Mi primera vez, totalmente enamorada.

Ella viajó a encontrarse con su amor, pronto se sumieron ambos en un mar desenfrenado de pasión que no paro hasta que quedaron agotados de placer.

Hace mucho tiempo había esperado este momento…

Al fin llego! Pensé, mientras miraba la pista de aterrizaje y el piloto alertaba nuestra llegada. Ya estaba en su país, al fin podría mirarlo a los ojos, tocar sus manos y sentir los besos que por tanto tiempo he deseado probar. Todas esas cosas pasaban por mi mente mientras mis manos sudaban, intentaba no demostrar los nervios que sentía mientras tomaba mi equipaje de mano y desembarcaba, jamás había sentido que el tiempo transcurriera con tanta lentitud, era como si todo a mi alrededor estuvieran  en cámara lenta, veía miles de caras pero ninguna de ellas se me hacía familiar, después de recorrer con mi vista varías veces mi alrededor empecé a sentirme ansiosa y me preguntaba.

¿Y si no viene a buscarme?

¿Por qué no puedo reconocer su rostro entre todas estas personas?

Todas estas preguntas se respondieron solas en tan solo un segundo cuando por detrás de mi hombro izquierdo escuché una voz de tono bajo, parsimoniosa y relajada decir “hola, te he esperado, al fin llegaste” rápidamente giré mi cuerpo entero hacía el y sin mediar palabras ambos nos abrazamos y consolidamos el beso mas intenso que nadie podría imaginar, olvidamos por completo que estábamos en medio de un aeropuerto, fue el beso mas largo y deseado de toda mi vida, las personas caminaban a nuestro alrededor como si fuéramos invisibles, y creo que para todos lo éramos, el mundo se redujo a solo el y yo, nada de lo que me rodeaba me importaba y el lugar se sumió en un profundo silencio que solo podía detectar mi mente, solo logré escuchar una voz muy aguda a lo lejos que decía “mira mami, se están besando, se aman” y fue lo que me hizo despertar del limbo en el que por pocos minutos entre.

Al fin!... le dije mirando fijamente sus ojos, a lo que el me respondió, Siento que he esperado toda mi vida por este momento. Me sentía la mujer más feliz del mundo.

De camino al hotel donde me hospedaría no paramos de hablar, de observarnos y el me mostraba sectores de la ciudad que quería conocer conmigo, me tenía preparado un itinerario fantástico, lleno de muchas emociones y lugares que quería compartir conmigo, la felicidad no cabía en mi pecho.

Al llegar al Hotel y verificar la reservación, le hice saber que quería refrescarme antes de aceptar su invitación a cenar a un Restaurante Italiano de muy buena fama en la región y que quería que conociera, me hablo mucho de su comida y de la estupenda atención que había, además queríamos ir a bailar.

¡Claro! Acá abajo te espero mientras tomo un cóctel, me dijo, yo no podía resistir el deseo que el sabía que me hacia sentir, no quería esperar mas para fundirme en sus brazos en el mas inmenso placer que había deseado por tanto tiempo, mi mirada lo invitó a subir, el entendió y así lo hicimos.

Así subimos y el se acomodó en un pequeño lobby con televisión que disponía la Habitación. Tomé una ducha, no sin dejar de pensar que quería salir rápido pues se me hacia muy difícil estar separada de él, así que me apresuré, tomé la bata blanca de baño del hotel, y salí de la ducha dispuesta a darle un beso al hombre que amaba, el sabía que yo era virgen, quizás por eso fue con calma para no asustarme, cuando me vio, se levanto apresuradamente como si se hubiese asustado. Yo solo sonreí y me acerque para besarlo, lo bese, me besó pero en ese momento supe que no podría terminarlo, era imposible, es como si nuestros alientos hubieran formado una alianza inquebrantable, sin pensarlo dos veces mis brazos se prendaron de su cuello y sus manos estaban en mi cintura apretándola cada vez mas, presionando su cuerpo contra el mío! Sentí que me desvanecía en sus brazos y sabía que no podría resistirme a lo que estaba por ocurrir, así que preferí dejarme llevar por lo que había deseado por tanto tiempo que pasara, cerré mis ojos y me entregue a la pasión, sus labios eran tan suaves, sus besos tan dulces y apasionados a la vez, paso a paso llegamos al bode de la cama, donde el suavemente tomo la cinta de la bata y la aflojo, besando mi cuello, paso sus manos por mis hombros haciendo así que la bata cayera al suelo dejándome totalmente expuesta a el, al denudo por completo, el me miró de arriba abajo y pude sentir que observo cada centímetro de mi cuerpo y me dijo “al fin serás mía” en ese momento sentí que mi respiración paró, ya no podía negar que yo también deseaba que llegara este momento y comencé a desabotonar su camisa, sus pantalones dejándolo totalmente desnudo como lo estaba yo, éramos dos cuerpos ardiendo en pasión.

