Mi primera vez siendo su putita.

Cuento los inicios de mi vida como Tv y relato mi primer encuentro con un hombre que me doblaba la edad.

Hola.

Les contaré cómo fue mi primer encuentro, pero antes les platicaré un poco sobre cómo comencéi vida en el travestismo.

Soy una chica de México, DF, comencé a vestirme de nena a los 9 años, como la mayoría de nosotras con la ropa de mamá, conforme fue pasando el tiempo era más grande m deseo de sentirme nena, aprovechaba cada momento a solas para poderme convertir en Vanessa, descubrí la masturbacion anal y me encanto.

En un momento de calentura decidí que quería ser vista así siendo una nena, por lo que abrí una cuenta de Facebook de chica, y me di cuenta qué hay muchas más niñas como yo.

Me gustaba subir fotos y tener muchos likes, me sentía soñada, comencé a platicar con muchas personas, pero no me atrevía a conocer a alguien personalmente, hasta que un día me contacto un chico que vivia cerca de mi casa, me excitó mucho la idea de poderme mostrar ante alguien más siendo nena, yo tenía 17 años, y el tenía 39, me dijo que era chofer de trailer y estaba en algunos momentos lejos de su familia por lo que podíamos vernos en su departamento.

Quedamos de vernos muchas veces pero nunca se concretaban las citas, por mi miedo, hasta qe un día, en una mezcla de valentía y calentura me decidí a ir a su departamento, yo tenía algunas prendas que eran de mi madre y algunas tías, vecinas y novias, y el me dijo que podia usar ropa de su esposa

Acordamos vernos por la mañana, yo falté a clases para poder ir a verlo, metí mi peluca, y mi ropa a una mochila y fui rumbo a su casa.

Me sentía muy nerviosa y tenía miedo de lo que fuera a pasar, pero lo sobrellevé y llegue a la puerta de su edificio, sentía que todo mundo me observaba y sabía a lo que iba, yo llevaba una tanguita debajo de mi ropa de chico.

Le escribí para decirle que ya había llegado, y bajo a abrirme la puerta, camine por las escaleras temblando de nervios, hasta que llegamos a su departamento.

Me invito a pasar, pasamos directo a su cuarto que ya había acondicionado para que pudiera arreglarme.

Había zapatillas, lencería, medias, ligueros, vestidos, maquillaje, ¡me sentía en un sueño!

Tarde mucho en elegir qué usaría por los nervios pero finalmente lo decidí, comencé a quitar mi ropa de chico y quede casi desnuda excepto por la tanga.

Me puse un bra blanco, a juego con la tanga, un vestido blanco, medias negras, y por primera vez podía usar unas zapatillas.

Arregle mi peluca, me maquille y estaba lista, me miré al espejo y lo invité a pasar.

Se quedó impactado por el cambio que notó, de verme llegar como un chico normal, y estar convertida en una princesa putita inexperta.

  • Te ves bien buena princesa, la vamos a pasar muy bien.

Sentía una mezcla de sentimientos encontrados, por una parte estaba feliz de poder estar disfrutando de ser una nena por fin, por el otro lado tenía miedo de estar en casa de un desconocido, vestida de mujer y temia haber tomado tal vez una mala decisión, pero ya estaba ahí, y ahora tenía que cumplirle a mi macho lo que le prometí, darle por primera vez mi culito virgen.

Note que en el tocador había un teléfono celular en una posición poco usual, ¡Me estaba grabando!, desde que llegue y me transformé.

El era un hombre varonil, de rostro rudo y aspecto imponente, por lo que muy a pesar mío y de poderme ver descubierta seguí adelante con mi aventura.

Me acerqué a él y sin más, comenzó a besarme.

Era la primera vez que besaba a un hombre, antes tuve experiencias con novias de secundaria y preparatoria, pero esto era diferente, sentía su barba en mi cara, me besaba con deseo, metía su lengua en mi boca, al principio me sentí incómoda, era una nueva experiencia que no estaba disfrutando, pero al pasar de unos minutos decidí relajarme y disfrutar este momento , si no resultaba bien, no lo volvía a hacer y todo seguiría normal con mi vida.

