Mi primita y su estancia en casa
No me imagine que mi prima pudiese sentir eso por mi.
Todo empezó invierno hace ya tres años, cuando mi prima Elena que por aquel entonces tenia 18 añitos recién cumplidos. Se quedo una semana en casa de mis padres ya que los suyos se fueron de viaje. Aunque ya era mayor para quedarse sola en casa decía que no quería estarse allí sola toda la semana, de modo que le dije que viniera a la mía, pera prefirió quedarse en casa de mis padres para no molestarme.
En esa época aunque yo vivía solo, todavía iba a casa de mis padres muy a menudo, una de esas veces, como era de costumbre me quede a dormir, pero como mi prima estaba en casa y estaba temporalmente hospedada en mi cuarto me decidí dormir en un butacón. Y cual fue mi sorpresa cuando ella me dijo que durmiera con ella en la misma habitación. Como yo ya tenia 22 años y ella 18, no me pareció correcto y me negué poniendo como excusa que hacia mucho ruido por las noches y no la dejaría dormir tranquila, pero ella insistió y dijo que no le importaba, de modo que accedí a regaña dientes por la simple y llana razón de que no insistiese más. Cuando llego el momento de ir a dormir yo me prepare un saco de dormir y lo coloque junto a la cama, pero al entrar ella y ver el saco me insinuó que ella no se comía a nadie y que podía dormir con ella en la cama, ya que era mi cuarto y que otras veces habíamos dormido juntos.
Así que al final me acabo convenciendo, una vez que ya nos hubimos acostado empezó a gastarme bromas y a hacerme unas preguntas un tanto indiscretas alegando que ella no se lo diría a nadie y como no vi ningún tipo de doble intención le seguí el juego, pero cuando ya estábamos un buen rato hablando le dije que lo dejara para el próximo día ya que era demasiado tarde y fue justo entonces cuando empezó todo como si fuese un juego nos pusimos a darnos empujones y a bromear, hasta que en un lance de la pelea me puse sobre ella y empecé a hacerla cosquillas, y ella empezó a reírse y a suplicarme que parara entre risas, con la condición de que ella también se estuviese quieta pare, pero justo cuando mi iba a quitar de encima me agarro con fuerza del brazo y me dijo que tenia que decirme algo, y entupido de mi le dije que lo dejara para otro día ya que mis padres estaban en la habitación de debajo y ya habíamos hecho bastante ruido, y ella asintiendo con la cabeza me dio a entender que estaba de acuerdo, entonces nos dispusimos a dormir esta vez en serio.
Al despertar a la mañana siguiente mi primita estaba abrazada a mí y con su pierna izquierda sobre mi cintura, y fue justo en ese momento, cuando al levantarme intentando no hacer ruido para que ella no se despertara eche a un lado las sabanas y me fije por primera vez en su cuerpo con detenimiento, como para dormir solo se puso una de mis camisetas y unas braguitas de color amarillo, se podía distinguir su figura a la perfección, aunque no es la típica chica exuberante que sale en las películas, esta muy bien proporcionada es delgada y no muy alta, mide unos 1,65 mas o menos, sus muslos son redondeados y duros, tiene una cintura no muy ancha, pero le hace una figura esbelta y estilizada, sus pechos sin ser muy grandes tienen una forma que por primera vez me parecieron bonitos, su carita es redondeada (y no lo digo porque sea mi prima) es muy hermosa, su nariz chata acompañada de una pequeña boca, y sus grandes ojos marrones tapados un poco por su pelo castaño le dan un aspecto inocente. El cual me di cuenta al poco tiempo que era solo eso apariencia. Al darme cuenta de que se podía despertar me dispuse a continuar mi rutina diaria.
Como estaba en la baja laboral por una caída con la bici donde me lesione el brazo, tenia todo el día libre me dedique a no hacer nada en mi casa, hasta que mi primita preocupada por haberme ido de casa de mis padres sin decir nada me llamo para ver si me encontraba bien, y preguntarme si esa noche iba a dormir allí otra vez, a lo que respondí que no ya que había quedado con alguien, cuando termina la frase colgo el teléfono como si se hubiera cabreado, a lo que no le di mayor importancia.
La semana paso sin que tuviese noticias de mi prima, hasta que el jueves que como ella sabia era el día que salía con mis amigos me llamo para preguntarme si se podía venir conmigo y mis amigos, a lo cual accedí sin problemas, ya que lo hacia a menudo. Le dije que pasaría sobre las once a recogerla, y así lo hice.
