Mi primera vez fue con mi cuñado
Esta es la historia real de mi vida, prohibida, excitante pero no me arrepiento de lo que pasó.
Hola me lamo Melania. La última de 7 hermanas, 1.50 de estatura, cuerpo bien formado, buena cintura y buen culo, cabello largo, mi hermana mayor; tenía un novio el cual la embarazó a los pocos meses por ende decidieron casarse y él se vino a vivir en casa de mis padres.
Comenzó una relación de amistad muy bonita con mi cuñado, salía con ellos a todas partes, se portaba súper bien, siempre sonreído, siempre atento conmigo, siempre estaba pendiente de mí. A veces me quedaba a dormir en la habitación de mi hermana en otra cama y fingía estar dormida para escuchar cuando hacían el amor.
Mi hermana gemía y era como si llorara, le escuchaba decir que ya pare, que lo saque…. y como eran recién casados era sexo 3-4 veces en la noche y eso me causaba curiosidad.
Levantaba las mantas y aunque las luces estaban apagadas se veía la silueta de él encima de mi hermana a ratos veía que la abría las piernas y la chupaba, la ponía en cuatro y otras posiciones… muchas veces me imaginaba yo en vez de mi hermana.
Una tarde estando jugando con mi hermana, mi cuñado me cargó en su espalda, yo estaba en camiseta, sin sujetador y él sin camiseta, sin darme cuenta estaba presionando mis senos en su espalda y él en cambio tenía agarradas mis nalgas, en ese momento me vino una sensación de calorcito; se me ocurrió abrazarlo más fuerte, frotar mis senos en su espalda a lo que él se dio cuenta.
Días después entre juego y juego nuestras bocas rosaron, no fue un beso pero cuando rosaron hubo una cosa en nuestras miradas, reaccioné y lo alejé de mi.
Como al mes un viernes por la tarde lo vi tomando con sus amigos y a la mañana siguiente mis padres y mi hermana salieron muy temprano a realizar la compra para la semana, como era costumbre se tardarían al menos unas 4 horas.
Al ver que no había nadie fui a su habitación con un vaso de agua para su resaca, cuando abrí la puerta mi cuñado estaba durmiendo desnudo … me quedé congelada a verlo así… con el ruido de la puerta se despertó y me dijo pensé que también te habías ido de compras… reaccionando le pregunté que si quiere alguna cosa más para la resaca y me respondió…lo que yo quiere no me lo puedes dar.
Mis ojos no podían dejar de mirar aquella cosa que colgaba, mi cuerpo sentía un cosquilleo, mi corazón palpitaba más rápido.
Mi cuñado se levantó de la cama, se acercó y me dio un beso en la boca luego del cual regresé en mi misma y lo empuje. Bastante nerviosa le dije por qué no te vistes y te preparo el desayuno… antes que termine de decir él me empujo sobre la cama, se abalanzó sobre mi y empezó a hacerme cosquillas, apretar mis senos y fregarme su pene en mi vientre, sin darme oportunidad a defenderme… luego de unos minutos me soltó y me dijo mejor vete voy a seguir durmiendo.
Dicho esto él se metió en las sábana inconscientemente me lancé encima a hacerle cosquillas .
En eso rodamos en la cama y caímos al piso, él se queda encima mío y nuevamente empezó a besarme en ese momento ya no resistí y le correspondí. Fue EL BESO porque sentía como su lengua se metía en mi boca y jugaba con mi lengua intercambiando fluidos, mi mente empezó a volar, mi cuerpo se encendía, sin darme cuenta su mano estaba bajo mis bragas acariciando mi vagina la cual rápidamente se humedeció, en ese momento sentía miles de sensaciones, los nervios mi invadían y mi cuerpo temblaba.
Reaccioné y le pedí que pare; nuevamente me beso, esta vez sus besos bajaban por mi cuello hasta mis pechos, sentía desmayarme, metió sus dedos en mi vagina que ya estaba muy húmeda y luego los metió a su boca y decía que rico sabes y continuó besándome; agarró una de mis manos y lo llevó a tocar su pene.
Era la primera vez que tocaba el pene de un hombre, esa cosa estaba caliente y muy dura, mi cuerpo quemaba y temblaba más.
Mientras yo acariciaba su pene él me dijo que sabía bien que los espiaba en la noche y que quería que sienta lo que mi hermana, en eso intentó bajarme mi calentador a lo que puse resistencia… insistía y insistía y yo tampoco me dejé, en eso rompió un pequeño orificio que había en mi calentador justo a la altura de mi cosita e intentaba penetrarme, Aún así hacía esfuerzos por quitármelo pero fue imposible cuando sentí que su pene bordeaba mi vagina, sentía desmayarme, supe lo eminente, mi corazón latía mucho más fuerte.
