Mi primera vez, en una tarde de lluvia

Me mire de rodillas, con la boca llena de otro miembro, que no era el de mi marido.

MI PRIMERA VEZ, EN UNA TARDE DE LLUVIA

De pronto de solto un diluvio. El agua caia a cantaros, los truenos me estremecieron distrayéndome y los relámpagos iluminaron la casa solitaria. "No debi dejar que mi hermana y mis sobrinos se fueran". Pense por un instante, antes de regresar la mirada hacia la televisión.

Mi esposo habia tenido que salir a dejar un trabajo de emergencia, ya que su ayudante, de ultima hora se habia reportado enfermo y mi hermana al ver que se acercaba la lluvia, opto por retirarse antes de que el agua se lo impidiera.

Mientras la bañera estaba lista, decidi prender la televisión; sorprendiéndome al encontrarla en un canal pornografico. Ahora recuerdo; al momento de entrar en la recamara de sorpresa con mi hermana Carmina, mi esposo estaba recostado en la cama, con una mano en el control remoto y la otra bajo una almohada que tenia entre las piernas. Inmediatamente apago el aparato televisivo y retiro la mano de donde la tenia.

  • ¿Qué haces?- pregunte sonriendo sin sospechar.

  • Me acaban de avisar por telefono- dijo sin contestar la pregunta, volteando nervioso hacia carmina- que urge que vaya yo a dejar el pedido, por que Luciano se enfermo.

Rapidamente se levanto, se puso una chamarra y gritando que regresaria muy tarde, sin tiempo que dijera mas, se fue.

Poca atención me habian llamado hasta ese momento ese tipo de filmes y estuve a punto de cambiarle de canal, de no ser por algo en la pantalla que hizo dejar sentir una punzada caliente entre mis piernas. Habia una chica boca abajo, con la cara entre las sabanas y las nalgas levantadas, las rodillas abiertas, apoyadas en el colchon y un tipo atrás de ella, le lamia el orificio anal. Poco tiempo estuvo asi; tomo un tubo, lo exprimio en su dedo medio y suavemente, ya lubricado, procedio a introducirlo hasta la mitad, moviéndolo en circulos; después volvio a vaciar otro poco del liquido claro, pero ahora en la punta de su enorme pene y se lo acerco en medio de su tambien gran trasero de la mujer; que se movía pidiendo que no tardara demasiado en introducirlo. Aquel, froto la punta en la apretada entrada varias veces, antes de penetrarla con el glande; dejo la cabeza sin movimiento durante unos segundos y luego con movimientos ritmicos de adelante hacia atrás, la perforo con su gigantesco miembro, cual taladro de doble potencia en la madera. Pense que las facciones en la cara de la rubia serian de dolor, pero pronto cai en la cuenta, que me equivocaba; lo estaba disfrutando y pedia mas.

En algunas ocaciones, Enrique me lo habia propuesto, a lo cual siempre me habia negado, legando incluso a ofenderlo llamándolo depravado, "ahora en este momento, si te tuviera aquí, te diria, por que no intentarlo". Ademas, recorde a Carmina diciéndome "si te lo hacen bien y tu cooperas, no tiene por que doler".

Mi mano habia bajado ya por mi pubis, bajo mi delgada tanga roja y mis dedos juguetones aprovecharon el espeso liquido lubricante de mi vagina, para dejarme sentir la yema, rozar mi virginal ano.

Mientras en la pantalla, el sujeto le llenaba de esperma la cara y los labios a la mujer, yo exitadisima, ya me habia penetrado sin sentir dolor, la punta de mi dedo. Que sensación tan extraña; mientras con una mano me frotaba el clítoris, mas aflojaba el cuerpo y menos dolor me incomodaba, a tal grado que cuando me di cuenta, casi todo el dedo lo tenia adentro.

De la puerta del cuarto de baño, salia ya una gran nube de vapor, la temperatura de la recamara subia a cada instante, al igual que la de mi cuerpo; sentia en mis piernas que pronto llegaria lo esperado... pero de pronto, el que llego, fue otro.

Ring. Sono el interfon, sacándome de mi concentración. Quise hacer oidos sordos, pero otra vez insistio. –Ring- Decepcionada, mas que enfadada, decidi contestar, por cualquier emergencia.

  • Hola, ¿Quién es?.

-Malu, soy Paco, abreme por favor, estoy empapado, no me vaya a caer un rayo.