Comenzamos a acariciar nuestros cuerpos, besando cada centímetro, cada rincón, el suavemente con sus manos pinto todas sus huellas en mi piel y yo me entregaba en un mar de sabanas blancas en una  desenfrenada pasión, no había nada en el mundo que nos pudiera separar nunca mas, pensé.

Poco a poco él se apropiaba mas de mi, besamos cada parte de nuestros cuerpos, sentía que era un volcán de pasión a punto de explotar! Estaba completamente mojada y mis pequeños pechos estaban completamente erectos! Mi respiración era cada vez mas apresurada. De pronto se acercó mas a mi y sentí su imponente pene tocar mis piernas pero casi de inmediato y sin mediar palabra bajo hasta mi vientre para besarlo, sentí que me desvanecía de placer! Mientras sus dedos acariciaban mi clítoris no podía dejar de gemir, eso lo excitaba aún mas y sus dedos entraron en mi deseosa vagina, sentía que no podía mas, pero era solo el principio, el estaba a punto de estallar mientras su lengua lamia afanosamente mi vagina me atreví a tocar su pene, era imponente y estaba completamente duro, deseoso de mi.. sin saber como me acomodó sobre el y mi vagina en su cara, su pene estaba en mi boca y sin pensarlo me dispuse a lamerlo lo que me producía un placer único, era tan delicioso que casi de inmediato sentí que estallé en un orgasmo que desato los mas deliciosos gemidos, el no paró de besarme y sentía que le gustaba como con mi boca le propinaba placer, de pronto sentí que ya estaba listo para hacerme su mujer y me acostó en la cama mientras besaba mi cuello empezó a introducir su pene en mi!! No sé describir lo que sentía, pero era una mezcla de dolor y placer que me sumergió mas en el deseo, poco a poco fue entrando mientras el gemía de placer y me susurraba al oído lo deliciosa que encontraba mi vagina mientras entraba poco a poco cabalgando sobre mi con movimientos suaves, el dolor y el placer invadían mi ser, pero quería mas, estaba tan excitada que solo quería sentir su pene completo dentro de mi, de pronto pude sentir como se desgarraba mi piel y supe que el también lo sintió por que ambos soltamos un gemido (el mío acompañado de un pequeño grito de dolor).

Ya estaba lista, ya no era virgen, era su mujer y así me lo hizo sentir cuando con sus movimientos suaves pero apasionados hacían entrar y salir su sexo en mi cada vez con mas fuerza! Sus manos tocaban mis pechos y los presionaban fuerte y su boca no dejaba de besarme, de pronto se levantó un poco y sus manos tomaron fuertemente mi cintura empujando mi cuerpo hacía el, era delicioso sentir como penetraba mi ser con su inmenso pene, sentía que explotaría de placer y así fue, tuve mi primer orgasmo con un pene adentro! Fue lo mejor.

El aun rebozado de excitación me volteó y dejándome en 4 tomo fuerte mis caderas y lo metió esta vez en mi vagina bien socadita pero ya acostumbrada a su pene entró mas fácilmente pues estaba empapada de excitación, el sin contemplación alguna comenzó a cojerme fuerte! La excitación era tanto que yo gritaba y le pedía mas y mas quería que me reventara le vagina con su pene y eso le pedí, lo que hizo que se excitara aun mas y me dijo: ¡desde hoy eres mi perrita, quiero hacerte esto cada noche! No podía contener mis gemidos mientras el apretaba con fuerza mis nalgas sentía su cuerpo chocar con mi sexo hambriento de el! De pronto sentí que su dedo masajeaba mi cola, era una sensación deliciosa que me hizo temblar de placer y me preguntó: ¿Lo quieres? A lo que respondí sin pensarlo si!! Por favor mételo, así lo hizo propinándome el mejor de los placeres cojiendome por la vagina con su pene y por la cola con sus dedos, el era verdaderamente un hombre delicioso, un semental que me hacía desbordar de placer, no tarde en tener mi tercer orgasmo con su dedo en mi cola y comencé a moverme cada vez mas fuerte lo que hizo que el explotara de placer y vertió todo su semen dentro de mi vagina en una explosión brutal, pude sentir como se desbordaba de mi y lo caliente que estaba, pronto caímos sobre las sabanas que habían sido cómplices de esta deliciosa experiencia y abrazados no paramos de besarnos, yo lo amaba aun mas después de eso y sentía que éramos uno solo! Y a partir de ese día así fue.