Me dijo tranquilízate, mejor disfrútalo… con sus dedos abrió el orificio del calentador, quito para un lado mi braga y puso su pene en contacto con mi vagina y luego de eso fue metiéndose poco a poco. Recuerdo como si fuese ayer como su pene iba rompiendo y abriéndose camino centímetro a centímetro quitándome lo más preciado de mi vida, mi virginidad. Lágrimas salían de mis ojos y un débil suspiro acompañado de un noooooooo, lo abrasé más fuerte, sentí un gran dolor al principio; y aunque tenía mucho miedo era como si mi cuerpo lo deseara tanto.
Cuando me penetró hasta el fondo quedó ahí un buen rato, sentía que algo corría por entre mis nalgas.
Ante el dolor pedí que no se moviera, era extraño… sentir esa cosa dentro de mi, miles de cosas pasaban por mi gente, me dolía pero al mismo momento empecé a sentir un calor que inundaba mi cuerpo, empezó a realizar movimientos de mete y saca y luego de eso no pude contener más; mi vagina explotaba, como intentando sacarlo o meterlo más, mientras tanto él me besaba, sentía que salían líquidos fue una sensación nunca imaginada, no aguantaba más pero ahora tampoco quería que lo saque.
Su pene ardía, quemaba en cada penetración. No pasó mucho tiempo y me dijo al oído: ”eres tan hermosa como me imagine de hoy en adelante quiero que seas solo mía, quiero llenarte de semen tu vagina”. No sabía qué mismo pasaba y muy asustada le dije que tenía miedo de embarazarme, pero haz lo que quieras, ya conseguiste lo que querías.
Casi inmediatamente su pene eyaculó dentro de mí, esa sensación fue tan maravillosa, ver su cara, nuestras miradas se conectaron, algo caliente recorría mis entrañas … se retorcía, luego de eso quedamos un rato juntos; luego fui a mi habitación a limpiarme, toda mi ropa estaba manchada de sangre y de mi cosita salía algo de semen, fui a la ducha, lloré un poco… mi primera vez no fue planificado pero fue divertido.
Pasaban miles de idea en mi cabeza… pensé que me embaracé… y cómo lo voy a mirar a la cara de nuevo… estaba nerviosa. Luego de unos minutos regresé a su habitación quería hablar con él, decirle que esto estaba mal y que no podía volver a pasar.
Cuando ingresé estaba acostado bajo las sábanas, sus ojos me miraban de una forma que brillaban, toda nerviosa le dije que no podía volver a pasar y que además me debes un calentador… en eso con una sonrisa me dijo lo que tu quieras amor pero ven acuéstate a lado sin pensarlo así lo hice.
Me abrazó y empezó a besarme, esta vez más relajada y sin darme cuenta me entregué a sus besos, sus manos nuevamente estaban en mi conchita haciendo que mi cuerpo se llene nuevamente de esas sensaciones. Metió su dedo en mi cosita y se los chupaba, eso me gustó. Entre beso y beso me chupada las tetas y sus manos estaban nuevamente agarrando mis nalgas.
Por el agujero del calentador sus dedos separaban mis bragas y nuevamente me penetraba, aún dolía. Empezó con sus movimientos de mete y saca, solo me deje llevar por el momento sintiendo su pene entrando en mi vagina, nuevamente me lleno la conchita de su semen y se quedó dormido.
Aquella tarde y noche no pude dormir pensando y recordando paso a paso todas aquellas sensaciones que había vivido esa mañana. Lo veía y tenía ganas de acercarme pero mi hermana ya estaba con él y no podía.
A la semana siguiente de igual forma quedamos solos, esta vez me encontraba en mi habitación ya vestida con un jean y una blusa corta, iba a salir a comprar algo a la vuelta de la casa. Me agarro de las manos y me acostó en la cama, hizo un movimiento brusco quitó mi blusa y bajó los jeans junto con mis bragas hasta más abajo de las rodillas, como era un jean estrecho era difícil sacarlo completamente, en eso reaccioné nuevamente y lo empujé, no quería que me los saque.
Agarro fuerte mis manos y me aplastó y cuando me di cuenta el había metido sus piernas entre las mías y quedamos como amarrados, con las piernas flexionadas, por más que intenté no podía sacarme ni quitarme a él de encima y quedé totalmente expuesta a su pene.
Apretaba fuerte mis manos mientras su pene iba abriéndose camino centímetro a centímetro quitándome por completo mi virginidad. Aún sentía dolor al principio; y aunque tenía mucho miedo lo quería todo adentro de mi.
Cuando me penetró hasta el fondo, pedí que no se moviera, quería sentir esa cosa dentro de mi, un calor inundaba mi cuerpo, empezó a realizar movimientos de mete y saca y luego de eso; explotaba en orgasmo, mientras tanto él me besaba apasionadamente, metí mis uñas en su espalda, salían líquidos fue una sensación nunca imaginada, no aguantaba más pero tampoco quería que lo saque.