Sin pensarlo, o tal vez fue mi subconsciente, tome mi bata, apague la t.v. y baje aprisa, para abrirle a mi cuñado.

-Gracias- dijo y me saludo con un beso, -¡de verdad que se esta cayendo el cielo!- hizo una breve pausa y pregunto -¿dónde esta mi esposa?, ¿en tu recamara?- camino aprisa hacia las escaleras.

Me dejo sin habla. Corri tras el y al momento de pisar los primeros escalones, me di cuenta de que lo unico que yo llevaba bajo la bata, era mi diminuta prenda roja.

-Se acaba de retirar- alcance a decir cuando el ya estaba arriba.

-Pero si me dijo que me esperaria.

.Esa era su intención, pero con esta lluvia, dijo que la alcanzaras en su casa.

Se quedo pensatico un minuto, decidiendo lo que haria. Su playera blanca de algodón, estaba totalmente pegada a su dorso, resaltando su figura, su short escurriendo, dejaba notar un bulto entre sus piernas. Creo que noto lo embelesada que estaba, por que al instante reacciono diciendo mas de compromiso que de ganas.

-Este... bueno creo que entonces me tendre que retirar.

Algo en mi interior me dijo "despierta" y rapido conteste diciendo.

-No, como crees, con esta lluvia. Disculpa mi falta de atención. Pasate, te prestare algo para que te seques un poco.

Entramos a la habitación. Saque una toalla del tocador y se la di. Mi relacion con mi cuñado, no era del todo perfecta. Nos hablamos bien, pero hasta ahí. Es mas, creo que el pensaba que me caia mal. Entonces para demostrarle que no era cierto, (o fue por otra cosa) le ofreci.

-Estaba a punto de bañarme, que te parece, que mientras lo hago, buscas en el closet algo que te quede de mi esposo, para que te duches y no te vayas a enfermar; sirve que te quedas acompañándome un rato, mientras llega alguna de las sirvientas.

Me dijo que si, se fue directo hacia la ropa y yo me meti directo a remojarme. Estaba ya dentro de la tina, frotándome mi cuerpo con la esponja, cuando empezo la traicion por parte de mi mente. Recorde el cuerpo atlético de paco, empapado, agitado... sin ropa.

Ya no controlaba mis manos. Una aprisionaba mis pechos alternadamente, mientras la otra se paseaba de mi vagina a mi ano y viceversa. Lo queria entre mis piernas, deseaba ese bulto escondido entre las suyas.

Clic. Sono la televisión encendida; inmediatamente se escucharon los gemidos de los protagonistas, pero no la apago, rapidamente bajo el volumen. Supe que continuaba en el mismo canal erótico, ya que si me mantenia en silencio, alcanzaba a escuchar esos excitantes sonidos provenientes de la bocina. Eso me calento todavía mas, suponia que al igual que yo; el, al ver esas escenas tan insitantes, se pondría a mil; dispuesto a desquitar esas ganas, con su linda, delgada, rubia y ahora cachonda cuñadita.

Aun con indecisión, pero mas exitada y con un poquito de miedo; termine mi baño, tome mi bata y casi al instante de abrir la puerta, –yo creo que alcanzo a intuir que ya salia- le cambio de canal, subio el volumen y se cerro la bata; colocándose las manos sobre su entrepierna.

-¿Ya terminaste?- pregunto nervioso, ante lo ovio. Quiso levantarse, pero su gran erección, no se lo permitio.

El no lo supo, pero esa gran vision de su miembro bajo la bata, me provoco una gran lubricación, afirmando lo que todavía dudaba. Pase entre el y la pantalla, dirigiéndome al tocador; estaba a punto de hablarle, cuando el, aprovechando que le habia dado la espalda, se metio como rayo al baño.

Ya me habia obsesionado, tome el control remoto y le regrese a la película porno, ahora sin bajar el volumen. Su ducha tardo poco, como diez minutos, mientras yo continuaba masturbándome, observando tan bellas imagines. Cuando termino se hizo el silencio. Su peor error, fue que en sus prisas por salirse de la recamara, se le olvido llevarse la ropa seca para cambiarse, encima de la cama y ahora la tendría que pedir.

-M...Malu.

-Si dime-baje un poco el volumen(solo un poco).

-¿Me podrias pasar la ropa?. Esta sobre la cama.

No la tome. Me pare junto a la puerta, toque muy quedito y al instante que el la abria, yo la empuje para que se abriera en su totalidad, quedando frente a el. Con una mano todavía intento ocultar ese precioso espécimen. Al instante deje caer la bata a mis pies y sin ningun pudor, mostrando mi bella desnudez, me atrevi a decir.

