Mi primera vez
Mi amiga me pidio la compu para chequear sus mails...
Mi primera vez
Andrea me pidió prestada mi computadora para revisar sus e-mails en ese momento. Me causó gracia ya que sabía que era solo una excusa para quedarse más tiempo conmigo, sin embargo asentí y nos dirigimos a mi habitación. Una vez ahí Andrea se instaló en la computadora durante un rato. Yo fui al baño y al volver la conseguí aun sentada leyendo sus mails. Sin prestarle mucha atención abrí el closet y me puse a buscar algo para cambiarme de ropa cuando de pronto sentí como Andrea se me acercó por la espalda y me abrazó. Un pequeño escalofrío me recorrió cuando el cuerpo de mi amiga se pegó al mío Yo no puse resistencia y ella apartando mi cabello comenzó a besarme el cuello.
- Andrea ¿que haces...?, mis padres.....
No me hizo caso y siguió besándome muy tiernamente. Al mismo tiempo con sus manos me acariciaba el cuerpo.
- Mi vida..., es que me tienes loca, te necesito...... - me decía mientras pasaba su lengua por mi oreja. Ella conocía bien mis puntos débiles y sabía sacar partido de ellos.
Luego de un rato en esa posición me volteé, mis brazos directamente fueron a rodear su cuello y lentamente comenzamos a besarnos. Sentir sus labios húmedos y el sabor de su boca siempre me excitaba. Rápidamente nuestras bocas se comían la una a la otra. Nuestras lenguas no paraban de moverse. Nuestros cuerpos comenzaban a arder. Sus manos en mis nalgas me apretaban. Yo por mi parte enredaba mis dedos en sus cabellos pegando su cara con fuerza contra la mía. Sabía que mis padres tardarían más o menos 2 horas en volver, así que decidí sucumbir a sus deseos.
Ella comenzó a abrirme el jeans. Luego tomo mi blusa y rápidamente me la subió. Nos separamos para que me la pudiera quitar. Yo me senté en la cama y ella me quito los zapatos y luego el jeans. Ella se me acerco nuevamente y volvimos a besarnos. Ambas caímos en mi cama acariciándonos y besándonos ardientemente. Mientras nos besábamos ella me sacó rápidamente el sujetador y el blumer quedando totalmente desnuda. Ella sin embargo aun seguía vestida, solo se había quitado los zapatos. Yo trataba de sacarle la franela y abrirle el jeans pero ella no me dejaba. Con un movimiento rápido quedó acostada encima de mi dominándome totalmente. Yo abrí mis piernas y abracé su cintura con ellas. Seguimos besándonos por un largo rato, nuestras lenguas no se cansaban de lamerse. Luego ella bajó a mi cuello, me lo besó, mordió y chupó todo lo que quiso. Después siguió bajando, con su lengua me marcaba en la piel el camino que recorría. Al llegar a mis senos los besó tiernamente durante un rato. Yo ya estaba sumamente excitada, apretaba con mis piernas cada vez más su cuerpo y mis dedos tiraban fuerte de sus cabellos. Sin embargo ella no se detenía y siguió chupándome las tetas de una forma electrizante, cada vez que me halaba los pezones con sus dientes me hacía gemir descontroladamente. Luego de un rato siguió bajando más, su lengua seguía dejando rastros de su saliva por mi abdomen. Al llegar a mi ombligo comenzó a lamérmelo y luego a meterme la puntica de su lengua en él. Uuuuffff eso fue genial. Al fin su cara llego hasta el final de mi cuerpo. Mis piernas estaban sobre sus hombros y su boca sobre mi rajita. Sin rodeos me empezó a chupar frenéticamente la cuca. Mi cuerpo totalmente caliente sudaba por cada poro de mi piel. Ella tomó mis piernas con sus manos y empezó a empujármelas para adelante. Lo hacía con mucha fuerza. Me estaba abriendo toda, yo sentía que me quería partir. Entre gemido y gemido le suplicaba que lo hiciera con calma pero ella seguía empujando un poco cada vez. Yo no me podía incorporar por la posición en que estaba. Ella seguía con su cara totalmente pegada a mi cosita, metiéndome su lengua totalmente. Yo para evitar que me siguiera empujando las piernas, le quité las manos y me las agarré yo misma abriéndome para ella lo más que pude. Ella me sonrió maliciosamente mientras me metía dos deditos en mi rajita. Yo cerré los ojos y sentí como ella me daba con todo, movía los dedos dentro de mi, los sacaba y metía con rapidez. Mis pezones estaban tan paraditos que me dolían, yo estaba al borde el orgasmo mientras mi amiga me seguía haciendo suya. Su lengua me lamía con fuerza mi clítoris cuando de pronto sentí que otro dedito me penetraba y seguidamente otro más. Instintivamente abrí mis ojos para ver. Me tenía metido cuatro dedos y los movía frenéticamente dentro de mí. Sentía como la temperatura de mi cuerpo subía aun más. Yo ya gemía sin control. Me di cuenta de las intenciones de mi amiga, quería meterme la mano, así como yo lo había hecho aquella vez que estuvimos juntas en la playa. El solo pensar en la idea de que ella me hiciera eso me hizo explotar en un orgasmo grandísimo. Yo no tenia control, acabé en su mano y en su cara. Solté mis piernas y cayeron muy abiertas sobre la cama, mientras Andrea me seguía lamiendo y tragado mis flujos.