No sé si porque su pene era grande y grueso me ardía, quemaba en cada penetración, no hablamos solo nos entregamos. Luego de varios minutos su pene eyaculó dentro de mí, esa sensación … nuevamente, algo caliente llenando mis entrañas… me dijo que se había guardado toda la semana para mi.
Pasaron unos 15 minutos, estábamos desnudos, sus piernas aún dentro de las mías, quería levantarme pero no podía, él estaba listo para el segundo round. Agarró mis nalgas con ambas manos y me penetro nuevamente, era suya totalmente. Sus movimientos sacaban más fluidos de mi cuerpo que corrían por mis entrepiernas. Esta vez el dolor fue menos como a los 10 minutos terminó eyaculando nuevamente dentro de mi conchita.
Al levantarnos teníamos las sábanas manchadas de algo de sangre semen y otros fluidos los puse a lavar inmediatamente mientras él se fue a bañarse antes de que alguien nos viera.
A la semana siguiente igual nos quedamos solos en la casa y nuevamente apenas salieron los demás a las compras él se metió a mi habitación, la esperaba completamente desnuda, quería sentirlo de nuevo; y efectivamente cada vez se ponía mejor, esta vez con más tranquilidad, empecé a disfrutar de todas esas sensaciones maravillosas cuando sus labios recorrían mi cuerpo, dio un par de lengüetazos a mi conchita que por poco me desmayo al sentir su lengua en mi clítoris, luego de eso levanto mis piernas a sus hombros y empezó a hacerme el amor. A estas alturas ya no sentía vergüenza, mi cuerpo era parte de él y a él lo sentía como mío, luego de que eyaculara en mi vientre quedamos dormidos unos 30 minutos de espalda a su pecho. Cuando me desperté estaba empezando a penetrarme de lado, me puse boca abajo a lo que él se puso encima y de un jalón me puso en cuatro y empezó a penetrarme fuertemente, en cada movimiento sentía sus bolas golpear mis nalgas, y nuevamente en cada golpe mi vagina explotaba, en medio del acto tomó mi mano y lo llevo a su pene. La mitad de su pene lo tenía penetrado y en la otra mitad lo agarre con mi mano aquella cosa tibia, muy mojada entre semen y líquidos muy dura y empecé a presionarlo a pedido de él, estaba en las nubes, quería gritar.. quería que pare... o no sé. Al rato eyaculo en mi culo y nuevamente nos acostamos para descansar.
En la siguiente ocasión a más de penetrarme me hizo sexo oral, haciendo que gimiera con cada lengüetazo hacía que gritara de placer, tenía múltiples orgasmos, de igual forma le correspondí chupándole su pene. Y así sucesivamente estaba viviendo la experiencia de mi hermana con mi cuñado, de aquellas noches en que mi hermana parecía que llorara, igual me pasaba a mi y eso me excitaba más.
Había días que se él se quedaba en casa y cuando llegaba del colegio no había nadie más, enseguida empezaba nuestro juego, me cogía en el sillón, en la cocina con uniforme y todo y aunque sentía miedo mi deseo por él era mayor. A estas alturas él controlaba mi ciclo ovulatorio, sabía que días estaba fértil y que días no, así que en aquello días fértiles usábamos condón y en aquellos que no sin ninguna protección y la verdad me gustaba más hacerlo sin protección.
Siempre procurábamos irnos juntos y aprovechábamos cada ocasión a solas para coger en cualquier sitio.
Uno de aquellos eventos que no se olvidan fue el matrimonio religioso de mi hermana, todos se emborracharon incluida la novia. Él evitaba tomar, sabía que si no se emborrachaba tendría su premio y en efecto por la noche como ya las 11 casi todos se fueron a dormir excepto algunos mayores que continuaban en el patio de la casa.
Llevé a dormir a los novios, la novia estaba noqueada de tanto licor, yo también había bebido pero aun estaba consciente antes de dormir hicimos el amor en la ducha, me llevo a la cama en brazos y el muy desgraciado me acostó junto a mi hermana y me penetro por el culo, fue otra experiencia muy dolorosa pero igual de excitante, recuerdo que pegué un grito y aun así no paro y me penetro todo y aunque lloraba y le suplicara que lo sacará él lo mantuvo ahí dentro, finalmente después de su mete y saca terminó eyaculando en mis entrañas en eso recordaba los gritos y gemidos de mi hermana que además es más flaca que yo; y era lógico, ahora lo entendía.
Luego de aquella vez me sentía totalmente su mujer, se volvió como una costumbre, nos buscábamos siempre, cualquier circunstancia, cualquier lugar para quedarnos solos y entregarnos , para mí era mi primer amor al que le entregué mi virginidad y toda yo le pertenecía.
