Mi primera vez y como me cambio la vida
Como me desvirginaron y lo que ocurrio despues cambi mi vida. Encuentros sexuales que me transformaron
Mi Primera Vez y Como Me Volvi (Parte 1)
Como me desvirgaron y como fue cambiando mi vida.
Cuando tenía 28 años, Ahora tengo 44 años, tuve una experiencia con un compañero de trabajo. Esa historia se las conté hace varios años; en la cual me lo cogí un par de veces a uno que trabajaba conmigo, y este hizo que me quede con ganas de probar lo pasivo después de que me dio un beso negro espectacular. Soy Roberto, Mido 1.78cm, buen cuerpo, lindas caderas, un culo espectacular, bien paradito, tanto que me dicen culón para molestarme los amigos. Mi hermana siempre me cuenta que sus amigas le dicen que tengo un culo delicioso y bello, tengo unas lindas piernas bien formadas por la bicicleta y el deporte, lo cual ha hecho que mi culo sea durito, parado y bien formadito. Envidia de muchas mujeres según mi hermana. Soy bastante simpático. Siempre he tenido éxito con las mujeres.
Pasaron varios años desde que me cogí a mi compañero de trabajo y todo había quedado en una experiencia de borrachos la cual llegue a olvidarla y pensar que fue algo que paso por efecto de los tragos y el mal momento que estaba pasando en esa época. Pasaron muchos años desde entonces, en los cuales tuve mucho éxito con las mujeres.
A mis 36 años conocí a mi actual esposa y me enamore locamente de ella, lo mismo que ella de mí. Después de dos años de salir nos casamos y vivo una vida feliz con mi bella esposa. Vivíamos en La Paz, Bolivia y por cuestión de trabajo nos trasladamos a vivir a la ciudad de Santa Cruz dos años después de casarnos. Hace un par de años, justo cuando tenía 42 años, un virus entro en el computador de la oficina, en la cual salía mujeres desnudas y hombres con unos miembros espectaculares y anuncios de páginas de gays. Deseo recalcar que desde que me cogí o tuve las dos experiencias como activo he tenido algún encuentro bi sexual alguno. Es mas no
se me volvió a pasar por la cabeza dicho tema, tal vez porque me sentía con un sentido de culpa o remordimiento. Pero debido al virus, este despertó un deseo de hacer realidad mi fantasía de que me hagan suyo y que tantos años lo puse en el subconsciente y que no pensaba más en ello.
Empecé a navegar varias páginas de gays y de encuentros casuales y donde buscar gente que esté en este mundo gay, bi, transexual, etc. Ingresé a varias páginas pero no encontraba nada hasta que uno de esos días conocí por medio de un chat a un muchacho de unos 22 años. Este no era una belleza, relativamente simpático, buen cuerpo, súper discreto, súper dotado, tenía una verga de unos 19 o 20 cm, gruesa, la cual me impresiono cuando me la mostro por el chat después de varias semanas de conversaciones y que me hizo desearlo dentro mío y obvio, el deseoso de ser el primero en mi vida de pasivo. Charlábamos cada día en el chat y me decía que quería conocerme y que lo haríamos con calma. Le conté como fueron mis dos experiencias con mi compañero de trabajo cuando lo hice de activo y el espectacular beso negro que me había dado y cuyas imágenes volvían a mi mente cada vez con más frecuencia.
En cierta forma me daba una tranquilidad y me hacía sentir deseado, me calentaba de sobre manera todo lo que me decía y la forma como me iba conquistando y haciendo sentirme deseado, esta vez deseado por un hombre. Él nunca fue insistente, ni me presionaba para que nos conozcamos. Siempre me decía que yo vea cuando me sienta cómodo y seguro de conocernos y que haríamos solo lo que yo lo dejara hacer.
Ya habían pasado casi cuatro semanas desde que empezamos a conversar y a conocernos. Cada vez me gustaba más conversar con él. Me contaba cómo había empezado el en esto, que habían sido a sus 18 años, que siempre había sido activo. Me explicaba lo que sentiría cuando me vaya a penetrar, que primero venia el dolor y después el placer, pero que no me preocupara porque él se tomaría su tiempo para tenerme listo y bien preparado cuando llegara el momento de hacerme suyo. Eso me daba cada vez más tranquilidad y me hacía sentir muy bien, al punto que cada que llegaba a la oficina encendía inmediatamente el ordenador y me conectaba al chat para que el me vea apenas llegara y me hablara.
Durante nuestras conversaciones, después de hablar de otras cosas, yo volvía cada vez con más frecuencia a traer el tema de como quería el hacerme suyo. Me decía como empezaría, que me iría haciendo, como me trataría. En estas descripciones el cada vez con más frecuencia me ponía en el género femenino, lo cual me excitaba bastante cada vez que lo hacía. Al principio me decía te desvestiré y te hare mío, después de un par de semanas me decía te desvestiré y te hare mía y eso me hacía volar en excitación y él se daba cuenta que eso me excitaba y lo empezaba hacer con más frecuencia.