-Aquí la tienes, tomala.

Pude percibir en el, una milésima de segundo de duda, tal vez miedo, por lo que somos, pero a final de cuentas hombre y con la fama de don juan que tiene, no tardo en retirar la mano de donde la tenia y la ocupo al igual que la otra en aprisionarme, como si temiera que yo no estuviera segura de lo que podia suceder y fuera a soltarme; escapando de sus fuertes brazos. Me beso y con esos labios en mi boca y su miembro apretándome el abdomen, me di cuenta que mi subconsciente tenia razon, eso era lo que siempre habia deseado; desde que con Carmina nos habiamos confiado algunas de nuestras experiencias maritales. No queria aceptar mi derrota, pero sabia que estaba dispuesta a hacer todo lo que me pidiera.

Me cargo hasta la cama, tirandose literalmente sobre de mi. No dejaba de besarme, pasaba su boca en mi cuello, en mi oido, en mis pechos. Sus manos eren rapidas y habiles; mientras una me rozaba un pezón, la otra se frotaba en mi clítoris. Después metia uno de sus dedos en mi boca y la otra mano me apretaba las nalgas. Luego senti que se tocaba el pene, lo acerco a mi entrada vaginal y antes de que lo metiera, con una voz sensual y muy quedita susurre.

-Lo quiero en mi boca.

Se levanto con cara de incrédulo, me incorpore de la cama, sentada con la cara a la altura de su abdomen. Sin mirar hacia abajo dirigi mi mano y lo tome. El objeto estaba duro como hierro, caliente como fuego y de la punta emanaba ya, ese liquido dulce y transparente encargado de la lubricación.

Bese su pecho, apretándole su espalda, meti mi lengua en su ombligo y mis manos se deslizaron a sus nalgas. Cerre los ojos bajando despacito, hasta sentir su pene caliente rozar mis labios, le di un beso en la punta, luego lo meti en mi boca y empece a suscionar.

En cada chupada, sentia como le salian las gotas del viscoso semen; eso me exitaba muchísimo, todavía mas, cuando voltee hacia el espejo del closet. Me mire de rodillas, con la boca llena de otro miembro que no era el de mi marido. Sentia mis fluidos empezar a resbalar hacia mis piernas. Era maravilloso.

Se retiro de pronto, acostándome en el bordo de la cama, con mis pies sobre la alfombra, se inco frente a mi. Le tocaba el turno de satisfacerme con la boca. Con cada lenguetazo, sentia venirme. Mientras mordisqueaba con sus labios en mi clítoris, el mayor de sus dedos se introducia y salia en mi vagina, con un vaiven delicioso.

Mis fluidos continuaban resbalando, paco se dio cuenta de ello y retiro su dedo de donde lo tenia, para pasarlo un poquito mas abajo, empezándome a sobar mi otro hueco con la yema.

Senti un impulso de retirar su dedo de ahí, pero gano mas en mi, el morbo de sentir algo en ese lugar por primera vez y la exitacion del momento y la persona; asi que afloje los musculos, dispuesta a disfrutar como me penetraba mi cuñado con su dedo largo y grueso.

-¿Nunca te lo han hecho por ahí?.

Pregunto levantando la cara. Yo negue apenada con la mirada. Se acosto encima de mi, acerco su boca a mi oido y mientras su candente hierro se deslizaba dentro de mi chorreante vagina, susurro:

-espero que hayas disfrutado mi dedito, por que lo que ahora sientes en tu coño, pronto se hara cargo de partir tu culo en dos y hasta vas a llorar de satisfacción.

Me deje llevar, a mi que siempre me ha gustado ser la de la batuta; yo que habia empezado como verdugo, ahora era la esclava. Disfrutaba sus arremetidas y sus besos en mis pechos. No se cuanto tiempo estuvo asi, reaccione de la fantasia, volviendo a la realidad, hasta que se detuvo, me volteo colocándome en cuatro puntos, se coloco tras de mi y volvio a hablar.

-De ti depende lo que quieras sentir, ya decidiste probar por ahí; ahora si cooperas no te dolera, pero si no, de todas formas te lo voy a meter, aunque cueste mas trabajo.

Yo sabia que lo queria, lo deseaba, estaba dispuesta a dar todo de mi parte y haria todo lo posible para disfrutarlo –se tierno y cuidadoso, es mi primera vez- suplique con un hilo de voz, mientras cerraba los ojos suspirando y aflojando los musculos.