La noche transcurrió como tantas otras, estuvimos en uno cuantos bares tomando algo y hablando, con mis amigos y amigas, hasta que mas o menos a las dos me dijo que estaba muy cansada que la llevase a casa a lo cual accedí gustoso, pero cuando llegamos a casa me dijo si podía llevarla a la mía para no molestar a mis padres y sin intuir cual era su intención la traje a mi casa, cuando llegamos nos pusimos a charlar un buen rato mientras mirábamos la televisión, y entonces empezó a comentarme sus aventuras hasta aquel entonces inocentes con chicos y a preguntarme las mías con chicas, yo en aquella época no tenia pareja formal y le comente muy por encima mis relaciones, tratando de satisfacerla sin darle demasiados detalles. Entonces cortando la conversación se sincero diciéndome que yo era su primo preferido y que para ella era algo más que solo su primo, en aquel momento al no saber como reaccionar se me escapo una gran carcajada, pero al mirarla me di cuenta de que aquel acto había provocado que se le escaparan unas lagrimas, y fue en ese momento cuando empezó todo.
Yo tratando de consolarla e intentando quitar hierro al asunto la abrace y le pedí que me disculpara que no había sabido reaccionar bien, en ese mismo instante sin darme tiempo a terminar mi disculpa me beso, yo con la impresión que me provoco ese acto retrocedí de inmediato y le dije que eso no podía ser que era su primo y no estaba bien que necesitaba a alguien de su edad. A lo que respondió que los chicos de su edad no le gustaban que eran unas crios y que necesitaba algo más, ya que había tenido relaciones con ellos y no la satisfacían (algo que poco después descubrí que era mentira), entonces se arrojo a mis brazos y me rogó que le demostrara que yo no sentía nada por ella, lo cual no pude hacer ya que desde la otra mañana que la vi acostada en mi cama no me pude quitar esa imagen de una chica preciosa de la cabeza, y mientras yo estaba intentando reponerme de los actuales acontecimientos buscando en mi mente algo que decir, empezó a besarme en el cuello y poco a poco fue subiendo hasta llegar a mi boca, yo olvidándolo todo por un momento me deje llevar y la bese también, eso fue la gota que colmo el vaso, ya que tomo eso como un si a su petición.
La senté en el sillón donde estábamos sentados y empezamos a besarnos sin importarnos nada, ella llevaba un pantalón vaquero ajustado que dejaba ver el filo de sus braguitas negras, al darse cuenta que las estaba mirando se levanto de golpe y empezó a desabrocharse la camisa que llevaba puesta dejándome ahora ver sus pequeños pero bien contorneados pechos solo cubiertos ahora por un sujetador negro, entonces antes de sentarse mi quito la camiseta que llevaba puesta y sin reparar en mi maltrecho brazo se abalanzo de nuevo sobre mi con tal fuerza que se me escapo un pequeño quejido, yo me gire y poniéndola a ella debajo empecé a acariciarle la cara y besarla, ella hacia ruditos con la garganta y gemía suavemente mientras con mi boca recorría su cuello, y esos ruiditos se convirtieron en suspiros cuando mientras besaba sus pechos le quitaba el sostén y descubría así sus pezones rosaditos ahora duros por la excitación, ella no paraba de susurrarme al oído que tuviese mucho cuidado que fuese delicado, y yo sin dejar ahora de tocar sus duros pezoncitos empecé a desabrocharle los vaqueros mientras ella hacia lo mismo con los míos, en ese momento yo tenia una gran erección y aunque ya había estado con otras mujeres tenia la sensación de que iba a estallar antes de que sus manos terminasen de desabrocharme los pantalones, de modo que separándome de ella me los quite con una velocidad pasmosa, haciendo acto seguido lo mismo con los suyos.
Cuando los saque por sus pies me di cuenta de que por primera vez ella sentía un poco de timidez, cuando encogiéndose un poco se giro como avergonzada, pero a la vez diciéndome que no parara, y así lo hice, volviendo a recostarme sobre ella para seguir besándola mientras deslizaba mi mano por debajo de sus braguitas, mi pene totalmente erecto se apretaba contra su cintura, yo al darme cuenta que cuando mi mano toco su rajita a esta alturas bastante húmeda, se sentía un poco descolocada intuí que esta era su primera vez, entonces parando en seco le pregunte como estaba a lo que respondió cogiendo mi verga con una suavidad inusitada y diciéndome que siguiera, que no parara por nada. En ese momento yo seguí acariciando su rajita paseando mis dedos por sus labios y mientras gemía de placer empecé a meterle un dedo con mucha delicadeza, ella inmediatamente después empezó a agitar su pelvis muy lentamente mientras que con su mano recorría mi pene. En ese momento le agarre las manos llevándoselas a su espalda mientras bajaba recorriendo su cuerpo con mi boca hasta tener justo delante su coñito húmedo por su excitación, y sin mediar palabra empecé a lamerlo muy despacio al principio pero mucho mas rápido cuando note que empezaba a estremecerse, en menos de tres minutos note su primer orgasmo, rápidamente deje mi actual tarea y la abrace con fuerza mientras le preguntaba si quería seguir, lo cual estando en el estado de excitación que me encontraba necesitaba que su respuesta fuese si.