Ya habían pasado como 4 semanas le dije que quería que nos conociéramos. El me pregunto si estaba listA para hacerlo, le dije creo que sí. Demás está decir que las tres veces que quedamos en vernos le falle por el miedo que me daba tomar ese paso. Cada vez me disculpaba y aunque después me conto que le reventaba que lo deje plantado, él me decía que no importaba, que me entendía y que él sabía que nos encontraríamos cuando yo esté preparada y que me tome mi tiempo. Pero que cuando lo haga este completamente seguro de hacerlo. Pasaron los días y seguíamos conversando hasta que le dije que quería verlo. Que estaba seguro de dar el primer paso y que después vayamos viendo como salían las cosas. Me dijo: solo si tu estas segura muñequita. Eso me elevo la excitación a mil. Le dije que sí. Que lo había pensado y que lo deseaba, pero que vayamos despacio. El me contesto que este segura, que no avanzaríamos o haríamos solo lo que yo quisiera. Quedamos en vernos el martes de esa semana a las 4 de la tarde. Llego el día y me moría de nervios, pero me arme de valor y me salí del trabajo aduciendo que tenía una reunión fuera de la oficina. Pare en el lugar acordado y apareció él. Lo reconocí porque se mostró varias veces en el chat en la cual me mostraba una verga de unos 19 o 20 cm gruesa. Mis piernas temblaban de nervios, pero me excitaba la
situación de verme con él. Subió al auto y le dije como estas? Me contesto bien Robert. Él se llama Luis D. Yo temblaba como hoja, pero me dijo que me tranquilizara. Así que trate de ponerme más tranquilo. Mientras charlábamos en el carro y ya me sentía más tranquilo me dirigí a un motel apartado de la ciudad y entre en él. Bajamos, ingresamos a la habitación y nos pusimos a charlar para romper el ambiente.
Me saque el saco y cuando lo colgaba en el perchero sentí que me abrazaba por detrás acariciando mi pecho y acercándome a su cuerpo, me decía suave en el oído que me dejara llevar y este tranquila y en eso me hacía sentir su bulto en la raja de culo. Al sentir eso me quede helado y súper caliente. Empezó a acariciarme y a desabotonar mi camisa. Mientras la colgaba me empezó a desabrochar el pantalón y los dejo caer. Fui a colgarlos y mientras los colgaba él se desvistió y quedo en sus calzoncillos y mostraba un mástil sumamente respetable. Yo temblaba como hoja y no hablaba nada. Él me decía que me tranquilice, que tomaríamos con calma. Se puso detrás mío mientras yo estaba de cara a la cama y empezó a besar mi cuello y espalda mientras con leve fuerza me daba a entender que me recostara en la cama. Mientras me reclinaba el seguía acompañándome besando mi espalda. Cuando estaba en la cama quede boca abajo y cerré mis ojos dejando que el hiciera todo lo que yo pueda aguantar. El estar con los ojos cerrados y no saber que venía después de cada beso o lamida me tenía muy excitado.
Luego me dio la vuelta y quede mirando el techo y empezó a acariciarme el pecho y a besarme las tetillas suavemente
, lo cual me tenía recontra excitado y fue bajando por mi ombligo sin dejar un espacio de besarlo y acariciarlo. Yo gemía como loca en celo de lo que me estaba haciendo sentir. Cuando llegaba a mi verga fue bajando mi bóxer para acariciar mi verga que es de unos 18cm gruesa, me empezó a acariciar y a besarlo suavemente y a darme una mamada deliciosa y a sacar mi verga de su boca para bajar lamiendo mis huevos y dirigirse hacia mi huequito y a lamerme y darme un beso negro que me volvía loco de placer. Ese beso negro que recibo a mis 28 años era lo que me había traído acá. Cogió una almohada y la coloco debajo mis caderas para tener mejor acceso a mi huequito. Me lamia con delicadeza y me acariciaba haciéndome sentir tremendamente deseada. Cada lamida, cada caricia la sentía como si estuviera calculando como volverme loca. De rato en rato me decía si me gustaba?, Si quería que el fuese mi hombre? Si sería su mujercita bella que me haga feliz? Si me dejaría hacer de todo con él? Y a todo le decía que si entre gemido y respiración agitada. Me decía que quieres que te haga? Y le contestaba TODO!!!!! Que más quieres? Me decía y le decía que me hagas tuyo!!! Y me corregía Tuyaaa! De hoy en adelante serás mi mujer, y tienes que aprender a referirte a ti en sentido femenino por eso serás para mí. Serás mi mujer, mi loca, mi puta, y yo seré tu macho, tu hombre, Le contestaba si papito, seré toda tuya, seré lo que tú quieras que sea y me dejare hacer lo que tu desees. Así me gusta me decía mientras sentía que no dejaba de comerme el huequito y darme el mejor beso negro que había recibido.
