Mi primera vez, o acaso primer error

Mi primera vez, en una época de cambios, tanto en mi cuerpo como en mi forma de pensar, deseos por descubrir y por explorar, donde mi cuerpo exigia y mente mandaba.

Mi Primera vez, o acaso primer error

Hola, me llamo Susana, ante todo gracias a todos los que me habéis leído, sobre todo aun más agradecida a aquellos que me habéis escrito. Agradezco de corazón, que os haya gustado e incluso que os haya sido tan placentero, como a mí relatarlos.

Sabéis una cosa, cuando comencé a escribir mis experiencias, no fue una decisión tomada por mi, sino fui animada por mis amigos, puntualizare exactamente fue, por mis dos mejores amigos Andrea y Josh (mi actual pareja). Me aconsejaron, que me podría ayudar a desahogarme, y dicho y echo, lo he hecho, es una gran decisión por mi parte el relatar mis experiencias, el confesarme (aunque también, me han causado mas de un atolladero).

Soy una ardiente chica del sur de Andalucía, de 22 años, morena de cabellos, de ojos castaños, y bisexual. Soy conciente que mi forma de vestir, me hace ser más destacable para ser manoseada, aunque no soy ni fetichista, ni exhibicionista, simplemente me gusta vestir de forma que realce mi cuerpo. De mi dicen, que soy una chica de muy buen cuerpo, tanto físicamente, como por mi forma de vestir bastante provocativa, me da igual si voy por casa o por la calle, creo que es la razón por la que siempre acabo metida en algún lió, fregado o apagando algún "incendio".

Me definiría como extrovertida, una sin vergüenza integral, simpática, muy buena gente, bastante loca... Vamos una chica con la que se puede pasar un buen rato. Me gusta conocer gente, descubrir cosas nuevas, divertirme, lo típico (tengo una manera especial de ver la vida creo, que os habéis dado cuenta).

Si lo se, que no comprendéis (es normal en vosotros, que solo pensáis con vuestra cabeza pensante, aquella que se encuentra entre vuestras piernas, y de las neuronas, que vamos hablar, ya que son bastantes escasas). Tengo una manera muy especial, de cuidar mi libertad, la intimidad es algo muy serio y es lo más importante. Solo yo, soy la que elijo, con quien acostarme, con quien elijo a la persona que me haga disfrutar. Estoy cansada, de los graciosos que en la calle se hacen los interesantes y me hacen proposiciones sin esperar a que me encuentre sola, me acusan de pesada, pero os agradecería no me digáis nada, por fa, se que es mucho pedir. Me gusta mucho mi intimidad, creo que tanto como a vosotros la vuestra (Si queréis mantener algún contacto, os recomiendo que sea a través del Messenger o email. No quisiera, tomar medidas mas serías).

He de explicaros, que mis gustos en general, es la morbosidad que me produce ser manoseada en publico, el sentirme acariciada, sobre todo en transporte urbanos o lugares públicos. El sentir como entre la multitud, se atrevan a manosearme, me excita enormemente, e incluso me excita que me observen mientras me tocan y aun más cuando lo hacen contra mi voluntad (la excitación que siento es extraordinario, es un morbazo que os lo recomiendo), sentir como me humillan, y notar sus miradas lascivas en mi, como entre tanto silencio me observan y no hacen nada por remediarlo, solamente disfrutar de la visión (estos son tan culpables o incluso aun mas, de los que me vejan y me manosean).

Solo de recordarlo siento mis braguitas húmedas, sintiendo la necesidad de poderme satisfacerme, por lo que no tengo mas remedio de buscar remedio sea donde sea, o donde me encuentre, en mas de una ocasión, me he tenido de ir al aseo para poderme introducir la funda de mi escalímetro. Muchas veces, he estado pensando en mis relaciones, he estado reflexionando sobre ellas, pues he hecho cosas, que han ruborizado a más de uno (se por vosotros, ya sea por Messenger o por email, que vuestros pensamientos, referentes sobre mi, es o soy una "putilla", o una "zorra", e incluso a veces dudan de mi persona), pero pienso que del pasado no debo avergonzarme, aunque eso si he gozado plenamente haciéndolas, de todas ellas.

