Mi primera y única vez con una chica

No se si fue el mareo o la calentura pero pare encerrada en el baño

Hola a todos. En esta ocasión les traeré mi primer y único encuentro lésbico. Fue hace ya varios años. Yo era una jovencita de unos 21 o 22 años y me enviaron de parte de la escuela de negocios a recibir una serie de cursos con estudiantes de diversas carreras. Era muchas veces aburrido  pasar todo el día en una clase  pequeña y con muchísimas personas, sin embargo logre hacer muy buenas migas desde el inicio con Diana. Diana era bajita como yo, blanquita y con pecas con un hermoso cabello castaño claro y un trasero duro y respingón. No era alguien que llamaba la atención sin embargo platicar con ella era interesante. Desde el primer día me contó lo emocionada que estaba por los cursos que nos estaban dando y que estudiaba música en una escuela del gobierno. Salíamos casi todos los días al receso juntas y cuando fuimos adquiriendo más confianza me contó que era bisexual.

Yo en esa época era novia de un ingeniero guapísimo y muy inteligente con quien me lo pasaba genial en todos lados, excepto en la cama. Mi querido novio era de la idea que, aunque ninguno de los dos era virgen, nuestra relación era demasiado importante y deseaba esperar hasta nuestra boda para tener sexo y no arruinarla. En otras palabras, andaba cogiéndose a otras y para dar la impresión de ser un santo, no cogía conmigo. Le conté a Diana lo frustrada que me sentía que mi novio en casi dos años de relación no me hubiese tocado ni un pelo escudándose en el asunto de la pureza hasta el matrimonio y que me sentía fea y poco deseada. Ella me empezó a dar tips para tratar de seducirlo sin que ninguno diera resultado. Ni los escotes, ni las minifaldas, ni insinuarle el tipo de lencería que llevaba puesta eran capaz de calentarlo conmigo. Carajo, que frustrada sexualmente estaba en esa época.

EL día que todo paso hacía un calor insoportable. Nos encontrábamos en pleno verano y por la cantidad de personas que estábamos recibiendo clases, el aire estaba cargado y pesado. De repente empecé a sentir que no podía respirar y que iba a desmayarme. Mi maestro notó algo en mi cara seguramente que me pidió que saliera a tomar un poco de aire. Como pude llegué al baño y me derrumbé en el piso, ahogada por el calor. A los pocos minutos llegó mi amiga con una Coca-cola y una toalla a ayudarme. Me ayudó a incorporarme y cerró la puerta del baño para que nadie entrara mientras me quitó la blusa para ayudarme a refrescarme. No puedo negar que verme a mí misma en el reflejo del espejo,  ahí en el piso sin blusa y totalmente indefensa me dio algo de morbo, pero me dejé hacer. Ella me ayudó a sentarme en los lavabos y de repente pasó. Estar ahí sentada en los lavabos, sin blusa era excitante. Cuando ella se acercó nuevamente conmigo abrí las piernas y fue como si toda la energía sexual que había guardado los últimos dos años de fidelidad a un idiota explotaran. La besé suavemente, como solo una mujer sabe besar a otra. Sentí como nuestros labios se rozaban suavemente y nuestras lenguas se juntaban. La verdad besar a una mujer es algo totalmente distinto a besar a un hombre. Los labios de una mujer son tan suaves, y tiernos y besan con tanta delicadeza, algo que un hombre por muy delicado que sea no logra. Es ternura y pasión a la vez que enciende hormonas. Era mi primer beso lésbico, algo que jamás había imaginado ni en mis pensamientos más locos.

Pero ahí estaba yo, sin blusa sentada con las piernas abiertas besando a mi amiga. Lentamente ella se colocó en medio de mis piernas y empezó a jugar con mis pechos. Inmediatamente mis pezones se pararon, y gemí suavemente. Era increíble la sensación de saber que estaba siendo infiel y con una mujer y que no me pasaba ni por un segundo la idea de parar. Ella me quitó el sujetador y me empezó a chupar los pechos. Uff esa sensación tan deliciosa. Luego empezó a desabrocharme el pantalón y le arranque la blusa. Sus pechos eran grandes y recuerdo que pensé, carajo porque nunca le vi las tetas antes? Sus pechos eran perfectamente blancos y sus pezones de un precioso color durazno. Empecé a jugar con sus pechos mientras ella metía las manos en mis bragas. Una mujer si sabe como tocar a una mujer. No se entretuvo mucho en mi clítoris. Me penetró con sus dedos mientras con el pulgar hacía círculos alrededor de mi clítoris. Yo seguía jugando con sus pechos. Nunca había visto unos pechos desnudos antes y me encantó la sensación de tenerlos en mi boca. Eran tan suaves al tacto con la piel tan suavecita. Mientras ella seguía jugando con mi vagina y sentía como chorreaba de lo mojada que estaba, acerque mis piernas a su vagina y ella se presionó duro con ellas. Se empezó a mover montando mi pierna y podía ver en su cara lo excitada que estaba .Me decía que la presionara más y que no dejara de moverme. Metí mi mano en su vagina y estaba tan húmeda y caliente. Metí los dedos en su vagina asi como ella tenía los dedos dentro de la mia y empece a copiar los movimientos que ella hacía.

Llegamos al orgasmo casi juntas. Y nos quedamos ahí abrazadas en el lavabo de un baño público de la escuela, riéndonos de nuestras tonterías y de lo bien que la pasamos. Hasta que mi maestro me llamo por el móvil para ver como seguía y porqué no habíamos regresado a clases. Le dije que aún no me sentía bien y que seguía en el baño. Mientras hablaba con el, ella empezó a jugar con mi vagina nuevamente. Se me salió un quejido y mi maestro me preguntó si me dolía algo. Me inventé que me había doblado el dedo y el me dijo que me esperaba para la siguiente clase, que la beca blah blah…

Diana me dijo, que la excitaría mucho escucharme hablando con mi novio mientras ella me masturbaba, y no lo dudé. Llame a Nef (así se llamaba mi novio) para contarle lo q me había pasado. Las primeras dos veces que lo llame no respondió, asi que le deje un mensaje de voz contándole que mientras el me descuidaba y se revolcaba con otras, yo había pasado una mañana espectacular ocn una chica. Le describí en ese voicemail como ella me estaba tocando, que tenía sus dedos dentro de mi vagina y que podía sentir como entraban y salían. Le conté como me hacía sentir tener a una mujer dentro de mí. Mientras hablaba ella empezó a bajarme el pantalón y fue casi instantáneo sentir su lengua penetrándome que sentir mi orgasmo. No aguante más, solté el teléfono y nos pusimos de tijera. Mientras nos movíamos más y más rápido frotando nuestras vaginas con nuestras piernas. Sentía su humedad contra mi piel y eso me ponía más y más cachonda. Ella acabó primero y yo acabé un par de minutos después. Con la segunda llamada de mi maestro, me dí cuenta que ya llevábamos casi una hora y media encerradas en el baño y que era hora de volver.

Nos vestimos rápidamente y nos dimos un beso rápido antes de abrir la puerta y regresar al mundo real. Esa tarde perdí mi inocencia con las mujeres. No volví a saber de Diana después de ese día ya que mi novio llegó histérico a recogerme y con sus varios contactos que tenía en la escuela consiguió que cancelaran mi beca y me trasladaran de unidad. Nunca me volví a sentir atraída por una mujer pero disfruté muchísimo la encerrona en el baño esa mañana