Subía y lamia mis huevos y me la chupaba como loco, mientras seguía masajeando mi hoyito que sentía como me metía un dedo. Me puse quieto al sentir que invadía mi más preciado tesoro. El seguía chupando mi verga y me decía relájate muñequita. De rato en rato me apretaba los huevos para que aguante más hasta el punto que empezaba el dolor y los soltaba a tiempo que disipaba mi sensación de eyaculación. Luego bajaba otra vez a mi huequito y volvía a comerme sin sacar su dedo de mi hoyito y empezaba a tratar de meter un segundo dedo. Sentía que me partía. Me decía que me relajara, que aunque era apretadita iría entrando. Me pedía que me relaje para poderme
dilatar, cosa que no conseguía por mi estado de nervios. Así estuvo un buen rato y no conseguía dilatarme, así que empezó a darme una chupada hasta que me dijo que me venga en su boca, que le dejase ese recuerdo hasta nuestro siguiente encuentro, y así lo hice, me dio una mamada que me hizo explotar cantidad de choros de semen que los recibía con deleite y empezó a limpiarla bien y a no dejar señal de semen. Cuando termino, se recostó a mi lado y mientras acariciaba mis pecho me dijo que tomaría su tiempo, pero cuando lograra cogerme, sería solo de él, a lo que le dije que sí. Nos duchamos y lo deje donde lo recogí. Yo me fui a mi casa, pensando en todo lo que me había hecho y que deseaba probar su verga, solo si lograra dilatarme y aguantar el dolor.
Al día siguiente no hice otra cosa que pensar y al terminar el día, lo llame y le dije que quería verlo, que me moría por sentirlo y que me haga suyo. Demás es decir que durante las siguientes siete veces que nos vimos no logro penetrarme, pero si hacer algunos avances en meterme hasta dos dedos. Así que después de la séptima vez empecé a tratar de meterme tres dedos en el culo para entrenar y así poder recibir la verga del que quería sea mi hombre, mi primer hombre.
A todo esto yo solo lo pajee un par de veces y no me animaba a chupársela, puesto que nunca lo había hecho y me daba un poco de asco meterme la verga a la boca, pero él me decía, que después de que me coja seria su puta y me ensenaría de todo, cosa que yo me reía, pero si me gustaba que me diga su puta, me hacía sentir excitación.
Paso una semana desde la última vez estuvimos y lo llame, diciéndole que deseaba intentarlo de nuevo, que me moría de ganas. Quedamos a las 3 de la tarde en el lugar acordado. Recuerdo bien que era jueves 18 de octubre. Lo pase a recoger y nos fuimos al mismo lugar que íbamos siempre. Entramos y empecé a desvestirme, y él me dijo, yo te desvestiré, me saco la camisa, me bajo el pantalón con suavidad y empezó a besarme el cuello, bajando por mi espalda hasta llegar a mi colita que seguía bajando besándome y bajando mi bóxer para dejar a su merced mi bello culo. Cuando empezó a bajar para comérselo y darme el beso negro que me enloquece lo pare y puse respingón y me dijo, así me gusta mi putita que se lo ofrezcas al que será tu macho y dueño de este bello culo a lo que me dio una palmada fuerte que me excito y di un gemido de excitación. El sigue con su faena de comerme el culo mientras yo estaba parado con las piernas abiertas y el tronco inclinado hacia adelante para darle mejor acceso a comerme mi huequito que sentía más dilatado y súper mojado por los tremendos lenguetones que me daba. Sentía como su lengua se abría paso en mi virgen huequito y estaba en las nubes. De pronto paro de comerme el culo y me recostó boca abajo para seguir con
su faena. Sentía que de hoy no pasaría y dejaría de ser virgen y lo deseaba como nada en ese momento.
El bajaba hacia mi verga y chupaba mis huevos, inclinaba mi verga asia tras y la chupaba y volvía delicadamente a mi agujerito a comerlo y metía dos dedos con facilidad que me hacían estremecer toda la columna hasta la punta de mi cabeza. Luego sentía que mientras me comía introducía un tercer dedo y me dolía pero al mismo tiempo me tenía gimiendo y no aguante más y le dije quiero ser tuya!!!!!, después que lo dije, me di cuenta que lo dije en sentido femenino, él me dijo, así me gusta que empieces a pensar así, que serás mía y te hare la muñequita más feliz de hoy en adelante. Mientras subía lamiendo mi espalda y a colocar su bella verga y dura como una espada en la punta de mí huequito y yo de cuatro patas con la cabeza apoyada en la cabecera.
Cuando lo sentí en la puerta le pedí con voz suave pero excitada, hazme tuya pero suave por favor. Él me dijo lo hare suave porque quiero que lo disfrutes completamente, mientras ponía un poco de presión y trataba de metérmela. Me estremeció el sentir la presión y empuje un poco hacia atrás mi cola como siendo yo la que mida la penetración. Cuando sentí que empezó a hacerse campo su bello monstruo, sentía que me partía, sentía un calor tremendo y un dolor que me nublaba la visión pero no quería dar vuelta atrás. Me pare un rato para que el dolor vaya desapareciendo, ya cuando sentí que el dolor desaparecía empecé a seguir empujando así atrás y él me decía muñequita seguí que te la estas tragando suavito. Sentía que me partía y una sensación indescriptible de placer recorrer toda mi columna. Eso me excitaba más, hasta que sentí sus huevos pegados a mi culo y me sentía totalmente empalmada. Me quede un rato así mientras él me besaba el cuello que es el lugar más sensible y me hacía olvidar del dolor que poco a poco desaparecía y sentía una excitación tremenda y me estaba volviendo loca, el dolor se volvía en una sensación que nunca antes había sentido y que me sentía llena de mi hombre. En eso me dijo que me relajara para disfrutar lo que me haría en lo que él empezó a sacarla suavemente hasta casi sacarla y después a meterla suave que me hacía gemir de placer. Me sentía tan suya que sentía que me derretía con cada sacada y metida. Poco a poco fue embistiéndome más rápido y me decía que estaba bella. Que era el culo más bello que se había comido, que nunca se había comido un culo tan apretado y que de hoy en adelante quería cogerme seguido y que me daría más satisfacción y placer que nunca. Y le decía que sí. Que quería ser suya y que me haga de todo de hoy en adelante.