Dicen que soy muy ardiente, que soy una "zorrita", soy una chica de mente abierta, coño liberal para entendernos, me gusta probar cosas nuevas, no me quiero quedar estancada (aunque cuando la siento, bien dentro si me gusta estar estancada), me gusta como hobby seguir ampliando mis conocimientos, mis experiencias (joder, que soy muy joven).

Los contactos que he mantenido con hombres maduros, han sido bastantes satisfactorios (han cumplido ampliamente mis expectativas, y todas mis exigencias), ya que son minuciosos a la hora de darme placer, e incluso sus caricias son diferentes, no se si será por el tacto, o quizás por la piel (arrugada, áspera y basta). El explicar mis relaciones respecto a ellos, me es algo difícil, pues quizás es el morbo que me producen, o quizás, sea mi búsqueda por el amor paterno. Desde mi punto de vista, mis relaciones con ellos, es puramente sexo, saben como hacerme disfrutar, sin buscar su propia satisfacción, me enseñan a disfrutar de mi sexualidad, y os puedo asegurar, que logran de mi orgasmos inolvidables.

Esta confesión, es la manera de contestaros a vuestros emails, pidiéndome que os cuente como fue mi primera vez. Para mi fue una época de cambios, tanto en mi cuerpo como en mi forma de pensar, deseos por descubrir y por explorar. Dejemos las presentaciones, para dejar paso a los antecedentes (aunque no seré muy pesada, os lo prometo). Seria la pubertad o quizás la emancipación, el caso es que entre mis amigas comenzábamos a hablar de sexo, teníamos preocupación, sobre como hacerlo y que medidas de seguridad debíamos de tomar.

Rondaba la edad de 15 años, por aquel tiempo, era como cualquier adolescente, boba, ignorante y algo tímida (solo en ocasiones, dependía de las circunstancias, pues cuando estamos con las amigas nos envalentonamos). Físicamente, no era nada del otro mundo (aunque mis pechos, ya habían comenzado a revelarse, con lo cual, con una sola mano, tendría dificultad de sujetar uno de mis pechos), de cabellos largo liso y pelirroja (pues si, es mi color natural), de complexión delgada, ojos castaños, y un culito pequeño, respingón y algo estrecho (eso dicen).

Iba a un colegio privado, el cual desde que entras en preescolar no te sueltan, hasta que sales en dirección a una carrera universitaria. Como sabéis, estos tipos de colegios son muy estricto (mas parece un jodido, colegio de monjas), me hacen ir de uniforme al estilo militar (y luego, tantas normas para que, para que luego, salgamos siendo las putilla), me hacen llevar un uniforme con falditas a cuadros tableada hasta las rodilla, blusa blanca, una chaquetilla con el escudo del colegio, la corbata y zapatos a juegos con el color del uniforme (patético).

Cuando salgo de clases, lo primero que hago, es remendarme la falda hasta dejarla a medio muslo, como a mi me gusta. La blusa, me desabrocho algunos botones, casi dejando ver el canal de mis pechos, a obviamente me e quitado la corbata (creo, que no había sido necesario decirlo, pero algunos pensáis "y la corbata"). El echo, como ya he mencionado, ocurrió durante mi ultimo curso, ante de entrar en el segundo ciclo. Era mi adiós, a mi época estudiantil (ya sabéis, a la adolescencia), en el grupo de amigos, del cual yo formaba parte, me gustaba entre varios chicos, uno en especial, pero lógicamente no era la única.

En esa época, era una mojigata (hay que admitirlo), no basta con tener un cuerpo bonito, sino hay que saber como utilizarlo (joder, si hubiera estado algo mas despierta, lo hubiera cazado antes, fui bastante tonta), me di cuenta un poco tarde, que de esa manera no lo atraería hacia mi, por lo que tuve que salir con otro chico del grupo (ojo, que también me gustaba, haber si pensáis cosas raras). Como cualquier grupo de amigos, normalmente sobresalen algunas aparejas, que todo depende de la fidelidad, amor y amistad que sigan manteniéndose, para un futuro o acaso se empiecen una nueva.

Como todo grupo de amigos, la formábamos unas series de chicos y chicas (obviamente), os voy a poner en antecedentes para que los conozcáis (actualmente, os puedo asegurar, que algunas amistades siguen. Mis amigos, que aparecen son reales, no se oponen a utilizar sus nombres, pues me han dado permiso para usarlo, siempre y cuando que no de apellidos, ni detalles de su persona), entre los chicos están Ángel, José, Alex y Rafa (este ultimo, es el chico de marra, es atractivo, inteligente, y un caballero, todo lo que me gustaba en un chico, en otras palabras es el chico, que toda madre desearía para nosotras). Bueno sigamos, entre las chicas estamos Andrea, Sonia, Laura, Patricia y yo (creo, que de mi, no hace falta mas presentaciones).