Esa noche me quedé a dormir en la misma cama junto a mi hermana, él solo en calzoncillos y yo solo con un vestido de dormir sin ropa interior.
A la mañana siguiente mi hermana se despertó temprano y salió a ducharse y preparar el desayuno, yo fingí estar muy mal de la resaca y me quedé acostada a lado de él, apenas sale mi hermana y él se abalanzó sobre mí, empezó a penetrarme de tal forma que mojamos completamente la cama. Me dolía fuerte mi ano, le dije que era un desgraciado que me había roto el culo a lo que él solo me respondía con un beso.
Después de eyacular su semen brotaba de mi vagina, dejando bien mojadas mis piernas y mis nalgas, luego fui a la ducha.
Posterior al matrimonio mi hermana y cuñado se fueron a vivir en la capital pero cada fin de semana bajaban a la casa a pretexto de visitarnos y casi siempre nos quedamos viendo la televisión hasta muy tarde. Mi hermana y mis padres a las 9-10 de la noche se iban a las habitaciones y nos quedábamos con mi cuñado mirando televisión y haciendo el amor, en medio de alta adrenalina por el miedo a que alguien nos descubriera. A veces entraba a mi habitación antes de irse a la cama en la sala la televisión estaba encendida para simular que estamos viendo películas.
Y como los lunes mi hermana madrugaba a las 5 am a la ciudad para trabajar, mi cuñado se quedaba hasta más tarde, apenas salía mi hermana me metía a su habitación a entregarme en cuerpo y alma.
Era su mujer, cada vez se volvía más notorio nuestra relación y algunos en casa empezaron a sospechar.
Vivimos así esta aventura prohibida por casi 3 años, no podíamos parar, tanto él como yo nos buscábamos cada momento a solas para hacer el amor, hasta que una vez una de mis hermanas entró a mi habitación y nos encontró, bueno él estaba semidesnudo ya saliendo de la habitación y yo estaba en la cama aún. Por suerte estaban solo dos de mis hermanas, ambos negamos que haya algo entre los dos, pero mis hermanas quedaron con esa desconfianza y eso fue motivo para alejarnos y ya no nos viéramos frecuentemente.
Por ese tiempo a mi cuñado le sale un viaje para fuera del país por un año, antes de que se fuera planificamos nuestra despedida, para ello me quedaría a dormir en un local que teníamos en el pueblo, y mi cuñado bajaría en la noche ... quedaríamos solos, así lo hicimos.
Aquella noche fue lo máximo, a esas alturas ya era una experta haciendo el amor. Lo hicimos como aquella ocasión con los pantalones hasta el tobillo y se metió entre mis piernas y así amanecimos, fue una noche de locura como estábamos solos los dos, yo gemía, gritaba y lo hicimos uno tras otro aquella noche y en la madrugada nuevamente.
Estaba perdidamente enamorada de mi cuñado, pero era consciente de que estaba mal, así que aquella vez le dije que esto debía terminar lo que él no aceptaba. Esta noche termino todas las veces dentro de mi conchita y me embarazó; a la semana él se fue de viaje y nunca le conté la verdad.
Aproveché que se fue de viaje y así olvidarlo, y como la relación con mi hermana estaba muy tensa y además evitar sospechas de mi embarazo opté por conseguir un novio que me había insistido desde hace tiempo con el que me acosté . Así que esa es mi historia, mi actual esposo no sabe que mi primer hijo es de mi cuñado y mi cuñado tampoco sabe que es su hijo.
Cuando volvió mi hijo tenia unos meses de nacido y al verme con hijo y novio se alejó. Sin embargo en una fiesta familiar cuando mi hijo tenia un año y meses de edad y todos estaban pasados de copas y yo me encontraba durmiendo con mi hijo él entró a mi habitación, cuando desperté tenía su dedo penetrándome y agarrado mis frondosos bellos vaginales. Me besó y me dijo que nunca ha dejado de pensar un solo minuto en mi.
Se acostó a lado mí, me levantó el vestido y empezó a cogerme de espaldas mientras mi hijo tomaba el pecho, acariciaba mis grandes senos, los succionaba y tomaba mi leche, me gustó tanto que mojamos mucho las sábanas, finalmente eyaculo dentro de mí, se fue y no se volvió a acercarse nuevamente.
Actualmente ya son varios años y aún tengo los recuerdos a flor de piel, en las reuniones familiares o cuando hay alguna cosa en casa y nos reunimos siempre lo miro con mucho cariño y recuerdo como si fuese ayer las veces que hacíamos el amor y de cómo su pene quemaba cuando me penetraba. Él es y mi único amor aunque las realidades nos separen
Historia real.