Y seguía embistiéndome y me decía que me volvería tan puta, que me ensenaría a disfrutar cada cogida y cada mamada. Cosa que hasta ese momento nunca lo había hecho. Mi boca era virgen también, bueno mi culo dejaba de serlo y me encantaba como me estaba cogiendo. Yo sentía que me estremecía y sentía unos orgasmos anales que nunca antes había sentido. Se me nublaba la vista y gemía como loca de cada orgasmo. Sentía mi huequito súper mojado. Me estremecía y temblaba de las sensaciones que me estaba haciendo sentir y me decía que no me toque la verga. A ratos sentía que me venía y el me apretaba los huevos suavemente y me decía que yo me vendría cuando a él le parezca. Un rato de esos saco su verga de mi culo y bajo rápido a devorarme el culo que lo sentía abierto y sentía un aire frio entrar hasta mi interior y me hizo gemir como una loca y sentir un orgasmo impresionante que quede tendido sobre la almohada con el culo respingón paradito hacia arriba y todavía no me había venido.
Sentía mi culo arder, pero no quería que esto acabara. Se volvió a colocar detrás de mí y sentía como su verga volvía a ingresar en mi cavidad y a llenarme con esa verga gruesa y larga y el dolor ahora se transformaba en completo placer. Me empezó a bombear y a hacer un mete y saca que me tenía en las nubes y yo inconscientemente por la excitación movía mi colita en círculos como si fuera una puta con trayectoria, pero era lo que había leído y que veía a las mujeres que me cogía como la movían su cola. Por eso sabia como moverla. Me decía que le encantaba como la movía en círculos y me daba unas palmadas en los glúteos que me excitaban más y me hacían gemir a cada palmada. Después de estar cogiéndome fuerte un buen rato y en los que apretaba mis huevos con fuerza para que no me venga paro de cogerme, saco su verga y volvió a comerme mi abierto hoyito y hacerme gritar de placer. Me paro y me llevo cara a la pared y allí empezó a besarme los glúteos y lamer el culo y a subir besando y lamiendo mi espalda hasta que estuvo lamiendo mi cuello con una pasión que no quería que pare. Tenía mi verga bien parada y él se dio cuenta y volvió a apretarme los huevos para que no me venga. Ya cuando estaba gimiendo de lo excitada que me tenían sus besos en mi cuello y espalda y sentí como su verga se posesionaba en la puerta de mi huequito empezó a empujar, y yo respingue mi colita para darle mejor acceso a esa bella verga. Cuando la tenía en la puerta y yo medio curveado hacia adelante agarre su verga y note que era tremendamente gruesa, larga y estaba como una roca de dura. Empezó a entrar nuevamente en mi huequito haciéndome doler y gritar de placer y dolor. Ya cuando la tuvo toda dentro, se quedó quieto un rato mientras acariciaba mi espalada empezó a sacármela y meter cada vez más rápido y a darme palmadas en las nalgas. Empezó a cogerme duro, rápido y a hacerme gemir como loca. Me decía que eres? Y le contestaba tu putita. De quién eres? Y le decía tuya. Que quieres? Tu verga. Qué más? Que me hagas toda tuya papito le contestaba. Hasta que me dijo que me vaya preparando para sentir su leche en mi culo, cosa que no me preocupaba ya que estaba con condón. Yo le decía que quería sentirlo y me excitaba más y me decía ahí viene putita tu leche y empecé a sentir como su verga se hinchaba y se ponía duro el sin dejar de meterla y sacarla. Su leche golpeaba y calentaba mi culo mientras me venía a borbotones sin siquiera habérmela tocado. Nunca antes me había venido sin habérmelo tocado o hacer una paja. Y gritaba como puta. Gritaba me encanta ser tuya. No pares y seguía mientras sentía más su verga dura darme y no paraba de metérmela y sacarla fuerte golpeando mi culo con sus huevos ya descargados. Después de un rato y ya más relajados sentía como su verga y mis espasmos y orgasmos anales no paraban de enloquecerme. Yo seguía convulsionando de una forma que nunca lo había hecho. La fue sacando poco a poco y sentía líquidos bajar por mis piernas, me asuste y pensé que era su leche, que el condón se había roto, pero no lo era, eran los líquidos que bote durante los múltiples orgasmos anales que me hizo sentir. El bajo besando mi espalda y empezó a lamer mi huequito y decirme que me había venido como mujer, que era la primera vez que había hecho venir a una perra tantas veces sin siquiera tocárselo. Que esos jugos eran de lo que me había venido mientras los lamia de mi huequito y me hacía estremecer de placer. Me agarro de la mano y nos recostamos los dos en la cama, Él se tendió boca arriba como siendo el que mandaba y agarro mi cabeza y me apoyo sobre su pecho entre su pecho y su hombro. Me beso la cabeza y abrazo. Me dijo que le encantaba y que quería que fuese de él. Que me haría sentir cosas que nunca antes las había sentido. Le conteste que me encanto todo lo que me había hecho y que me hacía sentir bien. Que me gustaba estar con él. Nunca antes me había sentido así. Me sentía su mujer, me sentía segura a su