Comenzábamos a salir, como solemos hacer todos o en grupos o en parejas, pero con el transcurso de nuestra relación, los fines de semanas quedábamos las dos parejas, salimos a pasear ya sea a lo largo del paseo del rió Guadalquivir a la luz de la luna, por el casco antiguo en busca de esos bares tan romántico, donde suele suceder, que entre copas y risas, comenzábamos los primeros roces, de intercambios de besos y caricias. Ángel, comenzaba a gustarme cada día mas, donde nuestras exploraciones físicas iban a mas (suena frió verdad, pero bueno a joderse).

Cuando salíamos hacíamos lo típico, buscamos un sitio donde poder tomar algo, buscábamos un lugar cómodo, donde podamos tener algo de intimidad, donde besarnos y acariciarnos, el aprovechar el tiempo antes de irme hacia casa (el cabron de mi padre, me tenia controlada la hora). Recuerdo como en una ocasión (bueno en verdad fueron muchas, pero por poner un ejemplo), llegue a casa temprano, esa noche hacia bastante calor o acaso seria las copas que habíamos tomado, el caso que comenzamos a besarnos, cogiendome de la mano, tiro de mi hasta meternos entre unos matorrales.

El chico, quería meterme mano por debajo de mi vestido, a lo que me negaba una y otra vez, con rotundidad, pero el no dejaba de intentarlo, me acariciaba los brazos ascendiendo hasta llegar a mi rostro, el cual me la sujetaba con la mano, mientras besaba mis labios, yo por mi parte intentaba separarlo de mi (sabía como podría acabar), e incluso rehuída sus labios, girando la cara (no cojia la indirecta, que no lo deseaba), incluso le comente que me dejara pues no me encontraba bien.

Pero llego lo inevitable, con el tiempo comenzó a pedirme, que cuando nos íbamos a acostar (si, he de reconocer, que nos poníamos muy calientes, haciendo "manitas"). De ser una petición, se fue convirtiendo en algo a diario, repetitivo, y hasta me hizo sentirme mal, por negárselo tantas veces, me hizo sentirme que le debía algo, hasta el límite de sentirme en la obligación de hacerlo. Llego, hasta a insinuar, que sino nuestra relación que futuro tendría (sus palabras, me dolieron, me hizo sentirme como un objeto o mas bien un agujero a tapar).

Cuando quedábamos las chicas para salir, Patricia comentaba que deberíamos de quedar lo cuatros, e irnos a un piso que tenia el padre de Rafa, de esa manera podríamos dejar de ser las niñas mojigatas y convertirnos en mujeres. Andrea, comentaba que el momento lo decidía el tiempo, que las prisas no son buenas, tenía dudas y mis amigas no me convencían tanto una como otra, por lo que al final acepte, quedando para un día especial.

En los días anteriores a la cita, no se la razón, pero comencé a notarme extraña, distinta, comencé a tener sueños eróticos, teniendo la necesidad incluso de masturbarme, en mis fantasías sexuales, aparecían los chicos, y hasta en una ocasión con una persona de mi mismo sexo, creo que seria por las dudas sobre mi orientación sexual, o acaso mi motivación seria por el rechazo a hacer el amor. Pero la verdad, es que tenia curiosidad, por sentir esa sensación, el sentir el placer que tanto había escuchado.

El día el cual quedamos para convertirnos en personas adultas (según decían para hacer el amor, pero en verdad era para desflorarnos, hay no hay nada de amor). Lo organizaron todo, para el día 14 de febrero, el día de los enamorados, precisamente una fecha muy especial (obviamente en su día, hoy casi se podría decir que un desastre natural). El gran día llego, donde los chicos aparecieron ambos con traje de chaqueta, Patricia con un vestido rojo (supersexo y bastante provocativa) y yo con uno negro.

