Mi primera vez haciendo cruising

Una noche salí a correr y al regresar de hacer deporte decidí probar el cruising.

Todo lo que relato es 100% real y me pasó a mí.

No soy un chico muy deportista, pero con los 18 uno tiene que cuidarse para estar bien físicamente. Como los estudios me entretenían bastante,tenía que salir a hacer deporte siempre tarde. Una tarde, después de estudiar, salí como siempre a correr por la zona del río. Normalmente suelo hacerlo por la zona de arriba, que está más iluminada, pero como hacía calor preferí ir por la mota del río, que estaba menos iluminada pero era más fresca. Salí de casa y al poco comencé a correr adentrándome cada vez más en la oscuridad. Estuve corriendo un poco menos de una hora. Cuando estuve bastante cansado decidí que ya era hora de regresar a casa. De regreso pasé por un conocido parking de Murcia en el que se practica el cruising a diario. Yo estaba en ese momento muy caliente y tenía ganas de probar el sexo callejero. Hasta entonces lo poco que había hecho con chicos siempre había sido en una casa o en las duchas del gimnasio.

Llego al parking y veo poca actividad, me doy una vuelta por el sitio, mirando de un lado a otro buscando a alguien. Tras un rato solo, aparece un hombre mayor que yo, calvo y con un poco de barriga. Al ser un parking no se si viene al cruising o va a por su coche, así que disimulo mirando el móvil. Poco a poco se va acercando a mí. Nos miramos y con una sonrisa me pregunta la hora, desconcertado le respondo y al mismo tiempo se pega a mi y me toca el culo. Visto que buscabamos lo mismo nos vamos para unos matorrales. Entre los matorrales encontramos a otras personas de cruising, así que nos metemos un poco más hasta que encontramos un sitio más tranquilo.

Ya sólos comenzó a acariciarme el pene por fuera del pantalón, yo le seguí y le hice lo mismo. Al poco paró de meterme mano para bajarse el pantalón y mostrarme su rabo. No era muy grande, pero era muy grueso. Yo estaba muy caliente, el morbo de hacerlo en la calle con un desconocido y de probar cosas nuevas me tenía muy encendido. Sin pensarlo me bajo yo también el pantalón. Comenzamos a pajearnos cada vez más intensamente. Me coge la cabeza y me la va acercando a su rabo, le doy un beso en la punta y sigo pajeándole. Estaba tan caliente que me pongo de rodillas y comienzo a chupársela. Al principio voy muy lento y apenas la meto en la boca, pero el calentón va a más y cada vez lo hago más profundo. Más y más rápido, él comienza a gemir a la vez que me aprieta la cabeza contra él. Noto que voy a correrme, así que me levanto y sigo haciéndole una paja. Él me sigue el juego y al poco me corro en su barriga, gimo mucho y eso llama la atención de otros hombres que estaban ahí cerca y se acercan a mirar. Como él no se había corrido me doy la vuelta y me paso su rabo por el culo, acariciando con la punta mi ano, haciendo como que me la meto. Pero la curiosidad me mató y me metí sólo la punta un poco. La saco de mi ano y me vuelvo a poner de rodillas. Sigo chupándosela un rato mientras él gime y otros hombres a nuestro alrededor miran y se tocan. Vuelve a cogerme la cabeza, ahora más fuerte y mis movimientos son más rápidos. Noto que se viene en mí y me preparo para recibir un baño de semen. A los pocos segundos la saca de mi boca y comienza a pajearse cerca de mi boca, le saco la lengua y abro bien la boca para que todo cayera dentro de mi boca. Al fin se corre y me llena la boca y la barbilla de caliente semen. Tras tragar me limpio lo que quedaba en mi cara y ropa, mientras él se sube los pantalones y se marcha del sitio. Al final y tras vestirme me voy del sitio, mientras el resto de hombres que vieron como recibía un baño de semen me miran y me insinúan que quieren que repita lo hecho antes. Vuelvo al camino y me voy a casa pensando en lo hecho. Mi primera experiencia en el cruising de Murcia.