Mi primera vez con mi primo, 100% real

Les relato mi primera penetración y la primera vez que lo hice con mi primo. 100% real y muy excitante, si no me creen, léanlo.

MI PRIMERA VEZ CON MI PRIMO

Este relato que escribo es 100% verídico y real, no hice ningún agregado ni invención, lo escribo tal como todo pasó.

En mi caso, no me considero como gay, tal vez como bisexual, pero no como gay. Y no me considero como gay porque me gustan las mujeres, sí, me encantan las mujeres. Digo que tal vez podría considerarme como bisexual pero es un decir, porque no me gustan los hombres, no me gusta ver hombres ni me atraen los hombres, ni tengo fantasías con besar a un hombre ni nada. Jamás me enamoraría de un hombre. El lector se preguntará entonces, qué hago escribiendo un relato de este tipo y en la categoría "Gays", sabiendo que existen categorías de relatos bisexuales, sí, bisexuales, pero no "de bisexuales". Hay una parte que sí me gusta de los hombres –aclarando nuevamente que "no me gustan ni atraen los hombres en absoluto- y esa parte que es la única que me gusta es el pene. Si, me encanta el pene, su forma, y todos los aspectos del pene, en especial su grosor y su tamaño. ¿Me podría definir como bisexual como mi gusto fálico? Tal vez.

Para empezar y más que todo para aclarar, casi siempre me gustó esta parte del cuerpo, pero por supuesto que no me gustan todos los penes. Lo que más me gusta en un pene es principalmente su higiene, un pene totalmente limpio. Mi gusto por el pene se remonta a varios años atrás, gusto que se relacionó íntimamente con mi gusto por el ano. Me encanta el ano, pero no el ano del hombre, sino el de la mujer. El único ano masculino que me gusta es el mío, es por eso que casi siempre me la pasaba viéndolo por un espejo, tocándolo, etc. Me animé incluso a meterle un dedo, no fue una experiencia muy bonita y jamás volví a meterme un dedo. Hasta que descubrí los objetos, todo empezó con objetos caseros como la parte trasera de un cepillo dental. Pasando luego por objetos mayores hasta mi mayor aspiración y logro: la parte trasera de un peine de forma cilíndrica.

Es así que tengo un primo con el que siempre nos relacionábamos de una manera excelente. Ambos descubrimos la masturbación mutua, esa excitación de comprar videos pornográficos y verlos ambos. Al principio los veíamos y cada uno iba al baño por su lado (a masturbarse por supuesto). Luego y con el paso del tiempo nos dimos cuenta que ambos íbamos a masturbarnos, y decidimos espontáneamente hacerlo juntos.

Y es así que nos tocó vivir juntos en un mismo cuarto en dos camas separadas por unas semanas mientras no había nadie en casa.

La cosa es que una noche ya era muy tarde, habíamos visto televisión hasta el cansancio y ambos estábamos exageradamente excitados, tan excitados que en ese momento podíamos coger con cualquier prostituta sin importar si quiera su cara o como sea ella.

Así que nos metimos en la misma cama para ver televisión, ambos con pijamas y dentro de los mismos calzoncillos (no bóxer sino calzoncillos). No sé por qué pero esa noche decidimos dormir en la misma cama. Así que apagamos el televisor y nos dispusimos a dormir apagando las luces, pasaron unos cinco a diez minutos y mi primo empezó a jugar tocándome rápidamente partes del cuerpo. Por ejemplo, me tocaba rápidamente la pierna y se hacía el dormido. Uno de esos momentos me tomó de la muñeca y llevó mi mano hasta su pene, no sé por qué lo hizo, pero fue rápido y yo retiré inmediatamente mi mano de su pene mostrando cierto enojo.

Así que él, en vez de seguir con mi enojo, siguió haciendo el mismo truco y llevando mi mano hacia su pene, que si bien toqué al mismo por unos segundos sentí que estaba erecto. No sé por qué pero espontáneamente le empecé a hacer el mismo juego, tomé su mano y toqué con ella mi pene también erecto. Él tuvo mi misma reacción, retiró su mano inmediatamente con señal de desaprobación.

No sé cuánto tiempo estuvimos haciendo eso hasta que a mi primo se le ocurrió una idea, me dijo que "qué tal si nos chupábamos el pene uno al otro para ver qué se siente". Ya que aclaro que hasta ese momento nunca me habían hecho una chupada.

Al principio solté una carcajada y me rehusé totalmente a hacerlo, pero luego acepté con un "Yaaa, está bieeeeenn" entre excitación y miedo. Le dije que con la única condición de que él empezara. Así que se metió bajo las sábanas, bajo suavemente mi calzoncillo y descubrió mi pene erecto, el cual no se distinguía bien a causa de la falta de luz. Poco a poco sentí como llevó su lengua a mi glande, esa fue la excitación más grande que tuve, fue realmente delicioso. Se metió mi pene a su boca y lo fue chupando suavemente durante unos dos minutos. Yo me sentía tan excitado que hasta cerré los ojos y me dejé llevar por la excitación.

Entonces en un momento de esos sacó mi pene de su boca y me dijo: - Es tu turno.