lado. Me acurruque a su lado acariciando su pecho y haciéndole saber que él era mi macho y que quería que así fuera de hoy en adelante. Le pedí que por favor fuera discreto ya que estaba casado. Me dijo que no tenía por qué preocuparme, que no tenga temor de nada. Ahí me dijo que hacía rato que había terminado con su pareja con el cual estuvo como 2 años y que era la primera vez después de varios meses de estar solo que estaba con alguien. Me dijo que quería que fuéramos pareja. Le dije que difícil por mi situación marital, pero sí que me encantaría que me vuelva a coger y que quería volver a estar con él. Entiendo, me dijo. Veía su verga flácida pero de buen tamaño recostada sobre su pierna. Me daba ganas de agárrasela y chuparla pero me daba un poco de asco. Así nos quedamos como media hora dormidos. Yo estaba rendida de tremenda sesión de sexo que me había dado. Cuando desperté él no estaba a mi lado. Me asuste un poco, pero escuche la ducha. Me acerque a ver y él se estaba duchando. Me vio y me dijo, ven amor, báñate conmigo. Entre en el habitáculo de la ducha y apenas entre mientras cerraba la puerta me abrazo por detrás dándome un tremendo beso en el cuello. Me deje ir y me empezó a acariciar mi cuerpo. Me sentía entregada a él. Tomo el jabón y empezó a jabonar mi espalda, bajando hasta mi colita y a pasar el jabón entre mi raja masajeando mi huequito mientras me besaba el cuello y me decía. De quien es esta colita bella? Yo con los ojos cerrados le decía tuya papito. Y sentía una excitación de nuevo. Él se dio cuenta por los gemidos que empoce a dar. Me dio la vuelta y empezó a jabonar mis pechos y a bajar para lavarme la verga y volvió a subir jabonando otra vez mis pechos y cuello. Se acercó más sintiendo su verga ya casi dura raspar la mía. Se la agarre y empecé a pajearlo suave. Mi mano apenas agarraba completamente el grosor de su verga. Dentro de mí decía, eres una puta, cómo pudiste aguantar tremenda verga dentro tuyo. Luego me dio la vuelta y me acerco a su cuerpo haciéndome sentir su verga en mi raja y me apretaba a su cuerpo mientras me besaba delicadamente el cuello y yo volcaba mi cabeza hacia atrás recostándome en su hombro. Me susurraba al oído que lo hacía muy feliz y que me quisiera tener seguido. Le dije que yo también, mientras presionaba mi rajita con su verga. Me sentía tan indefensa y tan suya que me derretía de la excitación. Me besaba la espalda y volvía a besarme el cuello apretándome suavemente mis tetillas y me decía que era el principio de una larga relación, en la cual el me enseñaría de todo. Me dijo que si me gustaba como me trataba? Le conteste que sí, que me hacía derretir en sus brazos. Me dijo si le gustaba lo que me trataba como una mujer y si quería que el fuera mi macho y yo su putita, su mujercita, su amante? Le dije que sí. No aguante más y me di la vuelta, lo mire a los ojos, estaba dispuesto a darle un beso, pero me dio miedo y empecé a besar su cuello y a bajar besando sus pechos hasta su ombligo y seguí bajando hasta que llegue a la altura de su verga. La agarre con mis manos y lo mire con unos ojos de lujuria, Luego levante mi mirada y vi cómo me miraba como algo que no esperara que hiciera y me dijo, estas segura que lo quieres y mirándolo empecé a darle lengüetazos a esa hermosa verga. El agarro mi cabeza con delicadeza como guiando mis movimientos. Empecé a lamerla suave, luego a lamerla como si fuera un chupete de abajo a arriba, por delante y por detrás. Luego abrí mi boca y empecé a querer metérmela y sentía que no cabía y empecé a hacer fuerza para tratar de engullírmela. Poco a poco me la fui metiendo y el gemía de placer. Me decía que no ponga los dientes. Y empecé a seguir mamando esa verga. Nunca se me había ocurrido hacerle mamada a alguien, pero estaba a mil y deseaba saborearla enterita. Estaba de cuclillas dándole una mamada de verga inexperta pero rica al hombre que hacía unos minutos me había desvirgando el culo y me había hecho suya y ahora lo hacia mi boca. Seguí mamándosela tratando de metérmela hasta el fondo, sentía que me daban arcadas peor seguía tratando de satisfacer esta vez a mi hombre. A ratos la sacaba de mi boca para pasarla por mi cara y sentirla como a veces se la hacía a alguna de las mujeres que me cogía, demostrando quien es el macho. Yo hacía lo mismo para demostrarle que él era mi macho. Un rato de esos me paro y me abrazo fuerte besándome el cuello, me di la vuelta dándole la espalda, apague la ducha y abrí la puerta de la ducha y lo agarre de la mano para que me siguiera. Parecía una chiquilla jalando a su hombre, entramos al cuarto y lo empuje en la cama suavemente tendiéndose el de espaldas. Me trepe en la cama como una gatita y me puse en posición de 69 y empecé a chuparle frenéticamente la verga mientras él me la chupaba y se dirigía a mi huequito a darme un beso negro que lo deseaba. Se la chupaba como desesperado, cada vez entraba más y más. En un par de ocasiones creo que la