Mi primera vez con mi tío
Este relato trata sobre mi primera experiencia no hetero, nada más y nada menos que con mi maduro tío.
Hola a todos, mi nombre es Javi tengo 18 años y soy de Barcelona, y aquí os cuento como fue mi primera vez con un hombre maduro, que no es otro que mi tío, bueno el marido de mi tía.
Comenzaré por describirme yo y describirle a él, yo soy un chico bajito 1.60, un poco rellenito, moreno
y de ojos azules, mi tío que se llama Antonio, tiene unos 52 años, es más alto que yo, medirá aproximadamente 1.70 mas o menos, calvo, una barriguita cervecera que me vuelve loco y muy peludo. He de aclarar que ni mi tío ni yo somos gays, ya que nos gustan las, a mí especialmente las maduritas, (espero escribir algún día contándoos que me he tirado a mí tía) pero no sé supongo que yo debo de ser bisexual o algo parecido, porque me vuelven loco los hombres bien entrados en años (50 para arriba) y de las características de mi tío, pero bueno ya no me enrollo más.
Todo pasó este último verano en el mes de agosto para ser mas concretos, mis padres y mi hermana se habían ido un par de semanas a Castellón, donde tenemos un apartamento, con ellos también se fueron mi tía y mi prima quedándose mi tío solo en casa al igual que yo, ya que los dos trabajábamos. Como íbamos a estar los dos solos decidimos que lo mejor seria que yo me fuera a su casa. Los primeros días transcurrieron con normalidad, los dos íbamos a nuestros trabajos, comíamos juntos, yo me hacía cada día una paja oliendo sus calzoncillos sucios que se quitaba cada mañana, pero aparte de esto nada fuera de lo normal, hasta el viernes, el sábado ninguno de los dos trabajábamos, por lo tanto no teníamos que madrugar, así que el viernes por la noche, pedimos unas pizzas, bebimos unas cervezas y pusimos unas películas. Entre las cervezas y el calor que hacía, nos fuimos quitando la ropa hasta quedar los dos en calzoncillos, tengo que decir que hay mucha confianza entre mi tío y yo, y que los dos vayamos medio en pelotas por la casa, es algo que no nos incomoda para nada. Sobre las 3 de la madrugada mi tío se quedó dormido en el sofá, yo al verlo allí pancha arriba y medio en pelotas, me puse cachondísimo, así que no pude resistirme a tocar su peludo cuerpo, empecé acariciando su torso, torpemente y con cuidado, no fuera a ser que mi tío se despertara, cosa que me daba mucho miedo, no fuera a ser que él se lo contara a todos, pero bueno me armé de valor y proseguí con mis caricias, y además escuchar sus ronquidos me tranquilizaba bastante, fui bajando hasta llegar al enorme bulto de su calzoncillo, puse mi mano lentamente y con cuidado sobre su paquete, y casi me corro del gusto, seguir oyendo sus ronquidos me dio confianza para agarrarlo y acariciarlo bien sobre la ropa interior. Estuve así varios segundos, hasta que sin saber muy bien porqué, tal vez por las cervezas, metí la mano debajo de la prenda y se la empecé a acariciar, noté movimiento por parte de mi tío, así que saqué la mano y me puse a ver la tele como si nada, mi tío se despertó y me preguntó adormecido que qué hacía, yo le dije que nada, yo no paraba de mirar hacía su entrepierna cosa de la cual él se percató, y me dijo, ¿quieres verla?, yo me quedé blanco, y el se empezó a reír, es una broma me dijo, y miró el televisor. Pasaron unos minutos cuando el me dijo:
-Oye Javi, sobre lo que te he dicho antes
-¿Qué me has dicho antes tito?
- Venga Javi no te hagas el tonto
-De verdad tito que no sé a lo que te refieres
-Joder, lo que te he dicho sobre que si me la querias ver, no me has contestado
-Era una broma ¿no?
-Si pero bueno cual es tu respuesta
Yo no podía salir de mi asombro, no sabía que decir, me moría de ganas de vérsela, tocársela y sobre todo de chupársela, pero no se lo podía decir.
-Bueno qué piensas decir algo o no.
Yo seguía callado sin poder articular palabra cuando de repente mi tío se bajó los calzoncillos, y empezó a sobársela, yo al verlo me corrí de gusto, mi tío lo notó al instante ya que el semen traspasó mis calzoncillos y al ser estos negros, la mancha era más que visible.
-Así que te van las pollas ¿eh?, venga tócamela que sé que lo estás deseando.
Yo continuaba quieto muerto de vergüenza, cuando mi tío me cogió la mano y la puso sobre su pene, yo no tardé en empezar a pajearle lentamente disfrutando de tan maravilloso momento. La polla se le iba poniendo cada vez más dura, mientras el gemía, cosa que me animaba, dándole cada vez más ritmo a mi mano, así estuve unos segundos hasta que me dijo:
-¡Chúpamela!
