Mi primera vez con una trans
Una historia de como un chico descubre las delicias de estar con una trans.
Mi primera vez con una transexual
Mi nombre es César, soy de la ciudad de México, el siguiente relato es 100% real, trata de cómo conocí a Jessica una sensacional chica trans, y como fue la primera vez que tuve sexo con una transexual.
Desde muy pequeño me llamaba la atención el vestirme de mujer, recuerdo que me gustaba ponerme la ropa interior de mi hermana mayor, cuando me encontraba solo en casa, y fantasear con ellas, ya saben sentirse una linda chica e imaginar seducir a un hombre; con el tiempo fui creciendo y cuando tenia unos 14 años comenzaba a ahorrar con el único fin de comprarme ropita de mujer, (aunque he de aclarar que nunca me han gustado los hombres y solo me llaman la atención las mujeres), y así comencé a comprar un conjunto de un sostén negro que venía con su pantaletita (bombacha) para posteriormente tener casi un guardarropa completo desde lencería como tangas, sostenes, ligueros, medias, hasta roa se calle como mini faldas, blusitas escotadas y sexys.
Todo aquello termino cuando mi padre descubrió ese guardarropa, y me mando a una terapia de dos años con un psiquiatra y una psicóloga, con la terapia y con el paso del tiempo deje de ponerme ropa de mujer. Pero comenzaba atener fantasías de tener sexo con una chica travestí y/o una trans y así pasaron varios años, hasta que un día en el metro conocí a una a la cual acompañe hasta su casa, me invito a pasar y solo nos besamos, ella me contó que era una trans y en ese momento un miedo se apodero de mi, sabia que mi fantasía podía hacerse realidad, pero muchas dudas me asaltaron y decidí marcharme muy confundido, pasaron varios meses de ese encuentro, y estando en la facultad comencé a realizar una investigación sobre el SIDA, y necesitaba realizar entrevistas a personas homosexuales, me hacer a una organización de lucha contra este mal y ahí conocí a Jessica.
Jessica era una chica alta, delgada de buena figura, de amplias caderas, con un trasero que de verlo se antojaba agarrar y disfrutar, era muy bonita, alegre y agradable, con unos pechos muy ricos que lucían muy bien debajo de una blusa muy pegadita, al entrar en la sede de la organización que es como un tipo café ella se encontraba sola leyendo un diario, me acerque y comentando la investigación que estaba realizando le pregunte si me contestaba una cuantas preguntas muy gustosa acepto, y después de unos 30 min. comenzamos a hablar de nosotros y de lo atractivos que éramos el uno para el otro, así salió la invitación que le hice para estar en un lugar mas cómodo y privado, pasarla bien, ella hablo con una amiga presente en el café y solo pude ver como su amiga le dio unas llaves, me preguntó si en realidad quería ir a otro lado para estar mas a gusto, le dije que sí, así que pague la cuenta, y nos subimos a su auto, después de comprar un botella para tomar unos tragos, llegamos al departamento de su amiga, que era sencillo pero muy cómodo y agradable.
Ahí en el sofá, comenzamos a besarnos, a tocarnos, nos fuimos a la cama, donde comenzó a desabrocharme camisa, yo le quite la blusa y admirando primero esos ricos senos, comencé a chuparselos, ella me desbrocho el pantalón y mi pija estaba ya firme como un mástil, la saco del calzón y comenzó a hacerme una paja, por mi parte le quite el sostén, ella procedió ha chapármela, después de esa gran mamada en la cual casi termino, le quite la falda y note que llevaba una tanga negra de encaje muy rica, se le quite y empecé a acariciarle su pene el cual era muy pequeño y no tenía erección, ella me dijo si quería penetrarla, a lo cual respondí que si, saco de su bolso un lubricante y unos condones, después de lubricarla como mi dedo, me puso el condón con la boca y se la metí teniendo para mi ese lindo trasero para mi, el resto solo ella me decía:
que rico papi así, así, así
dame más de esa linda verga que tienes
que rico me estas cogiendo nene, no te detengas,
te esta gustando nene,
te gusta mi lindo culito
verdad que soy un niña muy buena
Y así estuvimos cogiendo un buen rato, cuando termine, me pido que le diera toda mi leche en sus tetas, gustoso procedí a complacerla dándole todo un baño de leche en esas ricas tetas que ya había acariciado y besado.
Al llegar a casa me di cuenta que nunca tuve el miedo ni las dudas de la vez anterior, y acepte que parte de mi orientación sexual es tanto para las mujeres como para las chicas trans, a Jessica no la volví a ver pues al poco tiempo me enteré que se había cambiado de ciudad, aunque las historias con las chicas trans no se terminan ahí, pues hay muchas que bien vale la pena contar, pero eso será en otra ocasión.
Atte. César.
PD. Si eres una chica trans de la ciudad de México o de sus alrededores, si eres muy femenina y quieres pasar ratos agradables para amistad o algo más escríbeme.