hice llegar a mi garganta y me decía el, eres una puta golosa y me haría tragármela cada vez más para que satisfagas a este tu macho. Le decía que sí que así lo haría. Así estuvimos un largo rato, como una media hora o más creo. Yo estaba totalmente sopita de tanto que me comía el culo y tenía la mandíbula adormecida de habérsela chupado tanto. En un par de ocasiones sentía que se venía y le apretaba los huevos hasta que casi le dolía y le decía que no, que su puta no quería eso todavía. Sentí un par de veces el precum de su verga. Era dulce pero no me animaba a probar su leche, pero si se la limpiaba y la lamia con más ganas. Ya cuando no daba más de excitación agarre un preservativo lo abrí rápidamente y se la puse y gatee hacia adelante colocándome sobre su verga dándole la espalda y me la coloque esa bella verga en la entrada de mi culo. Estaba a mil y la deseaba dentro de mí de nuevo. Me deje caer con fuerza sobre su verga que me hizo dar un grito de dolor y trate de sacármela y me agarro de mis caderas para que no lo hiciera. Salieron lágrimas de dolor de mis ojos. Me quede quietita mientras el dolor pasaba y empecé a sentir una sensación de placer. Recline mi cuerpo hacia delante agarrándome de sus tobillos para darme estabilidad y empecé a levantar mi colita para sacarlo hasta la punta y volver a metérmela enterita. Él me decía que se veía bello como se veía su verga entrando en mi huequito y ver cómo me la tragaba toda. Le decía te gusta? Mientras lo hacía más rápido y movía mis caderas en círculo levantando mi cola y volviéndome a dejar caer sobre su mástil. Cada metida me hacía gemir cada vez más fuerte. Y lo cabalgaba con frenesí recostando mi cabeza hacia atrás. Estaba loca por todas las convulsiones que empecé a tener. Sentía unos orgasmos que me estremecían toda la columna y me hacían gemir como una hembra bien enculada. Un rato de esos me recosté sobre su pecho mientras lo cabalgaba y empezó a besarme el cuello y después de un rato me dio la vuelta sin sacarla y con la boca abajo empezó a darme una cogida fuerte pegándome en las nalgas fuerte que me hacían excitar más. Creo que ya no daba más de tantas sensaciones y orgasmos que sentía que sentía que me vendría en cualquier momento. La saco de golpe, agarro mis tobillos y los jalo hacia él y me do la vuelta poniendo mis piernas sobre sus hombros y clavándomela de una. Me quede sin respiración y gemí de placer al sentirla entrar hasta lo más profundo. Se quedó quieto y empezó y dio la vuelta y me acerco a su cuerpo haciéndome sentir su verga en mi raja y me apretaba a su cuerpo mientras me besaba delicadamente el cuello y yo volcaba mi cabeza hacia atrás recostándome en su hombro. Me susurraba al oído que lo hacía muy feliz y que me quisiera tener seguido. Le dije que yo también, mientras presionaba mi rajita con su verga. Me sentía tan indefensa y tan suya que me derretía de la excitación. Me besaba la espalda y volvía a besarme el cuello apretándome suavemente mis tetillas y me decía que era el principio de una larga relación, en la cual el me enseñaría de todo. Me dijo que si me gustaba como me trataba? Le conteste que sí, que me hacía derretir en sus brazos. Me dijo si le gustaba lo que me trataba como una mujer y si quería que el fuera mi macho y yo su putita, su mujercita, su amante? Le dije que sí. No aguante más y me di la vuelta, lo mire a los ojos, estaba dispuesto a darle un beso, pero me dio miedo y empecé a besar su cuello y a bajar besando sus pechos hasta su ombligo y seguí bajando hasta que llegue a la altura de su verga. La agarre con mis manos y lo mire con unos ojos de lujuria, Luego levante mi mirada y vi cómo me miraba como algo que no esperara que hiciera y me dijo, estas segura que lo quieres y mirándolo empecé a darle lengüetazos a esa hermosa verga. El agarro mi cabeza con delicadeza como guiando mis movimientos. Empecé a lamerla suave, luego a lamerla como si fuera un chupete de abajo a arriba, por delante y por detrás. Luego abrí mi boca y empecé a querer metérmela y sentía que no cabía y empecé a hacer fuerza para tratar de engullírmela. Poco a poco me la fui metiendo y el gemía de placer. Me decía que no ponga los dientes. Y empecé a seguir mamando esa verga. Nunca se me había ocurrido hacerle mamada a alguien, pero estaba a mil y deseaba saborearla enterita. Estaba de cuclillas dándole una mamada de verga inexperta pero rica al hombre que hacía unos minutos me había desvirgando el culo y me había hecho suya y ahora lo hacia mi boca. Seguí mamándosela tratando de metérmela hasta el fondo, sentía que me daban arcadas peor seguía tratando de satisfacer esta vez a mi hombre. A ratos la sacaba de mi boca para pasarla por mi cara y sentirla como a veces se la hacía a alguna de las mujeres que me cogía, demostrando quien es el macho. Yo hacía lo mismo para demostrarle que él era mi macho. Un rato de esos me paro y me abrazo fuerte besándome el cuello, me di la vuelta dándole la