Yo como os podéis imaginar obedecí la orden con mucho gusto, agarré sus enormes cojones con una mano y con la otra me introduje su enorme rabo en la boca, aún algo flácido, lo tenía enorme, sin tenerla del todo dura me costaba metérmela en la boca, yo seguía chupando y chupando, me la metía y me la sacaba lentamente de la boca, la besaba, la acariciaba, mientras la polla se le iba poniendo cada más dura, hasta que finalmente llegó a su máximo esplendor, era un cipote enorme de unos 24cm, y como un vaso de cubata de gorda, era realmente monstruosa, ese aparato era sin duda un regalo que Dios, y era sólo para mí. Seguí chupándosela, mientras se la iba pajeando, me sentía como una zorra, y me encantaba, mi tío por su parte no paraba de gemir, se notaba que le estaba gustando mi mamada.
-¡Oohh! sobrino ¡¡¡siiiiiiiiiii!!! sigue así, sigue
-¿Te gusta tito?
-¡siiiiiiii! Claro que me gusta.
- y esto,¿te gusta?, le dije mientras le lamía uno de sus huevotes y le acariciaba su pene.
-¡¡¡¡SIIIIIIII!!!! ¡¡ME ENCANTA!!
-Sí, pues a ver que te parece esto. Y dicho esto, me metí una de sus bolas en la boca, y luego la otra, le mordisqueé la punta del capullo, le lamí el rabo entero de arriba abajo y volví a juguetear con sus cojones, hasta que ni tío no pudo más y me avisó de su inminente eyaculación, yo rápidamente me introduje su polla en la boca, quería toda su leche dentro y así fue, la corrida fue bestial, era tal la cantidad de semen que salía de su rabo que me era prácticamente imposible tragármelo todo, era riquísimo y no quería dejar ni una gota así que seguí chupando hasta que se la dejé bien seca, me encantó el sabor de su polla, había sido maravilloso, nos quedamos recostado durante unos minutos, hasta que me dijo:
- Bájate los calzoncillos.
-¿Para qué?
-Bájatelos y ábrete de piernas que te voy a follar ese culito de maricona que tienes.
Yo no estaba del todo seguro de querer que me la metiera, con lo grande que la tenía seguro que me dolía.
-No sé tito es que me va doler.
-Al principio te dolerá un poco, pero tranquilo lo haré despacio, venga que te va a encantar.
Sus palabras me tranquilizaron, eso y ver su imponente rabo enfrente mío
-¡Que coño! Si lo estoy deseando.
Y dicho esto me bajé los calzones y me recosté en el sofá abriéndome de piernas lo más que pude, mi tío se arrodilló frente a mi culo y empezó a lamerlo con su lengua, introduciendo esta en mi ano, cuando este estuvo ya bien lubricado con su saliva empezó a meterme un dedo y luego otro, así hasta tres cuando mi tío consideró que mi agujero estaba ya preparado, acercó su pene a mi boca para que lo lubricara, lo lamí hasta que mi tío lo creyó conveniente, entonces se recostó sobre mí, acercó su enorme polla a la entrada de mi culo y me la fue introduciendo poco a poco, era un dolor espantoso, realmente horrible.
-Tito para me duele mucho, le dije.
-Tranquilo, que ya casi está, tu tranquilo y confía en mí que ya verás cómo te gusta.
Y era verdad conforme iba entrando el dolor se iba convirtiendo en un placer inexplicable, era maravilloso, por fín entro toda entera, Dios mío jamás había sentido un dolor tan agradable y maravilloso como el que estaba sintiendo en ese momento, yo no podía parar de gritar y gemir, realmente estaba disfrutando como una zorra.
-AHHHHHHHHH, SSIIIIIIIIIIIIIIIIII, ¡¡¡¡QUE GUSTO!!!!
-Ohhh, que bien, te gusta ¿eh?
-¡¡¡OOOHHH!!! ¡¡¡SIII!!! ¡¡¡ME ENCANTA!!!
Los movimientos de mi tío eran cada vez más rápidos y enérgicos, estuvimos así unos 10 minutos hasta que ninguno de los dos pudo más, y nos corrimos, fue maravilloso sentir ese golpe de semen dentro de mí, mi tío me la sacó del culo, se puso de pie en el sofá con su polla roja y con restos de semen en frente de mi cara y me la metío en la boca, y como si de un coño se tratara empezó a metérmela y sacármela, hasta que se corrió de nuevo, entonces me dijo que fuéramos a su cama que me iba a follar como lo hacen los perros. Ya en su cama me besó y me dijo que me pusiera a cuatro patas, así lo hice y antes de darme cuenta ya la tenía otra vez en el culo, era increíble, mi tío era realmente insaciable, con él ahí dándome por detrás me sentía como una auténtica perra, su perra, era maravilloso, mi tío siguió dándome hasta que estuvo apunto de correrse, entonces me la sacó y me dijo que me diera la vuelta que quería correrse en mi cara, se puso de pie y yo me arrodillé ante su enorme miembro esperando ansioso mi ración de leche caliente, él se la pajeó hasta que de su polla salió un enorme chorro de semen que fue a parar a mi cara, mientras yo lamía su polla para no dejar ni una sola gota, mi tío me dijo que me había portado muy bien, y que a partir de ahora sería su zorrita, y que mi boca y mi culo tendrían que estar a su disposición siempre que él lo quisiera, yo acepte encantado, y así llevamos ya varios meses disfrutando del sexo juntos, y por separado, él con mi ansiada tía y yo por ahí con las chavalillas de mi edad, bueno espero que os haya gustado, ya volveré para explicaros más polvos con mi tío, y espero también poder contaros algún día que lo he montado con mi tía. HASTA OTRA.