Cedí ante sus besos y comencé a corresponderlos, mientras me besaba se dedicaba a tocarme como si fuera un pulpo, sentía sus manos en mi espalda, en mi pelo, hasta que fue bajando y comenzó a acariciar mi culito, esa acción destrozó cualquier temor que pude tener y me doblegó ante mi macho.

Pasó su mano hacia enfrente  y no se notaba mi diminuto pene bajo la tanga, mi macho dijo las palabras que acabaron con todas las dudas que pude tener hasta ese momento.

  • Ahora entiendo por qué te gusta ser una putita, con eso no podrías satisfacer a ninguna mujer, vas a aprender cómo se siente la verga de un hombre de verdad.

Tomo mi mano y la llevo por encima de su pantalón y me hizo acariciar su pene, yo ya no oponía resistencia en ese momento, era suya.

Se sentó en la orilla de la cama y me hizo arrodillarme frente a él.

-Quítame el pantalón para que veas todo lo que te vas a comer.

Obedecí, desabroche su cinturón, quite el botón de su pantalón y comencé a bajarlo junto con su bóxer, frente a mi tenía por primera vez un pene

que no fuera el mío, con mis 9 cm en ereccion cualquier pene sería más grande que el mío, tenía un tamaño considerable, 17 cm, por un momento tuve miedo de no poder soportar algo así dentro de mi, estaba hipnotizada viendo ese duro miembro que se encontraba a escasos centímetros de mi cara, estaba frente a aquello que tanto había querido y ahora no podía desaprovecharlo.

  • No lo pienses tanto y ponte a chupar zorra.

Obedecí a mi macho y me acerqué, tomé en mis manos su verga y comencé a lamerlo como si se tratara de un helado.

  • Ufff, que rico se siente tu lengua putita, pero ya mételo en tu boca.

Tenía miedo de ahogarme con esa verga dentro de mi boca, la fui metiendo y sacando poco a poco, al principio sentí una arcada y me iba a separar y sacarla de mi boca, pero mi macho no me dejó, puso su mano en mi nuca y no me dejaba sacarla de mi boca, yo sentía que iba a vomitar por qué sentía muy extraño de estar así, respiré y comencé a controlar mi respiración, comencé a subir y bajar con mi boca hasta la mitad de su verga, pero el me empujaba más, tenía miedo de lastimarlo con los dientes pero poco a poco fui acostumbrándome y a sentirme más segura, cuando ya estaba tomando un ritmo, moví mi lengua alrededor de su verga, y el se excitó tanto que me la empujó hasta la garganta, sentía que me iba a asfixiar, y el no quitaba su mano de mi cabeza, después de unos segundos con su verga hasta el fondo y con mi nariz pegada a su pubis quito su mano y pude sacarme ese trozo de carne de la garganta y respirar, al sacarla de mi boca salió con hilos de saliva y estaba muy mojada.

  • Que rico lo chupa mi putita, pronto aprenderás a chuparla entera sin problemas, pero para ser la primera vez no estuvo nada mal.

Yo hasta ese momento no había dicho una sola palabra, me había dedicado a hacer lo que él me pedía, aún sentía arcadas de esa mamada tan salvaje pero en lugar de sentirme mal o molesta por la forma tan ruda de tratarme, estaba muy excitada, se puso de pie y se quedó viéndome sometida a el, el noto que no había hablado y me dijo:

  • ¿Te gusto chupar verga putita?

Solo atiné a poder balbucear un “Si” que parecía más un suspiro que una respuesta.

  • Responde bien zorra.

  • Si, me gusto chupar tu verga -respondí.

  • ¿Ya sabes que es lo que sigue verdad?, te voy a partir ese delicioso culito virgen que tienes, pero antes tienes que pedírmelo tú.

Estaba rendida ante ese hombre, ya no había vuelta atrás, estaba a punto de perder mi virginidad, lo mire aún agachada y le dije:

  • Quiero.... quiero que me partas mi culito.

Me miro con una cara de satisfacción, de tener a una niña de 17 años, que acababa de probar por primera vez que se siente tener una verga en la boca, y que pronto no sería en el único lugar donde la tendría.

