Mi primita desbordaba sexo (2)

Mi prima Vicky volvió a la ciudad y me dejo una sorpresa caliente que no voy a poder olvidar.

Después de ese encuentro sexual de aquel verano de la década pasada, volví a ver a mi prima solo dos o tres veces por año en el transcurso de cuatro temporadas. Los problemas matrimoniales de mis tíos se hicieron insostenibles y terminaron en el divorcio. A raiz de eso, mi prima Vicky fue con su madre a instalarse a un pequeño pueblo de la provincia, por lo que nuestras visitas eran muy espaciosas.

En esas coincidencias que tuve con ella me había enterado en lo que se convirtió Vicky en esos años: una auténtica viciosa del sexo capaz de follarse a cuatro o cinco tipos juntos y sus inclinaciones lésbicas.

Ella volvió a la capital a vivir sola. El día después de llegar me dejó un mensaje en el celular para concertar vernos. En ese momento yo tenía novia y me costaba encontrar tiempo y lugar para estar con ella, aunque obviamente no quería desaprovechar ninguna oportunidad de poder estar con semejante hembra.

Convenimos por fin una cita en un café muy coqueto del centro y no tardamos en charlar, reir y contarnos nuestras vidas. Me contó que estaba viviendo con una amiga, de la que estuvo un buen tiempo hablándome de sobre ella. Luego de mucha conversación, Vicky me guiñó un ojo de manera muy sexy y se agachó bajo la mesa en busca de una servilleta que había dejado caer. Avanzó en cuclillas hacia mi lugar.

  • Vicky que haces pregunté un poco desconcertado

Ella no me contestó y sin que yo pudiera ejercer alguna reacción, abrió el cierre de mi pantalón. Por suerte, el mantel era lo bastante largo para que no se advirtiera que mi prima había agarrado mi verga y la estaba chupando deliciosamente. Yo no reaccionaba, solo trataba de taparme la boca para no emitir ningún gemido.

No duró mucho la mamada porque empezó a pajearme con su mano a una velocidad impresionante por lo que no tarde en correrme en forma espectacular.

Al salir de debajo de la mesa, muy rápido, con mucho disimulo limpió sus manos llenas de semen con unas servilletas de papel. Como yo estaba extasiado y exhausto no presté mucha atención que había anotado algo en un papel. Era la dirección de su departamento la que dejó en el bolsillo de mi camisa después de besarme con su lengua y dejarme en la boca toda mi lechita todavía tibia que había guardado en la suya. Lo que había pensado acerca de ella me quedaba corto, mi prima era una verdadera guarra.

Cuando por fin llegue a la puerta de su bonito departamento me sorprendí que no este cerrada totalmente. Emití un leve golpecito y entré como si estuviera en mi casa. Podía oler perfume de mujer con lo que imagine que Vicky estaría en el baño. Apenas levante la voz y la llame por su nombre. Solo conseguí oír un pequeño balbuceo por lo que me fui acercando hacia el lugar de donde provenía la voz. Allí fue cuando estuve ante la sorpresa que tenía mi prima para mi: su amiga estaba en cuatro patas con su culo bien repingado chupándole la conchita a mi prima, quien me hizo una seña para que entrara en acción al mismo tiempo que gemía y gritaba de placer. Mi sexo no tardó un segundo para ponerse bien tieso. Desabroche mi pantalón y sin perder tiempo di una estocada que no tuvo nada de suavidad pero pudo entrar sin problemas por lo humedecida de su vagina. La amiga de Vicky –luego me enteré que se llamaba Florencia- tiraba su cola para atrás facilitándome la penetración.

El meta y saca era salvaje, tanto que no aguante y eyaculé dentro de su precioso culo. La pareja de chica seguían gozando como nunca había visto en una mujer, en este caso en dos. Cambiaron de lugar y Florencia fue la destinataria de los dedos y la boca de mi prima. Quedó boca arriba con sus pechos desnudos para que mi boca aprovechara y se dedicara a sobarlos de forma intensa. La tetas eran hermosas, no cabían en mi mano y tenían unas aureolas marrón claro y unos pezones que ya estaban morados de tanta chupada. La otra cosa que descubrí era lo linda que era la amiga de Vicky, unos ojos celestes claros hermosisímos y una boca exquisita y sensual que se encargó de mi verga que ya estaba lista nuevamente. Me puse en cuclillas y empece a follar su boca sin ninguna piedad; parecía que se ahogaba con mi carne pero siempre se las arreglaba para alojarla con su saliva.

Otra vez estaba por terminar, pero cambiamos de posición, esta vez Florencia se sentó arriba mio, al igual que Vicky que estacionó su caliente vagina en mi boca. El clítoris estaba enrojecido por lo que unos lenguetazos la hicieron acabar de una forma increíble. Sus jugos eran deliciosos. Por otro lado. la otra putita cabalgaba como si le fuera la vida en sus continuos movimientos. Les avisé que estaba por correrme y las dos llevaron sus bocas desesperadas a mi pene y me chuparon hasta dejar mis huevos bien secos. Mi semen enchastró sus caras y sus pelos, pero lo limpiaron con sus lenguas y sus labios. Luego de muchos beso y caricias no dormimos un par de horas. Yo fui el primero en despertarme. Podía ver el rostro angelical de Florencia, quede observándolo como un adolescente enamorado. Ella abrió sus ojos y después de guiñarlos, terminamos haciendo el amor en el baño durante un par de horas mas.