Posteriormente Andrea se paró de la cama, tenia una gran sonrisa en su rostro y una mirada de lujuria penetrante. Me hizo una señal con su dedo para que fuera hacia ella y yo reaccioné de inmediato. Pegué un brinco y me paré de la cama y de inmediato me arrodillé frente a ella. Abrí su jeans con rapidez y se lo bajé hasta las rodillas. Tenía la pantaleta toda húmeda. Yo le pasé la lengua de inmediato y ella se estremeció y enredó sus dedos en mis cabellos. Rápidamente le bajé también el blumer y pegué mis labios contra su húmeda rajita. Sabía tan rico, ella estaba toda excitada, yo le lamía y le besaba toda su entrepierna a la vez que ella ya comenzaba a gemir. Yo le terminé de sacar el pantalón y el blumer y así me pude acomodar totalmente debajo suyo. Ella separó sus piernas lo más que pudo y las flexionó un poco para pegarse más a mi boca. Yo chupaba con locura su cuquita pasando mi lengua por todas partes, a ratos le metía la lengua dentro y la lamía largamente por todo su interior. Ella tenía la mente tan nublada que sus piernas comenzaron a flaquear y a perder el equilibrio, por un instante tuve que sostenerla con mis manos y mi boca, para que no me cayera encima. Pero no pude soportar su peso por mucho tiempo ya que ella estaba prácticamente fuera de si. Se vino sobre mi y caímos acostadas en la alfombra. Casi al instante nuestras bocas se buscaron y comenzamos a besarnos nuevamente. Yo ya me había calentado otra vez, fue divino sentir el sabor de mis jugos que permanecían en su boca. Pude notar la diferencia entre el sabor de los suyos y los míos. Ella estaba como loca, pasó sus brazos por mi cuello para no dejar que nuestras bocas se separaran, literalmente chupándome los labios.
Yo trate de tomar control de la situación pero ella estaba frenética. Yo quería quitarle la franela y así desnudarla por completo pero ella no me dejaba separarme de su boca. Comenzamos a forcejear, ella me soltó el cuello pero bajó sus manos a mi espalda y me empezó a arañar. Uuuuuufffff.....!!!!, eso me causo dolor pero también me aumentó la excitación al máximo. Yo metí mis dedos a través del cuello de la franela y comencé a tirar de ella, pero por la posición en la que estábamos (yo sobre ella), no podía sacársela. Ella seguía con sus uñas en mi espalda y cada vez que me las clavaba se me erizaba todo el cuerpo, yo me puse como loca también y comencé a tirar con todas mis fuerzas de la franela hasta que ésta se desgarró No podía creer lo que estábamos haciendo, parecía una pelea de dos leonas. Andrea no llevaba sujetador así que al lograr sacarle la franela quedó desnuda totalmente. Nos volvimos a besar de nuevo, otra vez con mucha intensidad y cuando nos separábamos un poco sentí un dolor en mis labios. La muy putica me había mordido y tenía algo de mi sangre en su boca. Me pasó su lengua por el labio y me la chupó No cabe duda que era toda una vampira. Luego yo bajé a su cuello y comencé a chuparselo y a darle pequeñas mordidas. Andrea gemía y gritaba más que nunca.
Lentamente llegué a sus senos y les pasé mi lengua. Los besé y posteriormente comencé a chuparselos. Como siempre sus senos sabían divinos. Estuve lamiendo, besando, y chupando largamente sus pezones. La fantasía de amamantarme siempre la volvía loca de excitación. Yo se los chupaba como si fuese su bebé. Cuando seguí bajando con mi lengua hasta su ombligo, mi vientre quedó ente sus piernas y pude sentir toda la humedad y el calor de su vagina. No aguanté más y rápidamente lleve mi boca hasta su rajita chorreante. Inmediatamente uní mis labios a su concha. Chupé y lamí como loca toda su entrepierna Con mis manos empujaba sus muslos hacia arriba para darme más campo de acción. Ella estaba que no aguantaba más y en cualquier momento acabaría. Yo procuré meter mi lengua en lo más profundo de su cuevita para recibir todos su jugos en mi boca.
Yo también estaba totalmente excitada y quería sentir su lengua nuevamente dentro de mi así que ágilmente me moví y caí sobre ella para fundirnos en un 69 maravilloso. Nuestros cuerpos comenzaron a convulsionar y los orgasmos nos llegaron al unísono. Nuevamente yo me llené de ella y ella de mi al derramarse nuestros flujos en nuestras bocas. Nuestras lenguas impregnadas de nuestras mieles seguían moviéndose dentro de nuestras cuevas chupando hasta la última gota.
Luego de unos instantes, cuando terminó de pasar el orgasmo, permanecimos así en esa posición, exhaustas y jadeantes sobre la alfombra.
Al rato ambas nos incorporamos y nos sentamos en la cama, nos miramos largamente a los ojos sin decir palabra y nuevamente nos besamos. Nos besamos durante largo rato. Luego y aprovechando el tiempo que aun teníamos nos metimos al baño y nos duchamos juntas. Nuevamente nos propiciamos caricias de amor durante todo el tiempo que duramos bañándonos.