Mi primera vez con Solovino
En este relato cuento mi primera experiencia real con uno de los perros del rancho de la familia de mi novio. espero que lo disfruten...
Saludos a todos. Normalmente solo publicó mis fantasías zoofílicas en esta página, pero a raíz de que muchos contactos de facebook me piden que les cuente mis experiencias reales he decidido escribir mi primera experiencia, ya que me cansa estarle contando lo mismo a cada imbécil que quiere masturbarse mientras le cuento, lo que me quita tiempo para platicar con personas que realmente tienen algo interesante que contar o preguntar… Espero que nadie se sienta aludido u ofendido por esta presentación agresiva, pero a veces me pone de muy mal humor que hagan eso…
Como algunos saben mi nombre es facebook es, o era “Lore Rica Zoo”, pero desgraciadamente me han cerrado varias cuentas tal vez porque el tipo de imágenes que comparto, o tal vez porque acepto a muchos contactos ya que al día tenía más de 150 solicitudes, seguramente el nombre atraía a mucha gente, o tal vez porque el nombre que uso es obviamente un seudónimo ya que no me gustaría que las personas que me conocen y no saben de esta parte de mi vida me reconozcan; así que ya veré si logro recuperar mi cuenta o abro otra con un nombre distinto… entre que son peras o son manzanas les cuento mi primera experiencia dentro del mundo del bestialismo, porque en la zoofilia es otro asunto.
Mi primera experiencia dentro del bestialismo fue hace casi 7 años y fue gracias a mi novio de aquella época, que “casualmente” es el hermano o medio hermano de mi actual pareja. En aquellos años yo apenas contaba con 17 añitos y tenía dos años de ser la novia del hermano de mi mejor amiga (o medio hermano ya que ella es hija de la segunda esposa del papá de mi novio).
La familia de mi novio tenía un pequeño rancho a poco más de una hora de la ciudad donde vivimos, así que era muy común que algunos fines de semana fuéramos a descansar allá. Como en todo rancho que se respete tenía varios perros, algunos de los cuales eran perros que mi novia rescataba de la calle, por lo que no eran perros de raza pura, pero eso sí, sanos, hermosos y muy cariñosos; bueno de hecho mi novio decía que los perros de raza pura son más enfermizos y delicados por que se cruzan entre hermanos y parientes lo que debilita sus genes. Aunque sé que eso tal vez no les interese mucho a ustedes leerlo, creí que era importante decirlo para explicar porque mi novio prefería a ese tipo de perros que a los de raza. Mi novio tenía tres perros favoritos, Hércules, Aquiles y Solovino, de hecho Solovino aún vive con él- Los tres eran perros medianos de razas mezcladas
El asunto fue que en esa ocasión nos habíamos quedado solos mi novio y yo en la casa del rancho, era medio dio así que casi habíamos acabado de almorzar porque nos levantamos tarde. Estábamos los sentados en la mesa del comedor, platicando sin hacer nada en especial, cuando de pronto Solovino entro a donde estábamos y se hecho frente a nosotros, al principio lo ignoramos y seguimos con lo nuestro, pero de repente me di cuenta de lo que Solovino estaba haciendo, sin ningún descaro el perro estaba lamiendo su propio pene, un pedazo de carne enorme rojo y bastante macizo. Eso llamo mi atención pues aunque había visto eso antes, nunca había tenido oportunidad de verlo con atención por temor a que me vieran raro o pena de lo que pensarían de mí, pero la verdad es que mi novio y yo nos teníamos muchísima confianza y habíamos tenido muchas experiencias juntos.
Solovino es un perro mediano color canela de pelo corto y hocico algo largo. Yo me quede como hipnotizada a media frase cuando vi al perro lamerse ese bello pene, por lo que mi novio se dio cuenta y sin ninguna pena me pregunto:
-¿Te gusta golfita?- así me decía cuando pensaba en alguna travesura
-Sí…- respondí un poquito tímida- me llama la atención, papi…
-Pues ayúdale, te va a gustar.
-¿Pero y si me muerde?
-No te apures ya está acostumbrado- dijo mi novio- ya está acostumbrado, a tu cuñadita le encanta.
-Pero…- todo pasaba tan rápido que no sabía que decir o que hacer
- Ya sabes que no debes pensar las cosas, ven te va a encantar lo que te voy a enseñar- dijo mientras me levantaba del brazo y me llevaba a donde estaba el perro.
Solovino se nos quedó viendo con cara de alegría, tal vez ya sabía por dónde iba la cosa, mi novio le acaricio el lomo y el travieso perrito se recostó panza arriba. Yo temerosa le tome el pene al perro, era más duro de lo que esperaba, comencé a recorrerlo con mi mano pequeña y delgada mientras que con la otra le acariciaba la pancita, mi novio se quedó cerca de mí y me dijo, “bésalo”, mientras se tocaba sobre el pantalón, yo empecé a besarlo en la barriga mientras seguía acariciándolo, “bésale la verga, con cuidado” dijo mi novio, yo obedecí como siempre en esas situaciones.
Me metí a la boca con mucho cuidado su pene pus tenía miedo de lastimarlo, comencé a recorrer con mi lengua su tronco, y cuando llegaba a la cabeza le daba besitos y chupaditas en la punta, esto parecía encantarle a Solovino porque se movía como queriendo penetrarme la boca mientras yo le llenaba de saliva su erecto y colorado miembro. Mientras tanto mi novio se colocó detrás de mí sin decirme nada, desabrocho el short que llevaba y lo deslizo por mis piernas dejándome solamente con una tanga negra de hilo dental que se perdía entre mis nalgas.