espalda, apague la ducha y abrí la puerta de la ducha y lo agarre de la mano para que me siguiera. Parecía una chiquilla jalando a su hombre, entramos al cuarto y lo empuje en la cama suavemente tendiéndose el de espaldas. Me trepe en la cama como una gatita y me puse en posición de 69 y empecé a chuparle frenéticamente la verga mientras él me la chupaba y se dirigía a mi huequito a darme un beso negro que lo deseaba. Se la chupaba como desesperado, cada vez entraba más y más. En un par de ocasiones creo que la hice llegar a mi garganta y me decía el, eres una puta golosa y me haría tragármela cada vez más para que satisfagas a este tu macho. Le decía que sí que así lo haría. Así estuvimos un largo rato, como una media hora o más creo. Yo estaba totalmente sopita de tanto que me comía el culo y tenía la mandíbula adormecida de habérsela chupado tanto. En un par de ocasiones sentía que se venía y le apretaba los huevos hasta que casi le dolía y le decía que no, que su puta no quería eso todavía. Sentí un par de veces el precum de su verga. Era dulce pero no me animaba a probar su leche, pero si se la limpiaba y la lamia con más ganas. Ya cuando no daba más de excitación agarre un preservativo lo abrí rápidamente y se la puse y gatee hacia adelante colocándome sobre su verga dándole la espalda y me la coloque esa bella verga en la entrada de mi culo. Estaba a mil y la deseaba dentro de mí de nuevo. Me deje caer con fuerza sobre su verga que me hizo dar un grito de dolor y trate de sacármela y me agarro de mis caderas para que no lo hiciera. Salieron lágrimas de dolor de mis ojos. Me quede quietita mientras el dolor pasaba y empecé a sentir una sensación de placer. Recline mi cuerpo hacia delante agarrándome de sus tobillos para darme estabilidad y empecé a levantar mi colita para sacarlo hasta la punta y volver a metérmela enterita. Él me decía que se veía bello como se veía su verga entrando en mi huequito y ver cómo me la tragaba toda. Le decía te gusta? Mientras lo hacía más rápido y movía mis caderas en círculo levantando mi cola y volviéndome a dejar caer sobre su mástil. Cada metida me hacía gemir cada vez más fuerte. Y lo cabalgaba con frenesí recostando mi cabeza hacia atrás. Estaba loca por todas las convulsiones que empecé a tener. Sentía unos orgasmos que me estremecían toda la columna y me hacían gemir como una hembra bien enculada. Un rato de esos me recosté sobre su pecho mientras lo cabalgaba y empezó a besarme el cuello y después de un rato me dio la vuelta sin sacarla y con la boca abajo empezó a darme una cogida fuerte pegándome en las nalgas fuerte que me hacían excitar más. Creo que ya no daba más de tantas sensaciones y orgasmos que sentía que sentía que me vendría en cualquier momento. La saco de golpe, agarro mis tobillos y los jalo hacia él y me do la vuelta poniendo mis piernas sobre sus hombros y clavándomela de una. Me quede sin respiración y gemí de placer al sentirla entrar hasta lo más profundo. Se quedó quieto y empezó y
suave mi huequito y a lamerlo. Esta conchita esta bella y le daremos bastante uso decía mientras me lamia y me hacía gemir. Una vez lo dejo limpio, subió a darme una chupada más a mi verga. Mientras me comía el culo y limpiaba los jugos de mis múltiples orgasmos se había sacado el condón y limpiado con la sabana cualquier rastro de semen. Se paró y acerco a mi cara mientras estaba tendido en la cama y coloco su verga entre mis labios diciéndome que bese la verga que te dará tantas satisfacciones y placeres. Abrí mi boca y empecé a lamerla, no se sentía el sabor a semen, así que me la metí enterita y la empecé a chuparla, a lo que él me dijo, tranquila perrita que la harás reaccionar. Solo quiero que te quedes con ese sabor y ganas para la siguiente vez. Le di un par de buenas chupadas y me la saco, dejándome con cara de a poco y excitada de nuevo. Mire el reloj y vi que eran las 7 de la noche. Le dije si mejor, ya es hora de irnos. Me duche rápido, luego él y mientras se duchaba me vestí y pague la cuenta, me tocaba el huequito y lo sentía súper dilatado y suave. Cuando el salió de la ducha, se vistió y empecé a dirigirme a la puerta y paso sus brazos por mi cintura abrazándome pegando su cuerpo al mío y dándome un beso en el cuello diciéndome. Te has comportado como una reina. Cada vez disfrutaras más cada cogida que te dé y te volverás una verdadera putita para mí. Llevando mis manos hacia atrás y agarrándolo del culo para que me apreté más le dije que me encantaba todo lo que me había hecho y que quería ser de él y que me coja cada que podamos. Que yo también quería satisfacerlo. Lo mire picaronamente y le pregunte si le gustaba cogerme y que sea su putita? Me dijo que si, que lo hacía sentir en las nubes y que me volvería insaciable y loca por él y su verga plantándome un beso en la boca que me dejo quieto. Lo mire y me dijo no sabes cuánto me encanto y cuanto lo deseo repetirlo de nuevo. Le dije yo también. Eso quiero ser