Sabía que esto iba a ser difícil, a pesar de que la idea no me parecía mala porque siempre había querido tener un pene en mi boca, me costó un poco y me entré en las sábanas. Hice lo propio, bajé su pijama y su calzoncillo y descubrí su pene. Era un pene tan grande, pero sin mentir ni un poquito, era mucho más grande y grueso que el mío (que por cierto no es pequeño). Tomé al pene por su tronco y suavemente lo metí a mi boca, tuve que abrir mucho la boca para tener semejante miembro adentro. Pero lo hice y comencé a mover mi boca de manera rítmica metiendo y sacando su pene de mi boca. Me imagino que él sintió una gran excitación porque comenzó a empujar mi cabeza hacia su pene provocándome al principio arcadas pero luego me fue acostumbrando a la sensación. Estuvimos así por unos minutos y mi primo sugirió que nos fuéramos a masturbar al baño. Le hice caso y ambos fuimos por separado y terminamos en el baño.

Pasaron unos días, eran alrededor de las cuatro de la tarde y yo me sentía tan excitado, no puedo describir la cantidad de excitación que en ese momento sentía. Así que le dije que me masturbara con su mano. Él obedeció y empezó a frotarme el pene con su mano, se sentía muy bien y mucho mejor que cuando lo hacía con mi propia mano. Le dije que apretara más y que lo hiciera más rápido. Él me dijo que fuéramos al baño para continuar, así que le obedecí y ambos fuimos al baño. En el baño las luces no había mucha iluminación, y yo me bajé el pantalón y el calzoncillo totalmente para dejar que me masturbara. Lo empezó a hacer y notó que salía un líquido de mi pene, me dijo que sintió salir un poco de líquido de mi pene y le dije que "no tenía de qué preocuparse".

En un momento de esos, me dijo que si me dejaba penetrar, me dijo: - ¿Qué tal si te penetro, porque a mí me encanta el culo (curiosamente a él también le gustaba esa región del cuerpo) y el culo del hombre es casi igual al de la mujer a excepción de unos cuantos vellos? Yo estaba tan excitado que acepté la propuesta, así que él se bajó su pantalón y calzoncillos y sacándose su pene erecto me dijo: - Mira la cosota que haz chupado la otra vez, mira semejante cosota te has chupado. Mira la cosota de grande que te voy a meter. Se agarraba su pene y me decía: - Mira lo que te voy a meter.

Fue así que me puse de espaldas a él y un poco agachado. Él escupió a su mano y con esa mano empezó a lubricarse su pene. Luego escupió hacia su mano nuevamente y con esta mano empezó a rozarme el ano lubricándomelo. Agarró mis nalgas con sus dos manos y las abrió con mucha fuerza, para luego escupir directamente en mi orificio. Sentí su saliva en mi orificio y fue una excitante sensación.

Hecho esto, me hizo agachar un poco más apoyado en el inodoro del baño y abrió mis dos nalgas con toda su fuerza, tomó su pene puso su glande en mi ano. Comenzó a hacer mucha fuerza y su pene no entraba. Hizo más fuerza y finalmente su pene (o al menos la mitad de su pene) penetró mi ano. Era la mejor sensación que podía haber sentido, entonces yo le dije: - ¿Ya ha entrado?, y él me respondió muy excitado: - Siiii.

Comenzó a moverse muy suavemente, pero muy suavemente y me pidió que empezara a masturbarme. Le obedecí y empecé a hacerlo muy suavemente pues estaba tan excitado que con una fuerte masturbación hubiera terminado en menos de un minuto.

Entonces en un momento luego de unos pocos minutos él me dijo: - Quiero terminar dentro de ti, quiero botarte toda mi leche adentro. Yo le dije que sí, que lo hiciera.

Acto seguido, metió todo su glande y un poquito del resto de su pene dejando un espacio del tronco de su pene. Hizo un círculo con su mano y empezó a masturbarse ese pedazo de pene que dejó fuera de mi mano. Lo hizo por unos dos minutos mientras tanto yo me masturbaba también con mucha fuerza; uno de esos ratos paró, e inmediatamente después de que paró de frotar su pene, comencé a sentir un líquido caliente como "escupirse" dentro de mi ano. Inmediatamente sentí eso, empecé yo también a terminar una cantidad enorme de semen. Me di cuenta que mi ano se contraía también con cada contracción de mi pene, parece que esto lo excitó aún más (sentir mi recto contrayéndose alrededor de su pene) sentí todavía más líquido en mi ano.

Estuvimos así un momento más y ambos decidimos quedarnos así. Me quedé en el baño a fin de limpiar mi eyaculación en la tapa del inodoro. Y mientras lo hacía, sin subirme el calzoncillo todavía, vi claramente cómo salían restos de su leche de mi ano. Estos restos mojaban mis piernas. Aún así, y muy excitado todavía incluso después de eyacular, me subí el calzoncillo. Después de subírmelo y quedarme solamente en calzoncillos, sentía cómo su leche bajaba de mi ano y mojaba mi calzoncillo y mis piernas, ¡era delicioso! Así fue como ambos nos dormimos luego y disfrutamos del mejor momento juntos.

Espero que mi relato les haya gustado, no lo olviden, es 100% verídico. Por favor les ruego a todos los que lo han leído tengan la gentileza de dejarme su comentario o sugerencia en mi dirección de email: ferdelg146@hotmail.com

Muchas gracias por leerlo y espero hayan disfrutado de él.

Hasta pronto y hasta una segunda oportunidad de seguir escribiendo nuevas aventuras.