Quedamos las dos parejas, Rafa y Patricia (os voy a describir como es ella, rubia, ojos azules, y nada de envidiar), y Ángel y yo. Los chicos, habían reservado mesa en un restaurante italiano llamado San Marcos en la calle Betis, donde habría velas, flores y hasta música, en otras palabras una velada exquisita. Nada mas finalizar, nos trasladamos en taxi, al piso del padre de Rafa (el cual se dedica, a la inmobiliaria). Estábamos bastante nerviosos, llenos de ansiedad y tensión, en el ambiente se notaba el momento. Nada mas llegar, subimos en ascensor hasta la planta, entramos en el piso donde Rafa típico de el, nos dejo pasar primero a las chicas, luego a Ángel y por ultimo el, asigno las habitaciones, pero antes de irnos abrió una botella de champán y brindamos, por la finalización de una velada interminable e inolvidable.

Entramos en la habitación, sin saber que hacer, nos acercamos el uno al otro comenzando a besarnos, Ángel (como todo macho salido), comenzó con las prisas intentando desnudarme, llego a rasgarme parte del vestido parando para acabar de desvestirme yo (sino el muy cabron, me hubiera destrozado el vestido). Ambos desnudo no acostamos (por fin), la ternura que tanto daba durante nuestro noviazgo desapareció, no quería nada mas que penetrarme, a lo que le detuve comentándole que debía de colocarse algo, claro esta tenia temor a un posible embarazo. Con los nervios rompió el preservativo, cogiendo un segundo, para nada mas colocárselo su cara cambio, de un gesto de miedo paso a satisfacción, el muy gilipollas se había corrido (eyaculación precoz, que coño, un inmaduro en potencia).

Me acerque hacia el, no sabia que hacerle, pues entre besos y caricias quise que su miembro volviera coger la dureza de antes. Una vez logrado, llegando el hasta asombrarse (no solo el, sino yo misma me asombre), me coloqué encima, siguiendo sus propias instrucciones, pero cuando comenzó a introducirlo, quiso jugar con mis agujeros, pasándomelo entre mis orificios, pasando de nuevo lo inevitable, comenzó de nuevo a correrse (según el se sentía fatal, e incluso avergonzado, que coño me importa a mi), yo estaba defraudada, y lo peor no era la sensación, sino los gritos de placer, los gemidos que soltaba mi amiga, eso si que era un suplicio.

Como hace todo chico, cuando acaban o se fuman un cigarro, o como hizo Ángel se giro quedándose dormido, yo en cambio, como tantos gemidos de fondo, tuve que conformar con masturbarme hasta quedar satisfecha. Nada mas finalizar las "cabalgadas", decidimos marcharnos, pero antes nosotras nos aseamos, no vaya hacer que nuestros padres se den cuenta (mas a ella, por la cantidad de moratones y sonrojados, que tenia en el cuello). Mientras nos enjuagamos, Patricia me comentaba como fue, maravillosa, excelente, que había encontrado a un dios, cada vez exageraba mas, le observaba su cuerpo enrojecido, cuando termino y pregunto como me fue a mi, recuerdo que no sabia como explicarle lo sucedido, solo intente contárselo pero no pude evitar, acabar llorando. Mientras el muy cabron, le contaba que ha sido todo un triunfo, estaban mas contento que su equipo gano la liga, e incluso le comento que yo era, una fierecilla, muy calladita al principió y luego era toda una guarra.

Durante la semana, los chicos estaban entusiasmado, la verdad ángel no se de que iba, quisieron quedar una segunda vez, según el para poder satisfacerme, que ya se había tranquilizado. Esta vez nos fuimos de copas, donde fuimos bastante cargaditas (creo que quería, hacerme a la idea de que la cosa, esta vez saldría bien), hasta e punto, de que los chicos nos propuso el darnos unos pikitos, y algo de caricias, casi una apuesta quedo, Rafa decía que no nos atreveríamos. Acercándonos la una a la otra, colocando nuestras manos sobre el rostro de la otra, a la vez que nuestros labios se fundieron en un beso, para que poco a poco hasta nuestras lenguas se fusionaran.

Nuestras vista, observábamos a nuestros chicos, los cuales excitados por la visión se tocaban sus bultos, mientras nosotras continuamos con el juego. Patricia excitada, descendió sus labios por mi cuello, a la vez que sus manos habrían mi camisa, dejando mi sujetador a la vista de los chicos, esta siguió descendiendo hasta notar sus labios calientes y carnosos en mis pechos (en ese momento, sentí algo distinto, a lo que sentí con mi chico), la detuve quedándonos mirándonos, para girarnos hacia nuestros chicos y dirigirlos hacia las habitaciones.