  • Ponte de perrito puta.

  • Pero....

  • Aquí no vas a ponerme peros a mi zorra.

Me jalo del brazo y me levanto, me miro con una mirada de enojo y me arrojo a la cama.

  • En cuatro, es la última vez que te lo repito.

Estaba totalmente humillada y sumisa ante el que solo obedecí y puse mi culito a su disposición.

Sin esperarlo sentí su mano azotar mi culo, una, otra y otra vez

  • ¡ESTO ES PARA QUE NO VUELVAS A CUESTIONARME! ..... aunque veo que en lugar de molestarte esto te excita zorra, mira como levantas mas el culo para que te azote.

En efecto, la sensación de sus manos azotando mi culo doblegaron cualquier objeción que pudiera tener, era su puta y haría lo que el quisiera.

  • ¿Te gusta puta?
  • Si -respondí
  • Veo que ya te quedó claro que eres mía, pero yo no soy malo, también quiero saber qué es lo que quiere mi puta ¿Que querías decirme hace un momento?
  • Que... -dude en decirlo pero lo dije- No quiero que me cojas de perrito.
  • ¿Entonces que quieres zorra?
  • Quiero ver tu cara mientras me quitas mi virginidad.

Su mirada cambio, pasó de estar enojado, de ser rudo, a verme con ternura.

  • Perfecto, si así quiere la putita, así será, pero después tú me vas a consentir por tratarte tan bien.
  • Si papi, yo haré lo que me pidas -le respondí

Tome un condon, se lo puse y cuando iba a tomar el lubricante lo quito de mis manos.

  • Acuéstate y levanta las piernas, jalalas con tus manos hacia ti.

Hizo a un lado mi tanga y comenzó a darme un beso negro, era la sensación más deliciosa del mundo, ya no era una zanahoria, o mis dedos, me estaban haciendo sentir mas mujer que nunca, pasaba toda su lengua por mi hasta ese momento virgen culito y sin avisar introdujo un dedo dentro mío.

  • Ahhhhhhhhg
  • ¿Te gusta puta? -preguntó
  • Siiiii, me encantaaaaaahh

Comenzó a meter y sacar su dedo y yo veía las estrellas, gemía sin importar que me escucharan sus vecinos, estaba en un climax delicioso cuando mi macho decidió que era buena idea meterme otro dedo.

  • Yaaaaaa, metemelaaaaaaaahhh -gemí
  • Eso es lo que quería escuchar, ¿estás lista para que te rompa el culo zorra?
  • Sii, si, ya métela papi.

Se colocó sobre mi, me dio un pequeño beso en los labios y sin darme tiempo a nada sentí su verga dura en la entrada de mi ya dilatado culito.

  • A partir de hoy, no podrás dejar de ser una puta, es tu destino y yo te iniciaré en este mundo que estoy seguro que jamás podrás dejar.

Al terminar esta última palabra, de un golpe metió toda su verga en mi.

  • Agghhhhhhhhhhhhhhh.

Ahí estaba yo, completamente empalada de ese hombre que me doblaba la edad, sorpresivamente no sentí dolor al recibir de un golpe toda su verga, hizo un excelente trabajo previo, a partir de este momento todo fue placer.

  • Me saque la lotería contigo puta, no crei que aguantarás toda sin llorar.

El estaba quieto completamente dentro de mi, yo comencé a jugar con mi esfínter apretando su verga con mi culito, estaba demasido excitada que ya quería que me

  • ¡Ya papi cojemeeee!
  • Lo que mi putita pida -respondió.

Comenzó a meterla y sacarla por completo, yo sentía que me iba a desmayar de tanto placer, me bombeaba delicioso mientras me besaba, me sentía la mujer más plena del mundo.

  • Voltéate, ahora que ya te complací quiero ver  cómo se come ese culito mi verga de perrito.

Me puse en cuatro, recargue mi cabeza en la cama y levanté mi culito lo más posible y de nuevo metió su verga de un solo golpe.

  • Aghhhhhh, siiii, así papi, cojeme.

  • Que rico culito tienes putita.

