Mi Primera Vez (Una Chica sin Nombre)

¿Debería presentarme primero? ¿O tal vez con mi nombre sea suficiente? Pensándolo mejor, prefiero no hacerlo, ya que a pesar de que estoy escribiendo una anécdota un tanto personal para mi, soy algo tímida. Mejor me describiré físicamente, creo que con eso bastará.

No tengo un cuerpo espectacular, pero tampoco estoy nada mal (espero que disculpen mi falta de modestia).

Tengo 19 años, mido 160 cm, cabello largo hasta media espalda, lacio y negro como obsidiana, mi piel es morena y soy tan delgada que se me marcan las clavículas, el área de mi pubis queda enmarcada de una manera similar y también tengo "hoyitos" en la espalda baja; algo que, algunos dicen "me hace ver mas sensual".

No tengo grandes senos llamativos, pero para mi complexión una copa B me luce espectacular, decorando mi plano abdomen se encuentra una pequeña y delicada perforación en el ombligo; que en aquel entonces era la única que tenía, pero ya les contaré después acerca de las otras. Tampoco tengo un trasero formidable, pero me esfuerzo porque luzca firme, y lo que más me gusta de mi cuerpo suele ser lo primero que apartan, exacto! las piernas jaja. Largas, delgadas, perfectamente tonificadas; en fin, unas piernas espectaculares!

Hace un par de semanas comencé a tomar clases de guitarra personales, mi profesor era un hombre que para muchos no es atractivo, pero para mi lo era y eso me bastó. Alto, delgado, cabello chino, piel morena, aunque; al igual que yo, tampoco era nada espectacular.

Pues bien, aquel día terminando la clase, estaba dispuesta a irme a mi casa, tomé mi guitarra y me despedí con un fuerte apretón de manos (ya les había dicho que soy tímida) y en el preciso momento en el que estaba a punto de soltarlo, abruptamente me jaló hacia el. Yo creía que lo único que quería obtener de mi era un beso, así que lo correspondí y antes de que pudiera darme cuenta su mano tomó firmemente mi pecho, lo apretó, lo acarició suavemente y lo apretó una vez mas. Para ese momento yo ya sabía exactamente lo que seguía y traté de apartarme, pero el me lo impidió agarrandome fuertemente por la cintura, ahora su mano libre desabrochaba mi pantalón, nuevamente forcejeé, hasta que me empezó a gustar, sentía como me acariciaba con suavidad y luego metía un dedo, en ese momento sólo me dejé llevar, ya no ponía nada de resistencia, estaba completamente mojada, sentía mi cuerpo tan caliente...

No me dí cuenta sino hasta que mi mano ya estaba ahí, tocándolo, subiendo y bajando lentamente, apretándolo al mismo tiempo. Justo entonces fué que se apartó de mi, estaba confundida, pensaba que eso era lo que el quería, y era ahora lo que yo necesitaba.

Me tomó en sus brazos para llevarme a la habitación y me dejó caer (nada gentilemente) sobre la cama, aunque me gustó como iba el asunto, tuve que sentarme y decirle lo que a mi me parecía la cosa menos sensual que le puedes decir a un hombre en ese momento:

• Soy virgen.

Y, antes de que pudiera reaccionar, transformé el resto de mis pensamientos en palabras.

• Pero te deseo tanto que no me importa, quiero que me hagas tuya aquí y ahora.

La confusión y culpa que invadían su rostro se transformaron rápidamente en lujuria y deseo.

Comenzó quitandome la blusa lentamente, besando mi cuello al tiempo que apretaba mis senos y retorcía mis pezones, una mezcla indescriptible de ligero dolor y placer. Me encantaba, no podía disimularlo, mi respiración agitada y mi cadera moviendose rítmicamente me delataban, comencé a desesperarme y me quité el pantalón seguido de las bragas, con una mano me tocaba, apretaba mi clítoris, lo frotaba suavemente, el placer aumentaba increiblemente y fué entonces que el primer estrecimiento se dió, mi cuerpo se tensó completamente por unos segundos, arqueaba la espalda y sentí un poco de sudor frío sobre todo mi cuerpo caliente, pasé mi mano libre por su nuca y jalé su cabello al mismo tiempo que lo acercaba a mi boca.

Acto seguido yo tomé la iniciativa, di la vuelta y me senté sobre el, besándolo y tocando su pecho, moviendo la cadera, sintiendo a travez de su ropa el bulto que era mas que evidente, volviéndome loca por tenerlo dentro de mí.

Bajé lentamente sobre su cuerpo sin apartar mi mirada lujuriosa de la suya, tener ese garrote entre mis manos otravez me hacía sentir sucia, pero me encantaba la forma en que cerraba los ojos y su respiración se agitaba, no pude contenerme más y lo llevé directamente a mi boca, seguía mirándolo, metiendo y sacando su verga de mi boquita, tocándola de arriba a abajo, jugando con sus bolas y rozando levemente con mis dientes.

Ahora fué el quien no pudo contenerse, y sin más, me dió la vuelta y se apoyó en la parte alta de mi espalda obligándome a bajarla, e inmediatamente lo sentí dentro de mi, un poco doloroso y lento al principio, pero fué ganando velocidad poco a poco, el placer que sentí dejó de lado el dolor, por primera vez en mi vida me sentía completa.

Me acostumbré rápidamente al movimiento, y comencé a mover la cadera, sentía como mis senos rebotaban, me dió un par de nalgadas, que no hicieron otra cosa mas que aumentar mi placer, hacer que sintiera más su verga palpitante dentro de mi. Pasé una mano hacia abajo y comencé a tocarme nuevamente, jugando con mi clítoris entre los dedos, gimiendo y gritando hasta estar completamente segura de que todos los vecinos se enteraran de lo que estaba sintiendo.

El orgasmo no tardó en llegar, nuevamente sentí que mi cuerpo se tensaba, la poca fuerza que aun tenía me abandonaba, mis piernas temblaban, y su leche escurría por mi entrepierna, lo sentí sobre mi espalda, repleto de sudor y agitado todavía. Nos dejamos caer y compartimos un cigarrillo, el primero que había porbado en semanas, y el que mejor sabor tuvo.

Y bueno, con esto termina la pequeña y tal vez mal relatada "primera vez de una chica sin nombre", Existe la posibilidad de que sea un vago recuerdo, o quizás una fantasía personal, eso sólo yo lo puedo saber, pero si les interesa saber algo mas de esta chica no duden en comentarlo, gustosamente puedo inventar, recordar, o fantasear algo más.

;)