Esta iba a hacer nuestra segunda vez, por lo que le deje hacer (me hice a la idea, que acabaría haciéndome un dedo), me eche sobre la cama a la espera, se acerco hacia mi, comenzó a besarme, a acariciarme los pechos y el cuerpo, comenzó muy distinto, me quito la falda pero sin prisa, siguió con mis bragas sujetándolas hasta sacarlas por mis tobillos. Subió, en busca de mis labios, dándome un beso apasional y húmedo, para descender sin dejar de acariciarme, y de besar mi cuerpo hasta introducir su cabeza entre mis piernas. Comenzando a chuparme (Uuumm, que bueno, a este no lo conozco pensé), cerrando los ojos me deje llevar, introduciendo uno de sus dedos dentro de mi vagina, comenzó a moverlo primero muy despacio para comenzar con fuerza (hasta tuve, que sujetarle por la cabeza, a modo de tranquilo chaval), mientras que con los ojos cerrados, comenzaba a gemir.

Que bueno, comencé a mirar a mi alrededor, no se como se le había ocurrido eso, la semana anterior era todo un novato y hoy parecía todo un experto, nada parar, se coloco sobre mi comenzando a quitarse la camisa, pero no dejaba de una y otra vez introducir sus dedos en mi, le ayude a quitarse el pantalón (coño tardaba mucho). Se echo sobre mí, mientras que cogiendome por la camisa, tiro con fuerza hacia arriba, hasta dejarlas en mis muñecas, para acabar de quitármela yo, dejándome en sujetador. Comenzó a desnudarse Ángel, echándose sobre mí, le fui indicando, donde debía de introducirla, que tuviera cuidado pues no quería que me hiciera daño, comenzó a metérmela (dios que bueno, ahora si), comenzó en un mete saca durante un rato, al menos 15 minutos, mientras yo le sujetaba por la cintura. Aprovechaba la posición, para masajear mis pechos, retirando por fin el sujetador (pensé, que detalle ha tenido el capullo, mas vale tarde que nunca).

Joder, me lleve un rato, jadeando, e incluso Patricia y Rafa tuvieron que escuchar mis gritos, eran el presagio de mi orgasmo, el cual nada mas tenerlo, gritaba y le decía, lo maravilloso que había sido. Una vez acabado, me eche a un lado, Ángel me pidió, que me pusiera a cuatro patas, ignorante de mi me puse a cuatro patas, no se como lo hizo, pero a la primera la inserto (dios que bueno), controlaba de esta manera muy bien, me sujeta por mis cabellos, dándome alguna que otra palmada sobre mis nalgas. Sacándomela, aunque le pedía una y otra vez que siguiera, se agachaba e introdujo, su rostro comenzando de nuevo, a chuparme mis labios vaginales, los cuales lo agradecía pues los tenia algo hinchados (joder, no estaba acostumbrada), dios que bueno, aunque sabia que cada vez que paraba, era que se iba a venir, tonta no soy.

Eso si, la chupaba magistralmente, no se con quien lo había aprendido, pero sabia que conmigo no (o sea, que me había puesto los cuernos), comenzaba de nuevo, sujetándome de los hombros, tiraba de mi fuertemente hacia el. En su vaivenes, creía que fue un descuido, pues cogiendo su miembro comenzándolo a pasar, de mi agujero vaginal al anal, hasta que de un golpe, me la introdujo hasta la mitad (que dolor, dios vi estrella, e incluso sangre al igual que cuando me desvirgo), no tubo nada de delicadeza, donde estaba esos momentos de dulzura, me rompió el culo, aprovechaba acariciándome los pechos, y masturbándome, este dolor que poco a poco paso a placer, duro un rato mas, hasta que entre gritos se vino, una vez la saco retiro el preservativo, e indicando que se la chupara, el muy cerdo pretendía que me mostrara como una guara.

