Mi primera vez con un perro y en mi trabajo

Nunca imagine que mi primera vez con un perro seria en mi oficina de trabajo

Soy Daniela, tengo 29 años, siempre he tenido curiosidad y morbo sexual en mi cabeza. Soy una mujer común, de culo grande. Toda mi vida he amado a los animales, más a los perros y gatos. Mi novio me acerco a la Zoofilia, viendo videos y comentando cosas sobre el tema, pero nunca se me cruzó por la cabeza lo que iba a suceder, ya que al principio lo veía al tema como algo sucio, que no haría nunca. Hasta que el dia llegó.

Todo comenzó en Agosto de 2019, mientras me encontraba sola en mi oficina de trabajo. Conoci a un perro de uno de los doctores que alquilaban en el edificio, era un pastor alemán, enorme por cierto. Era Jueves por la tarde, yo justo salía a comprar una galleta por lo cual me crucé con ellos bajando las escaleras. Fue ahí cuando esa”visita”comenzó a oler mi entrepierna. Yo habia corrido, por lo cual estaba agitada, sudada, y el perro no dejaba de olerme, me daba verguenza, pero eso tambien me enloqueció. Y por supuesto a él también ya que unos minutos antes, me habia tocado en mi oficina y pues, mi vagina estaba llena de jugo.

Cuando volví, me di cuenta que su dueño lo estaba buscando, entonces como yo no sabía nada simplemente subi a mi oficina. Ahí lo descubrí, habia entrado y me esperó sentado al lado de mi silla. Inmediatamente me di cuenta que siguió mi olor. Entre mi calentura y mi verguenza, no podia decidir que es lo que debia hacer, era la oportunidad y aunque seguia pensando que era algo que no haría nunca, el deseo, la calentura y el perro, terminaron de convencerme.

Entonces cerré la puerta y apagué las luces, y sin decirle nada, él sabia lo que se venía. Opté por desnudarme entera para que el pudiera follarme como el perro que es. Lo invite a pasar a mi oficina, donde me puse muy juguetona con él. Mientras jugábamos, yo frotaba mi vagina en su pelaje, era muy suave y me provocaba una sensación tan excitante y agradable que no lo podia creer. Agarraba su hocico y me masturbaba con el pasándomelo por el clitorix. Corriamos, lo abrazaba, lo acariciaba, y lo que más lo calentaba era que me tire debajo de él y le bese los huevos.

Pronto comenzaba a salir su pene, y con mi boca comencé a lamer su enorme miembro, era gigante, y era la primera vez que veia uno tan cerca. Era tan suave, tan liso y jugoso, que se lo chupé como si fuera un caramelo como por 20 minutos mientras él se quedaba quieto. Me exitó mucho poder comérmelo, comencé a succionarlo hasta que comenzó a hacer movimientos para montarme, yo no podia creer que fuera verdad y aun no sabia si debia hacerlo, pero en un instante de lujuria lo decidí.

Inmediatamente me puse en cuatro patas y en mi intento por colocarlo en la vagina, se corrió y comenzó a follarme el culo como si hubiera identificado que era una mujer culona y desnuda, solo para él. Fue la mejor penetración de toda mi vida, y aunque gritaba de placer y dolor, ya no podia sacarlo, estaba totalmente dentro de mi culo. Duramos aproximadamente 2 minutos follando, el estaba como loco, 2 minutos de furia y penetracion sin parar, hasta que me lleno el culo de leche y nos quedamos abotonados. Mientras estuvo abotonado a mi como por media hora, tuve un orgasmo y un squirting que alcanzó a mojar toda la alfombra.

Obviamente no quería que lo sacara, porque tenia miedo que desgarrára mi ano, pero solo duró unos 30 minutos pegado a mi, y yo seguía exitada, asi que todo el liquido que salía de mi culo me lo pasé por las tetas y la vagina, esperando que él me pase su lengua, y si, lo hizo, le gustó, se comió todo. Asi que como recompensa agarré su hocico, se lo abrí y comencé a lamer su lengua, pase mi lengua por toda su cara mientras me tocaba, hasta que tuve un ultimo orgasmo.

Justo en ese momento tocaron la puerta de mi oficina, era su dueño, me preguntaba desde afuera si habia visto a su perro, que el creia estaba perdido, no se como lo hice, pero en un momento logre vestirme entera, mi maquillaje estaba corrido de la chupada que le di, mi maquillaje de ojos se habia corrido, y lo peor de todo, su pene continuaba erecto asi que decidi decirle que no, que no lo habia visto y en cuanto se fue, tire al perro patas arriba y segui chupando su enorme pene. El movimiento de mi cabeza era increible, tenia una mezcla de verguenza por haberlo hecho, pero a la vez de bronca, bronca porque no podia creer el enorme pene que tenia y lo bien que me hizo sentir.

Cuando mi Jefa golpeó la puerta, tuve que abrir, con el maquillaje corrido y mis labios todos mojados. Mi boca y mi aliento eran un solo olor a perro, a pene, y a leche. Fue tan exitante. Mi jefa me preguntó que hacia ese perro adentro, le dije que no sabia, que habia salido recien del baño y lo vi. Creo que nunca imaginó lo que habia pasado, aunque su sonrisa y su mirada me hicieron pensar que nunca diria nada.

Jamás nadie, ningún hombre, ni mi novio, me habian hecho sentir tan bien en el sexo, tan mujer, tan puta, tan zorra, tan loca, morbosa y pervertida, y él, mi pequeño visitante lo logró en tan solo una hora, y dejo mi culo abierto para siempre.

Espero más visitas así.