los dos dedos en mi boca húmeda e instintivamente los chupé. Mi lengua pasaba por todo el largo de los dedos y los lamia con ansias mientras él no dejaba de restregarse..

Sacó los dedos y descendió la mano, bajándome las bragas hasta las rodillas. Con su lengua lamió mis labios suavemente, casi sin rozarlos, mientras introducía lentamente sus dedos dentro de mí.

-          Ahh..- gemí.

Cuando me oyó empezó a mover sus dedos, entrando y saliendo lentamente de mi coño mientras me acariciaba el clítoris con el pulgar.. Estuvo así unos segundos y disminuyó el ritmo de los dedos a medida que yo me iba acercando al orgasmo, hasta que los sacó totalmente.

-          Por.. por que paras?- conseguí articular.

-          Bésame..- dijo mientras rozaba mi clítoris.- Bésame y seguiré..

Acerqué mis labios a los suyos y me fundí en su boca, ansiosa.. No podía más, quería acabar y le di lo que pedía esperando que acabara con esa tortura.

Estuvimos besándonos un largo rato, pero Andrés solo me rozaba suavemente. Dejó de besarme.

-          Gané!  - dijo  sonriente, heroico, orgulloso de haber conseguido lo que se había propuesto.

-          Pero dijiste que continuarías si..- Dije apenada.

-          Mentí.-

Se levantó y  lamió sus dedos..

-          umm, duerme si puedes prima..

Y se metió en la cama.