tuya. En ese momento me sentí su mujer y sin querer me di la vuelta, lo abrace y le di un beso en su boca. El la abrió y mezclo su lengua con la mía mientras agarraba y apretaba mi culo pegándolo a su verga. Me separe de él. Le dije perdón. Nunca había pensado hacer eso, pero estaba tan contenta por la tarde que me había dado y todo lo que me hizo que quería agradecerle. Me dijo, no te preocupes, me encanto!!!! Me sonroje. Subimos al auto y salimos del motel. Mientras manejaba todas las escenas de lo ocurrido pasaban por mi mente. Andaba callado y Luis me dijo, te arrepientes? Le dije No, rotundo, solo que nunca pensé que hiciera y me dejara hacer todo lo que hicimos. Nunca soñé con ser cogido, con chupártela, con besarte y todo me gusto. Se rio y me dijo, tranquilo, De acá en adelante solo mejorara. Me reí y le dije eso espero, jajjaja. Cuando llegábamos al lugar donde tenía que dejarlo, me dijo acá en la esquina, a lo que divise un lugar medio oscuro, pare antes del lugar que él me indicaba. Pare y le pedí que la sacara su verga, me miro con asombro, la calle estaba desierta. La saco y creo que de lo que le dije se le puso dura, me agache y me la metí en la boca dándole una mamada rápida. Lo mire y le dije que la deseaba de nuevo. Me miro y me dijo aguántate que en dos días te llamo. Esperamos a que ese culito se recupere para que te coja de nuevo, me puse roja y con cara de resignación le dije, está bien a lo que él me planto un beso en la boca metiendo su lengua en ella. Justo cuando estaba por abrazarlo se apartó. Me miro y me dijo eres deliciosa y le dijo y tú también. Te llamo en dos días me dijo. Ok piensa en mi ok? le dije. Me sentía una mujercita dejando a su macho. Sentía que me dominaba. Me dijo maneja con cuidado. Le conteste ok. Chau amor me dijo y lo mire y le dije chau mandándole un beso.
Partí en el carro y cuando llegaba a la esquina sonó el teléfono. Me puse nervioso, pero al ver la llamada era un número no identificado, conteste. Hola? Y me dijo una voz varonil, hablo con una putita bella que acaba de perder la virginidad de su culo y boca? Sonriendo le conteste que si…, Bueno dijo. Me dijiste que harías lo que yo quisiera? Le conteste que sí, me dijo, bueno entonces date la vuelta que esa verga quiere otra culpadita antes que te vayas, si? Le conteste mientras inmediatamente daba la vuelta el manzano lo más rápido que podía. No pensé que una verga me ponía así. Llegue donde él estaba, abrió la puerta y ya la tenía afuera. Apenas la vi me agache a chuparla y metérmela enterita en la boca. Empecé a chupársela, parecía que quería arrancársela y se la chupaba. Me decía que era bastante aplicada en ser puta y que sería la mejor puta. Me excitaba tanto que me hable así. Ya cuando sentía que empezaba a salir pre cum, dije dentro de mí que quería probar su leche y seguí chupándola fuerte. Me paro y me dijo, ahora no mi perrita. La siguiente si lo probaras ese manjar. Le rogué que me deje y me dijo que no. Que debía aprender a ser obediente y a controlar mis deseos. Me planto otro beso rico en la boca y se bajó diciéndome, hora si putita vete a casa, pero piensa en esta verga que será tuya toda la siguiente vez. Lo mire con lujuria y cara de puta cachonda y le dije ok. Vamos amor vete o llegaras tarde a tu casa. Ok Chau amor le dije y partí.
Cuando llegue mi casa estaba nervioso, pero me tranquilice y gracias a dios no había llegado mi esposa. Así que me metí a la ducha y mientras lo hacía recordaba cada segundo, cada contacto, cada cogida y todo lo que había sucedido en la tarde. Nunca pensé que un hombre me pusiera así de cachondo y me volviera tan puta en la cama. Me vestí y espere a mi esposa mientras cocinaba algo rápido para los dos. Llego ella y me dio un beso, charlamos un rato de cómo le había ido esta tarde. Me dijo que muy bien, Que estaba el negocio repleto. Le dije que bien. Y ella me pregunto y el tuyo que tal estuvo, le dije que bien, que fue una tarde ajetreada y que estaba agotado. Bueno ya nos acostamos en un rato amor. Comimos y después nos fuimos al living a ver un rato tv mientras ellas se sentaba a mi lado bien acurrucada debajo de mi brazo que la abrazaba, así como dormí con mi hombre esa tarde. Vimos un rato tv y nos fuimos a dormir. Ya recostados y luces apagadas sentía mi culo adolorido pero satisfecho y pensando en todo lo sucedido. Mi esposa se dio la vuelta, me dio un beso y me dijo buenas noches. Le respondí y nos dormimos, buena ella durmió ese rato mientras yo repasaba una y otra vez cada sensación y acción de cuando Luis me enculaba. Instintivamente lleve mis manos hacia mi huequito y lo sentí súper dilatado, hinchadito. Hasta que me dormí. El siguiente relato les sigo contando lo que pasaron esos dos días y mi segundo encuentro con mi macho.
Espero les haya gustado. Esta es la primera parte de una serie de relatos como fui disfrutando y cada vez cambio más mi vida. Mi mail es robert_gj7777@hotmail.com . Espero me escriban.