Mi primera vez

Como pase del ordenador al vivo y en directo (1)

Yo tenía 22 cuando hice cibersexo por primera vez con un tio. Hasta ese momento solo había visto videos y algún chat sin cámara.

Busque alguien maduro, de mas de 40, con pelo en el pecho y polla bonita (no tiene porque ser grande, simplemente que fuera acorde con el conjunto del cuerpo). Encontré un tio "normal y corriente", pero simpático y con mucho morbo. Yo estaba muy caliente, nunca lo había hecho con un tio, ni por cámara ni en vivo. No enseñe la cara pero el sí, y aunque al principio no me puso, verle desnudo tocándose fue la bomba.

Nos la estuvimos cascando un rato, sin palabras, aunque de vez en cuando poníamos que estábamos muy calientes, y luego nos corrimos juntos, bueno, más o menos.

Al final, caí extasiado en la silla sin darme cuenta que la cámara estaba encendida y apuntaba justo a mi cara. Por suerte, el fue simpático y me lo dijo, yo acojonado la quite enseguida y me puse muy nervioso.

  • No pasa nada, tú también has visto la mía, ahora estamos iguales.

  • Ya pero digamos que no estoy fuera del armario.

  • Nadie lo va a saber, solo tú y yo. De hecho, te voy a proponer que nos conozcamos en vivo.

  • Que¡¡ Oye yo solo quería "liberar tensión".

  • Como quieras, pero sé que quieres probarlo, seguro que has pensado que cuerpo a cuerpo es mucho mejor, no? Mi oferta está ahí.

Estuve días dudando de que hacer, la verdad es que quería probar, aunque fuera solo algo suave, pero algo me retenía.

Un día, semanas más tarde volví a coincidir con él. Me saludo y estuvimos hablando de futbol y otras cosas, nada de sexo, pero en mi cabeza estaba la vez anterior y todavía tenia el runrún de su oferta.

Sin pensarlo mucho le invite a poner la cámara y el acepto, sorprendido. Cuando se encendió yo estaba muy nervioso pues yo estaba vestido y el no. El estaba con el torso desnudo y en calzoncillos. Se sorprendió bastante al ver mi cara otra vez. Le dije que quería quedar ese mismo día, que tenía que probarlo y estaba decidido.

Me dio la dirección y fui enseguida, la verdad es que cogí un taxi porque no estaba como para conducir. Cuando llegue a su casa, al principio fue normal, como dos personas que se conocen. Me la enseño y no intento nada raro, lo cual me tranquilizo. Nos sentamos en el sofá y empezamos a hablar de sexo, de si estaba seguro, de qué quería hacer,...

  • Yo simplemente quiero experimentar, todo esto es algo nuevo para mí.

El sonrió.

  • Tranquilo, haremos solo lo que tú quieras.

Le dije que tenía que ir al baño un momento, la verdad es que me estaba meando. Cuando estaba allí, me mire al espejo y dije

  • Sabes lo que estás haciendo? No, y que mas da".

Me quite toda la ropa y salí tímidamente del baño, el me miró sorprendido, se acerco y me abrazo dulcemente. Tras jugar un momento con las lenguas lo aparte de mí y le quite la ropa. Ahora desnudo le volví a abrazar, le bese y jugamos con las lenguas mientras mis manos sentían el calor de su espalda y su culo blandito.

Estaba tan excitado que nuestras poyas se aplastaban contra nuestros cuerpos sintiendo más placer. Al final se colocaron entre la pierna y los huevos, y era como si estuviésemos follando.

  • Tranquilo, que no hay prisa. Que quieres hacer?

Yo no me lo pensé dos veces, le empuje contra el sofá y me puse de rodillas

  • Creo que empezare con esto.

Tenía enfrente de mí una poya por primera vez y quería saborearla. Empecé por el capullo, jugando con mi lengua y luego chupándolo. Le cogí el tronco pero me dijo "se mama con la boca, no con las manos", por lo que se me hizo más difícil pero también me excito más. Estaba dura y caliente, exactamente como lo había fantaseado tantas veces, y sentía un placer enorme. Lo lamia y me lo metía lo máximo que podía, incluso le di con los dientes un par de veces.

Después de un rato me separo y me llevo a su cama para estar más cómodos.

Al llegar vi que lo tenía todo preparado, en la mesilla había condones, lubricante y un pequeño consolador.

  • Ahora me toca a mí - me tumbo en la cama y se arrodillo al borde. Tal y como me dijo, jugó con ella sin usar las manos, desde la punta del capullo hasta los huevos.

Yo me entregue al placer que me proporcionaba su lengua. El crabrón se la metía casi entera cuando yo solo podía poco más de la mitad. Mientras me masajeaba el culo, que aunque estaba tenso al principio se relajo. Un dedo estuvo jugando con el hoyito hasta meterlo dentro usando la gran humedad que había en el.

  • O paras o me corro¡¡.

Entonces agarro el pequeño consolador y me pregunto "te apetece ir más allá?"- Solo dije "sihh" mientras mi cuerpo se relajaba (y con la excitación que tenia le hubiera dicho que si a todo).