Mi primera vez con un desconocido

Un hombre desconocido, me despierta un sentimiento que no sabía que existía cuando aún era joven...

El siguiente relato es el primero que escribo, asique encantado recibiré cualquier comentario para mejorar en próximos relatos.

Antes de empezar voy a describirme un poco, me llamo David, tengo 30 años, y soy un osete en toda regla, regordete y con vello por el cuerpo, aunque todo recortado y cuidado. Para no extenderme os voy a contar la primera vez que hice algo con un tío.

Cuando iba al colegio, los fines de semana, iba con mis abuelos, mis padres y algunos de mis tios y primos a una parcela que tenemos en un monte cerca de la costa, aquí en Asturias.

Todos los sábados y domingos eran iguales, jugábamos a diferentes juegos, com fútbol, baloncesto, o cualquier reto que se nos ocurriese. Después llegaba la hora de comer, en la que estabamos cerca de dos horas, ya que no se paaba de hablar o hacer el tonto, hasta que se terminaba de comer y llegaba para mi, el peor momento, ya que todos después de comer y recoger, se iban a acostar para la siesta.

Yo nunca fuí de dormir la siesta, asique en ese tiempo lo que hacía era ir a dar un paseo por los alrededores, haciendo una pequeña ruta que hay para los que quieran ir caminando o en bici por toda la naturaleza del monte.

Pero uno de los días fue diferente, ya que mientras estaba dando la vuelta, en medio del monte entre unos árboles, había un coche aparcado, lo cual me dió curiosidad porque era muy extraño que hubiese coches por esa zona y más a las tres o cuatro de la tarde. La curiosidad hizo que fuese aproximandome entre los árboles para ver quién había en su interior, pero apenas veía nada, sólo veía la cabeza de un hombre. Cuando llevaba unos minutos viendo que pasaba, una cabeza surgió de lo que supuse que era la entrepierna del hombre, lo cual me sorprendió, porque hasta la fecha no sabía muy bien que pasaba.

Algo les debió pasar, porque de repente la puerta del copiloto se abrió y una chica salió muy enfadada del interior del coche, marchándose y dejando la puerta del coche abierta, haciendo que el hombre saliese también del coche y se sentase en el asiento del copiloto, pero dejando la puerta abierta. Ante esa oportunidad de ver que pasaba, yo me fuí acercando poco a poco, pero siempre escondido entre los árboles y matorrales que había. Cuando tuve una visión clara del hombre, tendría unos 46 años, cuerpo normal, ni gordo ni flaco, una barba de varios días, ropa un tanto desaliñada, pero lo que me llamó la atención era lo que estaba haciendo, ya que tenía los pantalones bajados por los tobillos y se estaba masajeando su miembro por encima del boxer que llevaba puesto, ver eso hizo que algo en mi se despertase y me estaba dando mucho morbo observar a ese hombre. Pero como suele decirse, la curiosidad mató al gato y eso fue lo que me pasó, ya que por intentar ver algo más cerca, el hombre se dió cuenta de que yo estaba allí y que lo estaba viendo. Sin palabras, solo con un gesto, me dijo que me acercase a él y eso es lo que hice, dudoso como estaba fuí poco a poco hasta su coche, hasta quedarme a la altura de su puerta, fue ahí cuando por fin me habló:

  • Hombre: Te gusta lo que ves?

  • Yo: … si... supongo... no sé...

  • Hombre: Anda ven, acercate un poco más

Fue ahí cuando un olor muy fuerte y penetrante me llegó a la nariz, no sabía exactamente que era, pero en es momento de duda que estaba teniendo, el hombre cogió mi mano y la puso sobre su paquete, lo tenía muy duro, se le marcaba todo en el boxer que llevaba, el cual estaba húmedo y el color blanco que debía tener al principio, ahora era un color amarillento, pero me daba igual y yo solo quería tocar ese paquete.

Hombre: Te gusta? Mira lo duro que lo estás poniendo

Yo: Sí, está muy duro

Hombre: Espera que me quito esto y lo ves mejor (Bajandose el boxer hasta los tobillos)

Yo: (alucinado) Pero es enorme!!

Hombre: Venga, tocala como lo estabas haciendo, pero ahora hacia arriba y abajo, mira así (entonces me cogió la mano y se empezó a masturbar con mi mano)

La verdad que yo estaba muy excitado y no sabía muy bien porqué, pero me estaba gustando demasiado toda esa situación. Yo estaba tan embobado masturbando al hombre, que no me daba cuenta que poco a poco me estaba acercando cada vez más a su miembro, el cual era gordete y debía medir unos 18 cm, era la polla mas grande que había visto a mi corta edad, tampoco es que hasta ese momento me hubiese fijado mucho, pero esa polla me parecía enorme. En ese momento de embobamiento, el hombre aprovechó para agarrarme la cabeza y meterme su polla en la boca.

Hombre: Ufff así! Que calentita está tu boquita nene

(Yo intentaba escaparme pero su fuerza me superaba por mucho)

Hombre: Tranquilo nene, que ya vas a ver que te gusta, asi, arriba y abajo y sin dientes, venga...

El hombre no paraba de moverme la cabeza hacia arriba y hacia abajo, se la estaba llenando de saliva, y fue cuando teniendola en la boca y probando su sabor, me di cuenta de que el olor que habia era el que emanaba su polla y su cuerpo, era como una mezcla entre sudor, meos y semen reseco, como supe en ese momento

Hombre: Ufff sabía que te iba a gustar, no como a esa puta que por tenerla sucia de un par de días, no me la quiso ni tocar...

(Yo no podia decir ni hacer nada, solamente seguir el ritmo que él marcaba con sus manos sobre mi cabeza)

Hombre: Nene ya estoy a punto, vamos un poco más rápido..

Entonces comenzó a acelerar sus manos sobre mi cabeza, ya llevaba como 10 minutos comiendo su rabo, aunque solo era la punta, ya que no me entraba mucho más, pero me estaban doliendo las comisuras de los labios, hasta que el hombre me apretó más fuerte la cabeza, dejandome quieto y de su polla empezó a salir mucha leche, 5 trallazos sentí, en ese momento intenté apartarme, pero no me dejaba asique no tuve más remedio que tragar todo lo que soltó.

Tras terminar y asegurarse de que tragué todo, me soltó, yo me quede tosiendo alli de rodillas como estaba, mientras él salia del coche y se ponia a vestirse a mi lado, me apartó un poco, me dió unas palmadas en la cabeza por el buen trabajo relaizado, se subió en el coche y se fué.

Yo aun estaba muy bien que no sabía que había pasado, pero cuando me levanté, vi que tenia toda mi entrepierna mojada, y es que me había corrido sin enterarme. Asique tal y como estaba, volví a ir por la ruta hasta la parcela, como si nada hubiese pasado, pero ese día lo cambió todo...

Hasta aquí mi primer relato, siento si me extendí demasiado, pero espero que os guste, hasta el próximo si quereis jeje