Mi primera vez con otra mujer

Una compañera de trabajo me seduce en el vestuario

MI PRIMERA VEZ CON OTRA MUJER

Hola me llamo Laura y les voy a contar mi primera experiencia con otra mujer. En aquellos tiempos yo tenia 18 años recién cumplidos, había empezado a estudiar en la universidad. Para no ser una carga para mi padres me busqué un pequeño trabajo para tener un poco de dinero para mis gastos.

Sobre mi tengo que decir que mido 1.60 de estatura, me mantengo mas bien delgada y soy un poco culona, hecho que a los chicos les gusta, mis pechos son medianos, tenía mi pubis peludito pero arreglado, sobre todo para que no se notaran con el biquini. En cuanto a experiencias con chicos nunca he tenido novio, pero si amigos con los que me doy mis besos, algo de sexo oral y en par de ocasiones había llegado hasta el final de una forma bastante placentera. No había tenido relaciones con otras mujeres.

Sobre mi trabajo, era simple, un trabajo de limpieza, éramos 4 mujeres para limpiar un pequeño edificio de oficinas una vez acabada la actividad. De mis tres compañeras que decir, dos de ellas se conocían desde hacia mucho tiempo y siempre iban juntas, la verdad es que no se callaban nunca. La tercera era Eva, una mujer de unos 40 años, muy reservada. Tenía buen tipo, delgada con unos pechos mas grandes que los míos y bien firmes. Teníamos un pequeño cuarto con unos armarios y uno lavabos donde nos cambiábamos de ropa. Esa tarde serían las 9:30 y ya había acabado mi trabajo, era un día caluroso y solo llevaba puesta mi bata de trabajo y debajo mis braguitas. Me fui al vestuario y me crucé con mis dos compañeras que ya se iban y seguían hablando. Entré y estaba Eva sentada el la banca cambiándose para irse, la salude, me qué mi bata y me fui a refrescar al lavabo, en ese momento solo llevaba mis braguitas. Me refresqué la cara y las axilas y cuando levanté la vista, a través del espejo vi que Eva tenía sus ojos clavados en mis nalgas. Me quede sorprendida y me volteé para quejarme, pero fui incapaz de decir nada, me quedé callada. Eva se levantó de la banca, solo llevaba puestas sus braguitas y el sujetador, y se acercó hacia mi. Yo seguía muda, me puso una mano en mi mejilla y me dijo “sabes que eres muy bonita”, lo único que fui capaz de decir fue, “gracias”. Yo creo que me vio muy nerviosa y me preguntó que si me estaba incomodando, que si era así se retiraba, pero solo pude deir que no me incomodaba. Siguió acariciándome la mejilla, el pelo y empezó a bajar hasta mis pechos, me los acarició y cuando e tocó el pezón se puso duro como una piedra, me preguntó que si me gustaba y la contesté que si, siguió bajando su mano por mi vientre hasta llegar a mi pubis, me lo acarició por encima de mi braguita, bajó su dedo buscando mi rajita, inconscientemente separé mis piernas y su dedo pasó por toda mi rajita. Luego buscó el elástico e mi braguita y sus dedos entraron, en ese momento una me estaba humedeciendo. Su boca buscó la mía, y nos fundimos en u gran beso, sus manos me agarraron las nalgas y nuestros pubis se juntaron. Me levó hacia la banca, se sentó y su cara estaba delante de mi pubis, empezó a lamer mi braguita y a mordisquearla. Agarró el elástico de mi braga y comenzó a bajármelas. Subió mi pie a la banca y ahí estaba yo, con mi pubis en su boca y con mi rajita abierta. Empezó a pasar su lengua por mi rajita, cada vez estaba mas húmeda y mas abierta. Encontró mi clítoris y empezó a jugar con el, sentía como se endurecía, mis piernas perdían fuerza. Agarró mis nalgas con fuerza y me empujó hacia ella. Empezó a meter un dedo dentro de mi vagina, vio que entro y me dijo que ya veía que me la habían metido, contesté que si, luego me preguntó que si me había gustado cuando me la metiros también contesté que si, la agarré de la cabeza para que no parara, me estaba corriendo y no paraba de gemir.

Siguió lamiendo mi coño, y me corrí mas de una vez, creí que me caía, mis piernas no tenían fuerza para sostenerme. Al fin dejó de lamérmelo y se levantó, buscó mi boca y me metió toda la lengua, sabía a mi y me encantó. Ahora te toca a ti, haber como te portas. Me senté en la banca, ella se quitó el sujetador y sus braguitas, tenía el pubis depilado, subió su pie a la banca y acercó su pubs a mi cara. Empecé a pasar mi lengua por su pubis, muy suave sin ningún pelo, busqué su rajita y empecé a lamerla, la agarre sus nalgas y empecé a sentir sus jugos en mi boca, era una delicia, había probado semen pero sus jugos estaban mucho mas ricos. Tenía un clítoris bien grande, empezó a hincharse y jugué con el, la oía gemir sabía que le estaba gustando. Metí dos dedos dentro de ella, el interior de su vagina estaba calentita y húmeda, se la devolví y la pregunté ¿te han follado alguna vez?, claro amor estoy casada y me la meten casi todos los días, pero no todos los días estreno un coñito como el tuyo, empezó a gemir mas fuerte y empezó a correrse, movía sus caderas delante de mi boca y me bebí sus jugos. Me hizo levantar y lamió mi cara y luego buscó mi boca, me agarró de nuevo de las nalgas y se apretó contra mi, mi coño se volvió a humedecer y me volví a correr. Nos quedamos las dos bastante cansadas, estuvimos unos minutos sentadas hasta recobrar el aliento. Nos vestimos y nos despedimos. Para mi ha sido una gran experiencia en mi vida, muy pocas veces he experimentado esas sensaciones.