Me había convertido en una mujer, durante la semana, algo había cambiado, deje de ver a Ángel como mi chico, quería romper con el. Aunque en casa, ya lo conocían, y lo peor que a mis padres, era de su agrado, estaban encantado con el (era un chico, con padres de buena posición y con dinero), comenzaban a aconsejarle, que acabara los estudios, luego empresariales y para finalizar casarse conmigo (dios estaban, planificado toda mi vida). En la escuela pasaba lo mismo, Patricia sentía lo mismo, pero en su caso, era diferente pues Rafa, no era el chico que quería sus padres para ella, Patricia quería experiencias nuevas, hasta me sugería, el acabar lo del otro día, que guarra.

Lo repetimos en más de una ocasión, llegando cierto fin de semana a querer pasar la noche entera el uno con el otro. La noche fue desastrosa para los cuatros, por la mañana nada mas despertarse Ángel se levanto, haciéndome la dormida observe como se vestía y se marchaba cerrando la puerta. Escuche algo de murmullos, creí que eran Rafa y Patricia, por lo que seguí acostada, escuche la puerta abrirse, creí que Ángel había vuelto (hasta llegue a pensar, en perdonarlo), sentí como se sentó en la cama junto a mi, sentía su mirada en mi, aunque estaba silencioso.

Ni siquiera me moví, ni incluso abrí los ojos, ni le dirigí palabra alguna, quería saber que me diría o si haría algo, continué echada dándole la espalda, con unas braguitas y semi tapada con las sabanas. Ante el, estaba con las piernas semi flexionadas, una mas arriba que la otra. Note, como poso sus manos en mi espalda, comenzó a acariciarme, note sus dedos diluirse por mi columna, sus caricias me hicieron dudar, pero sus caricias me estaban poniendo los pelos de punta, se me erizaba incluso el vello más diminuto. Pensé, que era su manera de buscar reconciliación, por lo que me deje hacer, seguí en silencio, notando como sus manos fueron dejando paso a sus labios. Estaba irreconocible, aunque disimulaba que dormía, no pude evitar, dejar escapar algún que otro gemido.

Fue mi piel quien me delato, al notar vello erizado, sabia del gusto que me estaba proporcionando. A medida que sus labios descendían por mi espalda, sus manos iban retirando las sabanas que me cubrían, hasta dejarme solamente con las braguitas. Cuando note como sus labios al final de mi espalda y comienzo de mis nalgas, me dieron ganas de delatarme dándome la vuelta, pero me excitaba aquello que me hacia, he de reconocer que estaba distinto (incluso, me sentía mi pubis húmedo, con ganas de meterme un dedo), creí que retiraría mis bragas pero en vez de eso, descendió por mis nalgas por encima de estas hacia mis muslos (joder, que bueno), notaba esos labios carnoso por mis muslos hasta mis rodillas, ascendiendo de nuevo, a la vez que notaba sus manos una a cada lateral de mis piernas. Fue subiendo su rostro por el interior de mis muslos, hasta introducirlo en mí entre piernas, besando mis labios vaginales por encima de mis húmedas braguitas, notando como pasaba la lengua por ellos, comencé a suspirar, a jadear.

Note como dejo de besar mis nalgas, quise protestar ya que necesitaba esos labios, los cuales comenzaba a ascender de nuevo por mi espalda hacia mi cuello, levante mi rostro con la intención de mirarlo, pero su mano sobre mi nuca lo evito. Si, he de reconocer que eso me intrigo, pero ya a esas altura, sabia que mi amante no era Ángel por lo que me deje hacer (si parecería una puta, pero ante mi nuevo amante y adivinando de quien sería no me importaba). Volvió de nuevo a descender, pero con la diferencia que esta vez, sus manos retiraron mis braguitas a la vez que sentía como introducía sus labios entre mis nalgas, y notar como su lengua escarbaba entre mis labios vaginales, arrancándome algún que otro gemido.

Con el paso de los minutos, estaría tan deseoso como yo, de sentirla dentro, lo note como gateaba hasta colocarse detrás de mí sujetándome con sus manos por la cintura, fue levantando mis nalgas, a la vez que fui notando como colocaba desde atrás su miembro entre mis piernas, hasta alcanzar la entrada de mi vagina. Se me escapo un suspiro, entre alguna exclamación respecto al tamaño de su miembro, murmullos y gemidos, y un nuevo empujón notándola mas adentro, y otro comentario de cuando le había crecido y lo descontenta me había tenido hasta ese día, haciéndome callar con una embestida, metiéndola toda dentro, completamente hasta notar esos testículos grandes e hinchados golpear mis nalgas (coño, desde atrás Ángel, no me había follado).