Mi novio se puso a oler mis coño, y a lamerlo sobre la tela transparente que lo cubría, jugaba con sus dedos en mí ya de por si empapado coño la situación era alucinante, estaba yo chupándosela al perro favorito de mi novio, mientras mi novio me hacía sexo oral, en medio del comedor de la casa cerca del pasillo principal, con peligro de que alguien regresara en cualquier momento y nos descubriera, toda esa combinación de hechos me ponía a descontrolada, mi novio siguió lamiendo y jugueteando con mi clítoris mientras metía sus dedos gruesos en mi coño y con su pulgar acariciaba mi ano, él sabía que eso me vuelve loca y me pone sumisa y obediente.
De pronto se acomodó debajo de mí y saco mis tetas de la blusa, y se puso a chuparlas como becerrito, pues yo seguía arrodillada en cuatro patas chupándole el pene a Solovino. No tardó mucho en liberarme de la blusa que llevaba, y siguió mamando mis pechos mientras con su mano estirada seguía acariciando mi área genital.
-¿Quieres que te coja? -Dijo mi novio de repente.
-Siii…- dije excitada.
-¿Quién? ¿Solovino o yo?- no respondí, no sabía que responder- ¿el perro verdad?
-Siii- fue lo único que pude decir, normalmente es esas situaciones no pienso y acepto lo que me digan…
Él se levantó y acerco al perro por detrás de mí, Solovino se puso a olfatear mi empapado coño metía su fría nariz entre mis labios, y de pronto empezó a lamerlos con su dura lengua, la movía con una maestría que nunca antes había sentido, era larga y poderosa, parecía que quería recoger cada gota que estaba derramando, y también olía mi ano lo que hacía que me estremeciera por sentir el roce de su nariz. Mientras tanto mi novio se acomodó en el piso para que ahora le hiciera la mamada a él, los dos machos cambiaron de lugares. Obviamente esto hizo mella en mi u sentí un orgasmo que hizo temblar mis brazos y mis piernas pero sólo Dios sabe cómo me mantuve en pie, esto lo noto mi novio por cómo le apreté con la boca se acercó más a mí y me dijo al oído me dijo que era una buena perrita, después me puso su camisa en la espalda y coloco a Solovino sobre mí, “vas a sentirte como una verdadera perrita” dijo sonriendo, solo vino empezó a golpear mis nalgas tratando de encontrar mi entrada, y no tardo en hallarla.
El perro de mi novio me empezó a penetrar con fuerza, una brutalidad que nunca había imaginado, el dolor era increíble, pero el placer era aún mayor, mi novio me acariciaba la cara, podía sentir sus fuertes manos recorrer mi rostro que reflejaba un rictus de dolor y placer, estaba haciendo gala de mi naturaleza sumisa y masoquista, lo cual mi novio disfrutaba mucho. Mi novio me metió su pene en la boca pero lo saco al poco rato, tal vez porque se lo apreté fuerte pues no podía controlar la fuerza por el dolor que sentía, no me contuve más y comencé a gritar como poseída, ya no me importaba si alguien llegara, estaba totalmente fuera de mi misma.
El perro embestía tan fuerte que sentía que me partía en dos, yo con los músculos de mi coño intentaba apretarlo, pero era difícil por la velocidad con la que el perro me estaba dando placer. De pronto sentí como algo chocaba contra mi entrada, y con las embestidas Solovino consiguió meterlo hasta que se atoro dentro de mí, en ese momento el perro se relajó y se apoyó en el piso dejándome debajo de él, mi novio me dijo que no me asustara que era el bulbo, que Solovino ya iba eyacular; y así fue, sentí como Solovino se regaba dentro de mi coño, y sin más el perro se dio la vuelta y nos quedamos pegados unos minutos más, que mi novio aprovecho para que le diera una mamada, y lo masturbara, mi novio toda vía tardó algunos minutos en eyacular, y me rego toda la cara con 5 o 6 chorros de su delicioso y blanco esperma, un poco de su abundante leche cayó al piso y yo la lamí con mi lengua, después con el dedo recogí lo que tenía en la cara y me lo comí como a él le gustaba que lo hiciera. “Como me gustaría que la puta de mi hermanita estuviera aquí para lamerte la cara” yo solo sonreí y seguí chupando mi dedo lleno de blanco y cremoso semen, y pensaba en lo linda que se vería mi cuñadita en mi posición o por lo menos lamiéndome el rostro, pues los tres ya habíamos otras aventuras antes y sabía que realmente estaría encantada de participar.
Y de hecho en ocasiones posteriores ambas compartimos experiencias similares, pero que tal vez no quieran leer. Todas nuestras aventurillas terminaron cuando él tuvo que irse a trabajar a otro estado, se llevó a Solovino con él, al principio me enojaba pensar que tal vez había conseguido a otra tipa para sus juegos, pero con el tiempo lo supere, y más porque su hermana y yo seguimos juntas ya no como cuñadas o amigas, sino como amantes. Aunque a veces el viene de visita en época de navidad o semana santa o verano y siempre revivimos juntos viejos tiempos.
Espero que hayan disfrutado de esta experiencia que les conté, disculpen l tosquedad pero a diferencia de mis otros relatos este es real, y parece que es más difícil escribir experiencias reales que fantasías sexuales. Si tienen algún comentario de esta historia o de alguna otra de las que he mi correo es:
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(Maria de la luz Gutierrez)
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Besitos a todos donde más les gusten.