Pero casi antes de terminar la pregunta me cogio la cabeza haciéndola hacia atrás y susurro que siguiera. Entonces fue cuando se sincero diciendo que con mucho cuidado que era su primera vez. Yo la tranquilice le dije que no le iba a doler, que tendría mucho cuidado mientras que metiéndole la punta del dedo por su rajita para que siguiese a tono, tire de ella hacia fuera tomándola por su culito apretado y a estas alturas húmedo por el sudor, la coloque en una posición cómoda y me dispuse a meterle mi verga, al principio solo acaricie su rajita con la punta de mi miembro, mientras pensaba como hacerlo penetrarla sin hacerle daño, ya que era la primera vez que estaba con alguien virgen, entonces decidí metérsela poco a poco. Mientras, ella se encontraba con los ojos cerrados, se mordisqueaba nerviosamente los labios y me agarraba fuerte por los hombros, fue en ese instante cuando empecé a metérsela muy lentamente, mientras ella seguía insistiendo en que lo hiciera con mucho cuidado, cuando en un momento apreté con todas mis fuerzas y casi se la consigo meter de una estocada, ella dio un alarido, me clavo las uñas en la espalda y sus ojos se humedecieron, yo seguí con lo que hacia cuando me di cuenta que unas gotitas de sangre habían caído al sillón, preferí no decir nada para no asustarla, pero ella al parecer lo noto en mi cara y me pregunto que pasaba, alo que respondí que nada raro. Seguí tratando de metérsela entera mientras ella se agitaba, gemía, me empujaba con sus manos y movía la cabeza de un lado a otro, conseguí metérsela hasta que mis huevos golpearon su culito, acto seguido ella se levanto, me abrazo y dijo que lo hiciera como yo sabia, que no me preocupara por nada.
Entonces volviéndome a olvidar de todo le di la vuelta apoyando su vientre sobre el brazo del sillón y empecé a atacarla como si fuese una puta harta de estar con tíos, sin hacer caso de sus gritos y jadeos, al poco tiempo empecé a notar que iba a estallar dentro de ella y justo cuando iba a hacerlo se la saque de golpe parando completamente, y mientras le acariciaba los pechos con una mano y miraba su carita rojo por lo que estaba pasando y lo que estaba apunto de pasar, me lubrique un poco un dedo con saliva y empecé a metérselo con mucho cuidado por su culito, mientras le decía que se relajase para poder terminar de metérselo.
Mientras ella decía que no estaba segura que le iba a hacer daño que mi "poya" era demasiado grande, aunque yo sabia que no era para tanto, así que poco a poco la fui convenciendo mientras poco a poco ya le estaba preparando el culo para poder metérsela sin hacerla daño. Y en un momento en el que no se lo esperaba saque mis dedos de su culito un poco enrojecido por el tiempo que había estado tratando de abrirlo, se la metí apretando un poco para que no le doliera, ella se puso rígida giro la cabeza apretando los dientes y me miro de tal forma que casi me corro e ese mismo instante, pero ni dijo ni una palabra lo único que se escuchaba en ese momento eran sus jadeos, y de nuevo cuando no se lo esperaba volví a embestirla, en esta ocasión si obtuve una respuesta ahora no te pares- de modo que empecé de nuevo a apretar en ese momento, cuando ya podía metérsela con mas facilidad acelere el ritmo, entre sus gemidos que eran mitad sollozo mitad placer, y los míos, note otra vez como se agitaba
y volvía a soltar esos grititos ahogados en placer, estalle, llenado su culito con todo mi leche.
Estuvimos en esa posición un momento, y poco a poco se la fui sacando de su culito totalmente irritado por lo sucedido y lleno de mi leche. Me eche sobre ella la abrace con fuerza la gire para mirarnos cara a cara, y me fije que estaba con los ojos húmedos, mi primer sensación fue que le había hecho daño, y me sentí fatal pero al segundo sonrió y dijo al oído muy despacio que era lo mejor que había hecho nunca y así estuvimos abrazados hasta que a las cuatro de la mañana, nos levantamos nos dimos una ducha y nos acostamos en mi cama, y ni que decir tiene que dormimos como nunca.
Nunca se lo contamos a nadie y aun hoy día me cuesta hablar de lo que paso aquella noche con ella sin sentirme mal por desvirgar a esa primita que sigue diciendo que soy su primo preferido.