Comenzó a cabalgarme, con delicadeza, sujetándome con ambas manos por la cintura, sus penetraciones alternaba sus caricias tanto a mis pechos como por mi espalda, la delicadeza de sus embestidas las fue trasformando en penetraciones mas salvajes, haciéndome llegar sin apenas poder prepararme a dos orgasmos bestiales, mientras el seguía con las mismas ganas. Note una de sus manos en mi barbilla, tomándome y echándome hacia atrás, descubriéndole, aunque lo había adivinado, de quien se trataba, que era Rafa, con aquella de manera de tratarme no era muy difícil, no habiendo mas chicos en la casa.

En un momento, me detuvo, sacándola de mi, se echo sobre la cama, y tendiéndome una mano, ofreciéndome a seguir, mientras le miraba, gustosamente me coloque sobre el, hasta colocarme encima de su vientre, echando mi cuerpo hacia atrás restregando mi pubis por ese miembro, colocándomelo entre la unión de mis glúteos, comencé a restregarlo de arriba hacia abajo, endureciéndose entre mis nalgas, masturbándolo hasta notar como se le hinchaba, como el preludio de su orgasmo estaba por llegar, sin tener la intención de detergerme, seguí hasta notar como se corría, como sus jugos humedecían mi espalda, como mojaba y descendían por mis nalgas, y mi espalda. Asombrada me quede, como apenas había perdido su hombría, sino que seguía igual, pues sujetando su miembro y antes de introducírmelo en mi rajita, se coloco un preservativo, para colocarlo en mi vagina, comenzando a introducirlo despacio.

Recuerdo esa vez, pues sabía que difícilmente podríamos repetirlo (pues si, el cabron de mi padre, se enterará, como podría acabar mal para los dos). Por lo que soltando, sus manos de mi cintura, una vez que note la cabeza de su miembro casi salir entre mis labios vaginales, deje mi cuerpo caer (si fue muy doloroso, pero para ambos, pero merecía la pena), notándola como entraba, hasta el fondo de mi ser. No solo era el tamaño (pues antes, si era de las que opinaba, que el tamaño era lo importante. Hoy soy, de las que prefiero que sean prometedoras, que no me importa el tamaño mientras que me dejen satisfecha), notaba lo grande que era, joder para ser un chico de su edad, sino el grosor que tenía, en cada movimiento la notaba como me rasgaba por dentro, como esas venas gruesas marcaba y volvía a entrar toda húmeda de mi néctar, siendo yo quien controlaba las penetraciones. Estuvimos, hasta un cuarto de hora follando e incluso en varias posturas, en ese momento era la chica mas feliz, pues había alcanzado al menos 6 orgasmos, mientras que el dos, pero bien aprovechados.

Mientras lo hacíamos, se me había olvido tanto Patricia, como de Ángel (pero fue Rafa, quien me comento que fue idea del niñato de Ángel, quien se le había ocurrido que fuera el, quien se aprovechara de mi, mientras estaba yo adormilada, pues creyendo que era el me dejaría follar, no retirándome ni dejando que el no siquiera), la verdad es que cuanta razón tenia, pues cuando acabamos hasta mi orificio vaginal lo tenia enrojecido y escocido, coño no estaba acostumbrada a tanto, me dejo totalmente satisfecha. Cuando nos marchamos, todos en silencio en el taxi, días después, recuerdo como Patricia me pregunto como se había comportado Rafa en la cama, si me gustaba como follaba, arremetiendo que Ángel no estaba mal, con todo lo mal que hablaba de el (con que poco se conformaba, pensaba).

Ante todo, debo deciros referente a los comentarios de mi forma de explicaros mis historias. Que si mi escritura, no esta bien redactada, que apenas es legible, que tiene dificultad a la hora de leer o incluso que da mal sentido, a la hora de explicar los placeres obtenidos o sentidos. Lo siento enormemente, pero intentare redactaros lo mejor que pueda mis experiencias, me cuesta a veces escribir todos mis sensaciones, pues el plasmarlas creo que es lo mas difícil.

Espero que os haya gustado, si queréis que siga contaros me lo comentáis pues me gusta mucho recibir vuestros email. Aquellos que queráis contactar conmigo hacedlo a mí dirección de email: susanabix@hotmail.com