Siguió bombeándome por aproximadamente 15 minutos, yo perdí la noción del tiempo, estaba en trance y no quería que me sacaran esa verga nunca.

  • Ya me canse zorrita, te toca moverte a ti.

Saco su verga de mi, se recostó en la cama y me invitó a cabalgar su deliciosa verga.

Me subí encima de el, la tome con mis manos y la guié a la entrada de mi culito, y para no perder la costumbre que ya me había forjado, me la clave yo sola hasta el fondo y gemí de placer.

  • Ahhhh, me encanta tu verga papi.
  • Es tuya cuando quieras -me respondió.

Yo brincaba para sentir toda la extensión de mi hombre y el acariciaba mis pezones y después me tomo del cuello y me asfixiaba mientras me empalaba hasta el fondo de su dura verga yo estaba a punto de estallar en un orgasmo al igual que el asi que me ordenó:

  • Bájate y ordeñala putita, te voy a bautizar con mi leche.

Saque su verga de mi, le quite el condon y comencé a chuparsela como si fuera mi único propósito en la vida, metía esa verga hasta el fondo de mi garganta mientras lo miraba a los ojos, podía ver en su mirada que estaba a punto de terminar, saque su verga, abrí grande mi boca sacando la lengua y recibí la primera descarga de semen en mi vida, llego a mi nariz y a mi lengua, siguió otra y otra más hasta que dejo mi cara y mi boca llenas de su semen.

-Asi es cómo tienen que terminar las putitas, con la cara llena de lechita.... pero aún te falta más leche.

Yo no sabia a qué se refería, seguía en trance hasta que noté que tenía una ereccion tremenda.

  • Espera putita, creo que ya se que necesitas para terminar completamente.

Salió de la recámara, y no tardó en volver, tenía en sus manos un pepino más largo y más ancho que su verga.

Me recostó en la cama con las piernas al aire y sin darme tiempo a decir nada introdujo la parte más delgada en mi y comenzó a masturbar mi culito con el pepino, ¡No podía creer que todo eso entrara dentro de mi! Cuando baje la mirada noté que el pepino había desaparecido casi por completo, estaba exhausta pero no podía parar, me miro a los ojos y me dijo:

  • Tócate tu clitoris perrita.
  • Si papi. -le respondí.

Al estarme tocando y recibir el pepino en mi culo no tarde mucho en acabar, fue la descarga más grande de semen que haya tenido en mi vida, llene mi abdomen y mi mano de mi leche, y aún tenía en la cara restos de su descarga.

Junto con mi mano todo el semen de mi cuerpo y lo embarro en mi cara, después lo volvió a juntar y me hizo lamer mi mano hasta  que no deje rastro alguno.

  • Así se bautiza a las nenas como tú Vanessa, a partir de hoy querrás que te cojan machos de verdad y pedirás que te llenen de leche tu cara y tu boca por qué para eso sirves solamente, eres un contenedor de semen.

Me beso por última vez lentamente y salió de la habitación, habían pasado 4 horas desde que llegue a su casa, al verme en el espejo, con el maquillaje corrido y la cara con restos de semen seco me sentí sucia, sentía que todo el mundo sabría que era una puta, que mi macho me había cogido, que ya no podría hacerme llamar “Hombre”, yo era una puta.

Llore mientras me desmaquillaba y regresaba a mi vida normal, me sentía sucia y estaba muy confundida.

Recogí mis cosas tomé mi mochila y me despedí de el primer hombre que me hizo mujer.

Por pena nunca le pedí el video que grabo de ese primer encuentro, quería olvidar lo que había pasado, o eso creía yo, por qué por más que lo intenté, no pude negarme a ver a mi macho otra vez......

Después volví a verme con el, y de ahí comenzó mi vida como putita que quería experimentar cada vez más cosas nuevas, pero esas se las contaré en otro momento si es que les gusto este relato.

Mi historia es real, me agrada contar mi vida aquí y espero ir mejorando con el tiempo la ortografía y redacción.

Déjenme sus comentarios en mi Twitter VanneDessTV o en mi correo electrónico.

Les mando besitos.