Crei que sentiria su glande chocar en medio de mis nalgas, pero lo que senti primero fue su exhalación caliente llegar hasta mi ano, luego la punta de su lengua acariciarlo y de ahí, una oleada de sensaciones inexplicables que me hacian recordar a la actriz de la película, exitandome de una forma poco comun.

Entre su,lengua y su dedo, habian logrado la dilatación de mi orificio; el sabia que el momento era el adecuado y que yo ya estaba lista. Se levento, lo metio adelante y se movio por unos cuantos segundos, para bajar la tensión, luego lo saco, unto un poco de saliva en la entrada y otro poco en la punta de su glande; lo froto de arriba abajo y por primera vez en mi vida, senti, como esa verga se abria camino entre mis nalgas, desgarrándome, a pesar de mi cooperación, las entrañas.

Quise moverme, retirarla de mi interior; pero paco con sus fuertes manos, me tenia bien aprisionada de las caderas.

-¡No te muevas!, ordeno.

-¡Sacala, por favor!- le rogue y mi mirada se nublo por las lagrimas.

Sin delizarla empezo a mover las caderas –no te pongas tensa- me dijo al oido, apoyando su pecho a mi espalda. Su dedo medio se hizo cargo de mi clítoris, empezando a masajearlo. Cerre los ojos dispuesta a obedecer, comprobando que el tenia razon. El dolor empezaba a ceder y yo a disfrutar. La movio un poco hacia atrás como si la fuera a sacar y en mis nervios volvi a tensar los musculos, temiendo que volviera a lastimarme. Al instante, me beso el cuello y sus movimientos de la mano en mi clítoris, adquirieron mas velocidad; regresando en mi la serenidad, para deleitarme y no lastimarme, con lo tenia dentro.

Otra vez volvio a sacarlo un poco; pero ahora ya prevenida, le ayude con un movimiento de cadera para poder recibir su estocada desde el mejor angulo y con la mejor disposición, su pene se deslizo como pez en el agua, se resbalo dentro de mi ano sin ninguna dificultad, tocándome hasta el fondo. Esta ves ya no senti dolor, si no todo lo contrario; el lo noto y empezo un movimiento ritmico y veloz como piston de auto en una carrera de velocidad.

No se por que algunas mujeres nos negamos al desconocido, sin habernos dado siquiera la oportunidad de probarlo. Tantas veces mi esposo me obsequio este deleite y por ignorarlo, yo sola me lo habia privado.

Ahora paco me tenia con sus dos manos tomada de la cadera y arremetía con fuerza en mi culo. Yo ya no queria que me lo sacara, ya no cerraba los ojos, me agachaba para observar lo lindo que se miraba cuando su gran verga desaparecia en mi cuerpo, haciendo salpicar mis propios fluidos en la cama.

Entraba y salia con deliciosa facilidad, sus testículos rebotaban en mi vulva, provocando un diminuto pero excitante sonido al chocar.

Plaf. Senti una nalgada, luego otra y otra.

-Te duele.

-Al contrario.

-Entonces toma –Volvio a la carga- por niña mala.

Sus movimientos dentro de mi, sus caricias, las nalgadas, pero sobre todo, esas ultimas palabras; haciendome sentir de verdad toda una puta de profesión, activaron lo que de por si, yo ya no podia conrolar.

Agache la cabeza, arañando el edredón, -¡Dame mas!- me escuche pidiendo, senti su dedo por enésima vez en mi erecto clítoris y ya no pude mas, el primer orgasmo anal, me estaba provocando gritos de placer –¡Ahhh, ahhh, ahhh!- el tambien, en sus gemidos, alcanzo a decir.

-Toma ricura, toda esta leche es para ti, ahhh... agghhh.

Al instante, ese liquido caliente y espeso, me inundo el interior, dejándome completamente satisfecha, totalmente rendida, pero sobre todo plena.

Cuando me la saco, estaba yo tendida sobre la cama, bocabajo, sentia su leche correr hacia mi vagina, pero no me importo. Entre sueños alcance a escuchar –Me voy, ya dejo de llover, después nos vemos... me gusto mucho, espero que a ti tambien- se vistio con la ropa que traia, me beso en una nalga y se fue; dejándome profundamente dormida, soñando en si me atreveria a repetirlo.

Para cualquier comentario, les dejo mis direcciones de corrreo, espero que al igual que mis anteriores relatos, este tambien les guste.

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